El precio de los alimentos, incluido como tema de debate en la Cumbre ALC-UE, pondrá a América Latina en un dilema: apoyar la generación de biocombustibles o no. Porque detrás de la crisis de alimentos que denuncia la FAO y el Banco Mundial, está la crisis energética, producto del alza del precio del petróleo.
La sustitución del combustible fósil por bio-combustibles ha generado que las tierras que antes se dedicaban al cultivo de maíz o soja para la industria alimentaria se orienten ahora para la producción de etanol.
Cada país tiene y defiende sus intereses en este tema lo que, obviamente, genera puntos de encuentro y distanciamientos que con seguridad se expondrán en la reunión interregional que empieza pasado mañana en Lima.
Cómo serán las cosas que en bio-combustibles Lula es aliado de Bush y contrario a Fidel Castro. Chávez denuncia al imperialismo por usar alimentos para llenar los tanques de los carros de los ricos; mientras que Lula señala que es un mito que el etanol impacte sobre el hambre de los pueblos. Todo lo contrario, afirma, los campesinos pobres que no tenían alternativa de tener cultivos rentables ahora puede sembrar caña de azúcar para producir etanol.
El Perú, por lo pronto, ya adelantó su opinión negativa al respecto: “Necesitamos volver los ojos a la producción de alimentos y dejar de lado o graduar este cambio de uso de tierras hacia el etanol, que está haciendo mucho daño mundial. Al querer cambiar petróleo por etanol hemos entrado a una trampa que resulta peor”, ha dicho recientemente el Presidente García.
Se calcula que la producción mundial de biodiesel y bioetanol fue de 47,4 millones de toneladas el 2007, de los cuales, 39,5 millones de toneladas fueron etanol. Estados Unidos es el primer productor con 19,5 millones de toneladas, le sigue Brasil con 14,9 millones de toneladas, la Unión Europea con 1,8millones de toneladas y China con 1,27 millones de toneladas.
En cuanto a biodiesel, la producción total registrada el 2007 fue de 7,9 millones de toneladas. El principal productor es Alemania con 2 millones de toneladas, Estados Unidos con 1,2 millones, Francia con 1,15 millones e Italia con 550.000 toneladas.
Estados Unidos y Brasil representan un 70 por ciento de la producción mundial de etanol y desde marzo del 2007 tiene un acuerdo conjunto para investigación y comercialización del sustituto del petróleo.
Corresponde ahora al resto de América Latina participar de este debate y definir si se pliega a la política del Brasil y Estados Unidos de impulsar los biocombustibles o de preservar sus tierras para sembrar para comer como plantean Castro y Chávez.
Fidel Castro
Luiz Inacio Lula
etanol
13 mayo, 2008
ALC-UE: Alimentos biocombustible o biocomestible
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