30 abril, 2007

Inteligencia artificial

Alguien se ha encargado de torpedear a la nave nodriza de la Inteligencia peruana. Alguien ha reunido información, la ha fotocopiado, la ha puesto en un sobre y se la ha hecho llegar a dos periodistas para que la revienten.

Es una fuente interesada, obviamente. Pero interesada en qué o en quién, es lo que falta saber. Es obvio que el destape no es sólo el esfuerzo de periodistas de investigación.

La información que se ha alcanzado a Frecuencia Latina es una parte del rompecabezas. La otra pieza se la han entregado a Cuarto Poder. ¿A quién más le han enviado un sobre manila con información “exclusiva”?

Por lo pronto, el impacto de la denuncia ha remecido al mejor servicio de inteligencia del país. El más profesional, al menos, desde que el sistema de inteligencia fuera destruido por Montesinos y casi extinguido por inanición durante la administración de Toledo.

Parte de la crisis permanente en que vivió el ex Presidente se explica, precisamente, por carecer de un sistema de inteligencia que le permitiera sopesar –o “entretener”, como decía él- mejor sus decisiones de Estado.

Porque para eso sirve la inteligencia en una democracia: no para perseguir a los rivales políticos, ni para vender la información a terceros, sino para tomar mejores decisiones.

El efecto del misil informativo alcanza directamente el círculo de operaciones del Primer Vicepresidente.

Para nadie es un secreto que el operador directo del servicio de inteligencia de La Marina de Guerra estaba en manos del vicealmirante Luis Giampietri. ¿Se salió de curso la cosa?

Cualquier investigación que se realice ahora dejará sin radar político al Primer Vicepresidente. Al menos durante algún tiempo.

El hecho que se haya echado al capitán AP Carlos Barba Deza puede ayudar a descifrar este enigma, y aclarar de dónde viene la mano que diseñó y ejecutó el operativo. Hay que seguir la cadena de mando de Barba.

Los silencios también cuentan. Jorge del Castillo se ha mostrado sumamente cauto en el tema. El Presidente García no ha dicho esta boca es mía. Sólo Meche Cabanillas ha dicho que se trata de un asunto “sumamente grave”.

Tan grave, que Giampietri ha tenido que inhibirse de presidir una comisión investigadora, aunque debería también alejarse de cualquier contacto con el tema.
Giampietri es un hombre de la vieja escuela de inteligencia naval. Su papel será bloquear cualquier investigación y salvar el pellejo a su gente.

Si los periodistas revelaran aspectos de cómo les llegó la información y cruzaran datos entre sí –con honestidad, sin pensar en ratings, primicias y demás-, podrían ayudar a despejar el enigma de quién está detrás. Mientras eso no ocurra sólo serán piezas de un juego oculto y en tercera dimensión.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Amigo Politikha:
Escuché hoy en RPP decir al Primer Ministro que Giampietri debería inhibirse completamente de cualquier investigación que se haga sobre el Servicio de Inteligencia de La Marina. "en este tema tiene que ser y parecer", dijo Del Castillo. En efecto, el primer afectado con el destape es el primer vicepresidente. ¿Qué más vendrá?...