El 23 de agosto de 2002, Toledo y Lagos ofrecieron una conferencia de prensa en el Palacio La Moneda. Terminaba así la Visita de Estado que el presidente peruano realizaba a Chile en reciprocidad a la efectuada por su homólogo chileno al Perú en julio de 2006. Pero empezaba, en realidad, el largo camino que coloca hoy al país a punto de ingresar a la Corte Internacional de La Haya para resolver el diferendo marítimo que tiene con Chile.
La historia del reclamo es larga, pero básicamente empezó en esa conferencia de prensa cuando Toledo, en privado, conversó del tema con el Presidente Lagos y abordó, en público, el asunto durante la rueda de preguntas.
La agenda bilateral entre el Perú y Chile en esos momentos giraba en torno a la propuesta de Toledo de reducir la compra de armamentos para destinar esos recursos a la lucha contra la pobreza. Lagos no esperaba que con ocasión de la Visita de Estado el 2002 se planteara el reclamo sobre la delimitación marítima que el Perú sostenía; así que fue una sorpresa que la prensa destacó por entonces.
Ante una pregunta del diario El Comercio, la respuesta de Toledo fue: "Sí, hemos conversado informalmente con el presidente Lagos sobre los límites marítimos. Tenemos una interpretación que difiere muy pequeñamente, pero dejemos que nuestros ministros de Defensa y Relaciones Exteriores trabajen el tema y cualquier iniciativa peruana será en el marco de la paz, integración y cooperación".
Lagos, un tanto sorprendido, respondió: "Interpreto plenamente lo que dijo el presidente Toledo. Creo que es un tema que debemos trabajarlo al nivel que corresponde, y lo importante es que si nos quedamos anclados en esos temas, aunque son importantes, no vamos a hacer estos otros que son más sustantivos".
Cuatro días después, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile en nota dirigida a la Embajada del Perú intentó arreglar el breve desliz que tuvo Lagos en aquella conferencia: "Durante la reciente visita de Estado del señor Presidente del Perú, Doctor Alejandro Toledo se supo de su interés en abordar este asunto, de lo que se tomó conocimiento con el alto respeto que merece un país amigo y vecino, sin que se considere que se trata de un tema a incluir en las agendas bilaterales, habiendo Chile definido su posición mediante acuerdo con el Perú".
Chile se negó a aceptar el tema. Pero lo dicho por Lagos en el sentido de aceptar que se trataba de un tema que debía trabajarse en el nivel correspondiente, quedó grabado. Fue un lapsus linguae del correcto presidente chileno, que la Cancillería de su país intentó corregir.
Dos años después, el 19 de julio del 2004 el Perú solicitó formalmente a Chile Iniciar conversaciones bilaterales para fijar la delimitación marítima entre ambos países. Ese año se celebraba el centenario del Tratado de Paz que Chile firmó con Bolivia, el 20 de octubre de 1904, y Torre Tagle temía que Chile otorgara un corredor marítimo a Bolivia a la altura del Hito Nº 1, en lugar de hacerlo desde el Punto Concordia en la orilla del mar con lo cual la frontera entre Chile y Perú quedaría sellada sin resolver la controversia y, más aún, de manera distorsionada con este tapón boliviano.
Finalmente, el 4 de noviembre del 2004, en el marco del XVIII Cumbre de jefes de Estado del Grupo de Río, los cancilleres de Perú y Chile, Manuel Rodríguez Cuadros e Ignacio Walter, respectivamente, reafirmaron que "el tema de la delimitación marítima entre ambos países, respecto del cual tenemos posiciones distintas, es una cuestión de naturaleza jurídica y que constituye estrictamente un asunto bilateral que no debe interferir en el desarrollo positivo de la relación entre Perú y Chile".
Fue toda una estrategia desarrollada por el gobierno peruano para generar una controversia y acudir -como se ha anunciado-, a la Corte Internacional de La Haya para superar civilizadamente el impasse. Que no venga, pues, ahora Jorge Del Castillo -tan débil en materia de política internacional- a ponerse de parte de la posición chilena y señalar que Toledo se equivocó hace dos días en Santiago al comentar lo que Lagos dijo con todas sus letras el 2002.
Ricardo Lagos
Alejandro Toledo
Cancillería Perú + Chile
POBRE CHOLO. ESTA VEZ TUVO RAZÓN. LAGOS FUE EL QUE METIO LA PATA EN EL 2002, PERO ACA LA PRENSA SE LA AGARRA CON EL HOMBRE DE CABANA. HASTA PARA ESO SOMOS ANTIPERUANOS.
ResponderBorrarLa idiotez que dijo Del Castillo sobre el "papelón" que hizo Alejandro Toledo reclamando los derechos marítimos al ex mandatario chileno, Ricardo Lagos, en unn pasada reunión según aseveró nuestro ex mandatario, la repitió textualmente la señora del vil oficio que con su inmundicia apareció patética disculpándose con los vecinos del sur por la impertinente groserías del cholo de Cabana de ponerse hablar de un tema tan importante para nuestro país pero que el nos es nadie para hacerlo. ¿Que se habrá creido..?
ResponderBorrar"Antes que Toledo los chilenos.." emulan las mulas apátridas, puede afirmarse recordando a Piérola.