Renunciar a un partido político es una cosa; retirarse de la política, otra muy distinta. En el Perú, el único que cumplió con ambos axiomas fue Héctor Cornejo Chávez. Un día, el fundador del Partido Demócrata Cristiano anunció su retiro definitivo y se hundió en el ostracismo tras brillar en el parlamento, el foro, la cátedra y la acción política.
No es el caso de Antero Flores, quien, en la práctica, se alejó de su partido el día que aceptó ser embajador del Perú ante la OEA. Un puesto cómodo para alguien que aspiró siempre a la primera magistratura, que no participó en las últimas elecciones generales y que no encajaba en los planes de la ex candidata presidencial, Lourdes Flores Nano.
Antero era una especie de embajador de su partido; de espíritu concertador, dispuesto al diálogo, mantenía buenas relaciones con todas las fuerzas políticas.
Su renuncia es una mala noticia no sólo para su partido, sino para la clase política en general que necesita hombres como él que militen en una organización y asuman tareas de Estado en su representación.
El efecto inmediato de su renuncia es que Lourdes Flores ha perdido su embajador, pero ha ganado el derecho de sucesión en el PPC. Algo así como un anticipo de herencia.
Niguno de los hijos del fundador –por más que Javier Bedoya se esfuerce en el Congreso-, tiene la fuerza para asumir la conducción plena del partido, en un futuro inmediato.
Ahora la disputa por recomponer y encabezar el espectro de la derecha peruana, se centrará entre Lourdes Flores y Luis Castañeda. Rafael Rey y su cófrade de furgones apro-fujimoristas, es sólo el recuerdo de una verruga extripada.
¿Cuál será, entonces, el futuro político de Antero Flores? Podría preparar el terreno y animar un grupo de amigos socialcristianos o conformarse con terminar sus días en el espectro socialdemócrata que encarna el aprismo en el Perú. O, lo que es peor, fijar su retiro definitivo en lo que queda del gobierno aprista.
Antero es hombre convocante, pero no es un organizador. Es un hombre dialogante, pero no un doctrinario. Es un político de buenas formas y lenguaje afilado, pero eso no basta para construir una organización.
Tras su experiencia en la Presidencia del Congreso puede decirse que Antero se acomoda mejor en la curul de combate que en la mesa de conducción.
Pero es un hombre trabajador. De decisiones en soledad. Más emotivo que cerebral. Apasionado a no dudar, que se hartó un día de militar en un partido y servir a otro.
Su juego político no ha terminado, pero ya sabemos que su tarjeta de crédito en este campo tiene un consumo limitado.
Ha recuperado su libertad e independencia. Ahora podrá saludar al Presidente de la República sin sentir que el cuello la corbata le apretaba un poco
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4 comentarios:
Quiero aprovechar este espacio para darle la bienvenida al Utero de Marita, versátil, entretenido y pícaro blog de ocraM, o Marco al vesre, que desde hoy se instala esta esquina para comodidad de los lectores. ;-)
El apra ha logrado quitarle a la derecha algunas de sus piezas: Antero Flores, Woodman, Rey, Alcorta, etc. Lo mismo ha hecho con los nacionalistas. Caso Alvaro Gutiérrez. Y hasta a los peruposibilistas, allí está Rómulo Pizarro, por ejemplo. Los puestos de Gobierno siempre han sido atractivos para un tipo de político: el político arribista.
Pizarro más que político es un simple lobista con más anticuchos que picantería del estadio nacional. Romulo Pizarro es un sujeto pintado a la medida del gobierno actual. Lo de Antero si vale la pena discutir. Adelgazará más aún al PPC que a este ritmo ya no tiene pesos pesados en términos políticos. Más que un club de abogados el PPC es un grupo de patas o hijitos de papá.
Flores-Aráoz siempre defendió al PPC, afirma Andrade
Lima, mar. 11 (ANDINA).- El renunciante miembro del Partido Popular Cristiano (PPC), Ántero Flores-Aráoz siempre defendió a la agrupación, aseguró hoy el congresista de Alianza Parlamentaria, Alberto Andrade, quien inició su carrera política en dicho partido.
Fue al ser consultado sobre las declaraciones del líder histórico del PPC, Felipe Osterling, quien sostuvo que la renuncia de Flores-Aráoz, responde a sus ansias de poder y a su enorme ambición por convertirse en futuro candidato a la Presidencia de la República.
Andrade recordó que, en su momento, Flores-Aráoz, quien hoy es representante permanente del Perú ante la Organización de Estados Americanos (OEA), se opuso a la posible desaparición del PPC para que Unidad Nacional funcionara en solitario.
"Si quiere ser candidato o no (Flores-Aráoz) está en su legítimo derecho (…) Su ruptura con el partido se veía venir porque hacía varios meses que ya ni iba al partido, pero siempre fue un político muy correcto y siempre estuvo protegiendo al partido", recalcó en declaraciones a la agencia Andina.
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