08 febrero, 2007

El comandante desorientado

Peor que patear el tablero es fingir hacerlo. Esa fue la impresión que dio el comandante Humala ayer al declarar en Palacio tras asistir al llamado del Presidente García para escuchar a la oposición sus propuestas sobre reforma del Estado.

Durante todo el tiempo que duró el Consejo de Ministros, el comandante permaneció impávido –brazos cruzados, torso recto, mirada al frente-, pensando, quizás, si hizo bien o no en acudir a la cita.

Lo cierto es que –una vez más-, el comandante se equivocó.

Básicamente porque su propuesta de regresar a la Constitución del 79 no tiene consenso. Se lo dijo el propio Presidente Alan García: hacerlo sería una mala señal para los inversionistas. Y se lo repitió más tarde el Presidente del Consejo de Ministros: no hay condiciones en el Congreso para emprender una tarea de tamaña envergadura.

Ollanta Humala tiene una cuota de poder en el Congreso que no está capitalizando de manera adecuada. Maneja la Comisión de Fiscalización, pero hasta ahora no logra armar ninguna investigación seria sobre un funcionario del actual régimen que le permita equilibrar la balanza del poder.

Y no es que falte materia prima. ¿Alguién está siguiendo las concesiones sin licitación que se están realizando en Agua para Todos?, ¿Se han preocupado por los loobies que realiza el ministro de la Producción Rafael Rey en cada Consejo de Ministros?, ¿Han echado siquiera un ojito a las investigaciones de Contraloría sobre la gestión de los pasados gobiernos regionales apristas?, ¿Se han puesto a sumar el número de los arbitrariamente despedidos en el sector público?, ¿Intuyen siquiera el copamiento aprista de nuevo cuño?, ¿Tomaron nota de los patrulleros a 29 mil dólares?...

Con menos neuronas políticas el neo tránsfuga, asiduo visitante de Palacio de Gobierno, Alvaro Gutiérrez, ya logró empapelar a dos ex ministros del pasado gobierno: el ex canciller Oscar Maúrtua y el ex ministro de Transportes, José Ortiz.

Para el comandante Humala el tema de la reforma del Estado pasa por una reforma de la Constitución. No es una postura técnica, sino política-ideológica. La constitución del 93 es liberal, señala. Debemos tener una más social progresista. ¿Pensaba con seriedad que un debate así podía darse en un Consejo de Ministros?

Si al final de la conferencia dijo que él no estaba para discutir problemas técnicos de la reforma del Estado, ¿para qué fue, entonces?, ¿Para saludar “coincidencias ideológicas” con el Presidente García?. ¿No se da cuenta, acaso, que García busca arrebatarle sus banderas políticas, las mismas que lo llevaron a obtener el respaldo del Perú del Sur?

No basta hablar alto para liderar la oposición, estimado comandante. Y menos hacer desplantes sonoros ante el micro de Palacio de Gobierno.

Tome su puesto, comandante. Ejerza su papel opositor. Rearticule sus fuerzas. Replanteé su estrategia. O terminará haciendo conferencias de prensa con soliloquios intrascendentes.


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P.d. Sé que no es momento para golpear a la oposición, pero es mejor corregir el rumbo ahora, antes que los cantos de sirena de Palacio sigan encandilando a nuestros políticos.

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