02 septiembre, 2016

El muro que nos separa


El muro es un monumento al miedo. Levantamos una barricada para defendernos o protegernos, aislarnos. Es una muralla a lo desconocido.

Los seres humanos lo han hecho todo el tiempo.

Las primeras culturas se asentaron y aislaron en las alturas, en las colinas, al borde de los precipicios, para evitar el asalto de comunidades enemigas.

Hicieron muros de piedra y torreones para vigilar y mantener ventaja estratégica a distancia.

Los chinos construyeron su muralla para defenderse de los hunos.

Los castillos medievales cavaron fosos y levantaron puentes levadizos para aislarse del pueblo.

Los nazis construyeron el muro de Berlín para dividir políticamente la nación germana.

En Israel existe un muro que divide a su pueblo de los palestinos.

Trump insiste en levantar un muro entre México y Estados Unidos.

En Las Casuarinas (Lima, Perú), existe un muro que separa a los vecinos pobres de San Juan de Miraflores.

En diversos distritos de Lima y del interior del país, se tapian ventanas, se cierran barrios con rejas, tranqueras, y se colocan alambradas de púas o eléctricas para defenderse de la delincuencia.

Cuando el miedo nos invade, elevamos muros de fierro, cemento o piedra.

Pero, Daron Acemoglu y James Robinson, demostraron hace tiempo que lo que separa  a los pueblos no es algo que podamos construir.

En "Por qué caen las Naciones", los profesores de MIT y Harvard demostraron que lo que divide a Sonora (Estados Unidos) de Sonora (México), no es el idioma, ni la geografía, ni la cultura, ni la religión, ni la música.

Ni un muro o alambrada. Ni siquiera una frontera o accidente geográfico.

Lo que divide y diferencia a los pueblos es la naturaleza de sus instituciones. El modelo político y el tipo de economía –inclusiva o extractiva– que desarrollan.

Nos divide el miedo y la estupidez.

Los muros físicos no impedirán que los pueblos busquen mejores oportunidades de vida.

Los muros de fierro y cemento caerán, como cayó el muro de Berlín, a combazo limpio.

Más difícil será derribar el muro mental que históricamente separa al hombre del hombre.

No hay comentarios.: