07 marzo, 2007

El Presidente influenciable

Siete días le tomó a Luis Alva Castro convertirse en el premier de facto del régimen. Político ducho, sombreó al primer ministro, al recomendarle al Presidente García la resolución del contrato con Gildemeister, en lugar de seguir el juego de la “comisionitis”, planteada por Del Castillo.

Todo empezó con la frialdad con la que el flamante titular del Interior tomó el asunto de la sobrevaluación de los patrulleros.

El 26 de febrero, apenas juramentó, no quiso adelantar opinión sobre el tema y dijo que estudiaría la situación. A las 48 horas planteó que las compras en su sector se realizarían por comisiones externas.

García escuchó la propuesta y demostró que en momentos de presión sus decisiones no son las mejores. Se tocó de nervios. Y dispuso que en adelante todas las adquisiciones del Estado se realizaran mediante consultores externos.

En un primer momento, la experiencia en la rebaja de la cotización de los patrulleros lo entusiasmó; tanto, que felicitó a la comisión Webb mediante resolución suprema. Pero la sonrisa se le congeló cuando Alva Castro le demostró que en el futuro podría comprometerse la legalidad de la operación.

El representante de Anjo Tec lo ha dicho bien. El gobierno ha renegociado con representantes de la empresa chilena que ingresaron al Perú con visa de turistas. Del consorcio compuesto por Gildemeister, Manasa y Anjo Tec, se ha llegado a un acuerdo sólo con una de las partes.

Un juicio podría representar millonarias pérdidas al Estado. Además del costo político que aterra a García. Entonces, el Presidente puso su cerebro en reversa –una vez más- y escuchó nuevamente a Luis Alva: había que suspender el contrato. Hoy esa propuesta ha crecido hasta convocar a consultores del PNUD y del BID.

El caso de los patrulleros permitió ver a un gobierno dando muestras de desorden, de falta de manejo administrativo, y de marchas y contramarchas en la toma de decisiones.

Pero también reveló un rasgo de la personalidad del Presidente de la República que hasta ahora –al menos desde afuera- había permanecido oculto: su carácter dubitativo e influenciable.

Ya sabíamos que era voluble, de humor cambiante. Hoy sabemos que en momentos de máxima presión –como el trapecista suicida- se lanza en pos del columpio, con desesperación, sin importarle si tiene red abajo. Y ese es un problema para un Jefe de Estado.

El efecto que han tenido dos de sus recientes decisiones –nombrar comisiones externas para las compras e investigar todas las adquisiciones del Estado de los últimos 10 años- ha sido paralizar la administración pública.

Parece que el gobierno está perdiendo la brújula, ha dicho José Miguel Morales. Más que eso, ni siquiera se guía por la veleta que instalaron ellos mismos.

El Presidente reacciona por emoción. Si su verbo sigue encantando por estructurar argumentos mezcla de historia, teatro y lírica; hoy asusta por sus decisiones incongruentes, producto de la duda y la vacilación.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Habra que ser weon si dejamos que un peruanisimo cocinero como Esly Salinas demande al Estado y le gane la partida... Habra que ser mas WEON si a ese conchudo no lo investigan hasta los calzoncillos... acaso no vieron el video donde el multifacetico cocinero, experto en lumnica policial, ensamblaje de ambulancias... se presentaba como representate de MANASA.. por los de las ambulancias malogradas... y despues resulta que ni el mismo ex gerente general no lo conocia (vease relato frente a la comision de fiscalizacion)... SOSPECHOSO SOSPECHOSO NO... Que Habla Alva Castro... puras weas ahora un problema de corrupcion de funcionarios EVIDENTE... DESIDIA (se pondra feliz caballo loco) de una ministra ingenua... era mas ingenua que CANDY cuando veia a ANTHONY.... levante la mano el que apoye a luchito...

Anónimo dijo...

el presidente demuestra que no aprendió nada de su anterior gestión, está peor que nunca y está rodeado de un gabinete de muy pero muy bajo nivel salvo alva castro que si tiene juego político. pero la verdad es que hay demsiados escándalos en tan poco tiempo, por mas que la prensa le quiera salvar la popularidad, este gobierno es mediocre e improvisado y no sabe a donde diablso ir, que pena por nosotros y nuestros hijos.

Anónimo dijo...

Es lamentable el nivel de estrés que empieza a evidenciar el Presidente García. Los tics en el entrecejo se le notan más; la otra vez la trató horrible a la ministra Pinilla que sólo quería alcanzarle el micrófono.Está muy subido de peso, lo que revela que come por ansiedad. Cada vez que puede se le ve tomando pisco en público. Se tira el trago de un sólo viaje, como queriendo aplacar sus demonios. Acabo de verlo en la sesión de Consejo de Ministros con Del Castillo, mofándose de él, riendose de forma cachacienta.

No es así como queremos ver a nuestro Presidente. Es muy lamentable la imagen que proyecta. Ya ni siquiera hace ejercicios. Se le ve mofletudo, ojeroso, impaciente, irascible. Penoso, muy penoso.

Anónimo dijo...

alguien sabe algo de la portada de la republica de hoy 8 de marzo??

Anónimo dijo...

Hay dos interpretaciones del gesto de García con el diario La República.

1)Le molesta la crítica. Por eso muestra su desenfado arrojando el periódico al suelo, luego de cogerlo, leerlo, y mostrar la portada a la prensa.

2)Le gusta joder. En este caso a Del Castillo. Saca el periódico delante de los periodistas para que le tomen fotos con la portada que alude al Primer Ministro: "Se quedó solo". Y se ríe con cachita.
Del Castillo, en cambio, permanece serio. Se traga el sapo y anuncia la resolución del contrato con Gildemeister. Todos apluden, menos Lucho Alva (según El Comercio).

¿Cuál es la interpretación correcta?

Las dos, por que cada cual pertenece a uno de los dos lóbulos frontales que tiene el Señor Presidente. Recuerden siempre que García es bipolar. Tiene dos cerebros. O uno partido en dos.

Anónimo dijo...

la realidad es que Gildemesister que debería haber sido denunciada penalmenente y el Ministerio Público actuar de oficio nunca dirá a quién irá la "coimisión" de la sobrevaluación. Nuestro país está marchando al desastre en manos de una corruptela generalizada.