A la hora undécima, en la última jornada, antes de cerrar la investigación fiscal, el Nevado Bomboya, sagrado macizo de más de 5 mil metros en el Valle del Colca, Arequipa, entregó el cuerpo de Ciro Castillo Rojo.
Estaba en una saliente entre 500 y 600 metros de profundidad, a la mitad de un desfiladero de piedras y espinas, en posición cúbito fetal, aparentemente bien conservado debido a las condiciones climáticas.
La aparición del cuerpo cierra un capítulo y abre otro que tratará de responder a la pregunta simple que mantiene en vilo a la opinión pública desde hace más de 200 días: ¿qué pasó en la montaña?
El cadáver hablará, han dicho los peritos forenses. Y así será. ¿De qué manera lo hará? De la forma en que los especialistas logren interpretar las evidencias y huellas que han quedado grabadas en el cuerpo de Ciro.
Se analizará, por ejemplo, las lesiones que presente tanto interna como externamente; la escena donde se encontró el cadáver, siempre que no se contamine el lugar.
Las escoriaciones superficiales serán como tener un libro abierto. Si no existen, si el cadáver de Ciro no presenta laceraciones, raspaduras, ni lesiones traumáticas, se puede deducir que el joven bajó por propia iniciativa, quizás tanteando el lugar, pensando acortar el camino para acercarse a las profundidades y luego emerger al otro lado del cañón, en busca de ayuda.
Por el contrario, si el cuerpo presenta huellas claras de heridas, deberán ser analizadas con minuciosidad para intentar explicar el origen de las mismas y determinar si es posible que hubiera caído por acción de un tercero.
Si se resbaló o fue arrojado por empujón, perdiendo el equilibrio desde el primer instante, podría tener escoriaciones en diversas partes del cuerpo, dependiendo de la postura adoptada. Si se resbaló, la parte trasera del pantalón estaría desgastada, sobre todo si bajó arrastrándose, las zapatillas tendrían igualmente un desgaste al ser usadas como frenos.
Si cayó de bruces con las palmas hacia tierra, los raspones debieran ser notables y no sólo las manos, probablemente los codos, las partes internas del brazo, las rodillas. Las uñas se habrían clavado en la pendiente.
La posición fetal del cuerpo indicaría que el joven pudo haber llegado con vida hasta el punto en que fue encontrado, y adoptó esa postura por dolor o frío, o por ambas cosas.
El cuerpo también arrojará con certeza los alimentos ingeridos en las últimas horas. ¿Estuvo bebido?, ¿comió frutos silvestres?, ¿plantas de la zona? Un análisis químico del estómago y demás partes blandas ayudará a conocer mejor esta parte de la investigación.
En suma, los análisis especializados de los peritos forenses ayudarán a deducir, interpretar, conocer mejor, las últimas horas de Ciro Castillo. Pero difícilmente podrá despejarse la incógnita de si dicha muerte fue accidental o intencional. ¿Lo sabe Rosario? Ese será el secreto de la montaña.
ACTUALIZACIÓN.- Los primeros informes forenses empiezan a dibujar lo que pasó en el Bomboya. El cuerpo presenta laceraciones en las manos que indican que Ciro trató de aferrarse a la roca para no caer. La posición "fetal" del cuerpo es ahora relativa. Revelaría más bien una posición final de caída al azar en por lo menos dos tiempos. Uno primero, en el que trata de adherirse al cerro y uno segundo, fatal, ya que no le deja tomar una posición final. Su casaca envuelve la cabeza y los brazos quedan en posiciones inusuales. Luego de ese golpe no pudo hacer nada más. Falta, sin embargo, los resultados finales de todas las pruebas.
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23 octubre, 2011
16 octubre, 2011
Prensa y Nuevas Tecnologías: El formato cambia, la ética del medio no
Algunas reflexiones a propósito de la celebración de la 67ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en el Perú.
1. La Democracia se asienta sobre una sólida e irrestricta Libertad de Expresión. No puede haber Democracia sin Libertad de Expresión.
2. Los medios de comunicación en el mundo están cambiando. Las Nuevas Tecnologías de la Información, la denominada Plataforma 2.0, acometen sobre los medios tradicionales.
¿Qué cambios genera esto en los profesionales, en la información, en el manejo de contenidos y, en general, en la forma de hacer periodismo?
Puede decirse que asistimos al ocaso del periodista elemental. Aquel hombre o mujer de prensa que iba a una fuente informativa, cubría una noticia y regresaba a su medio a escribirla, es una especie en vías de extinción.
La modernidad demanda hoy un nuevo profesional. Uno que, para empezar, sea multimedia: Investigue, tome fotos, filme, edite, escriba, administre una web, tenga un blog, y luego resuma todo en 140 caracteres para el facebook y twitter.
Al mismo tiempo, la propia ciudadanía se viene apoderando de las nuevas herramientas cibernéticas para ella misma informar y difundir lo que ocurre a su alrededor. Es el periodismo ciudadano, que nace del acceso fácil y a bajo costo que tienen hoy las nuevas tecnologías.
Este nuevo periodismo está aún empezando y no sabemos hasta dónde puede llegar. Pero que impacta directamente en los llamados Mass Media, está muy claro. Y no sólo impacta; se retroalimenta con éste.
Lo que no cambia es la postura del medio frente a valores como verdad, veracidad, cruce de información, independencia, objetividad. Podrán cambiar los formatos, pero no el código de ética de los medios.
Sin embargo, existe un principio –respetado en la prensa tradicional– que no se está cumpliendo en la nueva prensa tecnológica. Y es el derecho al respeto, al honor, que tenemos todas las personas.
Los medios tradicionales tienen códigos de ética que aplican para publicar comentarios de sus lectores. Son normas elementales del debido respeto que aplican, además del poder de editar sus contenidos por razones de espacio.
Un medio tradicional de comunicación jamás publicará una carta con insultos, horrores ortográficos, o simplemente un listado de groserías. Los medios electrónicos sí lo hacen; ¿por qué?
¿Por qué las plataformas digitales (blogs, portales informativos, páginas web, etc.), si tienen licencia para publicar en sus comentarios tontería y media e insultos degradantes de la peor especie?
¿Qué derecho tienen estos medios electrónicos para vulnerar los más elementales principios del respeto, la tolerancia o simplemente las buenas maneras a disentir sin ofender?
Esto es algo que debiera reflexionarse en voz alta porque, de lo contrario, tarde o temprano, podríamos ahogarnos en nuestra propia libertad; sin reglas de juego que se respeten, creando un reino del libertinaje y del caos pernicioso.
La solución más sencilla sería que los modernos medios electrónicos se sujeten igualmente al Código o Manual de Ética de sus casas editoriales tradicionales.
El Content Manager o administrador de contenidos debe ser más que un operador de sistemas, un defensor del cibernauta; es decir, alguien con el criterio suficiente como para administrar el debate, tal y como ocurre con el editor de la Sección Cartas cuando enviamos una misiva al diario.
Si yo me veo afectado por una información o creo que una noticia no refleja datos fidedignos, envío al medio una carta de rectificación. En ella expongo los motivos que tengo para disentir, pero no se me ocurre colocar un listado de insultos y groserías. El medio no me la publicaría. La sección “Comentarios” de las noticias en los portales informativos sí. ¿Por qué?
1. La Democracia se asienta sobre una sólida e irrestricta Libertad de Expresión. No puede haber Democracia sin Libertad de Expresión.
2. Los medios de comunicación en el mundo están cambiando. Las Nuevas Tecnologías de la Información, la denominada Plataforma 2.0, acometen sobre los medios tradicionales.
¿Qué cambios genera esto en los profesionales, en la información, en el manejo de contenidos y, en general, en la forma de hacer periodismo?
Puede decirse que asistimos al ocaso del periodista elemental. Aquel hombre o mujer de prensa que iba a una fuente informativa, cubría una noticia y regresaba a su medio a escribirla, es una especie en vías de extinción.
La modernidad demanda hoy un nuevo profesional. Uno que, para empezar, sea multimedia: Investigue, tome fotos, filme, edite, escriba, administre una web, tenga un blog, y luego resuma todo en 140 caracteres para el facebook y twitter.
Al mismo tiempo, la propia ciudadanía se viene apoderando de las nuevas herramientas cibernéticas para ella misma informar y difundir lo que ocurre a su alrededor. Es el periodismo ciudadano, que nace del acceso fácil y a bajo costo que tienen hoy las nuevas tecnologías.
Este nuevo periodismo está aún empezando y no sabemos hasta dónde puede llegar. Pero que impacta directamente en los llamados Mass Media, está muy claro. Y no sólo impacta; se retroalimenta con éste.
Lo que no cambia es la postura del medio frente a valores como verdad, veracidad, cruce de información, independencia, objetividad. Podrán cambiar los formatos, pero no el código de ética de los medios.
Sin embargo, existe un principio –respetado en la prensa tradicional– que no se está cumpliendo en la nueva prensa tecnológica. Y es el derecho al respeto, al honor, que tenemos todas las personas.
Los medios tradicionales tienen códigos de ética que aplican para publicar comentarios de sus lectores. Son normas elementales del debido respeto que aplican, además del poder de editar sus contenidos por razones de espacio.
Un medio tradicional de comunicación jamás publicará una carta con insultos, horrores ortográficos, o simplemente un listado de groserías. Los medios electrónicos sí lo hacen; ¿por qué?
¿Por qué las plataformas digitales (blogs, portales informativos, páginas web, etc.), si tienen licencia para publicar en sus comentarios tontería y media e insultos degradantes de la peor especie?
¿Qué derecho tienen estos medios electrónicos para vulnerar los más elementales principios del respeto, la tolerancia o simplemente las buenas maneras a disentir sin ofender?
Esto es algo que debiera reflexionarse en voz alta porque, de lo contrario, tarde o temprano, podríamos ahogarnos en nuestra propia libertad; sin reglas de juego que se respeten, creando un reino del libertinaje y del caos pernicioso.
La solución más sencilla sería que los modernos medios electrónicos se sujeten igualmente al Código o Manual de Ética de sus casas editoriales tradicionales.
El Content Manager o administrador de contenidos debe ser más que un operador de sistemas, un defensor del cibernauta; es decir, alguien con el criterio suficiente como para administrar el debate, tal y como ocurre con el editor de la Sección Cartas cuando enviamos una misiva al diario.
Si yo me veo afectado por una información o creo que una noticia no refleja datos fidedignos, envío al medio una carta de rectificación. En ella expongo los motivos que tengo para disentir, pero no se me ocurre colocar un listado de insultos y groserías. El medio no me la publicaría. La sección “Comentarios” de las noticias en los portales informativos sí. ¿Por qué?
15 octubre, 2011
Congreso… de nuevo y a acomodarse
El Presidente Humala tiene un estilo particular en su forma de gobernar. En la gran trama política él es un actor de pocas líneas. Casi no aparece en escena. Eso hace que el foco de atención se centre en otros actores como el Congreso.
El Congreso es el reflejo del país. Depositario de todo lo bueno y lo malo de nuestra sociedad. Los nuevos casos de supuestas ilegalidades deben ser investigados con celeridad.
No podemos permitir que estos casos se blinden. Debemos desterrar la frase “Otorongo no come Otorongo”.
Esto quiere decir que no vamos a escudar a ningún congresista que haya cometido alguna irregularidad comprobada en su hoja de vida o en sus relaciones económicas o empresariales.
Los legisladores deben dar el ejemplo. Deben ser los primeros en respetar la ley. El espíritu de cuerpo no existe ante el delito.
Cada denuncia contra un congresista daña la credibilidad del Congreso, pero no hacer nada o blindar a un mal congresista, daña la credibilidad de la Democracia.
Sin embargo, existe una oportunidad para cambiar la imagen del Congreso. Eso pasa por tener una agenda legislativa clara: no a la corrupción, por la inclusión social, apoyo a la Educación.
Después de todo, la fotografía de credibilidad del Congreso no era mala antes del remezón del Ministerio Público solicitando investigar a once legisladores.
El congreso estaba en 40% de aprobación en setiembre de 2011, según Ipsos Apoyo. 10 puntos por encima que el Poder Judicial. ¡Y el presidente del Congreso tenía 47%!
Podría ocurrir que el pedido del Fiscal de la Nación melle la imagen del Congreso, pero no necesariamente la de su presidente.
La razón podría ser la celeridad con la que Daniel Abugattas ha actuado no sólo en este caso, sino en el de su compañera, Elsa Anicama, separada de la bancada oficialista mientras se investiga la acusación en su contra por piratear la señal de cable en Ica.
Eso lo sabremos pronto, cuando tengamos una nueva encuesta. Si eso ocurre, podemos asegurar que los congresistas remecerán con fuerza la silla del Presidente del Congreso.
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ACTUALIZACIÓN.- Al día siguiente de publicado este Post, Ipsos Apoyo publicó una nueva encuesta en el Diario El Comercio. Los resultados empiezan a delinearse como suponíamos; el Congreso cae seis puntos (de 40% a 34%), mientras que el Presidente del Congresolo sólo cae uno(de 47% a 46%). En las próximas semanas veremos si la silla de la que hablamos empieza a samaquearse.
El Congreso es el reflejo del país. Depositario de todo lo bueno y lo malo de nuestra sociedad. Los nuevos casos de supuestas ilegalidades deben ser investigados con celeridad.
No podemos permitir que estos casos se blinden. Debemos desterrar la frase “Otorongo no come Otorongo”.
Esto quiere decir que no vamos a escudar a ningún congresista que haya cometido alguna irregularidad comprobada en su hoja de vida o en sus relaciones económicas o empresariales.
Los legisladores deben dar el ejemplo. Deben ser los primeros en respetar la ley. El espíritu de cuerpo no existe ante el delito.
Cada denuncia contra un congresista daña la credibilidad del Congreso, pero no hacer nada o blindar a un mal congresista, daña la credibilidad de la Democracia.
Sin embargo, existe una oportunidad para cambiar la imagen del Congreso. Eso pasa por tener una agenda legislativa clara: no a la corrupción, por la inclusión social, apoyo a la Educación.
Después de todo, la fotografía de credibilidad del Congreso no era mala antes del remezón del Ministerio Público solicitando investigar a once legisladores.
El congreso estaba en 40% de aprobación en setiembre de 2011, según Ipsos Apoyo. 10 puntos por encima que el Poder Judicial. ¡Y el presidente del Congreso tenía 47%!
Podría ocurrir que el pedido del Fiscal de la Nación melle la imagen del Congreso, pero no necesariamente la de su presidente.
La razón podría ser la celeridad con la que Daniel Abugattas ha actuado no sólo en este caso, sino en el de su compañera, Elsa Anicama, separada de la bancada oficialista mientras se investiga la acusación en su contra por piratear la señal de cable en Ica.
Eso lo sabremos pronto, cuando tengamos una nueva encuesta. Si eso ocurre, podemos asegurar que los congresistas remecerán con fuerza la silla del Presidente del Congreso.
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ACTUALIZACIÓN.- Al día siguiente de publicado este Post, Ipsos Apoyo publicó una nueva encuesta en el Diario El Comercio. Los resultados empiezan a delinearse como suponíamos; el Congreso cae seis puntos (de 40% a 34%), mientras que el Presidente del Congresolo sólo cae uno(de 47% a 46%). En las próximas semanas veremos si la silla de la que hablamos empieza a samaquearse.