13 noviembre, 2006

Democracia y participación electoral

La democracia como sistema encierra una contradicción de origen que las elecciones regionales y municipales del próximo domingo confirmarán: los grupos independientes se impondrán mayoritariamente, en detrimento de los partidos políticos.

La teoría política precisa que no existe democracia sin partidos políticos, pero la práctica política nos dice que los partidos vienen perdiendo la partida a la hora de la verdad. ¿Por qué?

No basta decir que las elecciones municipales no son del todo políticas ya que el votante busca al “buen vecino”, antes que al cuadro partidario. Toda elección es política, en el sentido amplio del término, es decir, relativa al ámbito público y representativo.

Los independientes organizados lo hacen para tentar la administración del Estado, la Res Pública , como la definió Aristóteles. Se organizan como club electoral como lo hace un partido político. Compiten por una cuota de poder.

El problema es la casi nula vida política organizada que practican los ciudadanos. En su gran mayoría, la gente no participa en instituciones políticas. Los partidos se dejan llevar por esta parálisis -casi anomia institucional-, y no hacen nada por atraer feligreses.

Los partidos son hoy cascarones vacíos, debilitados, viejas maquinarias cuya estructura se inspira en las organizaciones de masas de inicios del siglo pasado. Al problema de los partidos como estructura y organización interna, debemos sumar la falta de legitimidad de estas estructuras frente a la ciudadanía. La gente no cree en los partidos políticos.

Se pensó que la ley de partidos podía mejorar esta situación, aunque lo único que ha conseguido es que la valla electoral disminuya el fraccionamiento de la representación nacional en el Congreso. Pero no se ha avanzado nada en la recuperación de la democracia, quizás porque este tema esté relacionado más a la gestión de gobierno de los partidos que a la vida interna de los mismos.

Esa es la explicación de la debacle que se le viene al partido de gobierno. El rechazo que recibirá el domingo en las urnas será un castigo a los pésimos gobiernos regionales y locales que ha regentado. Son estas malas experiencias de gestión las que impactan directamente en la población y generan desconfianza en las posibilidades de desarrollo que brinda la democracia.

Un informe del PNUD del 2004 encontró que más de la mitad de los encuestados en Latinoamérica estaban dispuestos a sacrificar un gobierno democrático en aras de un progreso real socioeconómico, apostando a alguna forma de gobierno autoritario. Las encuestas periódicas de la Universidad de Lima, señalan que entre 70% y 90% de la gente desconfía o no cree en los partidos políticos.

Los partidos se debilitan y al mismo tiempo la gente no participa en estas organizaciones. Es un círculo vicioso que nadie hasta ahora ha logrado romper en ninguna parte. Desde este punto de vista, los independientes organizados no son más que malas copias de los partidos políticos. Fraccionan el electorado y una vez conquistado el objetivo del voto dejan de lado a sus votantes.

La democracia no se robustecerá con una “refundación” de los partidos cada cinco años, vía la elección de movimientos independientes. Es la consolidación de estructuras en el tiempo, las que necesita la democracia para consolidarse como sistema. Hay dos ejemplos que pueden seguir los partidos para ese fin: uno es el ímpetu que ponen las iglesias evangélicas para arrebatar masas a la iglesia católica; otra, es la capacidad de adaptación que tienen las pymes a nuevos y cambiantes escenarios. El partido debe inspirar una nueva fe -sin Mesías ni Elegidos-, sino con doctrina clara y realista para enrumbar la Nación , y al mismo tiempo, tener la capacidad de adaptabilidad de las pymes para hacer tanto con tan poco, esto es, afrontar con disciplina e inteligencia los desafíos de la dura realidad.

2 comentarios:

Sarita Colonia dijo...

Rescato una frase de tu texto: "La gente no cree en los partidos políticos". Ilústrame con tu sapiencia y dime querido Politikha, ¿ en que creemos los peruanos?.

En lo único que todas las encuestadoras coinciden es que confiamos en muy poco. Los peruanos no creemos en el congreso, ni en el poder judicial y tampoco nos fiamos de nuestros policías. No creemos en nuestros políticos y mucho menos en nuestras autoridades. Ahora hasta las ONGs están mal vistas. Me pregunto, los peruanos ¿creemos en Dios?

¿Como reconstruir a una sociedad totalmente resquebrajada por la desconfianza que se traduce en una falta absoluta del respeto a la autoridad, a las leyes y a los principios básicos de la convivencia?

Fortalecer la democracia y los partidos políticos en una crisis como la que vivimos, me parece complicado. La atomización de candidatos en estas elecciones es una prueba de que la ley de partidos políticos es un desastre.

También quiero decirte que te leo siempre pero cuento con poco tiempo para escribir. Te felicito por el Blog.

Sarita.

Politikha dijo...

Estimada Sarita:

Aün en medio del pesimismo y de la crisis de valores que pasamos, sigo apostando por un ejercicio político que reúna a los mejores hombres y mujeres de una sociedad. En el lanzamiento de este blog, el 14 de octubre "Nace Politikha" hay unas líneas al respecto.

Al día siguiente, me parece hice un comentario sobre lo que preguntas. En quién creen los peruanos. Según una encuesta de Apoyo, mayoritariamente (93%) creen en los bomberos. Es sintomático, no crees? Dónde están los curas, los médicos? La gente cree en instituciones -y personas-que generan resultados. Que se esfuerzan. Que dan el ejemplo.
Creen en Dios? Por supuesto, aunque la especie humana no se haya puesto de acuerdo en todo con EL, todos los caminos al final conducen a su encuentro. Creo yo.

Tienes razón. La fragmentación es la principal traba que tenemos para avanzar en la construcción de una sociedad más justa, competitiva y solidaria.
Me motivas a escribir al respecto, y espero hacerlo luego de las elecciones del domingo.

Gracias por leer estas breves líneas. Me gustaría saber cómo llegaste al blog. Si puedes -aunque me dices que no tienes mucho tiempo- escríbeme al correo:
politikha21@yahoo.es.

Hasta pronto.