13 junio, 2008

Perú - Chile cómo renunciar al uso de la fuerza

Los Estados cuando tienen diferencias insalvables recurren a la guerra. Es decir, dirimen sus diferencias mediante el uso o la aplicación de la fuerza. Hay, por supuesto, mecanismos para no llegar a ese extremo. La presión de terceras potencias, o el efecto disuasivo de sus respectivas fuerzas. ¿Pero qué pasa cuando el desbalance militar entre los Estados -en riesgo de conflicto- es desproporcionado? ¿Existirá algún mecanismo para evitar el choque armado de los Estados?

Hay quienes creen que la Economía puede ser la solución. En la medida que los Estados intercambien intereses e inversiones en uno y otro lado de la frontera, una guerra sería como tener la mecha mojada; se impediría que la chispa se encienda. Otros, en cambio, entienden el problema exactamente al revés. Mientras la economía no sea reciproca y uno de los dos Estados prevalezca sobre el otro en capitales e inversiones, tarde o temprano, la defensa de estos intereses económicos necesitará de la política y -llegado el caso- de la fuerza.

Para evitar este descenlace traumático entre los Estados, el Ex Canciller Manuel Rodríguez Cuadros ha planteado una fórmula civilizada, humanista, que apela a un alto espíritu de convivencia pacífica, mediante el cual los Estados renuncian a dirimir por la fuerza sus conflictos.

En concreto, Manuel Rodríguez plantea que Perú y Chile firmen este tratado de renuncia a la amenaza y al uso de la fuerza, es decir al enfrentamiento armado, en sus relaciones bilaterales; comprometiéndose, además, a resolver todos sus conflictos y controversias surgidos en los ámbitos, político, militar económico y de otra índole, única y exclusivamente por los medios de solución pacífica que provee el Derecho Internacional.

“Un tratado de esta naturaleza dará paz y tranquilidad a todos y sería la mejor contribución a una relación bilateral estable, amistosa e integradora. La verdadera garantía de una relación del Siglo XXI”. La propuesta, de hacerse formalmente, y de ser rechazada por nuestro vecino, tiene un efecto inmediato: conocer de una buena vez por qué y para qué se viene armando Chile.

En los últimos cinco años, entre el 2003 y el 2007, Chile compró armas por un monto de 2 mil 283 millones de dólares. Es el primer país de América Latina en inversiones militares y el número 12 en compras de armas en el mundo. Las cifras pertenecen Instituto de Estudios Estratégicos de Estocolmo.

Entre el 2006 y el 2007, Chile ha comprado 10 aviones nuevos caza F-16 C de Estados Unidos, 18 aviones de combate F-16, 4 fragatas de segunda mano a Holanda y 3 al Reino Unido. En los próximos meses recibirá nuevas compras de armas efectuadas al Canadá, Francia, Israel, España y el Reino Unido.

Manuel Rodríguez sostiene que cuando un Estado se arma en tales proporciones “puede haber sólo una respuesta con tres componentes”:

1. Para afrontar sus hipótesis de guerra, que las tiene con legitimidad, como todo país del mundo. El tipo de armamento que adquiere, los F16 y las fragatas, por las características geográficas de los teatros de operaciones están pensados en la hipótesis de un conflicto con el Perú antes que con la Argentina , el otro vecino.

2. Ese nivel de poderío militar está dirigido a una capacidad disuasiva, que inhiba a sus vecinos de toda situación de tensión, protegiendo sus intereses políticos, estratégico y económicos.

3. Chile con estas adquisiciones, entre otros factores no militares, desea avanzar en el diseño de una política exterior que busca en el mediano plazo integrarse a la OCDE y tener algún tipo de asociación institucional con la OTAN, lo cual reforzaría aún más el desequilibro de poder con los países vecinos y con Sudamérica.

La propuesta es provocadora. Y dadas las circunstancias, debe partir de un razonable potenciamiento de las fuerzas armadas del Perú e incluir, iniciativas diplomáticas bilaterales o regionales.



1 comentario:

Nómadas dijo...

Querido colega,

Me tomo la libertad de escribirte porque tenemos una emergencia humanitaria. Sólo necesito que leas algo sobre Guinea Ecuatorial, único país del continente africano que habla españól (como tú) y que, tras informarte, pienses si hay alguna manera de echarnos una mano, de ayudarnos a superar el gran drama que padece nuestro pueblo. Estoy escribiendo a todos los colegas que conozco o que encuentro en el ciber espacio.

Te dejo la dirección de nuestro blog por si lo consideras interesante. Gracias, de antemano, por estar ahí y ser periodista.

http://geconfidencial.blogspot.com/