El presidente se refirió ayer al caso de los chuponeadores en dos momentos. El primero, en un colegio estatal, donde los llamó “malditos”, “mercachifles” y “conspiradores contra la democracia”. El segundo, horas más tarde, en la ceremonia de condecoración al Cardenal Cipriani. Allí, en tono molesto y con una pizca de misterio dijo: “Hemos empezado a poner las cosas en su sitio… especialmente desde ayer”.
¿A qué se refería? ¿A quién, quiénes o qué estaba poniendo en su sitio? ¿Y por qué precisamente desde ayer? ¿Qué había ocurrido ayer?...
El presidente se refería, sin duda, al espectacular operativo de la Fiscalía de la Nación que permitió descubrir a BUSSINNES TRACK, empresa de seguridad –integrada por marinos en retiro y actividad- dedicada aparentemente al ilícito negocio de las interceptaciones telefónicas, el espionaje industrial y la comercialización de conversaciones de personajes políticos.
El operativo de intervención realizado por la DINANDRO (policía especializada en acciones antidrogas), los llevó hasta una casa donde funcionaba un centro de operaciones de contrainteligencia de la Marina de Guerra del Perú.
¿Qué tiene que ver el gobierno y concretamente el Presidente de la República en un operativo judicial que depende de un órgano autónomo como es el Ministerio Público? ¿Y por qué este hecho revelaría la decisión del Jefe del estado de poner las cosas en su sitio? ¿A quién estaba tratando de devolver a su lugar el Presidente García?
Por el momento, hay más preguntas que respuestas en el acertijo presidencial: ¿Fueron los petroaudios parte de un complot o una conspiración política para traerse abajo no sólo el gabinete Del Castillo, sino al propio presidente de la República?
¿Se ha puesto en su sitio acaso a un poder enquistado en el propio seno del poder que utiliza elementos y equipos de la armada –en este caso la Marina de Guerra- en beneficio sabe Dios de qué oscuros intereses?
¿Será cierta la versión de que el jefe de la DINANDRO, Miguel Hidalgo, había sido removido por el actual ministro del Interior y reincorporado por el propio Presidente de la República? ¿Conocía el jefe del Estado del operativo realizado contra el contralmirante Elías Ponce Feijóo y sus socios?
¿Se ha colocado en su sitio a quienes en diciembre de 2006 trataron de impresionar al Presidente García presentándole una exposición en power point sobre un posible atentado contra Palacio de Gobierno?
¿Fue alertada la embajada de los Estados Unidos por su agente encubierta Giselle Giannotti cuando señaló que conocía de planes para atentar contra el presidente García en noviembre de 2006 y mayo de 2007?
¿Qué relación existe entre esta agente de la CIA, las empresas de seguridad, los marinos en retiro y actividad, el órgano de inteligencia de La Marina -la DINTEMAR-, y el primer vicepresidente Luis Giampietri? ¿Infeliz coincidencia nada más?
Los USB, discos duros y los materiales requisados por la Policía pueden entregarnos pistas para saber si aquí hubo sólo un vulgar chuponeo mercantil que operaba en un mercado negro de compra y venta de información -en el que los medios de comunicación actuaban como piezas de ajedrez- o si en algún momento el juego se enredó con devaneos conspirativos del más alto nivel.
10 enero, 2009
Chuponeos y devaneos conspirativos
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2 comentarios:
Muy buenas preguntas. Esperemos sentados que el tío Alan nos responda alguna. Saludos
Hola Heduardo.
Ojalá la prensa pudiera preguntarle a Alan algo directamente sin que se chupe. cuando el presi la peche. Porque ese es su estilo: trata de bajar al periodista para ganarle la moral recurriendo a la cachita, el cachondeo y el ridículo.
Otro sí: muy bueno lo de Los Saicos.
LACH
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