15 mayo, 2009

La insurgencia de las comunidades amazónicas

Las comunidades indígenas amazónicas se han declarado en insurgencia contra el gobierno del Presidente García. Tras más de mes de estar en paro y haber jaqueado importantes ciudades y centros de producción petrolera, el diálogo sostenido con la Presidencia del Consejo de Ministros se ha roto llevando al fracaso las negociaciones.

No parece haber punto de conciliación. Las comunidades nativas esperan la derogatoria de los decretos legislativos dados por el gobierno al amparo de las facultades legislativas otorgadas por el Congreso para cerrar el TLC con los Estados Unidos. El gobierno, por su parte, pretende aprobar los dispositivos.

De lo que se trata es de la manera en que se disponen extensas áreas de selva a concesionarios privados ansiosos de explotar hidrocarburos –petróleo y gas- y recursos forestales en general.

Los indígenas señalan que el Estado no puede enajenar sus tierras; tierras que sus ancestros ya habitaban, aún antes de la aparición del Estado.

En el fondo, son dos concepciones opuestas de entender el derecho de propiedad.

Este paro indígena y el llamado a insurrección es el fracaso de la política del Perro del Hortelano que el Presidente García impulsó para privatizar la Selva.

Las comunidades indígenas no han sido consultadas.

Todos recordamos agosto del año 2008, cuando las comunidades indígenas de la Amazonía se pusieron de pie para decir No a los Decretos Legislativos, 1015, 1073, 1064, 994, 1020, 1064,1081 y 1090.

Luego de una gran movilización el Congreso derogó dos de los dispositivos legales: el 1015 y 1073 que cambiaban el quórum para aprobar las decisiones comunales.

Las normas aprobadas por el gobierno coinciden con un acelerado proceso de concesiones mineras y petroleras en estos territorios. El objetivo escondido sería entregar estas tierras para bio-combustible.

¿Puede el Estado disponer de los recursos que el suelo o subsuelo amazónico tienen en su seno? Por supuesto. Lo que no puede hacer es ignorar los beneficios a que tienen derecho las comunidades indígenas que viven sobre el territorio.

La experiencia histórica no ha sido nunca favorable para el pueblo amazónico. Se explotó el caucho, el petróleo, el oro y nada cambió para ellos. La desconfianza está instalada en la memoria colectiva de su pueblo. Ni la amenaza de muerte parece disuadirlos. “Si quieren matarnos, entonces, nos matarán”, ha dicho el dirigente Alberto Pizango. Ojalá la sangre no llegue al río.

3 comentarios:

Luis Enrique Alvizuri dijo...

Señor Chávez:

1. Como sus propios artículos nos tran (“Las riquezas de los territorios perdidos”) hay una constante en la historia peruana: la clase dirigente que mira hacia su propio bolsillo a costa del país.

2. Y a pesar de todo lo ocurrido y de que la historia lo repite y lo señala (Basadre fue enfático en ello) este elite que nos gobierna desde hace siglos no ha cambiado su perspectiva. Sigue viendo al Perú como su chacra, como su fuente de riqueza mientras ve al extranjero como su hogar.

3. No es casual que la mayoría de la clase dominante peruana tenga pasaporte de los países de donde son sus ancestros (y el resto lo tiene de Estados Unidos). ¿Qué revela esto? Que existe un problema sicológico y social en este grupo dirigencial que consiste en sentirse ajenos al país, viéndose a sí mismos como seres nacidos circunstancialmente aquí, al igual que los hijos de los embajadores, y tratando de ese modo de argumentar que, en verdad, son nativos de los países desarrollados. Es, en el fondo, un problema de complejo de inferioridad.

4. Esto se agrava ante la observación simple de que la mayoría de los habitantes de nuestra nación son de otra raza, cholos en general, cosa que para ellos significa el viejo lastre de la división social y del prestigio. Consideran ofensivo ser considerados iguales a ellos, como pasa con los parias de la India. Y esto profundiza aún más la enajenación que sienten ante el Perú.

5. Por lo tanto no ven al país como su patria, como su nación, como su casa, como su hogar, sino como la fuente de su riqueza, el lugar de donde obtienen todo lo que necesitan (dinero, prestigio, poder, etc.), mientras que su lugar de residencia (y su verdadero “país sentimental”) es cualquiera de los desarrollados. Esta posición es lo que les permite despreciar algo que no consideran como realmente propio sino solo como suyo (la diferencia entre hogar y herramienta) y poder así hacer con éste lo que les da la gana.

6. De ahí que las pocas veces que han obtenido jugosas riquezas de “este país” las han considerado suyas, personales, para sus bolsillos y para ser gastadas en sus verdaderos intereses y no en aquello que consideran que no les atañe (la nación). Así se explica porqué la pista que va a “Eisha” y el mismo balneario sean un remanso excepcional con respecto al resto del país; porque ellos han preferido emplear la fortuna generada por los minerales de los últimos 20 años en su pequeño mundo, lo mismo que pasó con el guano, el salitre, el caucho, la harina de pescado y otras más.

7. Vender la selva, cómodamente sentados desde un sofá en Lima, con el argumento que “la selva es parte de la nación y yo soy quien la dirige, por lo tanto tengo el derecho de hacer con ella lo que me place” no es más que una salida legalista, una frase abogadil para la prensa, para la gente que se conforma con una razón bien dicha y nada más. Pero la vida real es más complicada que una buena frase o justificación. Analizando más el problema nos topamos con situaciones sumamente graves que la mentalidad enajenada de la aristocracia limeña no quiere ver ni entender.

8. El mundo está hoy en día muy preocupado por las condiciones ecológicas del planeta y es consciente que los principales responsables de ello son las transnacionales. Por eso cada vez les ponen más frenos y condiciones para su expansión y explotación. Sin embargo éstas encuentran en los gobiernos de los países subdesarrollados una salida, pues éstos tienen la suficiente desnacionalización como para negociar con ellos y saltarse así todas las disposiciones internacionales. No es casualidad que todo empresario que quiera invertir en el Perú tenga que pasar por Palacio de Gobierno. ¿Primero tienen que negociar con el capo de la mafia?

9. Entonces ahora se comprende el porqué del problema. El Congreso y el Tribunal Constitucional habían encarpetado las leyes que iban a ocasionar todo esto; pero el Ejecutivo, movido por sus ancestrales intereses de lucrar con el país, los sacó del tacho de basura y los impuso a la fuerza sí o sí. ¿Se sabía lo que iba a pasar? Pues claro que sí, como también se sabe en todos los otros casos. Pero la estrategia del gobierno es dejar que los conflictos lleguen y se agudicen para presentar a los desesperados (que no encuentran diálogo ni solución) como revoltosos subversivos que solo quieren el caos.

10. Esta es la situación a mi entender, amigo Chávez, y creo que si no se cambia en algo la forma de ver a la naturaleza, al ser humano, las grandes potencias arrasarán con todas las riquezas en busca de elementos que les sirvan para su dominio y control del planeta. A la larga verán que, en su loca carrera por ser los amos del Universo, no han hecho más que repetir lo mismo que ya nos cuenta la milenaria Biblia (que recoge mitos y leyendas más antiguas que la existencia del pueblo judío) y es que el gran pecado del ser humano fue querer convertirse en dios, en el creador de la existencia. Todos los avances de la ciencia actual no hacen más que confirmarlo: el hombre quiere ser Dios, y por eso mismo puede llegar su Torre de Babel o su Apocalipsis.

Muchas gracias.

Luis Enrique Alvizuri dijo...

LA SELVA Y LA CONQUISTA DEL MUNDO POR OCCIDENTE

1. En un momento en que la civilización occidental se mira y se evalúa para ver cuál es la magnitud del error que comete con el planeta, producto de su forma de entender a la naturaleza como objeto de estudio, las transnacionales se aprovechan de los gobiernos corruptos y mafiosos de los países subdesarrollados para hacer negocios con sus caciques y lograr que les den las leyes que les permitan apoderarse de sus riquezas y territorios.

2. Todos sabemos que la Tierra está plagada de materia de diverso tipo que, bien analizada y empleada, sirve para todo uso en la industria. Y aunque en muchos casos esa investigación trae ciertos provechos y beneficios, al hacer un balance final nos damos con la sorpresa que el dominio de naturaleza por el hombre (occidental) lleva finalmente a la destrucción de esa fuente de riquezas.

3. Porque en verdad no se trata solo de riqueza sino principalmente de poder. El Occidente ha acuñado una frase que dice: “Conocimiento es poder”, dando a entender que, canalizando las fuerzas de la materia, cierto grupo humano puede imponerse sobre el resto. Las pruebas de ello son contundentes, tanto que hoy vemos los resultados.

4. Todos los conflictos que hoy vive el mundo tienen un solo origen: la expansión y el apetito de las transnacionales por apoderarse de los recursos naturales. Por eso se entiende Irak, Afganistán, Somalia, Perú y un largo etcétera, en razón a que en todos estos países existen reservas comprobadas de todo tipo de minerales y de vegetación valiosísimas para la supervivencia de las grandes superpotencias.

5. Las invasiones se producen con los argumentos conocidos de “lucha contra el terror y contra los subversivos, para llevar la libertad y la democracia”; ello justifica enviar los ejércitos a esos lugares semi-abandonados donde solo habitan “indios salvajes”, quienes, por supuesto, “se oponen al desarrollo” debido a su ignorancia y a las perversas influencias de los Ben Laden y los guerrilleros tipo Sendero Luminoso.

6. Pero ni es Ben Laden ni es Sendero: son los pueblos de la Tierra que pagan el precio del hambre desenfrenado de poder de las grandes empresas, quienes se encuentran en una loca carrera por ver quién se apodera y patenta primero todo lo que encuentran a su paso (primero patentan, luego investigan).

7. El caso peruano es un ejemplo de ello. Los grandes poderes mundiales ya han decidido que la selva amazónica sea de su propiedad, por eso han forzado a sus gobiernos títeres como el de Alan García para que den leyes que favorecen la apropiación “legal” de millones de hectáreas de vegetación y minerales allí escondidos. Como era de esperarse, los grupos nativos que allí viven son los primeros en sufrir las consecuencias pues pierden territorio, derechos y autonomía.

8. Sin embargo el gobierno peruano sale a argumentar que “el territorio peruano no es de los que lo habitan sino del gobierno”, con lo cual justifica que, cómodamente, desde Palacio de Gobierno, se firme un documento que avale la vergüenza de entregarle a los extranjeros toda la riqueza. Con una frase muy publicitaria y efectista tratan de respaldar sus actos.

9. Pero no todos los peruanos somos tan simples en los análisis para caer en el juego. Se está entregando la cuenca del Amazonas a las transnacionales para que ellas eludan sus compromisos internacionales y, a futuro, terminen por considerar que esa riqueza es “patrimonio de la humanidad y no de un grupo de nativos ni de sus gobiernos corruptos”, usando la lógica tradicional de Occidente de irrogarse el derecho sobre algo por considerar que, quien lo tiene, no lo sabe usar.

10. Y como los peruanos “no sabemos usar los recursos que tenemos” entonces es mejor que la “comunidad internacional” se encargue de ellos pues ella sí sabe qué hacer. Y lo que van a hacer, ya lo sabemos, no es otra cosa que perpetuar el milenario concepto de explotar las riquezas de las colonias para beneficio de la metrópoli. ¿No ha sido acaso así desde hace siglos en el caso de Europa y ahora de Estados Unidos? Es obvio que de todo esto siempre se benefician un grupo de personas del lugar quienes, haciendo de serviles lacayos, se ponen felices a las órdenes de los poderosos extranjeros. La mayoría de éstos suelen tener pasaporte de otras nacionalidades y residen realmente fuera del país.

11. En conclusión, estamos ante una fase más de la expansión de la visión y el pensamiento occidental que, llevado por una filosofía moderna y científica que trata de entender al mundo y a la naturaleza a través de una razón instrumental que considera que el dominio sobre ella es el objetivo final del ser humano, creencia que lo va a llevar, de un modo u otro, a apropiarse de la Luna, de Marte, de Venus, del sistema solar y de las galaxias, pues según ello “es destino manifiesto del hombre la conquista del Universo” (teoría norteamericana del pueblo elegido para tener hegemonía sobre la Creación). Aquí, en este pensamiento típicamente occidental, es en donde reside el origen de todo lo que está ocurriendo, cosa que no veo cómo pueda detenerse a no ser que Occidente cambie radicalmente su forma de entender al mundo. (Pero para ello tendría que ocurrir una revolución interna y profunda, que no si sabemos si va a ocurrir o si realmente ellos la quisieran).

Muchas gracias.

Patricio Lynch Solo de Saldivar dijo...

KOSOVO Y BALCANIZACION, LO QUE VIENE PARA EL NEUVO ORDEN LATINOAMERICANO...LAS NACIONES COAUTIVAS EN PERU Y BOLIVIA SE LIBERAN!!