06 noviembre, 2006

Fotografía: 100 días del Gobierno

Muchos balances políticos se han hecho esta semana sobre los primeros 100 días del gobierno aprista. Para no aburrirlos, pero sin desentendernos del tema, abordamos el análisis desde una perspectiva distinta, inspirada en lo mejor que ha hecho esta segunda administración: actuar para las cámaras.

Foto 1: El Gobierno

Más que el gobierno, el que más aparece en la foto es el Presidente Alan García. Buscando el flash y acomodando su mejor perfil, sonríe apenas escucha ¡click!. Posero y mediático como ninguno, no se planta frente a la cámara si no pasa antes por el baño y se mira en el espejo. Cada sesión de fotos resulta interminable en busca de la pose perfecta. Sus ministros, en cambio, se pelean para no opacar al fotogénico presidente, y si bien al comienzo salieron en busca de un espacio, algunos parecen desdibujarse con rapidez. Los más serios son los uniformados. Aparecen con sus caras de palo y no se ríen ni siquiera cuando el fotógrafo les dice ¡Whisky! o ¡Mira el pajarito!

Foto 2: La Oposición

Casi ni aparece en la foto. Tardona, sin reflejos, totalmente desubicada y desaliñada luce su peor cara, mientras su sonrisa forzada le da el aspecto de imbécil. Los representantes del Congreso ni siquiera han logrado una toma de conjunto y cada uno presenta sin haber leído bien las instrucciones una fotografía carné en blanco y negro. Los que lucen las camisetas partidarias, en cambio, y que eran los llamados a darle color a la foto se han colocado de espaldas a la cámara: están allí pero es como si no estuvieran. No existen. La fila de sentados que le correspondía a los actores provincianos está vacía. Los muy zonzos se han echado, preocupados por su campaña a la reelección. La señora de la sonrisa ancha y torcida ha preferido irse a la peluquería y parece que le ha agarrado el gusto a su silla de rectora. El bravucón de polo colorado casi arruina la foto porque quiso pegarle al fotógrafo al no entender la frase “no se mueva porque le disparo”. El ex presidente ni siquiera está en la foto. Se fue a Estados Unidos y dice que enviará su picture por Internet. Un desastre esta oposición.
Foto 3: La Prensa
En medio de tanta tecnología, en lugar de usar una cámara digital, ha ido a la sesión con una cámara de fuelle y obturador manual del Parque Universitario. Le cuesta enfocar el objetivo y a veces actúa como si no tuviera uno. Ya no usa revelador, porque no revela nada. Al contrario se mete al cuarto oscuro y, claro, como está oscuro, no ve nada y no publica nada. Así fue con el tema del sexto hijo del Presidente Alan García. Hace dos semanas que Pilar Nores está con una depre terrible -que no debiera tenerla luego de la exitosa teletón por “Sembrando”-, y la prensa, no dice nada, bien cuñau, sigamos hablando de la pena de muerte.

Foto 4: El Pueblo

Está de relleno en la foto. Por ahora. Espera con paciencia que los de adelante se peleen por salir en la toma, mientras aguarda el momento oportuno para presionar y tomar una foto con una cámara de por lo menos 7.5 megapixels. Hoy no está nítido, pero no es desenfoque, eso sólo un espejismo producto de la profundidad de foco del lente. Algunos confundidos creen que para ganar profundidad de imagen hay que abrir el obturador. Al contrario, hay que cerrarlo. Y eso significa tener claras las cosas y no dejarse seducir por el fotógrafo que para obtener un mejor precio por una buena foto le da un chupete al niño. Por ahora la foto del pueblo es una foto carné y en algunos momentos ha llegado a tamaño pasaporte. Pero si quiere hacerse notar y ser protagonista debe adquirir la dimensión de una gigantografía.

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