18 diciembre, 2006

El oscuro Sendero

Sendero ataca nuevamente. Una camioneta de la Policía Antidrogas fue emboscada y acribillida en el camino. Ocho muertos. Los peritos contaron más de 100 orificios de bala en el auto siniestrado. Es una demostración de fuerza de un grupo que política y militarmente fue derrotado, pero que todavía mantiene un grupo de hombres armados deambulando por la selva.

Estos hombres atacan no para conquistar el poder como ilusoriamente pensaron sus fundadores a inicios de los ochenta, sino para proteger una zona económica que vive gracias al narcotráfico. Son mercenarios a sueldo de los cocaleros y carteles.

Hace unas semanas, este grupo reapareció en televisión. A diferencia del pasado en que sus combatientes se mimetizaban con los campesinos, lucieron uniformes con logotipos impresos en el pecho que decían “PCP, Ejercito Guerrillero Popular”. Una pantomima, un show para la televisión. En ese reportaje mostraron armas de guerra modernas, algunas de largo alcance.

El hecho que se disfracen de guerrilleros y que ofrezcan conferencias de prensa para la televisión no quiere decir que no se les tome en serio. El ataque de ayer en La Mar, Ayacucho , así lo demuestra. La emboscada al grupo policial antidrogas y a trabajadores de la Empresa Nacional de la Coca, Enaco, indica quienes son ahora sus principales objetivos militares. Es una guerra contra el poder del narcotráfico.

El Estado debe eliminarlos sin contemplaciones. No valen aquí argucias como instaurar un diálogo político o incorporarlos a la vida política, como reclamaron los rezagos senderistas en el reportaje de televisión. Quien usa las armas para hablar debe esperar respuesta en el mismo lenguaje.

Sendero nació a inicios de los ochenta y usó la lucha armada como vía para fundar lo que llamo la “Nueva República”. Ese proyecto político fue derrotado en el campo y en la ciudad, cuando las comunidades se revelaron contra él y cuando las Fuerzas Armadas entendieron –y aplicaron- una de las leyes de guerra: ganarse a la población.

Fue una guerra dolorosa, con errores, excesos y con muertos inocentes, por cierto. De alguna u otra manera, todos hemos pagado sus consecuencias. Por eso mismo, no podemos permitir que resurja el terror como método de lucha.

Si antes Sendero emboscaba patrullas y remataba a sus víctimas con pedradas inmensas en la cabeza, hoy no se ahorra las balas para matar. Sendero podrá haber cambiado de táctica –ya no ataca poblados indiscriminadamente, ni causa apagones-, pero, en esencia, sigue siendo la misma maquinaria de guerra; disminuida numéricamente -se calcula unos 300 combatientes-, aunque mejor armada.

Más de 60 mil víctimas del terrorismo no dejan lugar a dudas. Los remanentes de Sendero Luminoso deben ser sofocados. El Estado no debe permitir -nunca más-, que retorne el oscuro sendero de la muerte.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Las opciones violentistas nunca son una salida. Si queremos vivir en paz tenemos que aceptar que hay peruanos que, equivocados o no, necesitan canales de expresiòn política.

Anónimo dijo...

La violencia nunca es una salida. Si realmente queremos paz debemos aceptarnos entre todos. Incluso a aquellos peruanos que están equivocados.

Anónimo dijo...

La violencia no conduce a una verdadera paz. La verdadera reconciliación debe darse con todos los peruanos, incluso aquellos que están equivocados.

Anónimo dijo...

Te me caiste Politikha. ¿Qué es eso de que "el Estado debe eliminarlos sin contemplaciones"? ¿Estás proponiendo acaso pena de muerte como Keiko y Alan García?... yo pensé que eras un demócrata auténtico.

Una lectora.

Anónimo dijo...

Este es el momento de acabar con esos miserables. Si no va a pasar lo mismo que le ocurrió a Belaunde, que por confundir insurrectos con abigeos se quedó cruzado de brazos.

Anónimo dijo...

Creo que no se me entendió lo que quise decir. Eso requiera un segundo post para diferenciar la violencia legal usada en combate de armas, frente a la aplicación de la pena de muerte que se quiere aplicar saltando tratados internacionales.

Anónimo dijo...

PENA DE MUERTE PARA LOS MALDITOS TERRORISTAS ASESINOS!!! EL 80% DEL PUEBLO LO DEMANDA DR. GARCIA! PENA DE MUERTE YA!!!

Politikha dijo...

Calma, marino. Piensa siempre en Miguel Grau y que su ejemplo te ilumine.