29 abril, 2012

Toledo y las FF. AA. : Ataque y Defensa


Cada cierto tiempo, el gobierno de Alejandro Toledo recibe dos ataques: 1) Que disminuyó el presupuesto de las Fuerzas Armadas con lo cual se bajó la guardia en la lucha antiterrorista y 2) Que liberó a terroristas.Quienes sostienen estas falacias son siempre los mismos: dirigentes ligados al fujimorismo y/o ex miembros de las Fuerzas Armadas que se sometieron a la cúpula de Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori.

Debemos aclarar ambas cosas porque forman parte de un mismo objetivo: demostrar que el gobierno de Toledo fue débil ante el terrorismo al tiempo que se busca reforzar la idea de que fue el gobierno de Fujimori  el que “derrotó” la subversión. Una conversación con el general Roberto Chiabra permite aclarar y explicar este tema.

El antecedente histórico precisa que después del gobierno militar de los setenta ningún gobierno realizó en serio un programa de reposición de armamento defensivo en las Fuerzas Armadas. Las últimas compras importantes datan de esa época, principalmente de origen ruso. En la mitad de los ochenta, Alan García, unilateralmente, decidió no comprar 12 aviones Miragges, elemento ofensivo que hubiera resultado decisivo en los noventa cuando Ecuador nos invadió.

En  1991 –en pleno gobierno de Fujimori– se produjo el incidente con el Ecuador en el Cusumasa-Bumbuiza, lo que nos obligó a firmar el Pacto de Caballeros (Torres y Torres Lara). Meses después de este problema, el comandante general del Ejército Gral. Torres Aciego, dirigió una carta al ministro de Economía, Carlos Boloña, solicitando presupuesto para renovación de equipo militar. Nunca respondió.

Para entonces, la capacidad operativa de las FF. AA. estaba en el suelo. Cuatro años más tarde, en 1995, estalló la Guerra del Cenepa con el Ecuador. ¿Estaban debidamente equipadas nuestras fuerzas? No. Por esa razón aceptamos el kilómetro cuadrado de Tiwinza sea de propiedad ecuatoriana, aunque con soberanía peruana. Finalmente, cuando en 1998 se firmó el Acuerdo de Brasilia que sellaba de manera definitiva la paz con el Ecuador, Fujimori  afirmó que ya no se tenían  temas pendientes con los países vecinos.

Esta declaración fue un falso triunfalismo. No se dijo que faltaba aún definir nuestro límite fronterizo marítimo en el norte y en el sur. Y como no existían –según el gobierno de Fujimori– problemas con nuestros vecinos, no se renovó el material de guerra.

Peor aún, un año después de la paz con Ecuador, el  14 de Noviembre de de 1999 se eliminó el Servicio Militar Obligatorio y se creó el Servicio Militar Voluntario (Ley 27178). Ese mismo año, se recortó el presupuesto de las Bases Contrasubversivas, el cual en un 90% era para sostener los vuelos de helicópteros, ya que dichas bases abastecían su logística por vía aérea.

En consecuencia, fue el gobierno de  Fujimori el que destrozó el Ejército y su capacidad operativa.

En diciembre de 1999, con la nueva ley del Servicio Militar Voluntario, no se presentó nadie a los cuarteles. El error de Fujimori y Montesinos fue anunciar con fines políticos que se había obtenido la paz externa e interna, no renovar equipos y no consolidar la victoria militar.


Respecto a la acusación que se hace del gobierno de Alejandro Toledo de haber reducido el presupuesto y haber cerrado bases antisubversivas en el VRAE, también es conveniente explicar lo siguiente: cuando llega Toledo el país estaba en recesión. Las Fuerzas Armadas habían sufrido un proceso de politización durante el gobierno de Fujimori y Montesinos que las había desgastado profesional y moralmente tras la caída del régimen. Era necesario recuperar la institucionalidad, honorabilidad  y profesionalismo de las FF.AA.

Con este propósito, el 2001 Toledo nombró una comisión especial a cargo del Primer Ministro, civiles reconocidos y ex comandantes generales de las tres armas. 600 oficiales pasaron al retiro en un año. Toledo pagó un costo social en este sentido. La sociedad aplaudió esta medida, por eso es que se puede afirmar sin temores ni cortapisas que el gobierno de Toledo democratizó, despolitizó y profesionalizó a las FF.AA.

Es necesario recordar que durante el Gobierno del Presidente Toledo se compró para la Marina de Guerra 4 Fragatas Lupo; se aumentó el rancho de los soldados de 2.90 soles (desde la época de Fujimori) a 6.90 soles (cantidad que se mantiene hasta hoy); se creó el Fondo de Defensa y Seguridad Ciudadana con el 30% de las regalías del Lote 56 y el 40% de las regalías del Lote 88; se repararon 13 motores de helicópteros que hasta hoy están operativos.

Respecto a las bases antisubversivas, a partir del año 2000 los senderistas cambian de estrategia; dejaron de atacar blancos civiles. Todos los ataques desde ese año a la fecha son contra las Fuerzas del Orden. En ese contexto, se abrieron en el VRAE dos tipos de Bases Antisubversivas. a) Fijas: en colegios, postas médicas, estadios. Y b) Temporales: de construcción precaria, hecha por los propios soldados.

Cuando se anunció el fin de la guerra interna y externa, previa a la campaña de re-reelección del 2000, fue que empezó a entregarse las bases fijas. Se entregan los colegios, las postas médicas, los estadios, medida que continuó en el gobierno de Paniagua y Toledo. El año 2002 el ahora congresista Carlos Tubino, era Jefe de Estado Mayor del Comando Conjunto y él sabe que se hizo la Operación Reencuentro que consistió en instalar 4 bases en la zona del Ene y 1 base en Apurimac. Esa es la verdad.

En el gobierno de Toledo, además, se realizaron elecciones municipales, regionales y nunca hubo actos terroristas o atentados a candidatos o a los procesos que fueron, como siempre, resguardados por las FF.AA. Entonces, ¿dónde está que el gobierno de Toledo fue débil con la subversión? ¿Dónde que no se reforzó el equipamiento? ¿Quién fue el que verdaderamente afectó a las FF.AA. politizándolas, utilizándolas y mellándolas moralmente? ¿Dónde están ahora aquellos generales victoriosos que lucraron con compra de armas de última hora? ¿Dónde están aquellos miembros de las FF.AA. que convirtieron a sus patrullas en escuadrones de la muerte? ¿No están acaso en San Jorge? ¿Y quién es el responsable político de esos uniformes manchados?


1 comentario:

Anónimo dijo...

Para aclararte que es un error que señales que la ley 27178 es "LEY DE SERVICIO MILITAR VOLUNTARIO", lo correcto es "LEY DE SERVICIO MILITAR".
La fecha de la ley no es diciembre del 1999, sino 29 de setiembre de 1999, quizá el reglamento haya sido publicado en diciembre.
En dicha ley no se elimina la obligatoriedad de SMO, el servicio se vuelve voluntario con la derogatoria del artículo 24° de la ley 27178, la cual fue dispuesta el 5-10-2004, durante el régime de Toledo.