27 febrero, 2009

Museo para un país de desmemoriadas gentes

Se ha ofrecido construir un Museo de la Memoria en un país desmemoriado. Esa es la tragedia. Desde el gobierno, se ha dispuesto –literalmente hablando– echar tierra sobre los muertos ya muertos. Ahora se entiende a Vallejo: “Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo!”.

Tenemos un ministro de Defensa que no defiende la memoria, defiende el olvido y -quien sabe-, con el la impunidad.

Los gobernantes nos dicen que nadie quiere acordarse de los miles de muertos que dejó la guerra interna. Que todos quieren olvidar la etapa de horror y muerte ciega que vivimos los peruanos. Que un Museo de la Memoria es mantener abiertas las heridas.

Mentira. Las heridas jamás se cerraron; continúan abiertas esperando justicia. No ojo por ojo; justicia. No castigo; justicia.

¿Y qué es justicia? dirán. Es paz, reconciliación, desarrollo, inclusión.

Justicia es pan.

Pero no el pan del ministro de Defensa: "Si yo tengo personas que quieren ir al museo, pero no comen, van a morir de inanición. Hay prioridades".

Sino el pan nuestro de cada día, ese que se gana con sudor, con trabajo, con dignidad.

¿Por qué tanto temor a la memoria colectiva de los pueblos?

Todos los pueblos que han sufrido guerras y destrozos físicos y psíquicos, erigen museos no para conmemorar el horror, sino para recordar lo que no debe volver a suceder.

Las heridas de la guerra no sanarán si no somos capaces de asumirlas plenamente. ¡Un presidente está sentado en el banquillo acusado de crímenes de lesa humanidad!

Ni el ministro de Defensa, ni las Fuerzas Armadas, tienen por qué sentirse ofendidos si se construye un museo que muestre la brutalidad de la guerra interna.

No hay guerra limpia. El hombre es el lobo del hombre y eso se cumple en toda acción de armas.

¿Y para qué queremos un Museo de la Memoria?

Para enseñarle a las futuras generaciones que no deben caer en el oscurantismo del terror.

Para que nuestros hijos aprendan que la paz que hoy disfrutamos fue -un día no muy lejano- un tiempo oscuro.

Para que no olvidemos todos que en nombre de la paz, hubo peruanos que se mancharon las manos de sangre.

Para no ser un país de desmemoriadas gentes.

24 febrero, 2009

Frente Apra-izquierda: de la fricción a la ficción


Un poco tarde llega la propuesta del Premier Yehude Simon de formar un frente con el APRA para el 2011-2016. Unos ochenta años tarde, cuando la izquierda en el Perú disputaba con el APRA el mismo espacio -las masas obreras y campesinas de la década del treinta. O treinta años tarde por lo menos, cuando la izquierda unida –por primera y única vez en su historia- estuvo cerca de llegar al poder por elección popular.

Demasiada agua ha pasado bajo el puente desde entonces y la Izquierda no es ni el partido de masas, ni el colectivo dirigencial unido que una vez fue. Tampoco el APRA es hoy el movimiento social anclado en las luchas populares y las calles.

Todo lo contrario, en su segunda llegada al poder, le disputa más bien terreno a la derecha; gobernando para los ricos.

De manera que la propuesta del premier es –por decirlo de algún modo- desfasada y desligada de la realidad.

Un desesperado intento por mantener su alicaída cuota de poder.

Una finta, un quiebre de cintura, ante la llegada de Meche Cabanillas, con apetitos de timonel en este nuevo periodo.

Pero, si fuera el caso un pacto contra natura entre la izquierda y el APRA, uno se preguntaría con cuál de todas las izquierdas tendría que pactar el APRA.

¿Con la izquierda tradicional y sindicalista de Mario Huamán? ¿Con la izquierda inorgánica de Javier Diez Canseco y las ONGS?, ¿Con la neo izquierda nacionalista de Ollanta Humala?, ¿Con la izquierda incendiaria de Nelson Palomino y sus huestes cocaleras?

¿No habrá querido decir en realidad Yehude Simon: pactemos con la izquierda humanista que yo represento?

Más allá de a los lambayecanos -ante quienes acaba de renunciar la representación que como presidente regional recibió en las urnas- ¿a quién representa el ciudadano Yehude?

Su propuesta suena más bien a un boleto de permanencia en el puesto, antes que a una propuesta viable políticamente.

En el fondo lo que quizás está queriendo decirles a los apristas es “Sigamos juntos, compadre”, “Mira que yo propongo seguir con la teta del poder”.

Conocíamos las buenas intenciones y honradez del premier Yehude Simon. A ellas habrá que agregarle ahora la de su vocación por la política-ficción, una buena forma de evitar la real y urticante “política-fricción”.

17 febrero, 2009

La teta alocada

El presidente García –hay que repetirlo– es un actor de primera interpretando a un bifronte político. Un día afirma una cosa, no importa a qué precio y al día siguiente sostiene lo contrario. Ambas posiciones las defiende con igual vehemencia.

El caso más reciente es su bronca voz al convocar a una legislatura extraordinaria del Congreso para formar una comisión investigadora de la venta de Petro Tech, y su tronante argumentación -en las antípodas- de que no se debe investigar nada sobre este tema, sino sobre las ventajas obtenidas de Perú Petro en el quinquenio pasado.

Pero si es cosa de locos.

Un día sale Meche Cabanillas a decir que por orden del Presidente de la República se ha decidido formar una comisión investigadora que esclarezca si hubo irregularidades en la venta de acciones de Petro Tech. Y a las 48 horas sale el propio Presidente a decir que él no propuso nada, que fue la comisión política de su partido la que le trajo el cuento.

Y por si hubiera dudas de que no dijo lo que dijo, agregó el primer mandatario, que tampoco debía investigarse el no pago de impuestos al Estado por la transacción económica debido a que –sano y súbito razonamiento– “es un arreglo entre privados”.

Pero si eso se le advirtió desde el principio y él refutaba la venta en el exterior calificándola como hecha en “el peor momento”.

Acá no sólo estamos todos asustados, sino zafados. Hemos pasado del baile del teteo a la teta alocada. Quizás de tanta mamadera que se chupan nuestros primerísimos gobernantes.

La comisión oficialista se ha instalado y prácticamente ha quedado pegada con babas. Nadie espera nada de ella. Si los integrantes de dicha comisión tuvieran siquiera una pizca de juicio en este embrollo, debieran empezar su trabajo citando al propio Presidente de la República, quien, como se sabe, se reunió semanas antes del cierre de la operación con las empresas Ecopetrol y KNOC de Corea.

Dice ahora el Presidente que en esa oportunidad les advirtió a las mencionadas empresas que no realizaran la compra de las acciones de Offshore International Group Inc., cuyo principal activo es Petro-Tech Peruana S.A.

La razón que les dio –según ha referido– fue que de confirmarse las evidencias de que Petro Tech contrató a Business Track para realizar interceptaciones telefónicas (espionaje industrial y quizás más), esta empresa podría verse perjudicada y resultar “tercero civilmente responsable”.

Eso dice ahora, pero, con tanto teje y desteje presidencial, la verdad, que ya nadie sabe qué dijo, qué no dijo y sobre todo, qué continúa diciendo. El premio al oso mentiroso por doblepensar se lo ha llevado –de lejos, qué duda cabe– el jefe del Estado.

13 febrero, 2009

Chuponeo, corrupción y petróleo: pecados de familia

El Presidente Alan García no es el único jefe del Estado en América Latina que lidia a diario con el escándalo de escuchas clandestinas y petróleo. Sus colegas de México, Felipe Calderón y de Bolivia, Evo Morales, tienen sus propios culebrones de chupuneo y corrupción.

El ministro de Comunicaciones y Transportes de México, Luis Téllez Kuenzler, reveló, accidentalmente el 2006, a una mujer con la que mantenía una relación amorosa prohibida, que el presidente de entonces, Carlos Salinas de Gortari, “se robó la mitad de la cuenta secreta”.

La cuenta secreta era una partida que los presidentes mexicanos podían manejar a discreción, sin dar cuenta a nadie de sus gastos.

La mujer que reveló el escándalo, Diana Pando, quien se califica a sí misma como una “niña bien… venida a muy mal”, decidió usar esta grabación por despecho para hacerle saber a su querido que no estaba interesado en su dinero –como él quiere hacer creer a todo el mundo acusándola de extorsión-, sino, en su “afecto”.

La grabación en sí misma no prueba nada, pero confirma la creencia popular de que todos los presidentes mexicanos –y por extensión, latinoamericanos- roban desde el poder.

El caso boliviano involucra corrupción en la empresa petrolera YPFB… y un asesinato.

A fines de enero, el empresario boliviano, Jorge O'Connor, representante de Catler Uniservice, fue asesinado de un balazo en el cuello, en La Paz. Meses atrás, YPFB le había adjudicado a esta empresa un contrato para construir una planta de gas por 86.3millones de dólares.

O'Connor llevaba consigo un maletín con 450 mil dólares cuando fue asesinado y se disponía a entrar a una vivienda de un familiar cercano a la esposa de Santos Ramírez, presidente de la petrolera YPFB.

La policía relacionó ambos sucesos: el maletín con efectivo y la licitación entregada por YPFB. El dinero estaba destinado a pagar una comisión ilegal por la adjudicación a Catler Uniservice de la construcción de la planta de gas.

Ramírez acaba de ingresar a la cárcel acusado de conducta antieconómica, uso indebido de influencias, contratos lesivos al Estado y cohecho pasivo. Era uno de los hombres del entorno del presidente Evo Morales; fundador del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y presidente del Senado en el primer año de mandato del gobernante.

Estos casos, sumados a otros como el del Perú, en el que se involucra a militantes del oficialista partido aprista en acusaciones de corrupción en operaciones petroleras y negociados en el Estado, hacen de América Latina una tierra desolada de moral y ética en sus gobernantes.

07 febrero, 2009

Atentado a la fiscal: la hipótesis del tercero ausente

Todo tipo de hipótesis se han barajado en el atentado a la fiscal Echaíz.

Miembros de la mafia –empresarios torcidos, ex marinos- comprometidos en el chuponeo y los Petroaudios.

El narcotráfico vinculado a casos diversos que se ventilan en el Ministerio Público y Poder Judicial, entre ellos, el del alcalde de Pucalpa, Lunarejo y otros.

Delincuencia común, avezados delincuentes que roban autos del año para desmantelarlos y vender sus repuestos en el mercado negro.

Resquicios de la mafia fuji-montesinista que busca intimidar a la Fiscalía en general ad portas de la sentencia contra Fujimori.

Elementos del propio partido Aprista que pretenden que no se llegue al fondo del asunto, porque terminaría por descubrirse a la cúpula misma del poder.

Miembros encubiertos de La Marina de Guerra -con experiencia en posición ofensiva de tiro israelí- que tiene elementos activos y retirados metidos hasta en la sopa.

Gente alquilada por Petro Tech, empresa que contrató a Bussines Track para realizar algunos servicios y que acaba de ser vendida por 900 millones de dólares en Estados Unidos.

Pero –desde mi punto de vista–, la más apasionante y terrorífica es la que sostiene hoy en El Comercio el ex procurador anticorrupción, César Azabache.

El autor propone a un tercero ausente en la escena del crimen que profiere –con el atentado– una amenaza firme para otro igualmente ausente que queda notificado de la decisión de quien realiza o dispone el ataque.

“El autor quiere, sin duda, provocar miedo…. Pero no se identifica. El ataque sería entonces inútil. Salvo que, en el extremo de la perversión, el verdadero amenazado no sea la víctima del ataque, sino alguien, no presente en la escena, a quien se ha advertido antes que el autor es capaz hasta de hacer una cosa así”.

“Ese tercero, que sabe quién ordena el ataque, lo contempla en silencio, como una pura y simple señal de poder, y contempla luego el modo en que se cierra el círculo de impunidad sobre el hecho, confirmando el poder del autor”.

¿Quién podría ser ese tercero ausente que contempla en silencio el ataque y siente la mano firme de su enemigo y hasta donde está dispuesto a llegar?

¿Quién observa -cómo en un juego de títeres perverso-, el ir i venir de los personajes, trémulas marionetas de trapo, piezas intercambiables de ajedrez, fichas que se comen y se dejan comer en el azaroso y pernicioso juego invisible del verdadero poder?

02 febrero, 2009

La respuesta inmediata de la Policía: robo

Lo que parecía hasta hoy un atentado a la colombiana contra la fiscal de la Nación, ha sido reducido, por la Policía, a un vulgar intento de robo.

Ahora resulta que un grupo de despistados muchachos no midieron que el auto que pensaban robar era de la fiscal.

Los hechos, según la Policía, son los siguientes: uno de los malechores -el chico de la foto- se acerca al auto de la fiscal vociferando -palabras que nadie recuerda- y amenaza a los ocupantes con un arma.

El chofer del auto amenazado se dobla hacia la palanca de cambios y desde el asiento de al lado, la escolta de la fiscal le dispara al asaltante.

Realiza tres tiros, pero ninguno impacta en el joven ladrón de autos; éste responde con cuatro tiros al vehículo oficial. La fiscal, recién peinada, se arroja en el asiento de atrás. Escucha siete disparos.

El asustado asaltante fuga en un auto que lo esperaba metros más allá. Nadie lo persigue.

En 48 horas, la policía ha realizado un identifac con la declaración de los testigos, entre ellos la de la fiscal Echaíz que pudo ver el rostro de su atacante.

Se han recogido los casquillos y se afirma que no hubo disparos a la llanta del vehículo de la fiscal. La policía sostiene que la llanta se desinfló debido a que la pestaña del aro mordió la goma en una maniobra evasiva.

Esta versión, sin embargo, no tranquiliza a nadie.

En la mañana de hoy, el presidente Alan García se dirigió al Cerro San Cristobal,que amaneció enrejado; habló en tiempo record y se retiró raudo seguido de un impresionante cordón de seguridad.

Algo parecido ocurrió con Yehude Simon. Su escolta lo subió en vilo a su auto.

“Dispararon a matar”, aseguró por su parte el fiscal José Peláez.

“Nadie dispara a las llantas si va a robar un auto”, dijo la propia fiscal Gladys Echaíz.

“Probablemente sólo querían intimidarla, amedrentarla”, señaló el ministro del Interior.

¿Robo?, ¿atentado?, ¿amedrentamiento?

Quizás pronto tengamos la información completa; cuando la policía capture a los sospechosos. Pero, si fue un simple robo ¿Por qué nuestras principales autoridades están tan nerviosas?

01 febrero, 2009

Petroaudios: Respuesta a la colombiana

El atentado contra la Fiscal de la Nación, Gladys Echaíz -dos tipos le disparan a su auto cuando salía de una peluquería en Jesús María-, empuja al país hacia el brumoso espacio donde las cosas se arreglan a balazos. Es el imperio del hampa, donde los sicarios actúan a órdenes de un poder oculto que se siente acorralado.

Será la policía la encargada de investigar los móviles del atentado, pero no se puede descartar que éste se relacione directamente con el accionar del Ministero Público en el destape del chuponeo.

Son múltiples los actores e intereses descubiertos en el más grande caso de chuponeo que se recuerde, pero, sin duda, el más grave de todos -que a su vez ha resultado el menos verosimil a decir de muchos- es la hipótesis de la conspiración contra el Jefe del Estado.

El propio comandante general de La Marina, almirante Rolando Navarrete Salomón, ha desmentido esta insinuación y ha proclamaado su subordinación al orden constitucional.

Un grupo de personas dedicadas a espiar con fines económicos o políticos con ramificaciones operativas en el seno de la propia fuerza armada no es poca cosa.

La investigación recién empieza y el nivel de violencia que acabamos de tener con el atentado a la Fiscal de la Nación insinúa que podemos quedar envueltos en un torbellino de violencia de niveles insospechados.

Ojalá no sea así. Nadie quiere que en el Perú las cosas se arreglen ni a la colombiana, ni a la mexicana. El atentado revela que la Fiscalía ha pisado un callo muy fuerte en la organización criminal. Por eso, parafraseando al Quijote, habría que decir: "Disparan, Sancho...".

Actualización:

(Vía RPP) El fiscal supremo en el juicio al ex presidente Alberto Fujimori, José Peláez Bardales, afirmó hoy en RPP que las características del atentado del último sábado contra la fiscal de la Nación, Gladyz Echaíz, muestran que los atacantes buscaban asesinarla, pues "dispararon a matar".

Peláez Bardales reveló que no fueron dos sino seis los disparos que impactaron y recorrieron el interior del vehículo de la titular del Ministerio Público, según las primeras pesquisas. "Esta gente disparó a matar, buscaban lograr el objetivo de eliminar a la fiscal de la Nación", declaró.

Editorial de El Comercio: ¿Quién está detrás del atentado contra la fiscal?