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18 marzo, 2012

Silencio oficial: Quien calla, otorga

El presidente acaba de justificar su silencio sobre el “Caso Antauro” debido a que –afirma– un jefe del Estado se ocupa no de temas familiares, sino de temas de Estado.

Se equivoca el Presidente de la República. La defensa del orden democrático y el castigo a quienes osaron quebrantarla es un tema de Estado.

Por supuesto que es un tema de Estado dar una señal clara para defender la voluntad popular emanada de las urnas.

Es un tema de Estado asegurar la continuidad democrática y no premiar con privilegios a quienes se rebelan contra ella.

Lo que el silencio presidencial está gritando es que para él, el principio de respeto al gobierno democrático es relativo.

El mutis de Palacio está diciendo que un preso condenado por el delito de rebelión puede gozar de ciertas comodidades y –a juzgar por los correos electrónicos revelados – ejercer algún tipo de influencia en el gobierno.

Como ha explicado hoy un agente del INPE al congresista Luis Iberico, estas gollerías han sido otorgadas por los directores de Piedras Gordas por el solo hecho de ser “hermano del Presidente de la República”.

Hay que decirlo claramente. El traslado de Antauro de un penal de máxima seguridad a uno ubicado dentro de un establecimiento militar es un exceso del hermano presidente avalado por el ministro de Justicia y el director del INPE.

Lo que se resiente con el Caso Antaruo es algo más que la popularidad presidencial –6puntos según Ipsos Apoyo–. Lo que se agrieta es la convicción democrática que debe exhibir el régimen. Nunca, como en este caso, quien calla otorga.

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