A escasas horas de la visita de los Reyes Juan Carlos y Sofía a nuestro país, el más influyente diario de España publica un editorial que ejemplifica la repercusión internacional que empieza a tener el "Petrogate", el mayor escándalo de corrupción detectado en este gobierno.
(El País 26/10/2008) Sombras sobre Perú. El fantasma de la corrupción acosa de nuevo a un Gobierno del presidente Alan García. El Perú al que hoy llegan los Reyes mantiene en los últimos años tasas de crecimiento económico entre el 7% y el 9%, la pobreza disminuye, pero su situación política es cada vez más atribulada. El presidente Alan García, que visitó nuestro país en enero pasado y ha sabido presentar a Perú como el paraíso de la seguridad jurídica y de las oportunidades para los inversores -que España encabeza con un 32% del total-, está en horas bajas.
Su cota de popularidad no supera el 20% y sigue descendiendo, mientras se dejan oír ominosos ecos de la venalidad que asoló su primer mandato entre 1985 y 1990.
Forzado por un escándalo de corrupción, García se ha visto obligado hace una semana a cambiar a su jefe de Gobierno, Jorge del Castillo. Lo ha reemplazado por el antiguo izquierdista radical Yehuda Simon, que se ha labrado reputación de honradez y eficacia como gobernador provincial. Del Castillo tuvo que dimitir por la concesión fraudulenta de permisos de explotación petrolífera a una compañía noruega, escándalo que se ha llevado también por delante al ministro de Energía y al jefe ejecutivo de Petroperú.
El caso ha sido destapado por un vídeo pirata que se pasó en televisión, en el que aparentemente funcionarios del partido gobernante, APRA, reciben sobornos para adjudicar contratos. Muchos peruanos, según muestran las encuestas, temen que el histórico APRA no se haya curado en absoluto de su pasado de corrupción, un pasado que García, que ganó por estrecho margen las elecciones de 2006, juró que no volvería a repetirse.
El nombramiento de Simon, antiguamente vinculado al Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, y que estuvo en los años noventa en la cárcel por sus actividades político-guerrilleras, ha sido criticado por dirigentes del APRA. Y es una carta arriesgada para García, prácticamente sin margen de maniobra, que de no salir bien puede complicar enormemente la segunda mitad de su presidencia. La oposición tiene mayoría en el Congreso y, pese a la buena situación económica del país andino -aunque los datos oficiales de inflación sean difíciles de creer-, los peruanos guardan memoria fiel del desastre en todos los órdenes que supuso para su país el primer mandato del actual jefe del Estado. Para complicar las cosas, Sendero Luminoso, reducido hace tiempo a un grupúsculo terrorista, ha protagonizado este mes su más mortífero ataque en años, matando a 15 personas.
(El País 26/10/2008) Sombras sobre Perú. El fantasma de la corrupción acosa de nuevo a un Gobierno del presidente Alan García. El Perú al que hoy llegan los Reyes mantiene en los últimos años tasas de crecimiento económico entre el 7% y el 9%, la pobreza disminuye, pero su situación política es cada vez más atribulada. El presidente Alan García, que visitó nuestro país en enero pasado y ha sabido presentar a Perú como el paraíso de la seguridad jurídica y de las oportunidades para los inversores -que España encabeza con un 32% del total-, está en horas bajas.
Su cota de popularidad no supera el 20% y sigue descendiendo, mientras se dejan oír ominosos ecos de la venalidad que asoló su primer mandato entre 1985 y 1990.
Forzado por un escándalo de corrupción, García se ha visto obligado hace una semana a cambiar a su jefe de Gobierno, Jorge del Castillo. Lo ha reemplazado por el antiguo izquierdista radical Yehuda Simon, que se ha labrado reputación de honradez y eficacia como gobernador provincial. Del Castillo tuvo que dimitir por la concesión fraudulenta de permisos de explotación petrolífera a una compañía noruega, escándalo que se ha llevado también por delante al ministro de Energía y al jefe ejecutivo de Petroperú.
El caso ha sido destapado por un vídeo pirata que se pasó en televisión, en el que aparentemente funcionarios del partido gobernante, APRA, reciben sobornos para adjudicar contratos. Muchos peruanos, según muestran las encuestas, temen que el histórico APRA no se haya curado en absoluto de su pasado de corrupción, un pasado que García, que ganó por estrecho margen las elecciones de 2006, juró que no volvería a repetirse.
El nombramiento de Simon, antiguamente vinculado al Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, y que estuvo en los años noventa en la cárcel por sus actividades político-guerrilleras, ha sido criticado por dirigentes del APRA. Y es una carta arriesgada para García, prácticamente sin margen de maniobra, que de no salir bien puede complicar enormemente la segunda mitad de su presidencia. La oposición tiene mayoría en el Congreso y, pese a la buena situación económica del país andino -aunque los datos oficiales de inflación sean difíciles de creer-, los peruanos guardan memoria fiel del desastre en todos los órdenes que supuso para su país el primer mandato del actual jefe del Estado. Para complicar las cosas, Sendero Luminoso, reducido hace tiempo a un grupúsculo terrorista, ha protagonizado este mes su más mortífero ataque en años, matando a 15 personas.
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