El fallo de la Sala Penal Especial de la Corte Suprema sancionando a los autores del quiebre democrático del 5 de abril debiera publicarse y estudiarse desde el colegio. De otra manera, la población no saldrá de la confusión que la llevó a apoyar -en más de 80%- el cierre del Congreso y demás instituciones del Estado en 1992.
Para un pueblo que desconfía de sus instituciones y que no siente los beneficios de la democracia, echar a la calle a un grupo de “comechados” (como se les llamó por entonces a los congresistas antes imponerse el apelativo de “otorongos”), era hasta plausible.
Fujimori cultivó y se aprovechó de esa debilidad institucional para cambiar las reglas de juego de manera abrupta e imponer un modelo basado en la concentración del poder. Y ha hecho bien el Poder Judicial en reservarle la sanción hasta que el gobierno peruano envié el caso a la Corte Suprema de Chile y ésta lo sume a los casos por los que ha sido extraditado.
Las lecciones del 5 de abril se han señalado. Nunca más un golpe a la democracia quedará impune. Ni puede imponerse por las fuerza o por las armas. Ni disfrazado de civil, ni con botas militares. Golpe es golpe y sus autores deben ser sancionados.
En ese aspecto, el prólogo de la sentencia resume el espíritu de afirmación democrática que tiene el veredicto: "El golpe del 5 de abril fue, por así decirlo, la partida de nacimiento de un inconstitucional Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional que se creó bajo la Ley 25418, que desconoció la vigencia y las facultades del régimen constitucional del país".
Aunque la principal lección -creemos- debiera ser para la población. Las mayorías se equivocan. Y en base a esa equivocación no pueden construirse argumentos falaces que justifiquen el quiebre del sistema democrático.
Es lo que pasó entonces y es lo que repiten hoy los fujimoristas cuando proponen abrir un debate y preguntar a la población el significado del 5 de abril. Se escudan en la falta de arraigo que tiene la democracia en la población. Y en la falta de resultados tangibles de la que adolece.
Por eso, además de mejorar los niveles de representación, servicio y participación entre las instituciones del Estado y la población, se debe fomentar desde el colegio el estudio y la explicación de acontecimientos como los vividos el 5 de abril para que jamás vuelvan a repetirse.
No hacerlo es dejar que lo tangible se imponga al principio. El ladrillo a la ética; el comedor popular a la dignidad; la antipolítica a la política.
Alberto Fujimori
Golpe 5 de abril
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2 comentarios:
Exactamente, y en esa labor tenemos responsabilidad todos. Por ejemplo, la gente de Perú Posible. ¿Qué planes hay? ¿Se dejarán llevar por Doris Sánchez y su gente?
Es muy buena idea publicar el fallo que condena el 5 de Abril. A ver los amigos de "Lluvia Editores", o el "Fondo Editorial del Congreso", o la "Biblioteca Nacional del Perú"... aquí tienen un texto que pueden editar por el bien del país.
Carlos
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