La margarita de Lourdes Flores se está quedando sin pétalos. La lideresa del Partido Popular Cristiano, debe decidir si acepta la propuesta de Lucho Castañeda para postular por Unidad Nacional a la alcaldía de Lima Metropolitana. O si persiste en su carrera al sillón presidencial.
Jugando con los plazos y con sus cavilaciones más profundas sobre su propio futuro político, Lourdes ha pasado de un férreo No a la alcaldía de Lima inicial a un misterioso “Quizás”, “Tal vez”,
¿Es momento de dejar de pensar en la Presidencia de la República y asumir el premio consuelo de ir a Lima? ¿No es acaso una oportunidad para demostrarles a todos que sí tiene capacidad de gestión y ejecución? ¿Y si acepta, significa que a cambio debe dejar el paso a Luis Castañeda el 2011?
Ella en el sillón municipal y Lucho en el sillón de Pizarro, sueña Castañeda.
¿No era injusta la vida? Piensa Lourdes.
Y duda: Pero si hace un buen gobierno en Lima ¿no podía acaso tentar el salto a la casa de enfrente?... no, para lograr resultados en Lima se necesitan dos periodos y para entonces ya no tendría opción de nada…
La decisión de Lourdes cambiaría el escenario político. Por un lado allana el camino a Castañeda al 2011 manteniendo la Alianza de Unidad Nacional y, por otro, podría sacar de carrera a Alex Kouri el 2010.
Pero en política no toda alianza suma. Un acuerdo entre Lourdes y Castañeda no basta para asegurar la victoria de ambos en los comicios que se avecinan.
Una alianza de este tipo empuja a ambos personajes a la derecha del espectro político, dejando el codiciado centro para quien logre articular una propuesta no sólo de crecimiento económico, sino de redistribución social.
Como le recordó hoy en RPP, Raúl Vargas, la encrucijada de Lourdes tiene como música de fondo el bolero que dice: "Estás perdiendo el tiempo, pensando, pensando, por más que tú quisieras, hasta cuándo, hasta cuándo"...
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