28 septiembre, 2010

Muhammad Yunus, perfil presentado en Lima

Muhammad Yunus no es un filántropo, o mecenas. Tampoco es un hombre de caridad. Muhammad Yunus es un economista, graduado en la Universidad de Vanderbilt, Estados Unidos. Es también un banquero. Pero la mejor forma de definirlo es quizás la de ser un hombre visionario.

En 1976, Bangladesh, su país de origen, vivía amenazado por la hambruna miles de hombres y mujeres estaban condenados a la muerte.

Yunus decidió observar la situación de pobreza en Bangladesh y entenderla -no desde un punto de vista caritativo-, sino, de economista y de banquero.

Encontró que muchos de los pobres se encuentran en esa condición debido a una serie de trabas que el propio sistema les crea.

No tienen acceso al mercado, por lo tanto, viven al margen de el. Carece de una dieta elemental, sufren por lo mismo muchas enfermedades; y en los casos más extremos, ni siquiera tienen ropa.

Lo único que tienen los pobres –reflexionó Yunus- es una gran mano de obra, especializada muchas veces… y cero ahorros.

Yunus sacó de su bolsillo 27 dólares y se asombró de la cantidad de gente que podía beneficiarse con esa pequeña cantidad de dinero.

Fue así como nació el Grameen Bank o Banco de los Pobres, una entidad que otorga microcréditos a los pobres sin exigirles alguna garantía.

Donde otros sólo vieron problemas y necesidad, él vio confianza y oportunidad.

El profesor Yunus introdujo un nuevo concepto del crédito. Y revolucionó las finanzas, haciendo lo contrario de lo que hacen los grandes bancos.

El Grameen Bank, ofrece “micropréstamos" o "microcréditos", para los excluidos, los menesterosos, los hambrientos, pero también presta pequeñas cantidades de dinero a mujeres y hombres emprendedores.

Por eso se le conoce en el mundo como el Banco de los Pobres.

Desde su fundación, el Banco tiene una tasa de recuperación de los préstamos del 98.6 por ciento. Esa es otra característica de los que menos tienen: los pobres honran sus compromisos financieros.

El Grameen Bank ha sido pionero en el microcrédito y sirve como ejemplo a las instituciones de microfinanzas en todo el mundo.

Hoy en día, más de 250 instituciones en casi 100 países operan programas de microcrédito basado en la metodología Grameen.

Este esfuerzo por ayudar a los más pobres -no regalándoles pescado, sino, enseñándoles a pescar-, hizo que Yunus y el Grameen Bank ganaran el 2006 el Premio Nobel de la Paz.

Gracias a él, el crédito no es sólo una herramienta generadora de ingresos; es un arma poderosa para el cambio social; un medio para que los pobres recuperen su dignidad.

Por eso hoy lo tenemos entre nosotros, gracias a un esfuerzo del Centro Global para el Desarrollo y la Democracia y del Presidente Alejandro Toledo.

Los hombres y mujeres emprendedores de estas tierras lo saludan.

¡Y le agradecen su esfuerzo y dedicación por ayudarlos a salir de la pobreza con trabajo, confianza y dignidad!

¡Bienvenido al Perú, Profesor Muhammad Yunus!


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Este perfil lo hice como guión del video presentado en la exposición del Profesor Muhammad Yunus en Lima, "Haciendo negocios desde abajo", Hotel Los Delfines, 27 de setiembre de 2010, organizado por el Centro Global para el Desarrollo y la Democracia.

25 septiembre, 2010

Yunus o el otro capitalismo

Después de unos años, vuelvo a la labor editorial. INCLUSION, es la revista institucional que el Centro Global para el Desarrollo y la Democracia me ha encargado editar.
Aquí les presento el editorial del primer número dedicado a la visita del Profesor Muhammad Yunus al Perú. Gracias a todos los colaboradores que hicieron posible el nacimiento de INCLUSION.


Las escuelas de negocios han empezado a revisar sus conceptos y dogmas. El capitalismo no puede ser entendido sólo en su base material, egoísta y acumulativa.

En un mundo con más de la mitad de seres humanos viviendo en la pobreza, el objetivo final de una empresa no puede ser sólo la rentabilidad económica.

Felizmente existe un hombre en el mundo que piensa diferente.

Que vio a los pobres como seres humanos con habilidades y oportunidades; que sólo esperan que crean en ellos.

Muhammad Yunus.

Este economista, natural de Bangladesh, una de las regiones más pobres del planeta que está saliendo a pasos agigantados de esta situación, pensó un día ¿por qué no hacer un Museo de la pobreza para que la gente recuerde como había sido vivir en la miseria?

Un museo de la pobreza. Un lugar donde los seres humanos verían el fracaso de su propia especie en más de seis mil años de evolución. Pero, para ello, primero había que atacar la pobreza. En su raíz.

Yunus desarrolló su teoría de que el ser humano trae consigo –en su ADN economicus– el instinto de intercambiar bienes y servicios, el comportamiento natural de comprar y vender.

Pero, entonces, pensó: ¿Era acaso posible formar una empresa para no ganar dinero?

Su pensamiento derribaba mitos. ¿Proponía Yunus el anticapitalismo?; ¿planteaba terminar la paradoja del desarrollo del ser humano: riqueza, ergo, pobreza.

¿Cómo es posible que alguien arriesgue su capital para producir un bien o servicio, trabajar duramente en ello, y al final no ganar nada; no acumular riqueza?

El razonamiento es provocativo y de una fuerza explosiva: hacer empresa para –sin perder el capital de trabajo– ganar rentabilidad social.

Acumular de a pocos riqueza puede significar para algunos alimentarse mejor ese día, tomar agua limpia, vacunarse, asistir al colegio, estudiar una carrera. O simplemente, no morir.

Yunus pensó incluso en aprovechar los materiales desechables –como un contenedor en el que se embala materia prima o mercadería. ¿Se puede comer?, preguntó una vez. ¿Cómo dice; comer el contenedor? Sí, respondió Yunus. Cuando compro un helado me lo dan en un barquillo y me lo puedo comer. Piensen en una solución. Hagan contenedores con material nutritivo, que los pobres puedan ingerir.

Este es el mundo de Yunus. Microcréditos empresariales, confianza en el ser humano, mirar al otro como uno mismo, confiar en el desamparado, acumulación no sólo material, sino social.

Trabajar la otra cara del capitalismo. Hurgar en el corazón, pero también en la razón, para desarrollar un nuevo hombre de empresa; el capitalista sensible.

Bienvenido al Perú, profesor.

El Editor

22 septiembre, 2010

Chuponeo en Democracia: NO

No podemos tolerar el sistemático chuponeo que ensucia la contienda electoral municipal. Utilizar grabaciones ilegales de conversaciones privadas no ayuda a consolidar la democracia; por el contrario, la debilita.

Que un medio abierto de la televisión peruana se cebe todos los días con una de las candidatas en liza y que utilice precisamente el material grabado con nocturnidad, tampoco abona en la defensa del sistema.

¿Qué fuerzas oscuras se dedican a grabar las conversaciones de los políticos para utilizarlas en la campaña electoral e influenciar de ese modo en la opinión pública?

¿Cuál sería el objetivo final de esta práctica velada, más allá de derribar una candidatura y colocar en el gobierno otra que no tiene que ver con las grabaciones ilegales?

¿Son las mismas fuerzas del pasado las que operan hoy?

Estas son algunas de las preguntas que el gobierno debiera responder para garantizar un proceso electoral transparente.

El chuponeo telefónico en esta campaña municipal es un aviso, una señal, un avance, de lo que puede venirse en la elección presidencial del próximo año.

El Perú rechazó en las calles y en las urnas estos métodos. ¿O no? ¿O estamos ante el elector cínico que tolera el “no importa que robe con tal que haga obra”?

Se debe rechazar con fortaleza cualquier práctica del pasado que interfiera con la voluntad popular.

Estos hechos son los que generan zozobra, preocupación, miedo, en los agentes económicos. No las tendencias que libremente escoja la población.

La pregunta es: ¿puede este gobierno garantizar un proceso electoral limpio, transparente, sin interferencias delincuenciales como el chuponeo?

O cerramos el kiosco y llamamos a observadores internacionales ya.

14 septiembre, 2010

La carta del escritor, el 1097 y la Fe de Erratas

Aunque el presidente Alan García diga que no, la carta de Mario Vargas Llosa renunciando al Proyecto del Lugar de la Memoria, fue un batacazo. De un solo plumazo, el escritor lo bajó a nivel internacional. Es un descrédito en materia de derechos humanos del que difícilmente podrá recuperarse el presidente. Más aún si en declaraciones de hoy ha reiterado la posición defendida por Rafael Rey, en el sentido de que el D.L.1097, sólo buscó adelantar lo que dispone el Código Procesal Penal. Amnistía apenas disfrazada, la llama el escritor. Aquí la carta que ya circula por todo el mundo:

"París, 13 de setiembre de 2010
Excmo. Señor Dr. Alan García Pérez
Presidente del Perú
Lima
Señor Presidente:

Por la presente le hago llegar mi renuncia irrevocable a la Comisión Encargada del Lugar de la Memoria cuya Presidencia tuvo usted a bien confiarme y que acepté convencido de que su gobierno estaba decidido a continuar el perfeccionamiento de la democracia peruana tan dañada por los crímenes y robos de la dictadura de Fujimori y Montesinos.

La razón de mi renuncia es el reciente Decreto Legislativo 1097 que, a todas luces, constituye una amnistía apenas disfrazada para beneficiar a buen número de personas vinculadas a la dictadura y condenadas o procesadas por crímenes contra los derechos humanos -asesinatos, torturas y desapariciones-, entre ellos al propio exdictador y su brazo derecho. La medida ha indignado a todos los sectores democráticos del país y a la opinión pública internacional, como lo muestran los pronunciamientos del Relator de la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Conferencia Episcopal, la Defensoría del Pueblo y representantes de numerosas organizaciones sociales y políticas, entre ellos algunos congresistas apristas. Coincido plenamente con estas protestas.

Hay, a mi juicio, una incompatibilidad esencial entre, por una parte, auspiciar la erección de un monumento en homenaje a las víctimas de la violencia que desencadenó el terrorismo de Sendero Luminoso a partir de 1980 y, de otra, abrir mediante una triquiñuela jurídica la puerta falsa de las cárceles a quienes, en el marco de esa funesta rebelión de fanáticos, cometieron también delitos horrendos y contribuyeron a sembrar de odio, sangre y sufrimiento a la sociedad peruana.

Ignoro qué presiones de los sectores militares que medraron con la dictadura y no se resignan a la democracia, o qué consideraciones de menuda política electoral lo han llevado a usted a amparar una iniciativa que sólo va a traer desprestigio a su gobierno y dar razón a quienes lo acusan de haber pactado en secreto una colaboración estrecha con los mismos fujimoristas que lo exiliaron y persiguieron durante ocho años. En todo caso, lo ocurrido es una verdadera desgracia que va a resucitar la división y el encono político en el país, precisamente en un periodo excepcionalmente benéfico para el desarrollo y durante un proceso electoral que debería servir más bien para reforzar nuestra legalidad y nuestras costumbres democráticas.

Pese a haber sido reñidos adversarios políticos en el pasado, en las últimas elecciones voté por usted y exhorté a los peruanos a hacer lo mismo para evitar al Perú una deriva extremista que nos hubiera empobrecido y desquiciado. Y he celebrado públicamente, en el Perú y en el extranjero, su saludable rectificación ideológica, en política económica sobre todo, que tan buenas consecuencias ha tenido para el progreso y la imagen del Perú en estos últimos años. Ojalá tenga usted el mismo valor para rectificar una vez más, abolir este innoble decreto y buscar aliados entre los peruanos dignos y democráticos que lo llevaron al poder con sus votos en vez de buscarlos entre los herederos de un régimen autoritario que sumió al Perú en el oprobio de la corrupción y el crimen y siguen conspirando para resucitar semejante abyección.

Lo saluda atentamente,

Mario Vargas Llosa"

03 septiembre, 2010

La lección de Las Bambas

La inversión de 4,200 millones de dólares en el Proyecto Cuprífero de Las Bambas, Apurímac, sin mayor resistencia de la población, ni conflictos sociales, es producto del aprendizaje del Estado.

De un Estado que logró diseñar entre el 2003 y 2004 un modelo de inversión en el que se previó un Fondo de inversión social, en pleno proceso de exploración, en el que participaron las autoridades locales, regionales y la población.

Fueron negociaciones intensas, difíciles, de idas y venidas, las que se desarrollaron por entonces. Había una enorme resistencia en la población para aceptar la inversión extranjera.

Y no fue una estrategia de comunicación la que cambió la perspectiva de la población. O, mejor dicho, no sólo fue la intensa campaña de comunicación que incansablemente se desplegó en la zona de influencia, sino algo más concreto y necesario: la creación de un Fideicomiso.

Un fondo de 45 millones de dólares que permitió realizar obras de infraestructura, carreteras, colegios, postas médicas. Se creó un proyecto de piscicultura, se invirtió en mejora de pastos y forraje para animales; se invirtió en capacitación técnica para los jóvenes.

El efecto originó un proceso de retorno voluntario de la gente al terruño; una migración al revés. Las Bambas se percibe ahora como una oportunidad de trabajo, de mejora social, de desarrollo.

Los yacimientos de Las Bambas se descubrieron en 1911 y sólo se pudo lograr un acuerdo concreto de explotación ochenta años después, cuando aprendimos la lección.

Lo interesante es que las Bambas está a 260 kilómetros del Cuzco, en la región Apurímac, provincia de Cotabambas, pero no ha sido influenciada por el rechazo que en la capital imperial ha despertado la explotación del Gas de Camisea.

Las reservas probadas se estiman en 40.5 millones de toneladas con leyes mayores a 2%de cobre y un potencial de exploración superior a 400 millones de toneladas.

Las Bambas es más grande que Antamina. Pero no sólo por la inversión y la riqueza que generará; sino por la capacidad de su gente de exigir con firmeza inversión de impacto directo en sus comunidades. Por la forma en que entendió que el desarrollo no puede ser sólo para el gran capital.

La minería no puede ser nunca más riqueza para unos pocos y pobreza para el resto comuneros. El Fideicomiso, producto de largas sesiones entre el Estado y la sociedad apurimeña, por eso, es un producto a replicar, un modelo de cogestión de la inversión y una demostración que las poblaciones andinas merecen ser tratadas como contraparte en todos sus aspectos.

02 septiembre, 2010

Elecciones municipales: Lucha de ideas

Del debate electoral municipal entre la decencia y la corrupción hemos pasado al debate ideológico.

Un espacio que Lourdes y Susana han salido a defender a puño cerrado.

Es un debate saludable; pues es mil veces mejor una confrontación de ideas que uno de felonías y latrocinios.

Lo que demuestra que las elecciones municipales concebidas como no políticas o para elegir “al buen vecino”, son sólo quimera.

Las elecciones municipales son elecciones políticas. Y como tal son luchas descarnadas, aunque civilizadas.

Lourdes está demostrando que puede pasar al ataque, algo que adoleció en los procesos que se presentó anteriormente.

Susana está momentáneamente entre las cuerdas, reaccionando con rapidez, lo que indica que tiene reflejos y esquina.

El nuevo escenario ha pintado también el papel de los medios y los periodistas. La objetividad y neutralidad periodística no existe. Se toma posición hasta en la publicación de una foto.

El debate ideológico de esta segunda fase electoral ha permitido ver el fustán fachista, racista y confusionista de algunos colegas.

Puño en alto: marxista. ¡Horror! ¡Vuelven los rojos! ¡Terror! Vuelve la política del miedo. El mismo lenguaje usado en el pasado. Cuidado.

Al Perú le costó mucho recuperar la democracia del autoritarismo. Las ideas de izquierda del pasado han sucumbido ante el avance del nuevo siglo.

La caída del muro de Berlín fue no sólo física, sino sobre todo mental.

Nadie quiere ideas trasnochadas, violentistas, pero tampoco pensamientos y actitudes facistoides, macartistas.

De manera que este segundo tiempo del juego electoral municipal no se desarrolla más en una cancha de fútbol -dividido por una raya al centro-, sino, en un campo de rugby donde los equipos avanzan de yarda en yarda, a trompicones.