El diálogo entre el Presidente
Pedro Pablo Kuczynski y la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, el
próximo martes, tiene una agenda acordada por las partes. Son temas de fondo
que serán analizados con los resultados del diálogo y los acuerdos que
trasciendan o se comuniquen abiertamente.
Pero, tan importante como la agenda
de conversación es observar los detalles de la puesta en escena del diálogo
planteado y el desenvolvimiento de sus actores. Pues muchas veces son esos
pequeños detalles los que marcan la diferencia.
Hay al menos tres actos de esa puesta
en escena que deben cuidarse para lograr tener control sobre el mensaje que se quiere proyectar: 1)
El ingreso a Palacio, 2) El lugar de la reunión y 3) Las declaraciones finales.
1. El Ingreso a
Palacio
Se puede disponer que la señora
Fujimori ingrese por el Patio de Honor de Palacio de Gobierno o por la puerta
del costado, la ex Puerta Pizarro, hoy Puerta Perú.
La puerta principal es para
personalidades extranjeras o titulares nacionales de los poderes del Estado
invitados por la Presidencia de la República a ceremonias o reuniones
oficiales. Denota la importancia del personaje visitante.
El protocolo indica que el Jefe de
Estado recibe en la puerta principal a otro jefe de Estado. Pero nada impide
que el propio Presidente Kuczynski reciba en esta oportunidad a Keiko. Sería
una muestra de cordialidad y respeto por la invitada. Y un gesto inicial de
buen clima para el diálogo.
Si se decide que la Sra.
Fujimori ingrese por el Patio de Honor deberá también considerarse quién la recibe
en las escalinatas de la puerta principal. O puede también decidirse no recibirla y
dejar que ingrese sola al interior de Palacio. En este caso, le corresponderá a
ella resolver si saluda a la prensa antes de ingresar (señal positiva de
confianza) o si pasa rauda sin saludar (señal negativa de confrontación).
Si el Presidente sale a su
encuentro y la espera en las escalinatas de la entrada se produciría la primera foto del diálogo: los dos parados en la puerta
de Palacio, saludando y sonriendo a las cámaras.
Ahora bien, si Keiko Fujimori es
recibida por un edecán -cosa que protocolarmente no tendría ningún problema-,
indicaría un gesto también, pero, en este caso, de distancia y
frialdad por parte del inquilino de Palacio. Por el contrario, si la recibe el Presidente del Consejo de Ministros
o algún otro ministro, el rango de importancia de la cita y la invitada, aumenta.
2. El lugar de la reunión
Como el Presidente Kuczynski señaló
en su carta de respuesta, se busca un diálogo de a dos, sin intermediarios. En este
caso, para escenificar esta decisión, las instalaciones de Palacio de Gobierno disponen de dos salones adecuados: el Salón
de Embajadores o el Salón Grau.
El Salón de Embajadores coloca a los
actores en un plano de igualdad al estar sentados en posiciones equidistantes,
casi frente a frente. Si la secuencia que se grafica en este mismo espacio es
con ambos personajes, en pie, dándose la mano, con el pabellón nacional detrás,
se reforzaría la imagen de igualdad de poder.
Si lo que se busca es más bien romper la imagen de paridad de poder y reforzar la autoridad del Presidente de la República, el Salón Grau es el escenario adecuado. Al
ser una sala de trabajo, tipo directorio, el Presidente ocupa de manera natural
la cabecera de la mesa (dirección), dejando a su invitada en una postura
lateral (subordinación).
3. Las declaraciones
Esta es la parte más importante
desde el punto de vista del mensaje a transmitir. Lo primero que se debe
definir es si habrá o no declaraciones. Lo mejor es hacerlas, de manera
ordenada y tranquila, con ayuda de micrófonos y parlantes para evitar la
aglomeración de periodistas, micros y teléfonos.
Hay varios espacios para hacerlo.
El Gran Comedor. El Salón Dorado. El Patio de Honor. Los dos primeros, permiten
un mejor control del entorno, iluminación adecuada para la televisión y un
manejo protocolar del encuentro. El Patio de Honor implica extender los cuidados al exterior de Palacio; es decir, a la gente que circunda a esas horas la Plaza de
Armas. No se puede descartar curiosos o enviados con consignas a favor o en
contra.
Apenas termine la reunión, empezará
a zumbar el avispero sociomediático. Los medios buscarán reacciones al diálogo
y trascendidos. Las redes sociales serán el primer escenario de lucha. Será
aquí donde se combata con palabras e imágenes los mensajes, argumentos y posiciones
que llegarán a la ciudadanía en términos básicos de quién ganó y quien perdió. Cuidar
estos detalles en la escenificación del poder ayudará a manejar hacia dónde se
inclina la balanza de la opinión pública.
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