
“No podemos aceptar un régimen polpotiano donde un Gobierno regional X pone restricciones a la libertad de trabajo, de tránsito. Solo faltaría que nombren a su mando político y logístico y creen ahí una república popular en una democracia”, le dijo el presidente al diario ABC de España.
De inmediato, el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, replicó: “Es una comparación extrema. Mis manos no están manchadas de sangre, y tampoco mi partido ni el movimiento con el que he llegado a la presidencia regional. Yo no estoy ni he sido procesado por desapariciones forzadas ni por violaciones de derechos humanos”.
Lo preocupante es la lógica militar que emana del pensamiento presidencial que, en el fondo, es el argumento de una derecha que no entiende el reclamo social, que confunde marxismo con terrorismo o que simplemente cree que en el informe de la verdad hubo mucha “teatralización”.
Considerar el conflicto social como teatro de operaciones militar es configurar un escenario de impredecibles consecuencias. Es sacarlo de la lógica de la negociación para encaminarlo a uno de resolución por la fuerza.
Conga es un problema que debe resolverse con imaginación, persuasión, inversión y negociación. Una salida negociada es mil veces mejor que una solución violenta.
Por supuesto que nadie niega el derecho del Estado al uso de la fuerza pública. Pero una cosa es que las circunstancias nos lleven a ese punto –de no retorno- y otra es que construyamos ese escenario con declaraciones que sólo avivan la contradicción en lugar de apaciguarla.
Como bien dice hoy Pedraglio “Al Gobierno le han vendido una hipótesis equivocada y se la está comprando sin medir costos: si Conga no va, se detendrán todos los proyectos extractivos que están a la espera. Esto acarrea el peligro de que el autoritarismo gane terreno y se recentralice el poder, lo cual, en lugar de ayudar a superar el entrampamiento, lo terminará convirtiendo en insalvable, sobre todo si se acaba por imponer el proyecto a la fuerza”.
¿Será que los 2 millones de dólares diarios que a diario pierde el proyecto Conga - según los empresarios- empiezan a crispar los nervios del gobierno? La forma cómo se resuelva este tema nos dirá si las puertas del tiempo de Ares se han abierto.