23 octubre, 2007

Censo y disenso

Con el ceño fruncido, el Presidente se queja del desaliento, del derrotismo, de los pájaros de mal agüero que sólo pían noticias terribles, malas, que no ayudan a crecer.

¿Cuál es este fatalismo masoquista que enferma tantas mentes, tantos pájaros de mal agüero que quieren que los peruanos nos sintamos mal todo el tiempo?

Estalla el jefe del Estado.

¿Cómo es posible que entre 500 mil encargados del censo que salieron a cumplir su tarea, la noticia haya sido uno que se llevó el dinero de los empadronadores?

Se abate el Presidente.

Piensa que su esfuerzo por hacer docencia del futuro, del avance, del amor propio; se quiebra.

Siente que su tarea diaria de inyectar optimismo, de un país que avanza; se trunca.

Sufre en carne viva, herido por las ganas de fregar que tienen estos vendedores de la mala fe, profesionales del desaliento y la maledicencia.

Se equivoca el Primer Mandatario.

Las cosas son más simples de lo que parecen. El censo no ha sido exitoso porque la gente se quedó en casa. El censo ha sido un fiasco porque se hizo con apuro, al tuntún, para complacer al Rey.

Dos días antes de la Hora D, el personal de las Fuerzas Armadas y Policiales recibió una orden de inamovilidad. A falta de empadronadores, se enviaron soldados. Cuando no hubo uniformados, se contrató niños.

La chica que vino a mi casa sufría por su impericia.

No hubo pregunta alguna sobre ingresos, por lo que el censo no servirá para saber dónde están los pobres, ni cómo llegar mejor a ellos, como se nos ha dicho.

Ahora sabemos que el censo se apuró en Palacio de Gobierno. Que 13 funcionarios de distintos organismos autónomos fueron convocados a la Casa de Pizarro para pedirles que destinen parte de su presupuesto al censo.

"13 instituciones fueron convocadas a Palacio de Gobierno. Los 13 funcionarios de supuestas entidades autónomas se han mojado a favor del censo. Lo hicieron todos", ha dicho Guillermo Olivera Díaz, abogado del ex jefe del Seguro Integral de Salud, Julio Espinoza.

Capricho presidencial. El censo se pateó tres veces. Agosto, setiembre y finalmente octubre. Todo rápido, todo mal.

Por apuros como ese nos enteramos ahora que en el SIS, al día siguiente del sismo, se fraguaron firmas para obtener jugosos desembolsos del MEF.

"Mi labor es convocar las energías positivas en el pueblo, conjurar los malos espíritus y derrotistas, los que viven de la desgracia humana y mostrar que el Perú avanza, a pesar de sus problemas", ha dicho el presidente.

No señor, su labor es más simple: hablar menos y gobernar más. A mejor gobierno, menor abatimiento.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

En realidad el Perú avanza a pesar del mal gobierno de Alan García. Pero ***ajo, que no siga malogrando todo lo que toca, que tampoco el ritmo de avance es invulnerable. Ya empezó la inflación y el llenado de las cárceles con los apristas corruptos y se vienen mas daños... ¡Dedíquese a cortarles las uñas a los apristas!

Anónimo dijo...

EL PERÚ..A PANZA!!!!

Anónimo dijo...

Es cierto!. O se pone a dieta Alan García, o arregla sus sacos. De lo gordo que está, el botón del saco sube y bueno...el espectáculo no es nada edificante. ¿No hay sastres en el centro de Lima?