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17 mayo, 2007

La otra reelección

¿Basta la opinión del Primer Ministro para zanjar el tema de no la reelección presidencial? En un país caudillista como el nuestro, lamentablemente, no. Jorge Del Castillo lo dice en siete idiomas. Pero la política es antropomorfa. Y aquí quien tiene que decir claramente que no se quedará más allá del 28 de julio del 2011 es Alan García.

El Premier es parte interesada del juego del 2011. Si García decide continuar en el poder, su escudero queda rezagado en su legítima aspiración de pretender un papel de representación mayor. Es lógico que Jorge desee que Alan termine su mandato en los cinco años que manda la Constitución.

Quizás la provocación de Carlos Ferrero de advertir que el plan reeleccionista pasa por el cierre del Congreso ha tenido la virtud de obligar al APRA a definir las cosas. Y a entender mejor la telaraña que se muestra en la escenografía política que vivimos.

Valle Riestra –tribuno incendiario e iconoclasta, la verdad- ha soltado el esperpento de que Alan estaría dispuesto a cerrar el Congreso si continúan los escándalos que envuelven por estos días al primer poder del Estado. En un escenario como ese, sí cabe cualquier cosa, incluida la reelección presidencial inmediata.

Pero no sólo está en juego la reelección del Ejecutivo. Los apetitos del poder son muchos y de distinto calibre. Más cerca está la reelección –está sí permitida- del Legislativo.

Y aquí Meche Cabanillas está demostrando ser una jugadora de pista mayor.

En primer lugar, ella no fue tan rotunda como Del Castillo y Gonzales Posada en descartar la reelección del Presidente García, con lo cual se ganó la bendición de la Casa de Pizarro para aspirar a continuar donde está.

En segundo lugar, por una extraña razón, todos los destapes de su fuero se concentran en la bancada de su principal rival: Unidad Nacional. En todas las denuncias está claro que quien filtra los papeles a la prensa conoce a la perfección la relojería administrativa del Congreso.

Rápida de reflejos, como la araña, se ha mostrado implacable en investigar los escándalos del Congreso y en postergar el debate sobre la bicameralidad; dos temas altamente rentables políticamente.

De manera que si la tramoya reeleccionista del Ejecutivo empieza a desmoronarse a causa de los propios actores, la del Congreso parece levantarse sin mayores preocupaciones.

Por lo que se deduce que reelección parlamentaria va; reelección presidencial no va. Salvo que Alan piense lo contrario.



1 comentario:

  1. Esta nota de Andina contiene elementos desaroolados en el post de la reelección. Son declaraciones del congresista Raúl Castro de Unidad Nacional.

    "Lima, may 17 (ANDINA).- A juicio del presidente de la Comisión de Justicia del Poder Legislativo, Raúl Castro Stagnaro (UN), cierta prensa "está empecinada en continuar una campaña que puede tildarse como de desprestigio al Congreso".

    "Hay una cierta excitación en la prensa por magnificar algunos hechos", indicó.

    Según dijo, en determinados asuntos este tratamiento de la información deriva en que "la dignidad de las personas sea atacada y demolida y no se esté teniendo en cuenta la violación de la intimidad".

    "Hay una cierta excitación en la prensa por magnificar algunos hechos y de continuar en una campaña que puede tildarse de desprestigio al Congreso. Hay alguna prensa que está empecinada en esto", manifestó.

    Si bien no precisó a qué medios y denuncias específicas se refería, Castro indicó que hay casos en los que se ha incurrido en exageraciones, pese a que estos no revisten infracción alguna.

    "Nadie debe salir a exagerar temas que están dentro de los reglamentos. Pese a que aparecen ante la opinión pública como temas controvertidos, no se ha violado la ley", añadió.

    En las últimas semanas salieron a la luz denuncias contra los parlamentarios Elsa Canchaya y Walter Menchola –ambos de Unidad Nacional- referidas a la contratación irregular de personal.

    A estas se añadieron, ayer, otras referentes a Rafael Yamashiro y Franco Carpio, también de la misma bancada.

    Respecto al primero, un ex trabajador le imputó a su principal asesor recortarle el sueldo, mientras que al segundo se le achaca un supuesto tráfico de influencias a favor de la elección del rector de la Universidad Pedro Ruiz Gallo, de Lambayeque.

    "Pareciera que hay un énfasis particular en contra de Unidad Nacional, pero esto también afecta al Congreso", dijo al respecto Castro.

    El parlamentario dijo no creer que la información referida a estas denuncias contra miembros de su bancada esté saliendo del mismo Parlamento.

    "No creo que aquí alguien pueda utilizar métodos montesinistas", indicó.

    "Nosotros estamos bien parados. Que se investigue y se hagan todas las denuncias que se quieran hacer pero que no se convierta al Congreso en un circo", puntualizó.

    Castro estuvo esta tarde en la reunión reservada en la que participaron cerca de 80 parlamentarios para dialogar, entre otros puntos, respecto a temas del funcionamiento interno del Parlamento y sobre el tramite de los proyectos de ley cuya aprobación está pendiente

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