Que Alan hablaba francés y que tenía gustos adquiridos en su dorada estancia parisina, lo sabíamos. Lo que no conocíamos era que había adquirido la costumbre gala de tener a la señora en público, la Madame, y a la otra en privado, la amant, o, si tiene poder, la maîtresse.
En Francia, se avanzó mucho en este sentido en los últimos tiempos. Era vox populi que Francois Mitterand, caminaba con su esposa por Les Champs-Elysées y se veía con su querida en un departamento de la Rue Saint German.
Por eso, nadie se escandalizó el día en que ante la tumba de Mitterrand dos mujeres vestidas de riguroso luto –ella y la otra– lloraban la muerte del presidente francés.
En sociedades menos abiertas, como la inglesa, el caso más notorio es el de Camila Parker, que sólo con la desaparición de Lady Di, pudo cumplir el sueño de reunirse públicamente con el hombre que amaba en secreto, el príncipe Carlos.
Lima también tiene sus secretillos de salón. El affair García-Cheesman es sólo uno de la larga lista de romances y triángulos amorosos que rodean a los hombres y mujeres en el poder. El virrey Amat y la Perricholi , Bolívar y Manuelita Sánez, Piérola y Marie Cristine Leblanc, Madame Garreaud, son sólo ejemplos notorios.
El nombre de la Cuqui era conocido desde el primer gobierno de García, cuando trabajó en el Instituto de Comercio Exterior (ICE). Si hubo o no romance desde entonces, es algo que las lenguas chismosas de esta ciudad afirman y niegan en diversos tonos. Lo que es cierto es que desde entonces, la agraciada economista no pasó desapercibida para el mozabelte Presidente.
No vamos a entrar aquí a cuestionar si se trata de la vida privada o no de las personas. El hecho es que garcía reconoció a su sexto hijo, pero al mismo tiempo lo negó. Más precisamente, lo ocultó al pueblo peruano.
García Pérez no reveló este secreto por estrategia de campaña. Y por esta misma razón, se vio obligado a regresar con Pilar Nores y a presentarse como el candidato con la familia feliz. Recuérdese el papel importante que jugó Nadine con Ollanta en esta campaña y la ausencia de familia que exhibía Lourdes Flores.
Hoy sabemos que el matrimonio García-Nores es un acuerdo político. Y la señora Pilar lo asumió íntegramente. Cuando Pilar le dio el besito a Alan en el cierre de la primera vuelta, ya Federico Danton empezaba a destetarse.
Federico Danton García Cheesman nació el 11 de febrero de 2005. Ese día, pasaron muchas cosas en la cabeza del alborotado papá candidato. El juez que veía la matanza de Accomarca devolvía el expediente a la fiscalía por carecer de competencia para juzgar al ex presidente, su brazo derecho, Ricardo Pinedo, admitía que visitaba regularmente a Agustín Mantilla en prisión y los partidos de izquierda se reunían para ver si formaban un frente electoral.
Un año después, cuando mamá Cheesman celebraba el primer cumpleañitos de Federico Danton, Alan mientras prometía la libre desafialización de las AFP, alzaba a un bebito en brazos en pleno mitin en La Victoria , acaso como un mensaje a la distancia (http://www.larepublica.com.pe/component/option,com_
contentant/task,view/id,102437/Itemid,0/).
Lo cierto es que Alan negó a su hijo hasta hoy. Ese es el hecho. Lo negó en su declaración jurada, y lo hubiera seguido negando de no haber sido por el lenguaraz de Hildebrandt.
Si esto hubiera ocurrido en Estados Unidos, se habría acusado al presidente de perjuro. Y se le hubiera abierto un proceso de destitución, un impeachment político.
Pero estamos en el Perú y tenemos reminiscencias francesas. Ya somos una sociedad moderna. Ahora hay que esperar la foto del olvidadizo papá cargando a su inesperado retoño. Carne para los medios.
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