29 diciembre, 2008

Israel: "guerra hasta el final" contra Hamás


(El País) Por tercer día consecutivo, Israel continúa su campaña militar contra Hamás, una "guerra hasta el final" contra el movimiento integrista palestino. Lamenta las víctimas civiles, pero seguirá con su ofensiva hasta donde sea necesario. Esta madrugada, varios aviones israelíes han bombardeado el Ministerio de Interior de Hamás y la Universidad Islámica, así como todo tipo de objetivos relacionados con la organización integrista palestina -mezquitas, almacenes, casas, oficinas. Mientras, en los alrededores de la frontera con Gaza, cientos de soldados israelíes se preparan para una posible operación terrestre. Por ello, y alegando el riesgo de que puedan caer cohetes de Hamás, el ejército ha declarado "zona militar cerrada" una franja de entre dos y cuatro kilómetros alrededor de Gaza, lo que implica la evacuación de todos los civiles -incluidos los periodistas- de esa zona de seguridad.

Decenas de tanques y cientos de soldados toman posiciones alrededor de Gaza, hay controles de policías en cada cruce y mucho movimiento de tropas, informa Juan Miguel Muñoz desde Sderot. Es posible que el ejército lance algún tipo de operación terrestre contra objetivos de Hamás en Gaza. Por lo pronto, los militares han establecido un perímetro de seguridad en torno a la Franja. Es una "zona militar cerrada" de entre dos y cuatro kilómetros en la que no se permite la presencia de civiles que no residan en la zona, ni siquiera periodistas. Los militares dicen que es para evitar el riesgo de que algún civil sea alcanzado por los cohetes lanzados desde Gaza, pero también permite a los soldados maniobrar sin estorbos y mantener el elemento sorpresa por si deciden operaciones por tierra. También por si fuera necesario el Gobierno de Ehud Olmert aprobó ayer la movilización de 6.000 reservistas.

Mientras, siguen cayendo las bombas sobre Gaza, sobre cualquier objetivo que tenga que ver con Hamás. Con la caída ayer del sol, los bombardeos se intensificaron y durante la madrugada, aviones israelíes atacaron la sede del Ministerio del Interior, la oficina del primer ministro de Hamás, Ismail Haniye, su casa particular, o dependencias de la Universidad Islámica, un importante símbolo cultural de Hamás. Otro de los bombardeos ha tenido lugar en el campo de refugiados de Jabalia. En uno de los edificios alcanzados han muerto cinco hermanas palestinas de entre 4 y 17 años. Nada se sabe, entre tanto, de los máximos dirigentes de Hamás.


El Gobierno israelí insiste en que su objetivo no son los civiles, sino Hamás, y que llevará la ofensiva hasta donde sea necesario. El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, ha comparecido en una tormentosa sesión en la Knesset (Parlamento israelí) en la que ha informado de las operaciones en Gaza. Ante las protestas de los diputados árabes, que acusan al Gobierno de haber desencadenado los ataques por motivos electorales, Barak ha dicho que la ofensiva "se ampliará y profundizará tanto como sea necesario", dado que Israel ha emprendido una "guerra hasta el final" contra Hamás. Los bombardeos, ha dicho, no van dirigidos contra los civiles, sino contra sus gobernantes de Hamás, para detener sus acciones hostiles contra Israel. Ha recordado incluso unas declaraciones del presidente electo de EE UU, Barack Obama, que este verano visitó Sderot: "Dijo que si cayeran cohetes en su casa, donde están durmiendo sus hijas, también él haría lo que fuera por impedirlo".

Barak ha responsabilizado a Hamás de todo lo que ocurre en Gaza, puesto que Israel abandonó el territorio en 2005 "para dar una oportunidad a una nueva realidad en el territorio", pero que Hamás ha aprovechado para convertirlo en un refugio terrorista.
300 muertos.


La cifra de muertos por la ofensiva, la más sangrienta lanzada por Israel sobre Gaza desde la guerra de 1967, se ha cobrado ya la vida de más de 300 personas y ha causado heridas a un millar. De los muertos, al menos 51 son civiles, según ha denunciado la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, en sus siglas en inglés). "Es casi seguro que [esa cifra] aumente", ha declarado el portavoz de la UNRWA, Christopher Gunness, añadiendo que basa sus cuentas en visitas a hospitales y centros médicos de Gaza. Según informa desde Jerusalén Ana Carbajosa, unos 120 heridos están en estado crítico ingresados en hospitales en los que falta casi de todo. De los líderes de Hamás no queda ni rastro; se refugian en sus escondites temerosos de que Israel emprenda una nueva campaña de asesinatos selectivos como hiciera en el pasado.

Mientras, los islamistas palestinos siguen lanzando cohetes sobre territorio israelí, la razón que esgrime Israel para justificar su ofensiva. Hoy, uno de ellos ha matado a un colono israelí en la ciudad de Ashkelon. Desde el sábado, unos 150 proyectiles -cohetes artesanales Qassam y piezas de mortero- han caído sobre territorio israelí, matando a dos personas -la de hoy en Ashkelon y otra el sábado en Netivot.

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