21 mayo, 2008

El poder de los superdelegados

En el país de Superman y de los Superamigos, los Superdelegados decidirán quien será en candidato demócrata que enfrente al republicano McCain. Con su triunfo en Oregon, Obama ya consiguió la mitad más uno de los delegados disputados en las primarias del Partido Demócrata, pero esto no le alcanza para asegurar la nominación.

En su camino se interponen básicamente dos cosas: la terquedad de Hillary Clinton que no arría banderas y la pelea en corto que le espera para ganar también el voto de los 795 “Superdelegados”, altos dirigentes del partido que tienen la potestad de definir, finalmente, quién será su representante.

A nivel nacional, los demócratas eligen en elecciones primarias a 3.253 delegados. Si a ellos les sumamos los 795 Superdelegados, en total tenemos 4.048 votos, de los que el ganador debe obtener 2.025.
Faltando aún definir Puerto Rico, Dakota del Sur y Montana, Obama ha conseguido 1.627, es decir la mitad más uno de los delegados electos.

En la pelea de fondo –el voto de los Superdelegados- Obama ha conseguido hasta el momento (las 18:40 Hrs. de hoy) 306 votos versus 279 obtenidos por Clinton, según el conteo de RealClearPolitics.com –verdadero reloj político que va marcando minuto a minuto la votación de los candidatos norteamericanos.

Hillary no sólo se resiste a admitir su derrota, sino que sigue en campaña apelando a todos sus recursos, incluyendo el reclamo de los votos de Florida y Michigan –donde ella ganó-, pero cuyos resultados no se han contabilizado en castigo a que se realizaron las elecciones en fechas no autorizadas por el Partido Demócrata.

Mario Vargas Llosa explicaba el domingo pasado la virulencia que había empezado a tomar el último tramo de la campaña contra Obama; con una Hillary que se reclamaba como la candidata “que preferían los electores de la América Blanca”. Eran quizás manotazos de ahogado ante la realidad de las cifras.

Obama, en cambio, conocidos los números, enfrentó el misil de la Clinton con una rosa: "jamás dejó de luchar por el pueblo norteamericano", le dijo anoche. "(Ella)Ha destrozado mitos, quebrado barreras y cambiado el país en el que mis hijas y las hijas de ustedes crecerán".

Sobre su inminente triunfo, sólo precisó: "Esta noche hemos logrado la mayoría de los delegados elegidos, lo que nos coloca al borde de la candidatura presidencial". Al borde, a un paso. Lo que le resta no es poco: seguir sumando el voto de los Superdelegados.




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