15 abril, 2012

Rehenes de la información

¿Rescate?, ¿liberación?, ¿negociación?, ¿escape? A 24 horas de finalizada la libertad de 36 trabajadores tomados en rehenes por sendero en Kepashiato, Camisea, Cusco, no se puede saber con exactitud qué pasó. Las informaciones en los medios son confusas. Y las declaraciones oficiales aún más. Se ha completado la operación para liberar a los secuestrados, pero la ciudadanía sigue siendo rehén de la información.

Mientras desde el lado oficial se afirmaba que el “rescate” de los trabajadores fue producto de la presión de las fuerzas combinadas del Ejército y la Policía Nacional, los propios trabajadores señalaban una “liberación voluntaria” de sus captores.

La alta cifra de muertos y heridos de las Fuerzas del Orden puede ayudar a inferir que hubo un poco de todo. Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional desarrollaron un operativo de cerco por aire y tierra que incluyó helicópteros artillados.

El despliegue originó una presión sobre los perseguidos y las ráfagas de balas disparadas desde el aire produjeron confusión entre captores y rehenes, lo que fue aprovechado por un grupo de estos últimos para escapar. Posteriormente, los terroristas prepararon su huida, minaron el camino y decidieron soltar a los trabajadores.

Los resultados son terribles: 2 suboficiales Ejército, 1 de la Policía, fallecidos, 2desaparecidos y 10 soldados heridos, producto de minas antipersonales colocadas alrededor del helicóptero en que pereció abatida la capitana PNP Nancy Flores Paucar, que se intentaba rescatar.

En esta circunstancia, no se puede decir que el Operativo Libertad haya sido ejemplar, como se apresuró a decir el presidente de la República.

¿Hubo negociación? Hasta el momento, no es posible afirmarlo o desmentirlo. La empresa y el gobierno lo niegan. Sin embargo, allí están las conversaciones entre los senderistas y representantes de las empresas -grabadas por un medio de comunicación- que demuestran que, al menos, hubo contacto radial entre secuestradores y empresas.

Lo único que queda claro es la desinformación que hubo desde un primer momento en este tema. El manejo informativo del gobierno fue deplorable. Pese a que se conocía que los rehenes fueron liberados la madrugada del sábado, hasta pasado el mediodía, no se confirmaba nada generándose angustia en los familiares y especulación de todo tipo en medios y redes sociales. Se organizó un comando operativo, pero no un comando informativo. Y bien sabemos que cuando se cierran las puertas de la información se abren las ventanas anchas de la especulación.

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