26 junio, 2008

Obama, Hillary y un final de película

Los norteamericanos son seres gestuales para la política. Les encanta las tribunas coloridas, las convenciones con globos y pancartas, los viajes cruzando el país de punta a punta, los discursos a pie del cañón. Y adoran, por supuesto, los Happy End al estilo Holliwood.

Una de esas escenas ocurrirá mañana, en el pequeño poblado de Unity (Unidad), en el mítico estado de New Hampshire, donde empezaron las primarias y donde Hillarry soñó que sería la primera mujer en llegar a la Casa Blanca.

Allí, en el poblado Unidad, tendrá lugar el primer encuentro público entre el vencedor senador Obama, y la sufrida derrotada ex Primera Dama.

Los 1,100 pobladores que habitan ese emblemático rincón de los Estados Unidos viven su propia película. El 8 de enero, nomás, dividieron sus votos entre ambos candidatos y le otorgaron 107 papeletas a cada uno.

Hoy no salen de su asombro y se preparan para ser testigos de lo que será el primer acto de una escena de reconciliación que ha alterado su monótona vida en Unity. El slogan del mitin –como no podía ser de otra manera- es “Unirse por el cambio”.

Pero el final feliz siempre tiene su nudo de intriga y suspenso. Hillary lleva entre sus temas de agenda una cifra que refleja una deuda de campaña que no estaba en sus cálculos: 20 millones de dólares.

No hay duda que los americanos son seres lúdicos, pero pragmáticos.

Pueden vivir pendientes de realizar el sueño americano, pero cuando se trata de negocios y política business are business, como se dice. Y en este caso, seguramente, lo mejor será que la unidad demócrata sea soldada y saldada.


*** ACTUALIZACION***


A través de El País nos enteramos que el Happy End se transformó en Happy Start.

Hillary le comentó su abultada deuda de campaña de 20 millones de dólares. Barack, en gesto felino, sacó dinero de su bolsillo y abrió una cuenta de apoyo a nombre de Hillary.

Ella, por su parte -algo rubrizada, quizás-, no tuvo más remedio que pedir más contribuciones para el candidato demócrata.

Y para que nadie dude de su apoyo, señaló: "Hemos atravesado América defendiendo los argumentos ante el pueblo americano en unas primarias duramente disputadas, pero hoy y desde hoy todos los día, estamos mano a mano".

Obama, con la elegancia que lo caracteriza, respondió sentirse orgulloso de poder llamar “amiga” a su antigua contendora.

Fue un típico show politic que tuvo como corolario una cuota de real politic; una encuesta realizada por Yahoo! News y Associated Press señala que 53% de los demócratas que apoyaban a Clinton hace dos meses respaldan ahora al senador demócrata de Illinois.




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