27 diciembre, 2013

Unidad ante Fallo de La Haya



Ha sido una muestra clara de civismo la reunión de los partidos políticos peruanos con el gobierno ad portas del fallo de La Haya.

La delimitación marítima entre Perú y Chile es una política de Estado y, en ese orden de entendimiento, los partidos han hecho un alto en sus respectivas agendas.

El 27 de enero de 2014 La Haya emitirá su sentencia, inapelable, y ese día peruanos y chilenos tienen la responsabilidad de asumir con responsabilidad y madurez su ejecución inmediata.

Lo que no va a cambiar ningún fallo es la situación de vecindad que ambos países tenemos. 

La primera tarea sera, entonces, acallar aquí y allá, las voces discrepantes, ariscas e incendiarias, que seguramente existirán siempre, pero que las autoridades tienen el deber de manejar con prudencia.

Culmina así un largo proceso que ha tomado a tres gobiernos su puesta en marcha. Aquí no hay vencedores ni vencidos, solo dos países que aspiran a vivir el paz con sus límites fronterizos establecidos por ley.

Ojalá y el espíritu de unidad y fraternidad mostrado hoy por los partidos en el plano internacional se extienda al plano local. Algo difícil de asumir, aunque no imposible, si se lee con cuidado la demanda actual del pueblo peruano. Paz y concordia nacional.




18 diciembre, 2013

Escuela rural: aldeana y lejana


Mi madre nació en 1940 y alcanzó a ir al colegio hasta 1950, año en que dejó las parcelas de arroz, frijol y yuca en el campo de Piura y se trasladó a Lima para trabajar. Estudió solo hasta tercero de primaria en una escuelita rural, cerca de su casa. Tuvo suerte que el colegio quedara sólo a quince minutos a pie de su casa. Otros amiguitos y amiguitas venían de mucho más lejos y debían caminar una hora o más. Estudiaba dos turnos -mañana y tarde-, de manera que, en el entretiempo, muchas veces tenía que regresar a casa y ayudar a su madre a cocinar. Cuando había que ayudar con los animales –lo que ocurría casi siempre-, ya no regresaba. Así, con dificultades, aprendió a leer, a sumar y restar. Le ayudó para defenderse en la vida.

Eso fue hace más de sesenta años. Leyendo un informe sobre la escuela rural hecho por la Defensoría del Pueblo (DP), podemos afirmar que para algunos peruanos, para los peruanos del Perú rural, en materia de Eduación, las cosas no cambian o lo hacen muy poco (1). 

Según cifras del MINEDU, el 70% de los colegios públicos de nivel primaria son rurales. Una visita a 451 de esos colegios hecho por la DP, encontró que el 84% de los estudiantes de zonas rurales sigue trasladándose a pie. La mitad de ellos demora hasta media hora para llegar a su escuela. Un 26% toma entre media hora y una hora y un 14% entre una y dos horas.

El informe encontró el caso excepcional de un niño de una escuela del distrito de Corani, provincia de Carabaya, departamento de Puno, al que le toma más de cuatro llegar a su colegio. (Si me preguntan quién es el hombre del año, he aquí mi candidato).

Hay avances colectivos, por cierto, el 75% de las escuelas tiene servicio de agua y el 66% tiene electricidad. Pero las necesidades siguen siendo altas. 90% de las escuelas requieren mantenimiento de infraestructura y 68% mantenimiento de mobiliario escolar. 

En materia de telecomunicaciones estamos desconectados. El 99% de las escuelas en zonas rurales carece de teléfono propio y un altísimo 96% no tiene acceso a internet.

Por otro lado, el 92% tiene acceso a servicios higiénicos básicos, pero el 80% de ellos es en realidad un pozo séptico, lo que revela el enorme déficit de obras de alcantarillado en las zonas rurales del país.

El informe también analiza una respuesta práctica puesta en marcha desde el Estado con la entrega de bicicletas a niños matriculados en escuelas rurales. El programa  tiene dificultades (2). "La supervisión permitió observar que no en todos los casos esta sería la medida más adecuada debido a las características del trayecto que los/las estudiantes deben recorrer. Así, por ejemplo, en zonas de sierra, elevadas pendientes dificultan el uso de bicicletas y obligan a los/las estudiantes a cargar con ellas generalmente durante el tramo de regreso, debido a que sus hogares están ubicados en zonas altas", dice el documento de la DP.

Esta realidad de la escuela rural es la raíz que explica la brecha social y la desigualdad económica que tenemos como país. Los niños y niñas de las zonas rurales carecen de igualdad de oportunidades y no solo en Educación, sino también en otros aspectos indispensables en los primeros años de vida como Salud y Nutrición.

Inclusión social sin atención real de los excluidos es solo una frase. Es la razón de ser del crecimiento económico, redistribuir los beneficios. Si seguimos repitiendo este modelo diferenciado por generaciones seguirá aumentando la brecha de la inequidad y desigualdad social. Leer el informe de la DP es como si escuchara a mi madre contarme cómo iba ella a su escuelita fiscal allá en la década de los cuarenta del siglo pasado. Aquicito nomás.

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(2) Mediante Resolución Ministerial N° 434-2013, se aprobó la Directiva N° 021-2013-MINEDU/VMGP-DIPECUD, «Orientaciones para la Implementación de la Iniciativa Rutas Solidarias: Bicicletas Rurales para llegar a la Escuela».

11 diciembre, 2013

No a la Visa Schengen

Es un hecho que el flujo de mercancías y dinero entre Europa y América es más libre que el de personas. No siempre ha sido así. Las fronteras nacen históricamente con la Independencia y la formación de los Estados-Nación, pero el libre tránsito de productos, dinero y personas es algo que discutimos hasta hoy.

Rondas y rondas de discusión, cerros de papeles para firmar, tratados, acuerdos, y aún así, producimos anexos o acordamos temporalidades para restringir y manejar el libre acceso a ciertas cosas.

Es lo que pasa con la decisión que tiene que confirmar Europa para eliminar la Visa Schengen a peruanos y colombianos que deseen viajar por corto tiempo –por turismo o negocios– al Viejo continente.

La canciller Eda Rivas ha viajado a Europa para reunirse con sus pares de España e Italia y convencerlos de lo inconveniente que resulta mantener la Visa Schengen para algunos ciudadanos de este lado del Pacífico.

Existen unos 2,4 milllones de peruanos en el exterior. 31,5% está en Estados Unidos, 16% en España, 10,1% en Italia, 0,9% en Francia, 0,8% en Alemania, 0,7% en Suiza, 0,4% en Gran Bretaña (que no forma parte de la UE) y 0,3% en Suecia. 

No menos de una cuarta parte de nuestros connacionales se encuentran en Europa y sería muy estimulante para ellos saber que sus familias pueden visitarlos sin el odioso trámite de obtener una visa.

Desde el punto de vista económico, es mucho más estimulante, incluso, la cantidad de peruanos que estarían dispuestos a viajar a Europa (o a cualquier otra parte del mundo en realidad) si es que les dieran facilidades de hacerlo presentando sólo su DNI.

Sobre este aspecto, la canciller ha reparado en una incongruencia –por decir lo menos–, que existe en el Viejo continente. “Mexicanos y chilenos pueden acceder a Europa sin visa (mientras que) peruanos y colombianos deben tenerla”, le dijo Rivas a EFE.

La incongruencia estriba en que todos los nacionales de los países latinoamericanos mencionados pertenecen a la Alianza del Pacífico, bloque formado por Estados Unidos, México, Colombia, Perú y Chile, que representa la octava economía del mundo.

Si bien ya el Parlamento europeo se ha mostrado a favor de la eliminación de visa para peruanos y colombianos falta aún el pronunciamiento explícito de cada uno de los 28 miembros de la UE.

En momentos como este ayudaría mucho el pronunciamiento público de personalidades de nuestro continente y de Europa que pudieran estimular a la clase política europea a no tener miedo y decidir por el libre flujo de personas. 

Los europeos solo tendrían que ser coherentes con su propio destino: un conjunto de pueblos, emigrantes por naturaleza, que no han dejado de salir de sus fronteras y ser bien recibidos, por cierto, dentro de las nuestras. Esta razón bastaría para decirle No a la Visa Schengen.














09 diciembre, 2013

Gastón, la olla, la mesa y el fogón


Gastón Acurio, el cocinero más famoso del Perú, padre de la revolución gastronómica que vivimos –y disfrutamos–, acaba de agregarle un toque de sabor a la política, al insinuar primero y negar inmediatamente después, su deseo de ser Presidente de la República. 

Su candidatura ha sido casi tan rápida como sus famosos recetuits. Un fast food de entre comidas que deja a los comensales con ganas de esperar el plato de fondo.

Pero, como él bien sabe, un potaje tiene que tomar punto. Cocción lenta, pero constante.

No comparto la idea de algunos de que se necesita "experiencia política" para gobernar el país. 

Se necesitan ganas y sentido común. Conocimiento. Honradez y capacidad para armar equipos. 

La política es el arte de lo posible, y esto no es más que el arte de solucionar problemas. Capacidad de gestión.

Decisión, inteligencia, planificación, liderazgo, son algunos de los verdaderos ingredientes para ingresar a la política y participar de la cosa pública.

Quizás el principal mensaje que haya dejado este exitoso cocinero es el hecho de que el país necesita el concurso de todos. 

El recetario es claro: el país debe ingresar a un periodo de acercamiento, que deje atrás la polarización política. 

Basta de aquella práctica malsana de perseguir a todos, de desconfiar de todos, de odiar a todos, de  liquidar a todos.

El país del Bicentenario nos demanda una cuota de colaboración mayor, un espíritu nacional enfocado en los problemas principales del país y no en las pequeños rencores.

El país del Bicentenario está llamado ser el país de la reconciliación. 

¿Es posible imaginar a un líder llamando a todos a sentarse en una misma mesa? Por ahora no. Pero aquel que lo logre será seguramente quien asegure la conducción del país. Porque al final del día no basta solo cocinar. Se debe asegurar que todos se sienten en la mesa. 

Más que preparar un pan, se debe tener el desprendimiento para compartirlo. Entrar a la política, en este caso, puede ser como elegir entre la olla, la mesa o el fogón.

03 diciembre, 2013

Bicameralidad: ¿Quién da menos?


Jugar con los números, como acaba de hacer el presidente de la Comisión de Constitución, Omar Chehade, para determinar el número de senadores y diputados, no es serio. De un proyecto inicial que planteaba 130 diputados y 60 senadores, pasó -por arte de biribirloque- a una propuesta de 90 diputados y 40 senadores.
¿Es seria la propuesta del presidente de la Comisión de Constitución? ¿Cómo así llegó a la conclusión de que es mejor 40 senadores y no 60? ¿Qué método científico utilizó para llegar a esa conclusión?
La única explicación razonable para este desfase numérico es una campaña mediática muy fuerte que desde un primer momento buscó perforar la propuesta poniendo énfasis en la “inmunidad vitalicia” que la propuesta contemplaba para los ex presidentes constitucionales. Y, claro, lo oneroso que resulta mantener dos cámaras con un número abultado de representantes.
Con 130 parlamentarios en las dos cámaras, como ahora se propone, el Perú tendría menos congresistas que el Congreso peruano de 1919 que estuvo formado por 138 representantes.

Ese año, en 1919, ¡el Perú tenía una población de 4 millones 382 mil 400 habitantes y una tasa de crecimiento poblacional anual de 1,22%!

Hoy, el Perú bordea los 30 millones de personas, seis veces más que a inicios del siglo pasado y casi mantiene su ritmo de crecimiento anual, con una tasa de crecimiento poblacional de 1,33%.

No podemos seguir jugando con las cifras.

Entre 1980 y 1992 tuvimos congresos de 240 parlamentarios; 60 senadores y 180 diputados. El golpe fujimorista redujo esa cantidad a la mitad como parte de su estrategia de demolición de las instituciones democráticas.

Por cierto, nadie cree que cantitad es calidad. No es, en efecto, el número el que cuenta, sino la madera del representante. Pero, es un hecho que el Perú está, matemáticamente, subrepresentado políticamente en el Parlamento.

En promedio, tenemos un congresista por cada 230 mil peruanos, cuando el promedio de países democráticos es la mitad y aún menos.

El Congreso debe ingresar a un debate serio sobre este tema, aunque esto no sea necesariamente un tema agradable para la platea.

Es un tema sustantivo para el fortalecimiento de la democracia.

Que debe venir acompañado de otras reformas, como la democracia interna al interior de los patidos, la eliminación del voto preferencial y el análisis de las circunscripciones territoriales, bien. Adelante.

Pero, sacar números de senadores y diputados, como conejos del sombrero, no ayuda a entrar con buen pie al debate.

Lo que debe primar –creemos–  no es la visión termendista y arrabalera de la prensa que suele levantar siempre este tipo de noticia por “lo costoso que resulta aumentar el número de comechados”, sino, el establecer criterios y marcos conceptuales razonables para medir la proporción y representatividad de la democracia peruana. No es un tema de quién da más o quién da menos.