17 noviembre, 2011

Humala versus Humala

El presidente dejó el twitter por un momento e hizo política. Convocó a una conferencia de prensa y habló como jefe de Estado. Tomó posición. Orientó el debate. Definió un norte sobre inversión minera.

Superó su hamletianismo de campaña "oro o agua" y se pronunció por un modelo híbrido que requerirá agarrar bien el timón del estado, aplicar la ley e intensificar el diálogo: "oro y agua". Fue como escuchar a Humala versus Humala.

En su argumentación señaló que presentará al Congreso un proyecto de ley para reformar el canon. No lo dijo. Pero es claro que se refiere a reestructurar esta fuente de ingresos que no llega a regiones no mineras.

El presidente actuó con corrección en este tema. Ha entendido que una inversión de más de 4,500 millones de dólares en Cajamarca como Conga no es algo que podamos perder por presiones y temores.

Sabe también que su gobierno arrastra un déficit de inversión privada producto de la desconfianza que causó en el primer semestre de este año. Hubiera sido suicida dejar de lado Conga.

Para justificar su posición no encontró mejor argumento que afirmar que dicho proyecto servirá para llevar adelante “la gran transformación y la inclusión social”.

Actuó con pragmatismo. Entre la posición ideológica de sus socios de izquierda y las necesidades del Estado de contar con recursos y generar confianza en los capitales de por sí escasos, Humala actuó con pragmatismo.

En pocas palabras, Humala presidente mató a Humala candidato.

Pero no sólo eso. Enfrentó las preguntas de la prensa sobre temas controversiales: el verdadero papel de la Primera Dama y su participación en los Consejos de Ministros, la calificación de preso político que reclama su hermano Antauro.

En estos temas, fijó igualmente su posición. Urgido quizás por su propio primer anillo. Empezó a actuar como jefe de Estado, respondiendo preguntas.

¿Que se puso límite al número de preguntas y repreguntas? Está bien. Los periodistas tienen que aprender a respetar las reglas de juego que pone la casa.

Además, para un político, la primera regla de una conferencia de prensa es: usted no va a responder preguntas; usted va a comunicar mensajes.

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