No hay consenso entre los técnicos más destacados del país respecto a la seriedad del cálculo de la reducción de la pobreza. Nadie conoce la metodología utilizada. Como hoy, hace un año, Farik Matuk –exiliado político en Irak– escribió: “El día de hoy el diario Gestión, informa que el INEI tendrá las nuevas cifras de pobreza para Setiembre, previamente la agencia Andina el 7 de Junio informó que las cifras de pobreza estarían listas para Julio, e inicialmente el diario El Comercio el 26 de Febrero comunicó que las cifras de pobreza estarían para Marzo”.
Desde entonces, las cifras oficiales se manejaban envueltas en una aureola de misterio. El primer cambio metodológico lo hizo el presidente García en su Mensaje a la Nación en julio del 2006. En lugar de seguir con la medición de evolución de la pobreza por gasto (hogares que gastan menos de lo necesario para vivir), García presentó presentar la pobreza por Necesidades Básicas Insatisfechas (calidad de vivienda, servicios públicos, acceso a educación, y hacinamiento en el hogar).
Según Matuk, el INEI postergaba los resultados de pobreza por gasto correspondientes a 2005 y 2006, y además ocultaba las bases de datos que permiten un cálculo independiente de la pobreza por analistas, universidades u ONGs. “Esta postergación sistemática es ya sospechosa porque no solo muestra impericia, sino tambien malevolencia al impedir el acceso a la información”.
Hoy la reducción de la pobreza en más de cinco puntos porcentuales en un año suena como a proponer que el Perú realice las olimpiadas el 2016. Angustiado por lo que viene ocurriendo Matuk me acaba de escribir: “Como parte de la manipulación informativa, el Premier adjudica el 39.3% de pobreza del 2007 como un resultado del segundo año de gobierno, lo cual explica porque el año pasado se afirmó que la pobreza el 2006 era 44.5%, y que el 2005 había sido 48.7%”.
“De esta manera, en dos años de gobierno que insólitamente empiezan en 2005 la pobreza se redujo diez puntos, lo cual es un resultado absolutamente inversosimil. Pero permiten entender porque la cifra previa de pobreza de 48% para 2006 fue revisada cuatro puntos hacia abajo el año pasado”.
“El hecho fundamental es que las "rutinas de programación" del 2006 y del 2007 son secretas, y por ello no existe manera independiente de verificar los resultados de pobreza publicados el año pasado y el presente, siendo lo único disponible la honorabilidad de los notables convocados por el INEI”.
Si no tenemos cifras reales sobre los avances en materia de lucha contra la pobreza, se genera desconfianza en los inversionistas privados. El propio Estado no podría planificar el desarrollo y la aplicación de políticas públicas en los lugares que más lo necesitan. Y, lo que es peor, podríamos estar alimentando falsas expectativas de mejoramiento en la población que no se condicen con la realidad y que pueden revertir en la agudización de los conflictos sociales.
¿Qué hacer? Formar una comisión técnica del más alto nivel, con especialistas de las universidades públicas y privadas del país (y si es encesario con asesoramiento externo) para que se revise la metodología del INEI. La pobreza no se puede revertir en el papel. Tiene que verse objetivamente en los bolsillos de la gente.
27 mayo, 2008
Urgente revisar cifras de pobreza en el Perú
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