05 agosto, 2007

Presidente García: más transpiración, menos inspiración

El grito de la generación parisina del 68 “la imaginación al poder”, se ha convertido en cosa de todos los días para el Presidente García, a juzgar por lo que viene pasando con el Pacto Social (PS), la nueva invención al paso del gobierno, del cual nadie -ni siquiera sus propios representantes-, entiende con exactitud qué es y para que servirá.

Todos escuchamos que García propuso en el mensaje presidencial la creación de un Pacto Social sobre la productividad, el empleo y los salarios, una de cuyas funciones era “tratar sobre el salario mínimo como corresponde a una sociedad democrática y moderna”. Ahora resulta que el encargado del nuevo proyecto, Víctor García Toma, ha dicho que lo único que no verá el PS será el sueldo mínimo vital, contradiciendo de plano al Presidente de la República.

Y no podía ser de otra manera, debido a que el Consejo Nacional del Trabajo (CNT) ya tiene una propuesta técnica sobre el sueldo mínimo, que según adelantó la ministra Pinilla debiera ser regional. Estamos, pues, nuevamente frente a uno de los arranques del Presidente García que busca sorprendernos con propuestas imaginativas, fruto de una inspiración audaz, pero ineficaces en términos de gestión de la cosa pública.

El gobierno tiene la potestad de ejercer el mandato que le dimos en las ánforas y promover la remuneración mínima vital, asumiendo su responsabilidad. No necesita un foro especial de concertación para consensuar una política de este tipo, más aún cuando el CNT fue creado, entre otras cosas, para eso.

Ahora se entiende por qué los ministros anotaban, cuál atentos secretarios, cada una de las recomendaciones que el presidente iba soltando en su mensaje a la Nación. Para ellos, como para todos los peruanos, fue una sorpresa. No conocían lo que el presidente –en afiebrada soledad- había preparado. Lo que se traduce en que hasta ahora no es posible una declaración coherente sobre la finalidad del Pacto Social. Basta con preguntarle a la ministra de Trabajo, al premier, al presidente del Acuerdo Nacional o al propio encargado del PS.

Desorden, cortinas de humo, preopuestas mediáticas, o como quiera llamársele, el gobierno en su primer año de gestión persiste en dar señales de un manejo irresponsable de la administración pública, con medidas efectistas que buscan ganar puntos en la agenda política, pero que difícilmente pueden calificarse como actos de Estado.

Las metas autoimpuestas por el presidente García para el final de su mandato son muy altas como para andar perdiendo el tiempo en discusiones seudoconcertadoras, como las del Pacto Social. Es mejor recordarle al presidente ciudadano que jefaturar un país y llegar a buen puerto requiere mucho trabajo y menos sorpresas, como las que insiste en lanzar a la palestra.

El grito entusiasta de los jóvenes de mayo del 68 sirve para movilizar y encandilar a las masas, pero ayuda poco para gobernar. En otras palabras, señor presidente: más transpiración y menos inspiración.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

El único pacto que el gobierno realmente tiene es con los fujimoristas. Es un pacto por la corrupción y la impunidad. Así de claro.

Anónimo dijo...

Lo que no se dice es que Víctor García Toma, dejó el TC para ser ministro de Justicia. Sin embago, no quiso asumir, porque la actual ministra ha hecho unos pagos ordenados por la Corte de San José, sin tener facultades para ello. García Toma no ha querido hacerse responsable del grave problema, que va a tener consecuencias para la ministra. Mientras se resuelve, le han dado chamba en el Pacto Social.
Tampoco se dice que las proyecciones acordadas por el MEF con el FMI para el 2011, no coinciden con las cifras del presidente García. ¿Por qué no pide el documento oficial el Congreso?.

JARANOVICH dijo...

Una buena transpiración al fiel estilo del "baile del teteo". Y para sudar más aún un mix con el "baile del chino".
Saludos,

Politikha dijo...

Hola jaranovih,
Sí,aunque también podría ser "danza con lobos", jajaja. Un abrazo.