La hipótesis de trabajo que se manejó señala que la democracia como tal corre el riesgo de engendrar actitudes y salidas autoritarias si no entrega resultados tangibles a sus ciudadanos, la mayoría de ellos pobres y pobres extremos.
Esta visión del modelo mismo de elección, tiene que ver más con el sistema de representación y hasta con una nueva forma de la relación Estado – Sociedad.
La desigualdad social y económica que enfrenta la región, pone en peligro el modelo representativo de gobierno.
De ahí la necesidad de reformar el Estado, pero no para desaparecerlo como proponen los liberales, sino para fortalecerlo en su capacidad de atender el problema de las mayorías; eliminar el hambre, salir de la pobreza, contar con mejores escuelas y maestros, asegurar la salud pública.
Se necesita un Estado inclusivo que mejore la aplicación de políticas públicas y que gestione mejor los presupuestos, bienes y servicios del Estado.
En buena cuenta, esto es lo que significa dotar a la democracia de una agenda social. Una vía para que el crecimiento sea equitativo, para fortalecer la cohesión social, para disminuir la desigualdad, la exclusión y el racismo.
El mejor momento para enfrentar este cambio de timón es ahora que el crecimiento económico está por en encima del 4.5 %. Ello obliga a no reproducir esquemas asistencialistas o clientelistas del pasado que no ayudan a superar el estado de pobreza de la gente.
Los programas de transferencias condicionadas –“Juntos” en Perú, “Bolsa Familia en Brasil, “Oportunidades” en México, etc.-, lograron también el consenso por su probada eficacia y sus ventajas sobre los programas de fondos sociales de participación.
En cuanto a
Crecimiento con inclusión no es sólo una frase, sino un derrotero hacia dónde debemos dirigirnos. Sin un manejo interrelacionado de programas sociales, expansión de infraestructura económica y social, y políticas de desarrollo social sectorial, dirigidas a disminuir pobreza y desigualdad, será muy poco lo que la región pueda hacer para colocarse de manera ventajosa en medio de un mundo donde las oportunidades se aprovechan en la medida que estemos preparados.
3 comentarios:
Interesante análisis Luis Alberto.Felicitaciones. No dejes de asistir al aniversario de Le Monde diplomatique.
Luis Alberto:
Tu análisis es correcto sabemos que nuestro país atravieza por una serie de falencias que debemos superar, esto será posible con el compromiso serio de todos los actores de la sociedad. Entre los expectativas más relevantes están tener educación de calidad, nutrición, calidad de servicio en la salud, etc., larga sería la lista de nuestras necesidades para lograr el desarrollo con inclusión.
El Dr. Toledo sentó las bases del desarrollo del Perú, sé de sus largas horas de trabajo en favor de optimizar el crecimiento del país. Cinco años es un período corto si se quieren hacer reformas efectivas en la institucionalidad del país sin embargo las bases del concenso del los Objetivos nacionales quedaron plasmados en el Acuerdo Nacional es momento de echar andar este vehículo. Solo el concurso de todos los peruanos podremos lograrlo.
Haces bien en llamar la atención del mal uso de la discrecionalidad del gobierno para diseñar y ejecutar las políticas públicas, debemos saber con aproximación casi certera de lo que generará un impacto positivo en la población antes de ejecutar una política pública. Basta ya de improvisaciones para mejorar la imagen del gobierno o sus líderes visibles. El Perú se merece un mejor futuro.
Finalmente, felicitaciones por el premio.
Saludos,
H
Hola Harold.
Te agradezco los comentarios y bienvenido a este espacio de debate y opinión. Aprovecho también la oportunidad para expresarte por adelantado mi reconocimiento -a tí y a todos tus colaboradores- por contribuir desde Le Monde diplomatique a avivar el fuego de las ideas en el Perú.
Nos vemos en el aniversario.
Saludos,
LACH
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