22 junio, 2008

Popularidad de García ya está en un dígito


Más que razones emocionales coyunturales, la caída de Alan García en las encuestas debe explicarse desde la economía y la política. 64% de los encuestados por Ipsos Apoyo desaprueba su gestión debido al alza de precios. 41% por su incumplimiento de promesas; por mentiroso y 38% por la falta de trabajo.

De manera que la derrota de la selección nacional de fútbol, el mal manejo del “Moqueguazo” y los bochornosos incidentes del Congreso son ingredientes de un desaguisado nacional que tiene su base en problemas más reales como el impacto de la inflación en los bolsillos de la gente.

Basta conversar con los ciudadanos de a pie para encontrar este descontento en boca de todos. Los precios suben en los mercados, los salarios no mejoran, los combustibles se disparan, mientras el INEI y los voceros de Gobierno presentan una imagen de bonanza. El PBI crece a 9.5%, el Perú avanza; pero la inflación trepa a 5,5% y la plata no alcanza. Miren el lomo inflacionario de García, según las maquilladas cifras del INEI:


La gente no siente el crecimiento ni cree en lo que afirma el Gobierno. Apenas 9% de los encuestados está convencido de las cifras de reducción de la pobreza que anunció el INEI. 54% rechaza estos resultados y 35% cree que no son precisas aunque admite cierta reducción.

Las consecuencias se reflejan en la muestra. Tres de cada cuatro peruanos rechaza el gobierno de Alan García, lo que coloca en el fondo de la tabla de popularidad presidencial en América Latina. A dos años de iniciado su gobierno, García ya consiguió un dígito de aprobación: 7% en el sur. Y su ministro del Interior 3% en la misma región. Todo un record.

La crisis energética y alimentaria que sacude el mundo ya repercute en nuestro país; pero el Gobierno se resiste a trabajar bajo este escenario. Su mensaje sigue centrado en la idea de vendernos optimismo y esperanza. Demagogia pura. Una burbuja que terminará por reventarnos a todos.



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