“Jueves De abril – 16 – 2009 Pleno Del Comgreso.
De la rePoBleca si Discotio lasituasion de Brai
Ovo Muchas Participasion custo (...) NoPresencia Del preme menistro
Para (...) subre Brasy subreatentado (...) pindio el pleno
Vernes De abril 17 2009”.
Las frases arriba escritas salieron de la mano de una congresista. Pero pudieron brotar de algún documento del Archivo de Indias cuando los naturales reclamaban sus derechos en un idioma que desconocían. No hemos cambiado mucho en algunos aspectos. Cerca de 5 millones de personas en el Perú son quechuahablantes. Su primer idioma -con el que aprenden a ver y entender el mundo-, es el quechua. No se tienen datos certeros de cuántos compatriotas no llegan a aprender ni hablar ni escribir el castellano nunca.
Como en el pasado, estos connacionales viven en un mundo que no está hecho para ellos. Los derechos, la justicia, las informaciones, todo está en español. Aún hoy existen niños que podrían ver la televisión peruana y no entender absolutamente nada.
En la Colonia se les despojaba de sus derechos sin que ellos pudieran entender lo que realmente estaba pasando. Hasta hace treinta años, los analfabetos no podían votar. Muchas de estas personas se mueren sin tener jamás un documento del Estado. No existen para el Estado. Son los seres invisibles de la pobreza extrema y la exclusión.
Hilaria Supa, congresista nacionalista, viene de esa cantera de peruanos y peruanas que parecen arrancados del siglo XVI. La semana pasada el presidente de la Corte Suprema, Dr. Javier Villa Stein, explicaba cómo un par de campesinos analfabetos “que apenas hablaban castellano”, habían sido acusados de terroristas. ¿Qué idea de organización terrorista puede tener una persona que sólo responde a todo papay, papay, nomás?, se preguntaba el máximo representa te del Poder Judicial.
Hilaria Supa ignora el castellano y probablemente muchas cosas más. Carece de todos los títulos académicos que alguien pudiera imaginar. Pero posee uno que es incuestionable: ella es representante nacional, elegida democráticamente por el voto popular.
La Constitución no establece ningún otro requisito que el de haber cumplido 25 años para ser congresista de la República. Y está bien que así sea. No puede haber discriminación por carecer de igualdad de competencias educativas.
Quizás a algunos les podrá parecer escandaloso. ¡Cómo es posible que una ignorante pueda ser congresista! Pero con argumentos parecidos la gran mayoría de peruanos que nunca tuvieron igualdad de oportunidades para educarse fueron discriminados de la función pública.
El Artículo 90 de la Constitución es claro:
“Para ser elijido congresesta se riquere sir peruano de nacemento, aver complidu ventecinco años y gosar del direcho de sofragio”.
¿Lo entendió? Entonces ya somos dos.
Señores:
ResponderBorrar1. En primer lugar mi solidaridad con la señora Supa, mujer campesina, ante una agresión que tiene la obvia intención de desacreditar al Congreso y a quien utilizan para tal fin. En realidad, no es que dichos periodistas ignoren lo que están haciendo. Lo saben muy bien porque lo que buscan es impactar en un determinado sector que, nos guste o no, va a asimilar el mensaje para las próximas elecciones.
2. No nos engañemos: la idea que hay detrás de todo esto es que un importante sector de la población diga que “es mejor no votar por los partidos que tienen gente ignorante entre sus filas”. Eso con el claro objetivo de que prefieran a aquellos que incluyen gente blanca de alto nivel, en especial, aquellos formados en universidades extranjeras (los famosos yuppies de Harvard).
3. ¿Ha tenido éxito? Pues seguro que sí, y mucho. Este tipo de imágenes, esta clase de tratamiento mediático, no es casual ni gratuito. Hay gente muy preparada que sabe que, una foto como ésta, es más efectiva que millones de artículos que pretendan decir lo mismo y que nadie los va a leer.
4. El pueblo peruano es eminentemente ágrafo, más visual y oral que escrito, por eso este tipo de estrategias tienen mejores resultados. No olvidemos que las famosas “bolas” que circularon por Lima que decían que “si gana Humala van a matar a los homosexuales y van a sacar a todos los blanquitos del país” funcionaron mejor que los miles de spots y carteles publicitarios.
5. Entonces, señores, no debemos subestimar este primer golpe bien dado y exitoso porque, desde ya, está ganando adeptos para los anti-humalistas, que son aquellos quienes odian la idea de que existan “cholos igualados” (y son más de lo que nosotros creemos; peor aún: en nuestro propio entorno familiar hay varios. Hagamos la prueba).
6. Creo que es una primera muestra de cómo se debe manejar este tipo de campañas en el Perú, en vez de estar escuchando a asesores de imagen como la tal Toronja, quienes venden jugo de axila por el que cobran millones (y que no han logrado hacer ganar hasta ahora a ningún candidato). Si buscan estrategias sicosociales que funcionen pregunten más bien por los que están detrás del diario El Correo. Se ve que saben lo que hacen.
Muchas gracias.
Hola Luis Enrique.
ResponderBorrarCierto lo que dices. Existe en nuetro país un cada vez más insoportable racismo politico que busca no sólo denigrar a un sector mayoritario de la población, sino desplazarlo de responsabilidades políticas.
Si por ellos fueran, estos connacionales deberían quedarse en sus lugares de origen, cuidando animales.
Lo peor de todo es que este pensamiento está difundido incluso en sectores populares o en casa, como dices.
Sls
LACH
http://reportajealperu.blogspot.com/2009/04/hilaria-supa-una-victima-de-la-mala.html
ResponderBorrares la primera vez que entro a tu blog..
ResponderBorrarcreo k esas frases obviamente mal escritas estan de mas para ejemplificar tus ideas...
sin querer queriendooo hubo alguillo de discriminacion por ahi..
next!!!
seguire buscando buenos blogs
Anónimo (a) de la 1:46 PM:
ResponderBorrarNo hay problema. Nada más alejado de la realidad que manifestar alguna intencionalidad racista.
Quizás no entendiste lo que escribí o no tienes sentido del humor.
Bye
LACH
Re Comen...
ResponderBorrarHablando de este tema, leí la columna de Aldito, al menos aldito es sincero en su posición racista. Apostaría que poca gente lo és y menos aún los que juran que luchan por la igualdad social. Aldito es la voz de los que son pocos, pero tienen más, es la voz iletrada de los que celebran sus fiestas en “Eishha” o en algún crucero que va a Miami. Se le debe respetar por su condición de resentido del país que no quizo y de un apellido que no merece. Me pareció acertada su postura de no hablar a media voz: "cholos iletrados que no merecen estar ahí". Con sus palabras aldito me tranquiliza, pues pense que -solo unos pocos- luchabamos por nada ... y que el Perú ahora sí estaba cambiando y que ya nos podiamos tratar de tú a tú entre todos, pero aldito con su columna me tranquiliza pues me doy cuenta que no solo nada ha cambiado, sino que además todo va mejorando para peor.
Me encantaría que J.C. Mariategui salga de su cripta y le saque la m…. a este pendejo.
Saludines.
Chinasklauzz
Nota a parte:
ResponderBorrarYo no tengo sentido del humor cuando en forma figurada, quizas nada intencional te burlas de la forma de escribir de un ciudadano de la sierra.
Por cierto, estoy alejado de la realidad. Asi que es mejor esgrimas mejores respuesta.
Saludos
Chinasklauzz:
ResponderBorrarNo me burlo. Simplemento trato de graficar que no importa como se lea el artículo 90 de la Constitución: en español, quechua, quechuañol o cualquier otra forma de expresión. El sentido es uno: LOS PERUANOS SOLO REQUIEREN TENER 25 AÑOS PARA SER COGRESISTA. Eso es todo.
Y digo que nada más alejado de mi de alguna connotacion racista por una simple y llana verdad: soy hijo de quechua, estimada chinasklauzz.
De todas formas, te agradezco el comentario y la recomendación. Por supuesto que la tendré en cuenta. Gracias.
LACH
MUJER HILANDERA
ResponderBorrarResulta Obvio que el saber no conduce al poder ni el poder al saber. Sin embargo, desde los remotos tiempos en que Dionisio II (llamado también Dionisio el Joven, rey de Siracusa) requirió los servicios del filósofo Platón comenzó las veleidades entre el poder y el saber. Pues, a la postre, nadie repararía en el oscuro monarca sino fuera por el brillo perdurable del filósofo. Y es que a riesgo de ofender la divina majestad de los autócratas el modesto saber algo tenía que ver con tan escabroso menester.
Y aun cuando hemos llegado a un tiempo tan implacable en el que resulta sensato e inapelable considerar que no saber leer y escribir es señal inequívoca y categórica de incultura, no es con todo suficiente para ignorar -y mencionar solo un par de casos- que los doce apóstoles que siguieron a Cristo fueron iletrados y que de igual modo lo fueron quienes decidieron, diseñaron y construyeron, piedra sobre piedra, Machu Picchu.
Con todo resulta innegable que desde el siglo XII, cuando surgen las primeras universidades en una Europa autocrática y mayoritariamente analfabeta; y aun cuando en los mismos EEUU -paradigma de desarrollo moderno- en 1870 apenas el 2% de su población contaba con secundaria completa, nada importa más que el saber. El saber acreditado, oleado y sacramentado. Sino no se explica la existencia en el Perú, en un país de tantas carencias la existencia de nada menos, 93 universidades.
Es este el contexto en el que doña Hilaria Supa, congresista representante por el Cuzco, ha visto fotografiada y reproducida una página de su cuaderno de anotaciones. El diario, por cierto, a puesto el grito en el cielo con un titular implacable: “¡Qué nivel!”. No obstante, aunque los jóvenes virtuales redacten con más sorpresas que doña Hilaria (que no podría aspirar ni siquiera a ocupar la secretaria ni de la más remota municipalidad del país) la constatación no la descalifica ni pone en cuestión su elección ni su sentido común. Más aun, al margen de lo que sugiere y opina el diario, el caso de doña Hilaria es una excepción en el Congreso pero no en una realidad que condena a la decima parte de la población -de los cuales una inmensa mayoría son mujeres- a la orfandad del saber y el poder. Pues lo común es que las mujeres y los hombres con más saber se alquilen al poder. O dicho en las memorables palabras de una de sus más procaces predecesoras: “Los brutos también tienen que tener quien los represente”.