18 septiembre, 2007

Majaz y los intereses de Chile

Entre los fantasmas que el presidente García ve en el conflicto minero de Majaz, hay uno que conviene que aclare: Chile. Según denunció el Jefe del Estado “si alguna ONG se opone al desarrollo minero en el país es porque existen intereses de fuera que impulsan el estancamiento del Perú en dicho sector”.

- ¿A quién le conviene que el Perú no produzca 5 millones de toneladas de cobre, sino que nos quedemos con uno?- preguntó García.

- A Chile-, respondió de inmediato un periodista.

- Usted lo ha dicho-, retrucó el presidente. Y allí quedo el asunto.

No es la primera vez que se oyen argumentaciones como esta señalando un complot internacional que impide ejecutar obras de desarrollo importante en el Perú o en Bolivia.

Es conocido que muchas de las protestas mineras bolivianas reciben apoyo indirecto de empresas mineras chilenas. Incluso hay quienes afirman que es política del gobierno chileno trabajar con las comunidades aymaras buscando su unidad política como una forma de desmembrar el territorio occidental boliviano y el sureste peruano.

Pero escuchar a un Jefe del Estado esbozar la tesis de complot de un país fronterizo en territorio nacional es algo que no debiera pasar desapercibido. Excepto, claro, que sólo se trate de un juego distractivo del doctor García para lograr unidad en la disputa por introducir la actividad minera en las provincias de Ayabaca, Pacaipampa y Carmen de la Frontera en Piura.

La minería en Chile es la base del su despegue económico. Si bien en empleo apenas absorve el 1% de la demanda laboral sus aportes al fisco son cuantiosos. Chile representa el 35% de la producción mundial de cobre, liderando la posición de países exportadores de este mineral. Esto siginificó el año pasado exportaciones mineras por más de 38 mil millones de dólares.

El 2006, la actividad minera en Chile representó el 65% del total de las exportaciones de ese país, coincidiendo con un ciclo positivo de precios altos y aumento de la producción. Se calcula que la inversión minera extranjera en Chile en el perido 1974-2006 es de 21 mil millones de dólares; un tercio del total de inversiones extranjeras en el país.

No está demás destacar que las principales zonas chilenas ricas en minerales son los antiguos territorios de Perú y Bolivia perdidos en la Guerra del Pacífico. En Antofagasta, por ejemplo, el pasado 31 de agosto de este año, después de 92 años, se cerró el complejo minero de Chuquicamata.

Esta mina se abrió 30 años después de culminada la guerra trinacional. Y durante todo este tiempo ha rendido ingentes ingresos al país del sur. Un informe del diario El Mercurio señala que "Según la encuesta CASEN, Antofagasta redujo la pobreza desde 14,3% en 1987 a 3,2% en 2003 y tiene también el menor porcentaje de analfabetismo”

Está claro que Chile no sería hoy lo que es sin la minería. De ahí que esta actividad sea conocida en el país del sur como "El sueldo de Chile" o "la viga maestra de la economía". Lo que no tiene mucho sentido es que en el juego internacional por alcanzar el desarrollo de un país, se busque bloquear el desarrollo del vecino. ¿O sí? ¿Qué más sabe el presidente sobre este tema?



1 comentario:

Anónimo dijo...

Loa chilenos tienen 5 mil millones de dólares invertidos en el Perú. Y los peruanos hasta ahora sólo han invertido en pollerías en Santiago.
¿No crees que en realidad antes que ver el cuco en Chile deberíamos ver analizarnos nosotros>?