31 julio, 2007

Estado peruano: molusco primitivo

Acertadísimo Julio Cotler al usar esta figura de un cefalópodo para definir y comparar la estructura primitiva del Estado peruano. Una estructura simple, rudimentaria, sin mayor complejidad en su tejido funcional. Ayudado por Rosa María Palacios, Cotler se imaginó al Perú como un molusco primitivo irrigado por un débil sistema venoso, compuesto en este caso por carreteras.

Los estados desarrollados, en cambio, construyen poderosos y densos sistemas viales, ferroviarios y fluviales que integran pueblos, mercados y personas. Verdaderos entramados que soportan a manera de esqueletos y sistemas sanguíneos y nerviosos, la estructura sobre la que se desarrollan los pueblos.

El Perú está desintegrado, quiso decir Cotler, aislado, con un extenso y agreste territorio que torna difícil cualquier programa de alivio de la pobreza. Tenemos lugares de acceso tan complicado que se requieren grandes inversiones y nuevas tecnologías para integrar esas zonas y volverlas competitivas, viables.

Las primeras carreteras privilegiaron la unión longitudinal del país a través de la costa. Fue el caso de las Panamericanana Norte y Sur. De allí se proyectaron carreteras transversales que se extendieron a través de los valles hacia los puertos. Durante años, la sierra y la selva quedaron desligadas, desintegradas.

Fernando Belaúnde tuvo el pionero sueño de unir a los pueblos del oriente a través de la Marginal de la Selva. Alan García con el desastre económico de su primer gobierno destruyó las carreteras del país dejándolas en estado calamitoso. Fujimori las reconstruyó en la década del 90. Alejandro Toledo proyectó e inició la unión transversal de 10 departamentos de la sierra sur, con la Interoceánica del Sur, al tiempo que ejecutó la unión del oriente con la costa a través de la Interoceánica del Norte. Hoy el Perú tiene poco más de 78.000 km. de carreteras, poco para un país que ocupa el tercer lugar en extensión en América del Sur.

Pero las carreteras es sólo el aspecto físico de la desintegración del Estado. El otro problema que permite ver al Estado peruano como un molusco primitivo es la falta de instituciones, la debilidad del tejido social. La gente no cree en el Congreso, el Poder Judicial, la Presidencia de la República, los partidos políticos, los gobiernos regionales. No cree, en suma, que la democracia le resuelva los problemas acuciantes que tiene.

En estas circunstancias, es preocupante la manera en que el gobierno viene encarando el proceso de descentralización. En lugar de fortalecer el proceso, mejorando gradualmente las capacidades de las regiones, el gobierno prefirió desaparecer el CND, y ahora se deshace apuradamente de sus responsabilidades, arrimándoselas a los gobiernos regionales.

No están claras las cifras de transferencia de recursos del gobierno central a los gobiernos regionales dadas por el Presidente García en su mensaje. Al parecer, la mayor parte es para pagar planillas y no para obras de inversión. Habrá que esperar el debate en el Congreso para conocer la real dimensión de esta política de delegar responsabilidades que -como teme Cotler-, podría, más bien, agravar un problema histórico.

Repartiendo dinero -a tontas y a locas-, sin tener en cuenta las capacidades locales, no ayudaremos a nutrir y desarrollar armónicamente al molusco primitivo.



30 julio, 2007

Después del mensaje presidencial

Con el paso de los días se empieza a decantar lo que nos dejó el mensaje del presidente Alan García. Ha continuación una primera lista de lo asentado en el fondo del plato:

- El doctor García ha explicado lo que quiere hacer de aquí al 2011, pero no ha explicado cómo piensa lograrlo. También existe la sensación de que las vallas autoimpuestas por el gobierno son muy altas, no realistas, sino triunfalistas.

- Los economistas dudan de que se puedan alcanzar las metas propuestas al 2011, principalmente, la reducción de la pobreza a 30%.

- Para reducir la pobreza a 30% el 2011 habría que disminuirla 3 puntos porcentuales cada año; algo que América Latina no ha logrado aún. La tasa de reducción en esta región es de 1.5 puntos porcentuales por año.

- El gobierno ha buscado cargarle a los gobiernos regionales y locales la responsabilidad de atender las demandas sociales. Y les ofrece el espacio del Congreso no con ánimo democrático, sino para ganar tiempo.

- La tregua política planteada ha sido aceptada a medias. Los gobiernos regionales han dicho sí, pero eso no incluye a los beligerantes frentes de defensa, ni a gremios en conficto, como el de salud, que ya dijo no.

- El pacto social de empresarios y trabajadores para aumentar el salario mínimo vital es una redundancia. Ya existe el Consejo Nacional del Trabajo que reúne una mesa tripartida: gobierno-empresarios-trabajadores.

- El gobierno ha dejado de lado una de las experiencias más exitosas de concertación que se tuvo en democracia; el Acuerdo Nacional.

- La mayor parte de logros alcanzados en estos primeros 365 días se deben a la inercia económica heredada del gobierno anterior.

- Es más, el gobierno no ha podido presentar proyectos nuevos, tangibles, medibles. “Crecer” es un enfoque administrativo. Los demás ya existían, caso “Mi Vivienda”, “Techo Propio”, “Agua para todos”, “Juntos”, "Sistema Integral de Salud, SIS" y “A trabajar Urbano”, éste último rebautizado –sin éxito- como “Construyendo Perú”.

- El mensaje a la Nación es una rendición de cuentas del primer mandatario al pueblo a través de su representación legislativa. Es un mandato constitucional. Lo que hizo García fue patear esta responsabilidad hacia adelante. El discurso parecía uno de inicio de mandato y no de uno que ya cumplió su primer año.

- Entre las ausencias más notorias del mensaje están la afonía total sobre lucha contra la corrupción, reforma del Estado, para no hablar de la extradición de Fujimori. Tampoco dijo nada sobre su proyecto bandera, “Sierra exportadora”.

- En lo que sí hubo consenso es en que se trató de un discurso largo, que se perdió en detalles y cifras de escritorio, aburrido. Como dirían las abuelas, demasiado caldo y poco sustento.



28 julio, 2007

Mensaje Presidencial: más verbo que acción

Alan no puede con su genio, ni con su verbo. Empezó bien su discurso, pidió disculpas a los maestros, planteó la visión del Perú al 2011 y terminó en una lista de lavandería sumando cada obra que ha inaugurado siguiendo la inercia del gobierno anterior, al cual no tuvo ni el gesto, ni la dignidad, de reconocer.

Tal pareciera que el despegue económico, el nuevo enfoque de la lucha contra la pobreza y la descentralización política y administrativa empezaron en julio del 2006, y no en el quinquenio anterior.

García no se animó a reconocer que el acierto de esta segunda experiencia de gobierno –además de haber tirado al tacho los experimentos económicos de su primera gestión– es haber mantenido los ejes principales del manejo económico responsable que le permiten ahora encarar una segunda etapa de distribución más justa y equitativa.

En esa línea, es loable plantearse reducir la pobreza a 30%, eliminar el analfabetismo, disminuir la desnutrición crónica a menos de 16%, construir 250 mil viviendas, tener más agua, más electricidad, mantener una inflación en 2%, reducir la deuda externa en 13% y aumentar las divisas a 30 mil millones.

Pero nada de esto puede lograrse si antes no salíamos de la recesión que dejó Fujimori a fines del 2000 cuando perdió el ritmo de crecimiento logrado del 90 al 95 y desbarrancó al país por la senda del autoritarismo y la corrupción.

La física enseña que es más difícil mover un carro parado que mantener o aumentar la velocidad de otro en movimiento. La ciencia económica, igualmente, reconoce que salir de recesión requiere un esfuerzo mayor que mantener o aumentar el crecimiento. La política, en este caso, no tiene por qué ser la ciencia del disfraz.

García ha logrado vendernos la idea que hoy por hoy los gobiernos regionales y locales tienen, en conjunto, más dinero para obras que el gobierno central. Con ello, lo que en verdad nos quiere decir, es que la responsabilidad política debe también ser compartida.

Si los gobiernos regionales y locales manejan tres veces más recursos que el gobierno central ¿por qué entonces las iras sanctas de los pueblos se dirigen con furia al Ejecutivo?, parece proponer el jefe del Estado.

Se vienen tiempos movidos para los gobiernos regionales y locales. Bien sabemos que no existen cuadros técnicos en las provincias que se encarguen de desarrollar proyectos, por lo que si éstos siguen demorando, sus autoridades sentirán en carne propia la impaciencia popular.

En este aspecto, García ha logrado desviar el foco de la protesta hacia los niveles inferiores inmediatos del Estado.

Queda mucho más por analizar del discurso. Un mensaje que no se alejó de lo que señalábamos en el post anterior: más pensado en el verbo que en la acción.



27 julio, 2007

Palabras de mortal

A pocas horas de iniciar su mensaje a la Nación, estoy convencido que el principal problema de Alan García, como político, es creer que tiene un papel en la Historia.

Se alucina una especie de profeta, elegido, o predestinado, que ha sido designado por los dioses para cumplir un rol en la tierra.

Desde ese olimpo de la vanidad, desenvuelve su soberbia con asombrosa verborrea y teatralidad.

Levanta la mirada por encima del hombro, yergue cuello y mentón, doblando ligeramente la cabeza hacia un costado.

En ese trance, camina como si tuviera siempre una alfombra roja a sus pies.

Un hombre así no trabaja en equipo. Busca el protagonismo personal, apostando por el todo o nada. No escucha consejos. Se encierra a solas. Arma compartimentos estancos.

En esas condiciones, el presidente García alista su mensaje al país.

¿Cómo no hacerle comprender que es momento de dejar la soberbia?, ¿cómo no recordarle su condición de mortal?, ¿cómo no pedirle que concerte y no enfrente?, ¿cómo no exigirle tranquilidad y no encono?

He aquí algunas sugerencias:

- Que deje de pensar en las cámaras de televisión y en los fotógrafos.
- Que no confunda comunicación para el pueblo con noticias para los medios.
- Que no asuma como triunfo propio el crecimiento económico heredado.
- Que no crea que nos hemos olvidado que se opuso y que trabó el TLC.
- Que no piense que creemos en su disfrazada austeridad.
- Que pida disculpas por el trato vejatorio que dio a profesores.
- Que no piense que autoridad es cárceles y represión.
- Que no caiga en la tentación de perpetuarse en el poder.
- Que no repita el error de dilapidar las reservas internacionales netas.
- Que cese su obstinada persecución contra su antecesor.
- Que no descuide la defensa de nuestra integridad territorial y marítima.
- Que no pretenda integrar Camisea al anillo energético sudamericano.
- Que no mienta al decir que ahorramos 11 millones en los patrulleros chinos.
- Que no presente la elección de Machu Picchu como uno de sus logros.
- Que no nos diga que esperemos otro año más para ver resultados.
- Que no trate de comprar medios de comunicación con publicidad oficial.
- Que asegure que su gobierno se preocupará por extraditar a Fujimori.
- Que no busque descabezar presidentes regionales respondones.
- Que guarde pan para mayo.
- Pero, principalmente, que deje pensar que pasará a la Historia.
- Que asuma que lo elegimos para gobernar por 5 años. Y ni un minuto más.



26 julio, 2007

Ganó el Aprofujimorismo

Con 66 votos contra 49 votos se impuso, finalmente, la impresentable lista oficialista conformada por el Apra, los fujimoristas y la escoria de neotránsfugas con Aldo Estrada y Torres Caro como nuevos exponentes. Una lista que suma la vergüenza y, habría que ver, quizás, hasta la impunidad.

El país recordará cómo hubo quienes se rasgaron las vestiduras por un acercamiento entre el humalismo y las fuerzas de oposición, llamándola “alianza contra-natura” y, en cambio, nada dijeron de la trenza aprofujimorista, presentada casi en olor a rosas.

Vendrá ahora la larga lista de compromisos asumidos por el gobierno para cumplir la repartija. Los apristas devolverán el favor a los fujimoristas manteniendo y hasta ampliando su cuota de poder en las comisiones. Los upepistas buscarán las migajas que les deje el uso de Aldo Estrada, el congresista que perdió un partido por sentarse en la Mesa Directiva.

El inicio de segundo año del gobierno aprofujimorista deja también la lección del todo vale en el Congreso. Ha quedado al desnudo la práctica desprovista de ética de nuestra clase política. Nunca antes como ahora para ver en unos cuantos días la práctica del toma y daca, la repartija y el dame que te doy.

Una evidencia más del país desmemoriado que somos.

El Presidente García ya tiene el marco adecuado para su mensaje a la Nación, con una Mesa Directiva conformada a su medida.

Corresponde ahora recoger la enseñanza que dejan las movilizaciones del interior del país: corrientes sociales inorgánicas, sin representantes ni líderes, que se manifiestan al margen de los partidos políticos.

Quizás estamos asistiendo al germen de un nuevo tipo de representación política en el que se reivindica la raíz cultural antes que la coincidencia ideológica. Así tenemos la “Marcha de los Waris”, con una nueva forma de reclamo –pacífico, festivo- antes que la población ayacuchana movilizada y encrispada por los partidos.

Es un nuevo tipo de confrontación donde no cabe la violencia, sino el trato directo con las autoridades nacionales.

El trabajo para la oposición, en este caso, excede el espacio del Congreso. Más aún si éste es una caja cerrada donde los presidentes regionales y los movimientos sociales y gremiales no tienen espacio.

Marchas como la de los ayacuchanos borran el pequeño espacio que les queda a los congresistas. Y quizás, hasta cierto punto, sea mejor, porque habría que preguntar si la Mesa Directiva elegida hoy con apristas, fujimoristas y tránsfugas, representa el mandato de las ánforas o el humor nacional de estos tiempos.



24 julio, 2007

La venganza de Lourdes

Todavía es posible escuchar a gente que actuó como miembro de mesa en las elecciones del 2006 afirmar –convencidos- que Lourdes Flores perdió en la mesa su pase a la segunda vuelta.

Fueron momentos tensos los que se vivieron por entonces.

Humala había ganado la primera vuelta y esperaba la definición entre Alan y Lourdes.

A medida que avanzaba el conteo y se cotejaba los resultados del interior del país, Lourdes perdió viada hasta que Alan -confiado en disputar la presidencia con Humala-, la pasó.

Al final, la diferencia entre ambos fue de apenas 0,53%. Alan obtuvo 24,33% de los votos y Lourdes 23,80%. Los memoriosos y los maldicientes de siempre, aseguran que el APRA ganó por la maña de sus personeros en mesa.

Lourdes se deprimió mucho. Dejó por un tiempo de ir a la peluquería. Se refugió en la Universidad. Hasta que, poco a poco, salió de su encierro, sonrió, volvió a la peluquería y regresó a hacer política.

Por estos días, por lo que cuenta Jorge Del Castillo, la hemos tenido rumiando y tramando, al fin, su venganza: derrotar al Apra.

Según el premier, Lourdes, Alan y él se reunieron en Palacio de Gobierno el viernes 13 de julio. El lunes 16 volvieron a reunirse, aunque sin Alan.

En ambas reuniones, Lourdes propuso a Javier Bedoya como presidente del Congreso y una agenda legislativa. El Apra no objetó la agenda, pero sí el candidato pepecista.

El gobierno insistió en su candidato, Luis Gonzales Posada, y replanteó su propuesta al ofrecer un cupo para Raúl Castro Stagnaro en la Mesa Directiva.

Lourdes reacomodó, entonces, las piezas. No dijo ni sí ni no.

Dejó pensar al Apra que podría aceptar que Castro acompañe a Gonzales Posada. Pero, al mismo tiempo, empezó a trabajar la alianza con el humanismo para llevar a Javier Bedoya a la presidencia del Congreso y, también, para vengarse de Alan y ganarle a su candidato.

Ayer por la noche, Lourdes fue al Congreso y ratificó su deseo de apoyar a Bedoya. Al retirarse saludó la decisión de Alan de trabajar con cualquier candidato que resulte electo. Sonrió con amplitud. Alan buscaba curarse en salud.

A estas alturas se espera la decisión de UPP. Vega Antonio sigue pensando en la primera vicepresidencia al lado de Bedoya. Estrada Choque piensa lo mismo al lado de Gonzales Posada. Decidirán a boca de urna.

La votación del jueves dirá si la espera de Lourdes rindió frutos y si al fin, puede, alguna vez, saborear la derrota de su adversario, aunque sea de carambola.



23 julio, 2007

Perú, Julio 2007: Democradura

El gobierno ha reaccionado con mano de hierro a las protestas sociales. Utilizando de manera ilegal las facultadades que le delegó el Congreso para legislar en materia de terrorismo, lucha contra el narcotráfico y crimen organizado, ha presentado dos decretos legislativos que perforan el régimen democrático, empujándolo hacia la oscura frontera de la democradura, un paso antes de la dictadura.

El primero es el que pena con inhabilitación del cargo a presidentes regionales y alcaldes que participen en una huelga o manifestación pública. El segundo, es el que faculta a la Policía y Fuerzas Armadas a usar sus armas contra la población quedando exenta de responsabilidad penal si causan lesión o muerte.

Son decretos legislativos que exceden las facultades otorgadas por el Congreso y colocan al gobierno aprista en una situación de tránsito hacia un régimen autoritario que conculca y reprime las libertades ciudadanas. Reclamar, movilizarse o aún realizar marchas, huelgas o paros, no encajan dentro de la figura penal de crimen organizado.

El miedo y un evidente afán de castigo a las autoridades políticas que se movilizaron junto a las organizaciones sociales y frentes de defensa, paracen ser los principales motivos que gatillaron esta respuesta represiva.

Arrinconado por la ola de protesta social, la ira contenida del presidente García lo ha hecho pasar, gradualmente, de los insultos a la dirigencia sindical, a la condena; de la condena a la represión y detención, y de éstas a la violencia legal y, eventualmente, la muerte.

Alguien debe recordarle al Presidente que las balas nunca detuvieron las movilizaciones sociales. Por el contrario, dispositivos como aquellos, salidos de modelos autoritarios, pueden exacerbar más los ánimos. Normalmente, los muertos sacan gobiernos. Sino, preguntémosle a Gonzalo Sánchez de Lozada que le pasó en Bolivia.

El camino para plantear una acción de inconstitucionalidad queda abierto, y así lo han hecho saber los presidentes regionales de Lambayeque, Yehude Simon; de Cusco, Hugo Gonzales; de Arequipa, Juan Manuel Guillén y de Tacna, Hugo Ordoñez.

Los sectores democráticos tienen aquí una nueva tarea por delante: declarar la inconstiucionalidad de los dispositivos. Es por atropellos como el que comentamos que se requiere un Congreso que contrapese el poder que el gobierno pretende concentrar.

Lo decíamos en el post anterior; había que darle contenido a la lista opositora. “Que no se vea como la suma de apetitos personales, sino como el acuerdo inteligente y responsable de grupos electoralmente representativos que tienen claro las leyes y reformas que se necesitan para mejorar la calidad de representación e interlocución del Parlamento con la sociedad”.

Bueno, pues, aquí hay un primer punto de la agenda. Explicar y recordar los alcances de las facultades legislativas otorgadas al Ejecutivo. Y parar ¡ya!, el temerario cambio de timón del gobierno aprista hacia la democradura.



20 julio, 2007

Sigue el cambalache

La ley de la oferta y la demanda, no sólo se cumple en la economía. En la política, donde mejor se le reconoce, por estos días, es en el Congreso. Ahora resulta que Lourdes Flores, en realidad no pidió a su delfin, Javier Bedoya, abandonar la carrera y apoyar al Apra, sino todo lo contrario.

Con una ingenuidad digna de mejor causa, Lourdes propuso al Apra integrar una lista multipartidaria de consenso, previa renuncia del candidato oficialista a la presidencia del Congreso.

El Apra respondió de inmediato que dicha fórmula era no sólo inviable, sino, no negociable, habida cuenta de los votos upepistas y fujimoristas que ya tenían en el bolsillo.

Como en un aceitado mercado persa -donde todo se compra y todo se vende-, en los pasillos del Congreso empezó entonces a funcionar la pedestre ley económica del quién da más.

UPP abrió los ojos –y debe haber salivado- cuando escuchó la propuesta de los grupos de oposición que le ofrecieron encabezar la lista alternativa al Apra si aceptaba romper su compromiso con el partido de gobierno.

Es decir, Javier Bedoya y Alberto Andrade declinaban su pre-canditatura y le cedían la posta a José Vega Antonio, quien, hasta hace unos días, había asegurado la primera vicepresidencia para su agrupación, en la fórmula oficialista.

Luis Gonzales Posada empezó a sudar frío.

Sus cacareados 72 votos se conviertieron de pronto en 66 y –como dicen en la bolsa- con tendencia a la baja.

Lo peligroso de esta fórmula de oposición -la verdad-, es que se teje en base, no de una agenda legislativa, sino, de personalísimos apetitos de poder.

Hay quienes dirán que todo vale. Que no importa con tal de arrebatarle al Apra una cuota de poder en el Legislativo. Puede ser. Pero una victoria en esas condiciones de orfandad de propuestas y metas, podría acarrear -también para la oposición-, un alto costo en el corto plazo.

Hay que darle contenido a la lista opositora. Que no se vea como la suma de apetitos personales, sino como el acuerdo inteligente y responsable de grupos electoralmente representativos que tienen claro las leyes y reformas que se necesitan para mejorar la calidad de representación e interlocución del Parlamento con la sociedad.

Para esta tarea, el fiel de la balanza le ha correspondido a la UPP. Del platillo en que se coloque dependerá hacia dónde incline la balanza del poder.

En sus manos está definir si será, finalmente, cola de león del oficialismo o cabeza de ratón de la oposición.



18 julio, 2007

Cambalache en el Congreso

Mientras el país convulsiona socialmente, el Congreso, ajeno a las marchas y contramarchas del interior, vive su propio tira y afloje, negociando bajo la mesa, puestos y cuotas de poder, en un tole-tole de todos contra todos.

A poco menos de diez días para renovar la Mesa Directiva, los grupos opositores no han logrado perfilar una candidatura que dispute la dirección del Congreso al oficialismo, el cual ya aseguró los votos de UPP y de los fujimoristas.

La responsabilidad es sólo de la oposición. Los apetitos de siempre lo impidieron.

Javier Bedoya y Alberto Andrade pugnaron por encabezar una fórmula alternativa, hasta ayer, pero, me temo, que la pista les quedó corta. A ello habría que agregarle una preocupante intervención de la lideresa de Unidad Nacional, Lourdes Flores.

La Dra. Flores Nano debe aclarar si recomendó a su bancada del Congreso retirar la candidatura de Javier Bedoya para apoyar la de Luis Gonzales Posada en aras de un respaldo al gobierno y al sistema democrático “frente a grupos violentistas que pretenden desestabilizarlo”, según refiere la Agencia Andina.

Sería una confusión total de la ex candidata presidencial –una más- que, en lugar de afirmar una candidatura de oposición en el Congreso que represente la verdadera correlación de fuerzas que eligió el electorado, pretenda afirmar el continuismo oficialista.

Se sabe que antes de reunirse con su bancada y plantear este golpe de timón Lourdes se habría reunido con Alberto Andrade, ex pepecista, líder de Somos Perú, miembro de Alianza Parlamentaria, quien también pugnaba por encabezar la lista opositora.

Sintomáticamente, ese mismo día, el diario Correo petardeaba la pre-candidatura de Andrade mediante una información desenterrada por la Segunda Fiscalía Superior Penal de Lima, a cargo de Ana María Calderón Boy, según la cual, la Municipalidad de Lima contrató irregularmente al estudio de abogados Blume y Amprimo cuando Andrade era alcalde metropolitano.

Por la noche, Lourdes se reunió con su bancada y prácticamente convenció a sus congresistas de no insistir con la postulación de Bedoya y, menos, apoyar la de Andrade. Su argumento central –harto discutible- fue respaldar al gobierno frente a la ola de protestas desestabilizadoras.

Así, una oposición desorientada y fuera de juego en las protestas sociales recientes, capitula en el único espacio en el que puede existir, envuelta en un cambalache por cupos, que le deja al gobierno la mesa servida para repetir el plato en la presidencia del Congreso. Bochornoso.



17 julio, 2007

Gobernar antes que comunicar

Después de ver las catastróficas cifras de popularidad del presidente García, con más de 80% de desaprobación en el interior del país, el gobierno pone como excusa la falta de comunicación política. El problema, afirma, se agrava, por la política de austeridad auto impuesta en su primer año de gestión.

Por esta razón se alista para los próximos días una campaña publicitaria con la intención de comunicar los supuestos logros del gobierno.

Es una falacia pensar que la comunicación pueda resolver los problemas de la política.

La comunicación es un instrumento de la política. Y no al revés. En los últimos años teóricos de la sociología, la comunicación, la politología, el derecho y otras ciencias sociales han desarrollado un frondoso campo de acción; la comunicación política.

Hay diversas definiciones e interpretaciones de lo que significa comunicación política, pero, en esencia, es el intercambio de mensajes relacionado al espacio de los asuntos públicos. Y, en sentido restrictivo, es la relación que desarrollan los actores del poder y la sociedad.

García es un comunicador político nato. Su sentido de la ubicación, su verbo y la teatralización del mensaje son su mejor herramienta de presentación, mezcla de retórica, oratoria y populismo.

El problema del gobierno no ha sido de comunicación, ha sido de gestión.

El primer acto comunicativo de García fue abrir las puertas de Palacio para “mostrar” a la televisión “las lujosas oficinas de Eliane Karp”. Acto seguido, entregó fotocopias a los medios denunciando los gastos “frívolos” de su antecesor.

Durante los primeros meses de gobierno, el presidente se dedicó a colocar titulares de distracción en los medios de comunicación: pena de muerte para violadores, ataques a las ONGs, reducción de sueldos en la administración pública, austeridad, shock de inversiones.

No se dedicó a gobernar. Ni a gestionar la comunicación de gobierno. Se operó mediáticamente con sangre en el ojo, con venganza. Lo que hubo en esta etapa no fue silencio comunicativo, sino comunicación política negativa.

En esta línea de ataque se criticó los gastos de publicidad estatal del gobierno anterior, se forzó la venta del avión presidencial; todas estas, acciones de comunicación política de campaña, de ataque al rival; no de gobierno, menos de jefe de Estado.

Ahora, zarandeado por la realidad y las demandas sociales, se intenta cubrir las deficiencias de gestión con publicidad oficial.

Todo gobierno democrático, por supuesto, tiene derecho a comunicar a la población lo que viene haciendo. Y para eso tiene que invertir. La comunicación cuesta. Y la democracia bien lo vale.

La mejor comunicación no es la que se dice, sino la que la gente ve y siente. Por eso, en lugar de preocuparse por comunicar, primero, el gobierno tiene que preocuparse en gobernar.



16 julio, 2007

Interpelación y lucha política

La lucha política entre el gobierno y diversas fuerzas radicalizadas debiera darse en el marco de las instituciones democráticas y no en las calles, donde prima la violencia. Las diferencias entre el grupo que gobierna y los sectores que no lo aceptan, deben dirimirse, en el terreno de la razón, y no de la sinrazón.

Hace unos días proponíamos que los grupos organizados debieran canalizar sus propuestas a través de los presidentes regionales, como primera instancia de interlocución ante el gobierno central. Sin embargo, hasta el momento, el Ejecutivo no ha tomado la decisión política de ir por este camino.

En lugar de ello, ha enseñado el garrote, en señal de autoridad y orden. A la detención de dirigentes sutepistas ha seguido la represión de campesinos en Andahuaylas con una nueva víctima que lamentar, el ex alcalde de la localidad de Argama y dirigente del Frente de Defensa Regional Agrario de Apurímac (Fedra), Jorge Altamirano.

Si los mecanismos civilizados de confrontación política estuvieran activos y se privilegiaran antes que los métodos de masas iracundas en las calles, tendríamos en estos momentos un proceso de interpelación en curso al ministro del Interior, Luis Alva Castro.

No es la primera víctima de la violencia que el gobierno empieza a echarse en la cuenta.

Es momento de hacer que funcionen los mecanismos constitucionales de lucha política. En lugar de seguir sumando caídos en la lucha.

La interpelación al ministro del Interior debiera ser el objetivo de las fuerzas en conflicto. Una manera de decirle al gobierno que no estamos de acuerdo con su política de represión y muerte.

Si el gobierno no quiere dialogar y deja todo en manos de las fuerzas represivas, ingresamos a una espiral de violencia de consecuencias imprevisibles.

Los frentes regionales de defensa continuarán avasallando a los gobiernos regionales, y éstos en lugar de aguantar el embate y desembalsar la protesta, se verán obligados a re-direccionar la resolución del conflicto hacia el gobierno central.

Se debe frenar este rasgo político de enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Es mejor usar los espacios que el sistema prevé.

Los ministros son siempre fusibles de las crisis políticas. Un proceso interpelatorio, aún cuando el ministro pierda la cabeza, es un mecanismo legítimo, mil veces preferible a la quema de buses y atentados a la propiedad privada de masas desbocadas.

Antes que la iracunda horca de La Bastilla, es mejor el ajusticiamiento político civilizado.



15 julio, 2007

¿Quién para el paro?

La plenaria del Sutep ha ratificado su decisión de continuar la huelga indefinida. Al mismo tiempo, la dirigencia sindical pide mesa de diálogo al gobierno. El Ejecutivo, a través del ministro de Educación, ha respondido que para iniciar el diálogo, antes, los profesores deben levantar su medida de fuerza. “No podemos sentarnos en una mesa con mecanismos de presión”, ha dicho el ministro Chang. Las partes no ceden. Seguimos entrampados en un diálogo de sordos.

El gobierno parece estar convencido que lo mejor en este caso es dejar que los maestros se cansen. El calabozo al que metió a los principales dirigentes no ha hecho mella en los huelguistas. Y no hay institución o líder que intermedie o genere el clima necesario para sentarse a conversar.

El intento de los presidentes regionales, hasta el momento, no obtiene eco. Es más, el anuncio de alguno de ellos –Huancavelica, Puno, Lambayeque y Pasco- de no descontarle el sueldo a los profesores huelguistas, podría alejarlos del justo medio necesario para interceder en el conflicto.

Los congresistas, ya sabemos, carecen de poder para ejercer la función de representación que tienen -al menos en el papel-. En estos momentos están más interesados en transar su propia cuota de poder. Por eso, simplemente no existen, ni siquiera para interpelar al ministro del Interior por el clima de represión insensata visto en los últimos días.

Queda la Iglesia Católica, con monseñor Bambarén, lamentablemente sin fuerzas, luego del desgaste que significó sus dos recientes fallidos intentos de interponer sus buenos oficios; uno en el desalojo de comerciantes del mercado Santa Anita –en el que no pudo convencer a Castañeda Lossio- y el otro en RPP, donde realizó una patética defensa del comensal diabético del Fiesta, Javier Ríos Castillo. De monseñor Cipirani, ni hablemos, ya que su vocación contraria al diálogo es harto conocida.

El Acuerdo Nacional no es el foro más adecuado para resolver un problema urgente como la huelga, pero que trastoca los fines para los cuales fue creado. Su tarea es más de largo plazo, de concertar y monitorear políticas de Estado. El Acuerdo encaja más bien en la tarea de difusión que debe hacerse de la Ley del Magisterio.

No queda mucho en realidad. La Asamblea Nacional de Rectores es una institución virtual que alguna vez cobijó a un mediano profesor de matemáticas que llegó a ser presidente. Pero hoy no es más que una dirección en la agenda.

Si quisiera, si la dejaran, si no convocara sospechas de juego propio, quien en realidad tendría el apronte para encarar una tarea difícil, corajuda, como la que se necesita para aplacar la ira y la desconfianza de los profesores y disminuir la soberbia y prepotencia del gobierno, sería, la defensora del pueblo, Beatriz Merino.

La Defensoría del Pueblo no tiene la obligación, en realidad; su función es otra. Pero, frente a la orfandad de liderazgo y capacidad de interlocución, bien vale la pena echar mano a parte de nuestra reserva moral. En momentos difíciles, de necedades, de intemperancias, es necesaria una voz firme y alta como la de Beatriz.



13 julio, 2007

El fantasma de García

El hombre que atiende el menú en la esquina ha cogido una tiza y ha borrado el precio del menú que en los últimos diez años ha permanecido congelado. En lugar de 5 soles ha puesto: 6 soles. “Todo ha subido, señor, hace un mes que los precios se dispararon y ya no me queda otra que aumentar el menú”.

En efecto, desde hace unos meses, los productores de pollo y huevos vienen quejándose del aumento del precio del maíz. Los panificadores dicen lo mismo del trigo y ya ajustaron el precio del pan. En junio, los combustibles dispararon la inflación acumulada en la primera mitad del presente año a 1.74%.

El mercado no miente. Un kilo de arroz que costaba 2.00 soles, ahora cuesta 2.20 soles; el litro de aceite ha pasado de 5.00 soles a 5.70 soles; el kilo de lenteja ha subido de 2.40 soles a 3.20 soles; un pan que estaba a 0.10 céntimos está ahora a 0.15 céntimos; un kilo de bisteck se ha disparado de 14.00 soles a 18.00 soles; un kilo de papa estaba 0.80 céntimos y hoy está a 1.00 sol.

El fantasma inflacionario, la pesadilla del primer gobierno de Alan García, se empieza a insinuar. El gobierno ha reaccionado con susto al problema y esta semana, en medio de la ola de protestas, redujo los aranceles al trigo y al maíz para frenar el alza del pan y fideos, pero fue muy tarde.

Es evidente que el crecimiento macroeconómico no llega a todos. El descontento de la gente se siente primero en el estómago. Apenas un 17% considera que la situación general del país ha mejorado, según un reporte de la Universidad de Lima. El 33% cree que ha empeorado y el 46% cree que se ha mantenido igual.

Cuando se le pregunta a la gente qué fue lo peor de este primer año del gobierno aprista, 23.7% dice –sin duda alguna- el alza de precios. La misma razón trepa a 57% en el sector E. El fantasma inflacionario en estado larvario.

Ni siquiera el incumplimiento de promesas electorales (7.3%), o la falta de empleo (5.6%), generan tanto temor entre los más pobres como la disparada de precios de los alimentos de primera necesidad. El dinero hecho polvo y los precios por las nubes son el terror de los pobres. Y García lo sabe.

Quizás por eso, en los últimos días se muestra nervioso, ojeroso, irascible. El mercado le impone reglas que no puede controlar. Sabe que ya no puede enviar a Del Castillo a denunciar especulación, acaparamiento. Sabe que ya no puede disponer control de precios por decreto. Su popularidad baja casi tan rápido como suben los alimentos. Todo eso lo desespera. Y lo lleva a endurecer su verbo y su acción.



11 julio, 2007

Día de furia

La noticia de la no extradición de Fujimori no pudo llegar en mejor momento, para el gobierno, zarandeado por una creciente ola de protestas sociales, sin capacidad de negociación, con un gabinete desgastado y a pocos días de tener que presentar al Congreso los logros alcanzados en el primer año de gestión y con muy pocas cosas en la bolsa.

El país vivía su primer día de protesta con masas irrumpiendo en Puno, Arequipa, Huancayo, Cusco, Chiclayo, Cañete, Huaraz, Lima, con bloqueo de carreteras, marchas y centrales sindicales y sociales unidas, cuando desde Chile llegó el anuncio del juez chileno Orlando Alvarez declarando la no procedencia de la extradición de Fujimori.

Fue como si se abriera el horno antes de tiempo. Se pasmó el pastel que venía pintando bien, sobre todo después de la encuesta de la Universidad de Lima que traía como novedad una fuerte caída de 11 puntos en la popularidad presidencial; de 52,6 en junio a 41,3 en julio; y un verdadero desplome en los sectores D y E: 29,0 y 24,2 de aprobación versus 62,1 y 64,8, de desaprobación, respectivamente.

El juez Orlando Alvarez hizo olvidar la protesta social. Desvió la agenda hacia el sur y Fujimori. Hasta Canal N que se pensaba transmitiría completo y en vivo y en directo el mitin de la Plaza San Martín, cortó su transmisión para leer cables con la noticia de la no extradición.

Las organizaciones de derechos humanos, sobre el caballo, organizaron un plantón frente a la embajada de Chile en el Perú. Una reacción desesperada que obligó a muchos a dividirse entre el paro y la protesta contra el Chino. Un día de furia.

En medio del desconcierto general, el gobierno aprobó la Ley de la Carrera Pública Magisterial, luego de que la Junta de Portavoces del Parlamento la exonerara de la segunda votación, lo que con seguridad encrespará aún más a los profesores del Sutep.

No hay cómo evitar la fujimorización de la agenda pública. Sin proponérselo, el gobierno ha logrado, al menos este primer día, avanzar su pauta política, en medio de la grita y quema de llantas. Hasta la reaparición de Ollanta Humala -oficializando su ubicación dentro del conglomerado de izquierda- ha pasado casi desapercibida.

El fallo del juez chileno Orlando Alvarez seguirá dando que hablar en los próximos días. Sólo nos resta decir que es un fallo insultante a la memoria de los peruanos, de aquellos que sufrieron no sólo la violación de sus derechos humanos, sino de aquellos a los que no les queda duda de la instauración de una maquinaria de Estado corrupta.

La Corte Suprema de Chile deberá rectificar este fallo. Caso contrario, Chile se habrá ganado el título de depositario de pillos, refugiados y evasores de la justicia.



10 julio, 2007

Pesado comechado

A Don Picón, Don Criticón y Don Comechado, habría que sumarle Don Soberbio, Don Matón y Don Lenguaraz, virtudes, todas, de este régimen. El Presidente demuestra intolerancia al insultar de manera grosera a los grupos en conflicto, e inoperancia cuando en lugar de resolver los problemas encarga a las Fuerzas Armadas el control de las instituciones públicas.

En la Presidencia del Consejo de Ministros existe una oficina de Prevención de Conflictos Sociales que debería cerrar de vergüenza. La Defensoría del Pueblo ya cumple con eficiencia esta tarea de monitoreo, aunque el Premier Del Castillo confunda “seguimiento” con “resolución”.

Le corresponde al Ejecutivo encarar y atender los brotes de descontento y protesta que saltan por todo el país. No hay diálogo. Ni voluntad de diálogo.

El Presidente cree que insultando, ninguneando y tirando los perros demuestra autoridad, mano fuerte. Ayer asoció las jornadas de protestas a apetitos electorales que buscarían adelantar el cronograma político. “Espera el 2011, si puedes”, señaló.

Quizás tenía en mente su propia lógica de desgaste y destrucción que aplicó contra el gobierno anterior cuando su partido soliviantaba a los grupos en conflicto, provocando el caos y buscando la salida adelantada de Toledo.

El 2003, en pleno conflicto del gobierno con el Sutep, el Partido Aprista apoyó y financió la arremetida extremista del sector sutepista de Huaynalaya. ¿Acaso ya nadie se acuerda que las huestes de Huaynalaya se refugiaron en el patio de la Casa del Pueblo tras su marcha de sacrificio a Lima?

García debe agradecer que –a diferencia de las órdenes que en el pasado impartió a su partido- los movimientos de hoy no estén bajo una misma dirección ni tienen una conducción articulada, al menos, por ahora.

Lo previsible es más bien que, ante la arremetida indiferenciada del gobierno, y el endurecimiento de su aparato represor, los actuales movimientos de protesta sean empujados a concertar sus objetivos. Las dos facciones del Sutep, por ejemplo, ya lo hicieron.

El paro de 48 horas de mañana será un ensayo en esa dirección.

Dos cucos acaba de soltar el gobierno preparando el terreno de lo que será esta nueva jornada de protesta: elementos subversivos podrían infiltrarse en el paro, e ideologías extranjeras extremistas estarían detrás de las protestas.

Excusas, todas, para evitar asumir responsabilidades. Aquí, cada quien tiene su propio pliego de reclamo. Lo que hacen es bloquear carreteras para llamar la atención. Pero el gobierno responde con desplantes y con palo, ingresando a un peligroso círculo de violencia cada vez más consistente. ¿Es que nadie quiere detener este llano en llamas? ¿O hay en Palacio un pesado comechado?



09 julio, 2007

Gobierno en cuarentena

El reporte de junio de la Defensoría del Pueblo sobre conflictos sociales en el país es similar al del mes anterior; más de setenta problemas o reclamos violentos, la mitad de los cuales están activos. Del total de conflictos, 41% estallaron este año; 17% el año pasado; 18% el 2005; y aún otro 28% se originó el 2004.

No es como piensa el Premier Del Castillo: una eruptiva, un brote de rubéola que le da a un niño,(y que) “hay que esperar que pase”. Algunos problemas sociales no pasan hace años. La política de dejar de hacer, dejar pasar es nefasta.

Más bien, podríamos estar ante un brote epidémico, pandémico, fruto del atraso, la pobreza y el abandono de más de la mitad de los peruanos.

Al menos 4 regiones quedan fuera del reparto del canon minero. No hay minerales en su territorio y saben que si no lloran y patalean no mamarán.

Detrás de las protestas hay también un problema estructural mayor. El sistema democrático de repartición del poder no funciona.

No basta elegir autoridades, si éstas no pueden resolver los problemas de la gente. El Parlamento es hoy en día un cascarón vacío de representatividad. Reflejo de la crisis partidaria.

Ante gobiernos regionales y municipales inoperantes, son los Frentes de Defensa –grupos radicales de todo tipo, incluido un sector aprista- los que se activan y quienes impulsan la primera ola de descontento social.

Las autoridades regionales, temerosas de perder poder ante la masa desenfrenada, se suman a las protestas, arrinconando ambos al gobierno central.

Ni siquiera existe ahora un Consejo Nacional de Descentralización (CND) que actuaba antes de bisagra ante el poder Ejecutivo. La Asamblea de Gobiernos Regionales (AGR) debiera asumir un rol protagónico en la intermediación de los conflictos sociales.

Los problemas, así sean simples eruptivas, deben tratarse. Mejor si es en la primera fase evolutiva, y mucho mejor si de conflictos sociales se trata.

Algo que se puede hacer de inmediato es recuperar la capacidad de interlocución. La AGR, por ejemplo, debe concertar con el Poder Ejecutivo, y sustentar ante el pleno del Congreso sus principales demandas y propuestas de solución.

El Congreso debe nutrir su cascarón abriendo sus puertas y escuchando a los gremios, sectores y regiones en conflicto. Los mineros de Casapalca tienen derecho a exponer su problema ante la representación nacional y sensibilizar al país sobre las condiciones casi esclavistas de trabajo.

Los ucayalinos igual. Tienen derecho a defender en el centro del poder sus exoneraciones tributarias. La población Puno encontraría seguramente respaldo al tema de la contaminación del Río Ramis, si se les escuchara en sesión abierta del Congreso. Las madres del Vaso de Leche no tendrían que salir con sus hijos una vez al año para reclamar mayor presupuesto.

Demos contenido y mecanismos de negociación adecuados a la palabra democracia. No vaya a ser que el Gobierno, de tanto esperar a que pase la erupción, termine, más bien, en cuarentena.



04 julio, 2007

Política o barbarie

Homínidos los llamó el Presidente de la República hace unas semanas al grupo de protestantes que lo recibió -piedras, tomates y huevos en mano-, en Puno. Seres de las cavernas que –según el pensamiento García- no han evolucinado políticamente al usar la confrontación y no el diálogo como vía para sus reclamos.

Estos hombres de la edad de piedra empiezan a multiplicarse. Están ahora mismo en Puno, Cusco, Ayacucho, Ucayali, como antes aparecieron en Casapalca, Loreto, Ancash, sin que el gobierno tomara medidas urgentes para calmar el desorden.

En realidad estos seres bárbaros, que bloquean carreteras y se enfrentan al estado de Derecho son peruanos excluidos del crecimiento económico, hombres y mujeres marginales y marginados, que dieron un grito civilizado de descontento en las recientes elecciones generales.

¡Aquí estamos!, gritaron con desesperación en casi todo el centro, la amazonía y el sur del país, lugares donde no ganó el Apra, donde no votaron por el señor García, donde apostaron por una cambio radical, por un nuevo pacto social.

Son seres de carne y hueso que representan a ese otro Perú. No aquel que dice el Presidente –el de la politiquería y el chisme-, sino el de los estómagos crujientes, el de los salarios mínimos y sin seguridad social, el de mercados de autoconsumo, el de tierras frías y desangeladas.

Es ese otro Perú que el propio doctor García ordenó levantar durante el mandato de Toledo, al que se aunó su partido organizado, levantando piquetes, organizando emboscadas, cerrando carreteras. Hoy, el jefe de Estado recibe de su propia medicina.

Como sombras incandescentes, furiosas, estos pueblos del interior del país, arremeten en medio de la inoperatividad del régimen. No hay Ministerio del Interior. Los corresponsales de provincias dan cuenta de la pasividad policial.

En Casapalca tuvo que haber cinco muertos para que el Estado se hiciera presente, mientras el ministro Alva Castro reparte colchones y frazadas. Por menos, en otras épocas, el ministro Alva hubiera sido interpelado.

García ha tenido que recurrir a acciones desesperadas. Ha dormido en el sur durante dos semanas; está entregando los tramos de la Interoceánica que diseñó su antecesor y que él bloqueó desde un comienzo, pero las encuestas siguen a la baja. Apela con fruición a su verbo florido. Pero ya no basta su palabra.

Los seres de grueso pelaje tienen, sin embargo, algo que decir. Escucharlos es el primer deber de los gobernantes. Atenderlos, su misión. De lo contrario, su número crecerá y se corre el riesgo de convertir el escenario de los dos Perúes en una tierra baldía y ceniza; en un país de bárbaros.



01 julio, 2007

El fin del Samurai

¿Es la postulación de Fujimori al senado japonés el inicio del fin de su movimiento político? Muchos analistas y líderes de opinión coinciden en que sí. Aseguran, en efecto, que esa decisión lo anula éticamente para cualquier intento posterior de regresar a la política peruana y que la conmoción en sus seguidores es tan fuerte que el apoyo que actualmente tiene se diluirá irremediablemente.

Me temo que eso es lo deseable, antes que lo probable. Lo que terminará por sepultar a Fujimori ante el pueblo peruano no es tanto la posibilidad de continuar su vida política en el Japón, sino que se le juzgue en tribunales peruanos independientes y que le pruebe los cargos de corrupción y crímenes que tiene. Y aún en este último punto hay escépticos y desmemoriados.

Si resulta electo y ocupa un escaño Fujimori tendrá un espacio para mantener vivo sus vínculos con sus seguidores. Y, como dice Bayli, habrá gente que tome esta victoria como propia y celebrará la llegada del Chino a la Dieta japonesa.

El problema que realmente tiene ahora el ex mandatario es no ganar. Un revés de Fujimori en las ánforas japoneses lo deja sin el escudo protector imperial que ansía para evitar ser juzgado en el Perú.

La conmoción inicial entre sus seguidores –la masa pobre del D y E- puede ser fácilmente superada si Fujimori empieza a canalizar ayuda japonesa, aún cuando esto no sea más una pantomima que una realidad. Una posta de salud inaugurada en el Asentamiento Humano Sol Naciente de Carabayllo –como ha propuesto el congresista Carlos Rafo- podría ser el inicio de este renacer del fujimorismo. Bien sabemos la rentabilidad que el populismo tiene en el país.

La heredera del movimiento será, como es obvio, Keiko Fujimori Higuchi. De manera que la posibilidad de tener un fujimorismo –incluso sin fujimori presente- es bastante grande. Dependerá de hasta dónde quiera llegar Keiko con su aventura política y, sobre todo, si soportará la presión de tener a su padre en la cárcel por largos años.

El fin del Fujimori dentro del fujimorismo se medirá cuando los tribunales peruanos lo juzguen y tenga que mudar su asilo dorado en Chile por alguna fría pieza en algún penal peruano. Porque de una cosa puede estar seguro, Fujimori, su decisión de pretender pasar por alto la justicia ha alertado a los organismos de derechos humanos del mundo que han advertido su astuta jugada. No le será fácil al extraditable seguir escondiéndose.

El ex embajador peruano en Japón, Luis Macchiavello, ha señalado que Fujimori necesitará alrededor de un millón de votos para cristalizar su sueño de ser senador japonés. Su partido, el Nuevo Partido del Pueblo, es pequeño pero se dice que podría aliarse con el Partido Democrático Liberal, lo que lo llevaría a ser parte del gobierno japonés.

De manera que no será inmediato el fin del fujimorismo. La desaparición del Samurai no ocurrirá en el Japón. Su liquidación política tendrá que sellarse aquí en el Perú, en su bastión populista de las clases más empobrecidas, capaces de ser nuevamente seducidas con sus mentiras.