27 septiembre, 2009

Mistura, sazón y sabores del Perú

A propósito de la exitosa feria gastronómica Mistura que reunió a los mejores exponentes de la comida peruana, recordemos la visión planteada por Gastón Acurio en marzo del 2006, en el discurso de orden que dio en la Ceremonia de Apertura del Año Académico de la Universidad del Pacífico. Aquí está la esencia de lo que los productos de la tierra pueden lograr con el trabajo, la creatividad y la capacidad empresarial de los peruanos. Es algo más que sazón. Es organización, pasión y tesón.

“Si bien podríamos pensar que los recursos naturales con los que cuenta nuestro país han sido una bendición, la historia nos ha enseñado siempre lo contrario. Alguna vez fue el caucho; otra vez, el guano; hoy son los minerales. Sin embargo, cuando estos se acaban, con ellos termina un ciclo económico de bonanza y aparece esa odiosa debacle e incertidumbre que destruye democracias y da origen a falsos caudillos.

Nos queda claro, entonces, que el crecimiento, la estabilidad y la riqueza de un país nunca estará del lado de los recursos naturales, sino de los productos que se elaboren con ellos. Por ello, los suizos compran recursos como el cacao o el oro y con ellos elaboran chocolates, joyas o relojes; y, por ello, los japoneses y los coreanos compran minerales para luego transformarlos en electrodomésticos y automóviles. Los ciudadanos de todos los países industrializados han entendido que la gran riqueza no está solo en la elaboración de productos genéricos, sino en la creación de marcas cuyo reconocimiento en términos de calidad les permite expandirse por todo el mundo. Por ello, Suiza compró cacao y oro, y sus ciudadanos los convirtieron en chocolates Nestlé y en relojes Rolex; Japón y Corea compraron minerales y su gente los convirtió en Toyota, Nissan o Samsung; y en épocas aún más recientes, el norteamericano Howard Shultz compró café por el mundo y se lo devolvió convertido en Starbucks.

Pues bien, la gastronomía peruana hasta hace muy poco ha sido justamente eso: un gran recurso. En efecto, ha sido un recurso muy querido por todos, un orgullo para todos, y muy apreciado por algunos extranjeros que descubrían anecdóticamente sus bondades en visitas de trabajo por el Perú. Sin embargo, nuestra gastronomía no es afortunadamente solo un gran recurso, sino una suma de cocinas y conceptos que, en muchos casos, aún esconden un gran potencial. Una vez desempolvado tal potencial y luego de haberse creado el marco conceptual y puesto en valor, los productos de la gastronomía peruana podrían ser exportados por todo el mundo.

Así es. Detrás de nuestra entrañable cocina criolla, de nuestras pollerías, de los chifitas de barrio, de la cocina novoandina, de las picanterías arequipeñas, de los anticuchos, de los sánguches, de la cocina nikkei o de las cebicherias, existen oportunidades inmensas de crear conceptos que trasciendan su ámbito local para convertirse en productos, productos peruanos de exportación que no solo aspiren a codearse con conceptos ya instalados globalmente como pizzerías, hamburgueserías, sushi bares o taquerías mejicanas, sino que, además, generen al Perú enormes beneficios tanto económicos como de marca país.

Hasta aquí creo que podemos entender cómo nuestra gastronomía, un gran recurso, con productos con gran potencial, está lista para expandirse por el mundo; sin embargo, algo falta para el despegue final. ¿Qué sucede que aún no despegamos como quisiéramos?

Todos los estudios de mercado hechos fuera del Perú por empresas internacionales indican que el concepto culinario más en alza en el mundo es el peruano, que la demanda del consumidor internacional por conceptos peruanos rebasa largamente a su oferta, que invertir en un restaurante peruano bueno es invertir sin riesgo en cualquier ciudad norteamericana o europea.

Dentro del Perú hemos vivido una revolución editorial y educativa en términos culinarios que nos ha llevado a publicar en los últimos diez años más libros de cocina que en toda nuestra historia editorial previa. En Lima se han abierto, en los últimos 5 años, 22 escuelas de cocina reconocidas oficialmente, lo que la convierte en la ciudad con más escuelas de cocina en el mundo. Este año el 30 por ciento de los turistas que visitó el Perú para ir a Cuzco decidió quedarse en Lima un par de días adicionales solo por todo lo que había leído y escuchado acerca de su gastronomía. Los periodistas más importantes de todo el mundo son enviados a cubrir esta revolución culinaria y publican artículos y emiten programas de TV deslumbrados por lo que ellos consideran la inminente invasión peruana de sabores por todo el mundo. ¿Por qué a pesar de todos esos indicadores aún no se crean restaurantes peruanos en todas partes? La respuesta es más que evidente. Tenemos el recurso, disponemos de los productos. ¿Qué nos falta? Las marcas. Las marcas peruanas de productos culinarios peruanos por el mundo. Allí está la clave.

Algunos dirán que nos falta también el capital, los recursos financieros. Nosotros podemos rebatir ello contándoles que recibimos casi diariamente propuestas de inversionistas, desde Arabia Saudí hasta Australia, para invertir en restaurantes peruanos, propuestas que en su mayoría rechazamos porque creemos firmemente que todo tiene su momento, su espacio, su oportunidad.

Marcas peruanas, eso es lo que los cocineros y empresarios peruanos tenemos que lograr para que esos inversionistas no tengan una, sino muchas opciones para escoger a la hora de decidirse por uno u otro concepto. Necesitamos marcas que hayan desarrollado internamente todo aquello que hace que una pequeña gran idea, un pequeño gran sueño se traduzca en una filosofía poderosa que vaya creciendo poco a poco hasta convertirse en un modelo para estudiar, imitar, admirar, e incite a invertir.

Me imagino que ustedes y mucha gente se preguntará por qué tanta fe. En realidad no es fe, es simplemente resultado de un análisis concreto. En los años 80 se dio el inicio del gran despegue de la cocina mejicana por el mundo. En aquel entonces no había Internet, ni las economías estaban globalizadas, ni las barreras culturales habían sido quebradas, ni las fusiones estaban de moda. En ese momento, los mejicanos salieron al mundo con sus tacos y sus tequilas, convencidos de que con ello conquistarían a todos.

En aquel entonces habría unos 500 restaurantes mejicanos. Hoy debe haber más de 200,000. Con ello no solo lograron introducir dicho concepto, sino que también lograron poner de moda el tequila, la cerveza Corona, las salsas derivadas que hoy vemos en todos los supermercados y, por supuesto, el chile. La difusión del chile llegó a tal punto, que hoy nuestro valle de Virú tiene que producir chile jalapeño porque el agro mejicano no es suficiente para abastecer la demanda mundial.

Con los japoneses sucedió lo mismo. A inicios de los ochenta no había sushi bares por el mundo. Hoy hay más de 50,000, y, gracias a ellos, pudieron entrar no solo productos sino otros conceptos como el teppanyakki, del benihana, o los noodle bars tan de moda en Europa.

Entonces, si hoy las barreras culturales ya no existen, si el Internet está al servicio de todos los conocimientos culinarios internacionales, si las economías se han globalizado irreversiblemente, si los estudios, la prensa internacional y el consumidor foráneo nos dan permanentes señales de estar esperándonos, y si, además, contamos no con un producto, sino con muchos productos mucho más diversos, sofisticados y divertidos que ofrecer, ¿por qué creer que vamos a fracasar en el intento? Nuestra fe nace del análisis, no de la ilusión, y nuestra fuerza, eso sí, nace del deber, de la convicción de que los cocineros somos actores reales de los procesos de cambio que el Perú necesita. Creemos firmemente que el éxito de los restaurantes peruanos por el mundo traerá consigo muchísimos beneficios directos e indirectos para el país.

Imaginamos de aquí a veinte años un escenario donde existan, al igual que hoy hay mejicanos, unos 200,000 restaurantes peruanos de todo tipo y en todas partes. Supongamos que, cuando caminemos por cualquier ciudad europea, encontraremos una anticuchería al lado de una pizzería, una sanguchería al lado de una hamburguesería, una cebichería al lado de un sushi bar o un restaurante criollo al lado de un tex mex. Si somos capaces de concebir esa realidad, entonces podremos imaginarnos todos los beneficios que aquel escenario traerá consigo.

La demanda de productos tan comunes como papa amarilla, ají, cebolla roja, rocoto o limón se multiplicaría infinitamente y con ello acabaríamos con uno de los más dolorosos males que padece nuestro país y que genera tanto enfrentamiento aprovechado coyunturalmente por falsos profetas: el empobrecimiento del campesino peruano en los Andes. Hoy, para solo darles un ejemplo, el kilo de papa amarilla se vende en Europa en mercados étnicos a 5 euros el kilo. En contraste, por lo mismo al campesino peruano se le pagan solo 30 céntimos de sol en chacra. Con el nuevo escenario, esto cambiaría y, con ello, desaparecería un permanente caldo de cultivo para la inestabilidad del país.

En dicho escenario se generarían también muchas industrias y productos de base de sabor, como la que venimos desarrollando, de salsas, de pisco, de libros, de revistas, de turismo gastronómico, de asesoramiento gastronómico, de snacks, de dips y todo aquello que va naciendo alrededor de conceptos como los que tenemos. Italia, por ejemplo, exporta productos por 5,000 millones de dólares solo porque un concepto llamado pizza existe por todo el mundo. Esto es más que elocuente para imaginar lo que podríamos generar en torno a toda nuestra gama de conceptos. Quizás lograríamos una cifra mucho mayor que esa.

Por último, el hecho de tener estos conceptos y marcas por el mundo, le daría a la marca Perú un poder de seducción que no solo llamaría la atención del público internacional hacia otras propuestas peruanas, como la moda, el diseño, la joyería, la música, la industria y demás, sino que también incentivaría y activaría la creatividad y la confianza de nuestros jóvenes para elaborar conceptos propios y tener la valentía de salir al mundo con ellos.

Por estas razones creemos que los cocineros tenemos muchas cosas que decir: además de cocinar, tenemos una enorme responsabilidad como miembros de una generación a la que se ha dado con mucha generosidad la oportunidad de representar a su país en aquello que tiene de más poderoso: su gastronomía; en aquello que el mercado hoy más valora y aprecia de nosotros; en aquello que puede generar enormes cambios no solo económicos, sino sobre todo en la manera como los peruanos debemos encarar nuestro futuro personal y el futuro del Perú.

Los peruanos debemos buscar la riqueza dentro de nosotros mismos: estamos llenos de oportunidades por todas partes esperando a alguien que les dé el valor y la fuerza necesarios para convertirlas en algo atractivo y poderoso para vender al mundo.

La clave está en entender que somos una gran nación, con una gran cultura viva, fruto de siglos de mestizaje, y que es justamente ese mestizaje el que ha hecho de nuestra cocina una propuesta variada y diversa que ha cautivado finalmente al público internacional. Es en ese mestizaje donde los peruanos debemos encontrar la fuente de inspiración no solo para generar riqueza, sino sobre todo para aceptarnos y querernos como nación. Solo a partir de ello podremos encontrar dentro de nosotros todas aquellas ideas que luego saldrán transformadas en productos y en marcas para conquistar el planeta.

Créanme, solo es posible cumplir sus sueños personales si tenemos un sueño nacional anterior. El éxito personal solo llegará si nuestros objetivos trascienden al ámbito individual para formar parte de una gran aspiración colectiva. Japón reconstruyó su país en ruinas para convertirse en la potencia de hoy porque antes que individuos eran japoneses. Alemania hizo lo mismo, Israel también, al igual que naciones mucho más jóvenes como Australia o Nueva Zelanda.

Es en ese espíritu nacional, pero el positivo, el que se abre al mundo, el que se cuestiona, el que tolera, el que abraza, el que integra, el que aplaude el éxito y no en el nacionalismo que se lamenta, que condena, que divide, que se encierra y protege la mediocridad, en donde finalmente los peruanos alcanzaremos el rostro definitivo de nuestra nación y con él la tan ansiada prosperidad.

Para terminar quisiera decirles, en realidad pedirles, que no se vayan del Perú: ustedes son sus hijos más afortunados, sus hijos más preparados. Si salen a estudiar una maestría, regresen. No se vayan: es aquí donde están las oportunidades, es aquí donde está la riqueza, es aquí donde la vida encuentra un sentido. No se vayan porque su pueblo los necesita; el Perú los necesita; la historia los necesita".

23 septiembre, 2009

De cabrones y encabronados

En política, como en otros aspectos de la vida, hay cabrones y encabronados. Los primeros se arredran ante los problemas, aunque pueden sobrevivir a ellos. Los segundos son gallos de pelea y pueden morir peleando aunque sea con su sombra.

Humala, asumiendo la pose temeraria de los segundos, ha acusado a García y Fujimori de encarnar el espíritu de los primeros.

Y no le falta razón. Más que pensar en el insulto o la lisura (que no lo es; cabrón es apenas un sinónimo de perverso, pendejo, o maricón), Humala ha pensado en la comunicación directa con su público.

El comandante ha hablado como cachaco, porque ese es el lenguaje que mejor funciona con un público radical. No por nada la mejor plaza electoral del Nacionalismo es el sur del país.

Lo que en Lima puede causar rechazo, es música celestial para un público que está pidiendo a gritos cambios drásticos en el manejo político y económico.

Aunque lo niegue, el discurso radical de Humala es adecuado para una plaza radical.

Llamar a García y Fujimori miedosos, medrosos, temerosos o apocados, no funcionaría tan bien en Chumbivilcas como un sonoro “Cabrones”.

Encabronarse ante el rival político es un recurso válido. Llamarlos cabrones también. Lo que se busca en estos casos es lograr empatía de código con el público al que se dirige el mensaje.

Probablemente muchos no entendamos esto y nos parezca que se rebaje el nivel político. Nada de eso. Es un mensaje político ramplón, directo y concreto que ha llegado a su público objetivo, sin más forro que su precaria y desnuda contundencia.

19 septiembre, 2009

Las riquezas de los territorios perdidos VI

Nota del autor.- Ahora que Chile anuncia su ejercicio de guerra llamado "Salitre", en la que un país ficticio -Tarapacá- se resiste a aceptar los tratados internacionales y es atacado por aire, mar y tierra, es conveniente continuar con esta serie histórica sobre el enorme impacto económico que tuvieron los recursos apropiados por Chile a Perú y Bolivia en la Guerra del Pacífico. Conocer no es provocar. Es simplemente ser conciente del pasado para que nunca más vuelva a repetirse. Sigamos la historia:

El salitre y la renta ordinaria de Chile


La economía chilena cambió con la guerra. El Perú perdió su acceso a las riquezas que en ese momento dominaban el mercado mundial. Perdió el salitre, considerado el “royalti” del siglo XIX.

Chile, en cambio, usufructuó el botín, pero a la larga actuó más como recaudador de impuestos. No fue exportador directo del preciado mineral. Cobró impuestos sobre las exportaciones del recurso, explotado por capitales y empresas internacionales en forma predominante.

Los recursos naturales que se agenció mejoraron sus ingresos fiscales.

Más del 50% de la renta ordinaria del gobierno chileno en 1910 provenían de los recursos expropiados en la guerra. En la primera década del Siglo XX, por ejemplo, la industria salitrera ocupaba más de 400.000 personas y exportaba 2.336.000 toneladas métricas.

La guerra definió el desarrollo de Chile y lo dividió en un norte minero y un sur agrícola, exportador de materias primas e importador de bienes de consumo.

El historiador chileno Francisco Encina -citando a su compatriota historiador y urbanista, Eugenio Garcés Feliú, “Las ciudades del Salitre”-, no deja dudas de la forma abrupta en que se interrumpió el crecimiento económico que el Perú tenía en el manejo de la exportación del salitre (1) .

La investigación de Encina demuestra que hasta 1878 el Perú producía el 57% del salitre del mundo. Inglaterra producía el 20%, Chile el 14% y Alemania el 7%. Para 1895 la realidad era otra. Perú había desaparecido del mapa. Inglaterra producía el 60% y Chile el 13%. Finalmente, en 1965, Chile dominaría la producción mundial de salitre con el 65% de participación.

El Instituto de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile (2), afirma por su parte que la Minería que hasta 1879 significaba para Chile 80.868 millones de pesos, subió al doble al final de la guerra, en 1883: 162.031 millones de pesos.

En cuanto a la producción del mineral, los números son elocuentes. El salitre pasó de 59,344.111 kilogramos al comienzo de la guerra a 559,646.321 kilogramos al final de la misma; diez veces más.

El historiador chileno Eugenio Garcés resume así lo que significó para su país la anexión de los territorios conquistados (3) .

- La actividad salitrera tendió un puente entre el siglo XIX de la Revolución Industrial y el siglo XX de la Modernidad.

- La explotación del salitre está asociado al desarrollo de la producción agrícola.

- Aportó al desarrollo de Chile.

- El norte de Chile se incorporó a la actividad productiva a partir de la explotación, beneficio y exportación del salitre.

- El desierto de Atacama, poco apto para la agricultura, empezó a ser explotada a partir de la década de 1870 a partir del beneficio de un recurso abundante como es el salitre.

- La explotación del salitre permitió la organización del territorio a partir de la construcción de oficinas salitreras, ferrocarriles y puertos.

- Se construyeron numerosas instalaciones industriales, oficinas de equipamiento y viviendas- Una extensa red ferroviaria conectó las oficinas salitreras con los principales puertos: Tocopilla, Antofagasta, Mejillones, Caleta Coloso y Taltal.

- Se desarrollaron represas y bocatomas de agua sobre el río Loa, captación de aguas subterráneas y la primera planta desalinizadora solar de agua en el mundo (1872).

- Se puede afirmar que con la posesión y usufructo de los territorios conquistados, Chile ingresa con buen pie al desarrollo de la Revolución Industrial al instalar en esos lugares verdaderas Villas o Ciudades Industriales.

- Entre 1860 y 1870 comenzaron las actividades salitreras en la región, en particular en las inmediaciones del actual puerto de Antofagasta (1869), con la fundación de oficinas salitreras, labor que más tarde se amplía a las áreas que constituirían los principales cantones de la región: El Toco, Central, Aguas Blancas y Taltal.

- Capitales ingleses, chilenos y alemanes principalmente (ignora los capitales peruanos), contribuyeron al desarrollo de las oficinas salitreras, a partir de la disposición de 1os tres elementos básicos de la ciudad industrial, cuales son la industria, 1os equipamientos y la vivienda.

- Se calcula que se abrieron 70 empresas salitreras con capitales chilenos y extranjeros.

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1 Garcés Feliú, Eugenio. “Las ciudades del salitre”. Impresos Esparza. Santiago de Chile, Chile, dicembre de 1999.

2 Braun, Juan / Braun, Matías/ Briones, Ignacio y otros. “Economía chilena 1810 – 1995: Estadísticas Históricas”. Oficina de Publicaciones. Santiago de Chile, Chile, enero, 2000. P.25.

3 Garcés Feliú, Eugenio. Op. Cit

17 septiembre, 2009

Chile rechaza Pacto de No Agresión

(Vía AP)El ministro de Defensa de Chile, Francisco Vidal, se sumó al canciller Mariano Fernández de rechazo al pacto de no agresión propuesto por el presidente peruano Alan García y dijo que le recuerda el suscrito entre la Alemania nazi y la Unión Soviética.

“Uno hace un pacto de no agresión cuando hay una amenaza latente. Recuerdo el pacto de la Alemania nazi y la Unión Soviética, ahí había pacto de no agresión. Chile no agrede a nadie, defiende lo que tiene y punto”, dijo Vidal.

El mandatario peruano propuso a la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR, la firma de un pacto de no agresión militar.

La propuesta ya había sido descartada por el canciller Mariano Fernández , señalando que un pacto de no agresión le parece que corresponde a “un lenguaje militar clásico y a nosotros nos parece que hemos avanzado lo suficiente como para utilizar un lenguaje de cooperación y asociación. Me suena a un clima demasiado bélico”.

Las autoridades chilenas sostienen que lo que corresponde es trasparentar los gastos militares, tal como un convenio que Chile tiene con Argentina. Fernández dijo que un acuerdo similar fue propuesto a Perú, pero su gobierno no ha respondido.

16 septiembre, 2009

El verdadero terrorismo financiero

¿Qué fue lo que realmente irritó tanto a Jorge del Castillo como para que califique de “terrorismo financiero” las expresiones del Ex Presidente Alejandro Toledo quien -tras criticar las sobredimensionadas expectativas del gobierno en el manejo económico- señalara que “ojalá el Perú crezca 1% este año”? ¿Las cifras económicas? ¿O que Toledo le haya dicho que primero aclare el “faenón de los Petroaudios”?

En economía, las predicciones de Toledo han sido de lo más ajustadas a la realidad, a decir por los informes oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INEI).

En efecto, el INEI acaba de anunciar que en Julio el Perú decreció -1.38%, la tercera tasa negativa en lo que va del año. La primera fue en Abril (-1.8%) y la segunda en Junio (-2.1%). No son tres caídas consecutivas –necesarias para calificar técnicamente al país en recesión-, pero casi.

Por lo demás, las predicciones de Alejandro Toledo sobre crecimiento económico del país no son de ahora. El primer campanazo de alerta lo dio el 24 de julio del 2008 al analizar los primeros dos años de gobierno. El 4 de enero de este año, ratificó su crítica al excesivo entusiasmo y vapuleó el llamado Plan Anticrisis.

En ambas ocasiones, Toledo advirtió públicamente que no era cierto que nuestra precaria economía doméstica sería inmune a los efectos de la recesión económica que afectaba a casi el 60% de la economía mundial.

No lo hacía por pesimista. Ni por causar alarma innecesariamente. Todo lo contrario. Buscaba fijar una posición realista y anticipar lo que –viendo el contexto global de la economía– consideraba debía realizarse de manera urgente en el país.

Dijo por entonces con toda claridad que si no se adoptaban medidas expansivas por el lado fiscal y la demanda, la economía se desaceleraría. Tal como ahora viene ocurriendo.

La caída de Julio ha superado los escenarios más negativos que pronosticaron analistas de la banca y las consultoras. Según Reuters se esperaba una contracción de -0.5% y ha sido de -1.38%.

Por supuesto es una necedad haber afirmado que sólo el Perú y China crecerían este año en 10% (China sí crecerá entre 6% y 8%). Y ya resulta temerario insistir en cifras de crecimiento de la economía peruana de 5%. O siquiera 3%.

De ahí la frase de Toledo de que “Ojalá crezcamos 1% este año”.

¿Dónde está entonces el “terrorismo financiero”? Cuidado que sobreestimar el crecimiento sí puede ser un ingrediente desestabilizador de la economía al contrastarse con la realidad.

Mantener artificialmente en alza las expectativas dificulta el conocimiento real del desarrollo económico. Esto a su vez dificulta la planificación del crecimiento, las nuevas inversiones y las previsiones de gasto del propio Estado.

Anunciar un crecimiento ficticio de la economía es crear una burbuja. Y ya sabemos qué pasa cuando la burbuja revienta, producto del pinchazo que acomete una cifra real.¡Plop!

14 septiembre, 2009

Video corrupción

El video Kouri-Montesinos cambió no solo la historia del país. Cambió el alma nacional. Ese día, 14 de septiembre, el país vio la entraña del régimen. Un régimen ahogado por la corrupción.

El Homo Videns de Sartori, donde no hay más autoridad que la pantalla de televisión, irrumpió con la fuerza de un misil. Los peruanos vieron cómo un político de oposición recibía dinero para pasarse al bando oficialista.

Montesinos no inventó este método sucio de comprar políticos. O alquilarlos. Corrupción y sobornos han existido siempre. Y políticos arrendados o vendidos también.

Montesinos fue el primer jefe de la mafia que grabó sistemáticamente sus fechorías.

Su mérito fue dejar testimonio de la podredumbre.

La imagen de fajos de dólares en la mesa y de maletines llenos de dinero sucio terminó por acelerar el proceso de descomposición en que había entrado el régimen.

El video Kouri-Montesinos demostró el poder de fuego de la imagen, el impacto de la televisión y la fuerza de la evidencia visible.

Al final, el video hecho público se trajo abajo un régimen que resistió incluso a la fuerzas de las masas en las calles.

Si una imagen vale más que mil palabras; una imagen sucia vale dos mil.

Gracias a Montesinos tenemos la más grande videoteca de la corrupción, como para recordarle a los desmemoriados lo torcidos que pueden ser los renglones donde se escribe la historia del poder.


06 septiembre, 2009

In Memoriam de los caídos en el VRAE



Ver estas escenas grabadas y editadas por el mayor FAP Angel Vejarano -caído en la emboscada de Sinaycocha-, nos reafirman el reconocimiento que como sociedad le debemos a nuestros soldados. Ellos combaten en nombre de todos nosotros en las alturas del VRAE, enfrentándose a un enemigo invisible que ataca sin piedad. El helicóptero que los terroristas derribaron hace unos días fue incendiado junto a los cuerpos de los valerosos soldados. El enemigo ha fortalecido su poder de fuego llevándose armas y municiones de largo alcance. El gobierno es responsable de la ineficacia de la lucha antiterrorista. ¡Basta ya de homenajes y minutos de silencio! ¡Acción y eficacia ahora!

02 septiembre, 2009

El genial Heduardo recomienda a Politikha

A propósito del Blog Day 2009.- Una de las pocas satisfacciones que tiene el bloguer es ser reconocido por otro bloguer. Es una de las debilidades que tiene todo bloguero-ombliguero. Pero la satisfacción es aún mayor si quien lo recomienda es un reconocido y respetado periodista-caricaturista (la caricatura se encuentra dentro del género del periodismo de opinión), como Heduardo, el genial dibujante que escudriña a diario la realidad política para retratarla en breves y compactas viñetas que logran un equilibrio emocional y racional que es la esencia de la caricatura: hilaridad y seriedad a la vez.
Gracias Heduardo por incluir -desde Hojas de Vida- esta furtiva y solitaria página en tu lista de recomendados del Blog Day de este año. Y merecidas vacaciones, por cierto. Estoy seguro que regresarás con las tintas recargadas... literal y figurativamente.