31 diciembre, 2007

El partido: ¿comunidad o sociedad?

Alessandro Pizzorno desarrolló una teoría para explicar el desarrollo de la participación política en una organización. En “Cuaderno de Sociología” XV, Piazzorno encontró dos características del comportamiento humano en una estructura organizada: un sistema de solidaridad y un sistema de intereses. La primera alude a una “comunidad de iguales” donde los fines de los participantes coinciden. La segunda responde más bien a una “sociedad de intereses”, divergentes, múltiples.

Según esta diferenciación, los partidos pueden organizarse en comunidades solidarias o en sociedades de intereses. O, bien pueden ser etapas sucesivas en la vida de un partido que nace con muchas expectativas pero que en el camino éstas decaen, cambian o desaparecen.

En la primera fase de surgimiento del partido prevalece la cooperación para la obtención de un fin común; en el segundo, la competición interna, para satisfacer intereses individuales.

Así un partido político nace como una comunidad de iguales, con principios solidarios y altruistas; pero a medida que se va acomodando al sistema se transforma en una sociedad de intereses.

Angelo Panebianco, otro teórico de los partidos políticos, afirma que “con el paso del tiempo, el partido tiende a transformarse y deja de ser un sistema de solidaridad para convertirse en un sistema de intereses: con la burocratización y la implicación progresiva en la rutina cotidiana, la organización se diversifica y crea, sobre las cenizas, de la igualdad inicial, nuevas desigualdades”.

Cuando esto ocurre, la curva de participación de militantes, adherentes y simpatizantes, declina. Si llamamos a este proceso “institucionalización”, tendremos entonces dos etapas marcadas –una inicial, como comunidad, y otra sucesiva, como sociedad- en la que la organización pierde su atractivo inicial lo que genera el alejamiento de las bases. El proceso inverso explicaría la refundación de aparatos partidarios con la finalidad de mantener siempre vigente los valores iniciales, comunitarios, solidarios, de la militancia.



28 diciembre, 2007

Un partido de ciudadanos

Cuando se escarba en el diagnóstico de la crisis de los partidos, por lo general, existe consenso. Se trata de organizaciones anquilosadas, carentes de organización democrática interna; de gran resistencia al cambio; con un control oligárquico de la conducción política; de carácter cerrado y a veces patrimonial de la dirección; que ve a los ciudadanos como meros instrumentos electorales.

Los partidos políticos surgen en Europa en la primera mitad del siglo XIX. Según Norberto Bobbio el primer embrión de representación política fueron las organizaciones de notables, barones de la tierra, cuyo foco de atención político era difundir o constituir los parlamentos. En 1832 The Reform Act de Inglaterra permitió que grupos industriales y comerciales se sumaran a la participación de la cosa pública. Fueron asociaciones locales formadas para promover candidatos al Parlamento y realizar y sufragar elecciones. No había conexión o vinculación entre estos grupos; la organización era mínima, por lo general individualizada y basada en el comité. El sufragio, era limitado.

La revolución industrial y la aparición de la clase obrera impactaron de manera importante en la estructura de los partidos. Diversos movimientos de protesta se cohesionaron hasta generar una explosión de partidos de los trabajadores en el viejo continente. Nacen los partidos socialistas: Alemania, 1875; Italia, 1892; Inglaterra, 1900; Francia, 1905. Surgen así, los partidos de aparato, organizaciones masivas, con programa político sistemático para conquistar el poder, estructura piramidal con dirección central - cuerpo de líderes profesionales del qué hacer político- y bases dirigidas y organizadas.

El partido de aparato es considerado el partido político moderno, producto de la democracia de masas. Con el tiempo fue perdiendo paulatinamente sus características originarias (participación de las bases, lucha por la transformación de la sociedad, educación moral y política de la masa) para acentuar más su vocación electoral, darle mayor importancia a la actividad parlamentaria y aumentar su influencia. En realidad, se fue adecuando a los tiempos, o como dirían los politólogos, se fue aggiornando debido a cambios estructurales en la relación ciudadano-Estado. Las reglas de convivencia social eran ahora más estables, la percepción de las diferencias de clase habían disminuido y, en conjunto, la participación política de la sociedad era mucho más amplia. Todo ello, ocurre en apenas los últimos cincuenta años del siglo XX.

La consecuencia de estos cambios en la estructura y fines de los partidos es la aparición de los denominados “partidos atrapatodo”, organizaciones que utilizan a la militancia básicamente con fines electorales, con nula o escasa educación política y moral de las bases y con una persistencia por cooptar a los “expertos” o recurrir a personas de prestigio para aumentar las posibilidades electorales.

Desde su origen, las funciones del partido político son dos fundamentalmente: 1) transmisión de la demanda política y 2) participación en el proceso de las decisiones políticas. La primera alude a la posibilidad de intermediar ciertas exigencias y necesidades de la población en la toma de decisiones; mientras que la segunda indica el objeto de ser del partido: participación en el proceso de las decisiones políticas. Así, el partido actúa como correa de transmisión de las aspiraciones de la sociedad o como ejecutor mismo de dichas políticas. Influye o ejerce. Intercede o gobierna.

Estos partidos de aparato o atrapatodo, también denominados partidos de masas, tienen -a diferencia de los entes embrionarios, los clubes de notables-, una organización compleja, una demanda política diversa; constituidos en su mayoría por adherentes y con una minoría de profesionales de la política –“el círculo interno”, lo llama Bobbio- “que toma las decisiones importantes, define la línea política y controla nombramientos, más allá del posible disenso o de los intereses reales de las bases del partido”.

Este es el germen de nuestros partidos. Partidos de aparato nacidos en Europa que han evolucionado de acuerdo al grado de desarrollo social y económico alcanzado en sus propias jurisdicciones. Estructuras verticales, impactadas por los partidos de los trabajadores. Maquinarias electorales, desarticuladas de las bases y –como ocurre en muchos de nuestros casos- de la sociedad. En este aspecto, nuestros partidos siguen comportándose como la Iglesia Católica del siglo pasado; esperando a sus fieles en los templos en lugar de convocarlos en las calles y casas como los modernos evangélicos.

Si surge un nuevo partido éste seguramente nacerá sin los lastres del pasado, sin el burocratismo de las viejas organizaciones políticas y con una vocación proactiva. Un componente importante de la evolución de los partidos es el concepto de ciudadanía. El desarrollo de los partidos está ligado al asentamiento de la democracia, de la manera en que el desarrollo de la ciudadanía está ligado a la conquista de derechos. Se debe, por ello, avanzar más allá de la efervescencia partidaria que se despierta en época de elecciones. Modernizar los partidos políticos es democratizarlos al interior, renovar sus elites, e introducir mecanismos de participación interna. Es, en suma, pasar del partido de masas y de cuadros al partido de ciudadanos.



26 diciembre, 2007

Apuntes sobre partidos políticos

En las últimas tres décadas, los peruanos hemos acudido a las urnas más que cualquier otro compatriota en el pasado. 25 procesos electorales para elegir y revocar autoridades nacionales, regionales y locales; referendums, procesos constituyentes; algo inusual en toda la historia de la República.

El Perú es parte de una primavera democrática que por primera vez vive la región de manera sostenida. Y al mismo tiempo es parte también de la paradoja que encierra esta situación: vivimos en democracia, pero enfrentamos una creciente crisis social.

A tal punto que un informe reciente de las Naciones Unidas revela que más del 50% de los latinoamericanos “están dispuestos a sacrificar un gobierno democrático en aras de un progreso real socioeconómico”, es decir, con alguna forma de gobierno autoritario.

En otras palabras, el sistema democrático se ve amenazado debido a la exigencia de resultados de la ciudadanía que el sistema democrático y sus procesos electorales en sí mismos no son capaces de ofrecer.

La democracia electoral funciona, pero la democracia como gobierno tiene sus límites.

La consecuencia de este desencuentro la pagan las instituciones democráticas. Las poblaciones resienten su confianza en ellas al no encontrar solución a sus demandas; demandas que, por otro lado, se ofrecen resolver durante los procesos electorales.

En campaña, son los partidos políticos los que canalizan estas demandas ciudadanas. La gente vota confiando en sus propias expectativas de solución, pero, al final se desilusiona al comprobar que los candidatos y sus partidos, se olvidan de sus promesas electorales, alimentando la desconfianza de la ciudadanía y aumentando el descrédito de la política y sus instituciones.

Este desfase entre ofrecimiento electoral y acción de gobierno es quizás uno de los factores que ha llevado a que menos de un cuarto de la población crea en los partidos políticos. La gente no cree en los partidos políticos, porque en general no cree en (o no les cree a) los políticos.

La consecuencia es un círculo vicioso que corroe todo el sistema. El descreimiento en los partidos políticos debilita el sistema democrático alentando salidas antisistema.

Entonces, la gente no confía en los partidos, pero tiene que votar por ellos, porque hasta hoy no se ha inventado otro mecanismo de representación política que canalice las expectativas de los ciudadanos en una contienda electoral.

El partido político sigue siendo el instrumento mediante el cual la ciudadanía deposita su cuota de confianza.

Los resultados no pueden ser más desalentadores. Según diversas encuestas realizadas en nuestro país, más del 90% desconfía o no cree en los partidos políticos.

No es un resultado exclusivamente nacional. Según el Latinobarómetro 2007, en general, en América Latina, existe esta misma sensación. Lo mismo ocurre en el mundo. Los partidos políticos como organizaciones están en crisis. La pregunta es por qué.
____________________
* El presente texto forma parte de un reciente trabajo titulado "Introducción al Estudio de los partidos políticos desde su organización y estructura" que acabo de presentar a la Cátedra Mariátegui como fin de una Diplomatura sobre Teoría Política y Buen Gobierno.



23 diciembre, 2007

La pobreza no tiene color político

La pobreza es la expresión de la desigualdad. Es también la evidencia del desequilibrio profundo de la sociedad. De la falta de oportunidades para unos. De una inadecuada redistribución de los recursos para otros. La pobreza puede verse también como un círculo vicioso que se reproduce exponencialmente, si el Estado no interviene.

Difícilmente, las personas por sí solas dejan su condición de pobres. Es el Estado el que debe delinear y ajustar todos sus programas y políticas al objetivo sostenido de superar y eliminar las causas de la pobreza de un país.

Lo que menos debe hacerse con la pobreza es politizarla. Usar el carné partidario o ayudar primero a los que votaron por un partido es no sólo nefasto y antiético, sino perverso, porque mal educa a la gente; la vuelve mendiga del poder de turno.

El uso de los programas de gobierno para fines políticos partidarios es quizás uno de los más pesados lastres que arrastramos como sociedad y que, en fondo, impide romper el círculo vicioso de la pobreza. Los pobres no tienen color político. Este es el cuadro de la pobreza en el Perú de hoy preparado por "Perú Descentralizado", la ONG de Rudecindo Vega:


Hay diversas causas de la pobreza; alguna de ellas son estructurales, históricas. Otras son económicas, sociales, incluso culturales. En nuestro país, la pobreza es más rural que urbana; golpea más a la mujer, a los niños, a los analfabetos, a los campesinos.

Desde el punto de vista de la economía, la pobreza se explica por la baja productividad del campo. El campesino, al no obtener un buen precio por sus productos, anula su capacidad de ahorro o inversión en otros rubros; es decir, no genera riqueza.

La pobreza es también reflejo de una educación devaluada que impide a las personas a mejorar su posición en el mercado para acceder a un puesto de trabajo con un sueldo digno. La pobreza se explica también por el acceso a infraestructura y servicios básicos. Los pobres carecen de servicios indispensables para vivir y generar actividades económicas.

El impacto de todos estos factores incide en la reproducción de la pobreza, tornándola crónica. Así, una familia pobre sin recursos económicos, sin servicios de calidad, vivirá en un lugar igualmente pobre. Los hijos de esas familias muy probablemente se conocerán y se reproducirán en esas condiciones, aumentando su pobreza.

Hay excepciones, por supuesto. El ejemplo de los migrantes emprededores parapetados en la informalidad es prueba de ello. Pero la regla general es que el estado debe intervenir en el soporte de las condiciones básicas de nutrición, salud, educación e infraestructura para lograr que los ciudadanos mejoren sus capacidades y tengan igualdad de oportunidades para competir más adelante.

Si tuviéramos que resumir las causas múltiples de la pobreza podríamos señalar las siguientes: Inequitativa distribución de recursos y servicios; falta de voluntad o incapacidad de los líderes a fin de ejecutar un Plan de Desarrollo estratégico-político; recursos naturales insuficientemente aprovechados; Educación deficiente; escasa investigación; economía rural de subsistencia. Y ahora, gracias a Jorge Del Castillo, habría que agregarle una más: el uso político de los programas sociales del Estado.




16 diciembre, 2007

El gesto de Bush

Está claro que el viernes 14 de diciembre de 2007, el Presidente García se encontró circunstancialmente firmando el TLC con los Estados Unidos, al lado del Presidente George W. Bush. Si no se hubiera opuesto con tenacidad durante la campaña electoral esa circunstancia se hubiera realizado hace dos años por lo menos y habría tenido al frente a Alejandro Toledo.

Pero esas son cosas que la política enseña. La realidad es que correspondió a García asumir este último tramo y prefirió asumirlo sólo, sin tener el gesto de invitar a quien -aún a costa de su popularidad en el gobierno- se jugó entero por obtener este mecanismo.

Quizás en esto radique el gesto de Bush: en enviar una notita de puño y letra al Presidente Toledo, el mismo día de la firma del TLC, en la que reconoce su "trabajo intenso" para alcanzar el acuerdo. Algo que entre peruanos, resulta difícil de aceptar.

La nota es corta, pero significativa:

"The White House
Washington
Diciembre 14, 2007

Querido Alejandro:

Hoy he firmado el TLC con el Perú. Yo conozco tu trabajo intenso para lograr este acuerdo, así como el del Presidente García.

A pesar que no estuviste como Presidente en ejercicio cuando este Tratado se aprobó por el Congreso, tu trabajo ha ayudado enormemente para que esta ley sea posible.

Espero que tú estés bien y dale mis saludos a tu esposa.

Sinceramente,

George W. Bush”.



Un espaldarazo y reconocimiento por donde se lo mire.

13 diciembre, 2007

Réquiem por el Señor Arrarte

Leyendo Caretas 2006 me entero, por Augusto Elmore, de la desaparición de Eduardo R. Arrarte, fundador del Patronato de Lima y benefactor de la ciudad al estilo de los antiguos caballeros. Con buenas maneras, pero en el caballo, siempre, capitalizando amistades.

Tengo fresco el recuerdo de sus largas conversaciones, preocupaciones y devaneos en defensa de la Lima Histórica, la vieja ciudad que había sido olvidada por todos y que se deterioraba envuelta en el caos de los ambulantes, la basura regada en las calles, las casonas tugurizadas, pero, sobre todo, la desidia y el inveterado abandono de la gente que la habitaba.

Don Eduardo luchaba tenazmente para nadar contra corriente e inculcar a las autoridades locales que debían salvaguardar la ciudad para no borrarla de su Historia. No añoraba el pasado virreynal; soñaba con la futura Lima ordenada, con un crecimiento en sus tres polos, más el Centro Histórico recuperado y puesto en valor.

No pensaba en Lima como una ciudad-museo; sino como una ciudad viva, con gente viviendo en las casonas, con servicios y áreas de esparcimiento y trabajo; no en tugurios malolientes.

Un día lo entrevisté para que me contara la historia de cómo así se había cargado al hombro la tarea de promover ante la UNESCO que Lima sea declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad. Era 1988 y hacía un año y medio que había ingresado a La República.

Al final de la charla quedamos en trabajar algunas ideas y así surgieron dos que se mantuvieron durante un tiempo. Una de ellas fue elaborar un Boletín Informativo sobre los avances en las gestiones ediles de restauración de casonas o monumentos históricos en los que participaba el Patronato de Lima, la Municipalidad Metropolitana de Lima, el Instituto Nacional de Cultura, la Iglesia Católica y la Agencia Española de Cooperación Internacional.

“Noticias de Martincito”, se llamó ese boletín de una página impresa a un solo color por anverso y reverso, escrita por mí, con datos del memorioso y cordial arquitecto Juan Günther y revisada por Augusto Elmore, primero, y por el propio Eduardo R. Arrarte, después.

La segunda idea que fructificó fue agrupar a periodistas de prensa, radio y televisión en una asociación simbólica denominada “Periodistas Amigos de Lima”, con la finalidad de promover la difusión de notas, reportajes y comentarios que dieran cuenta de las riquezas históricas de la ciudad y reforzaran la identidad y el cariño hacia la capital de la República. El encuentro inaugural de este grupo de amigos se realizó en el Club de la Unión.

Fueron años de intensa campaña propagandística por la querida vieja Lima. De esa época datan los afiches coleccionables “Balcones de Lima”, “Rejas de Lima”, “Puertas y Portadas de Lima”, que aún veo colgando como cuadros en algunas oficinas.

Tres años después, el 12 de diciembre de 1991, Lima consiguió el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, gracias al esfuerzo de hombres como Eduardo R. Arrarte, que entendieron que los grandes sueños se empiezan a veces con pequeñas cosas; manteniendo siempre un espíritu infatigable y el ánimo templado; teniendo fe en lo que se hace; planificando meticulosamente hasta el detalle; y sumando vocaciones y pasiones en los hombres y mujeres de buena voluntad o promoviendo que éstas afloren.

Descanse en paz, Don Eduardo. Lima lo extrañará.



10 diciembre, 2007

Fujimori y el código naranja

Exaltado, en unos pocos minutos, Alberto Fujimori, trazó su estrategia de defensa: recibió un país en bancarrota, con hiperinflación, asediado por el terrorismo no sólo de Sendero Luminoso y el MRTA, sino del Comando Rodrigo Franco y otros; las Fuerzas Armadas y Policiales estaban replegadas, 13 millones de peruanos vivían discriminados en las zonas más pobres del país; 25 millones de peruanos fueron liberados y recuperaron plenamente sus derechos humanos. Fruto de decisiones como esa, el Perú hoy, en efecto, avanza.

El argumento recuerda la película dirigida por Bob Rainer, Cuestión de Honor, que narra la muerte del soldado William Santiago a quien La Marina había aplicado un “Código Rojo” que no existe en ningún manual, pero que se usa para eliminar a supuestos elementos débiles –dentro de las Fuerzas Armadas- que no sirven para luchar contra enemigos poderosos sean potencias extranjeras o terroristas.

El general Jessep (Jack Nicholson), autor de la orden de muerte, no puede entender cómo unos civiles “vestidos de mariquitas” pretenden juzgar un acto que en el fondo es la base de las Fuerzas Armadas de un país democrático que envía sus hijos a la guerra para que otros puedan ir tranquilos a estudiar o a trabajar y regresar a casa a ver televisión.

El abogado(Tom Cruise)logró arrinconar al general hasta arrancarle la confesión de que fue él quién dictó el Código Rojo contra el soldado Wiliam Santiago utilizando su propia lógica de defensa y llevándolo al extremo de enseñarle que detrás de cualquier acción encaminada a defender la Patria, el uniforme o el país existe un Código de Honor.

Es el Código de Honor el que ha sido trastocado por Fujimori.

- ¡Soy inocente!, clamó ante cámaras, luego de trazar una idea del país al borde del colapso que recibió y que, según su código naranja equivocado, hizo lo que tuvo qué hacer.

Como el general Jessep, Fujimori no entiende que el Estado no puede responder con los mismos métodos empleados por sus asesinos, porque perdería el valor ético que necesita para diferenciarse del enemigo y señalar su superioridad moral.

Fujimori se desespera por mostrarse como un patriota que se jugó por el país y asumió reformas y actos necesarios para recuperarlo. Ahora que todos disfrutamos de las ventajas de un país pacificado, pretendemos juzgarlo como un vulgar asesino. ¡Por qué, si yo les di la paz que tanto necesitaban!, parece decir.

Las escenas finales de la película de Rainer pueden ayudar a comprender por qué la aplicación de la muerte extrajudicial a manos de quienes precisamente juran defender la vida de sus ciudadanos es un hecho condenable.

El teniente Kendrik al escuchar la sentencia que lo expulsa del cuerpo armado se dirige a otro oficial y le pregunta ¿qué hicimos mal?, ¿por qué nos sancionan si sólo cumplimos con nuestro deber?

- No, soldado. No hicimos bien –reflexiona el oficial. Actuamos mal. Nosotros somos soldados y nuestro deber es defender a gente como el soldado Santiago; no matarlo.

La defensa debe tener presente esta diferencia entre la aplicación de un “Código Naranja” que viola los derechos humanos, y el uso de un verdadero Código de Honor que está por encima del objetivo a cumplir. El fin no justifica los medios.



09 diciembre, 2007

Constitución con división

El Presidente Evo Morales ha decidido tensar su país hasta el límite. Contra viento y marea pretende aprobar una Constitución que tiene muchos cambios, entre ellos, su reelección indefinida. El plazo vence este viernes 14.

La imagen de una Bolivia dividida nunca ha sido más elocuente. En Oruro grupos de campesinos, mineros y cocaleros cuidan el desarrollo de la asamblea constituyente instalada con 164 representantes del partido oficialista MAS, de un total de 255. Mientras, en Santa Cruz, los huelguistas de hambre que se rebelan ante la Constitución que consideran espúrea, sobrepasan los 600.

Cinco de los nueve departamentos que tiene Bolivia han amenazado con desconocer la nueva Carta Magna y declarar el 15 de diciembre la autonomía de sus pueblos. Un contrasentido, a juzgar por el primer artículo aprobado a las 00:45 horas: “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho plurinacional, comunitario, libre, autonómico y descentralizado, independiente, soberano, democrático e intercultural”.

Según reportes de prensa, el debate sobre el articulado es breve y sin mayor profundidad; una pantomima para cumplir el requisito legal de aprobarlo previa discusión política.

El revés político sufrido por Chávez en Venezuela no ha amilanado a Evo quien, por el contrario, ha respondido con convocar a un referendo revocatorio que defina la continuidad no sólo de la Presidencia de la República, sino de lo prefectos de los 9 departamentos.

Recientemente el relator especial de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rodolfo Stavenhagen, estuvo doce días en Bolivia conversando con autoridades del país y visitando las regiones para comprobar directamente el trato a las comunidades indígenas bolivianas.

El relator encontró expresiones racistas más propias de un país colonial que de un estado democrático moderno, en especial contra las mujeres. Y concluyó que existían actos de discriminación y racismo entre la clase política y los medios de comunicación. El informe es oportuno y pone sobre el tapete uno de los temas de fondo de Bolivia.

Si hay una fractura en el país altiplánico esta es primero social antes que política. Precisamente la nueva constitución plantea avances respecto al derecho a la tierra que, lamentablemente, han quedado desvirtuados ante otros artículos copias de deseos vitalicios en el poder.

Si las constituciones son un pacto de la sociedad, un conjunto de reglas, fruto del diálogo y el consenso, éste requisito no se cumple en Bolivia, donde la nueva Carta Magna, por el contrario, ha profundizado la división de los pueblos del altiplano.



06 diciembre, 2007

Un TLC para todos

El camino recién empieza. La ratificación del TLC en el senado norteamericano es una oportunidad que aprovecharán de inmediato los de arriba y que si no se hace nada mirarán pasar los de abajo.

Ya tenemos un mercado de 200 millones de consumidores. Falta ahora aumentar nuestra capacidad exportable; diversificarla y volverla competitiva.

El TLC, en sí mismo, no es la solución a los problemas del país; pero ayuda a vender mejor lo que producimos. Por eso esta herramienta puede convertirse en una locomotora de crecimiento que aportaría 1,5 puntos al PBI.

Si logramos diversificar nuestras exportaciones dependeremos menos del precio mundial de las materias primas, aumentará el empleo y los pobres tendrán mejores oportunidades de salir de esa situación.

En una clase reciente, el economista Javier Iguiñiz, señalaba que en el Perú la pobreza no es a causa de la exclusión, sino de una mala inclusión. Los pobres no están excluidos del mercado, sino incluidos en condiciones desventajosas, sin seguridad social, con pésimos salarios, con sobre carga laboral y mal alimentados.

El TLC barrerá a algunos, probablemente campesinos que no podrán competir con cultivos baratos provenientes de los Estados Unidos. El Estado tiene que pensar en ellos. No todo lo puede arreglar el mercado. El sentido de justicia, por ejemplo.

Pero, además, la gran empresa debe articular a la mediana y pequeña empresa. El TLC no es un fin; es un medio para potenciar el crecimiento.

El gobierno tiene la responsabilidad de garantizar políticas sociales deliberadas para transformar este instrumento en más puestos de trabajo con remuneraciones dignas. No se puede conquistar mercados si a los campesinos, agricultores, obreros, técnicos o estibadores les pagamos una miseria. Mejor dicho, claro que se puede, pero no sería socialmente ético.

Esto obliga al Estado peruano a distribuir mejor los beneficios de la expansión económica que traerá el TLC. Abrir mercados sólo tendrá sentido si distribuimos mejor los frutos del crecimiento, con equidad, de manera descentralizada, arrancando de la pobreza, la miseria y la exclusión a más de la mitad de compatriotas.

El Perú necesita invertir más en electrificación rural, en puertos, aeropuertos, carreteras para competir con otras regiones del mundo. Pero también más en nutrición, salud y educación. Sin inversión social, no sirve crecer.

El objetivo de la economía no es el crecimiento, sino la satisfacción de las necesidades humanas. Se crece no para ensanchar las diferencias sociales, sino para acortarlas. Más que un TLC hacia adentro debemos trabajar para lograr un TLC para todos.



04 diciembre, 2007

No, mi comandante

El resultado electoral en Venezuela marca el inicio de la cuenta regresiva del Presidente Chávez en el poder. Sus sueños de permanecer indefinidamente en el sillón presidencial tienen ahora el plazo fijo que el pueblo le confió y que no ha querido extender. En cinco años más, Chávez debe ceder la posta. No hacerlo sería su suicidio político.

¿Cumplirá el presidente bolivariano este designio democrático? Difícil afirmarlo por ahora. Los resultados del plebiscito constitucional lo han frenado un poco, pero no lo han detenido del todo. Ahí está esa frase sarcástica con tufillo a venganza “por ahora, no pudimos”.

Venezuela rechazó en las urnas el modelo socialista planteado por Chávez. Dijo no a los cambios en la propiedad privada, a la reforma de la Fuerza Armada, al fin de la autonomía del Banco Central de Reserva y, por supuesto, dijo no a la reelección indefinida.

Venezuela se negó a pasar de la democracia a la autocracia.

El aire fresco de la oposición vino de los jóvenes universitarios, quienes fueron los primeros en salir a las calles a protestar primero por el cierre de RCTV y por el cambio del modo de vida consagrado en la Constitución después.

Sus marchas callejeras recordaron al fenómeno estudiantil peruano ocurrido tras el cierre del Tribunal Constitucional. Los jóvenes tomaron las calles y desde allí sirvieron de catalizador para otros grupos sociales que se unieron a las protestas.

Este sentimiento de rechazo debe dar paso ahora a una propuesta más orgánica que consolide el bloque opositor en el próximo proceso electoral. Ese es el reto que tienen ante sí quienes expresaron en las urnas su rechazo al modelo chavista.

Chávez no se quedará con los brazos cruzados y sus seguidores ya le han sugerido que presente sus proyectos de reformas estructurales a través de iniciativas legislativas. Como él mismo se ha encargado de recordar a todos “la batalla será larga”.

Será un camino también largo para la oposición. Venezuela deberá demostrar que puede salir algo nuevo de este triunfo electoral. Algo que no sea el regreso a los partidos políticos de antaño. Tiene que ser algo fresco, distinto. Una plataforma de confluencia democrática que renueve la política partidaria del Orinoco.

Una cosa al menos es segura. Chávez no podrá ser el sucesor de Fidel.



02 diciembre, 2007

Triángulo del desarrollo

La CADE 2007* terminó y una vez más dejó la sensación de haber invertido muchas horas al qué y escasos minutos al cómo. La reunión de ejecutivos confirmó que la inversión privada, el crecimiento económico sano y el rol promotor y subsidiario del Estado son necesarios para salir del subdesarrollo. El primer consenso –se puede afirmar- es el diagnóstico, ahora el asunto es cómo lo hacemos; cómo acortamos la brecha social, superamos la pobreza y damos el salto hacia el desarrollo.

Caminos hay varios, pero los que han sido estudiados señalan que todos pasan por aumentar la inversión en Educación, no sólo la básica, sino la superior incentivando la investigación e innovación cintífico-tecnológica. Es el caso de China, Japón, Corea, Taiwan, Singapur, Irlanda o España. En esa línea, bien vale el esfuerzo de unir Estado, empresa privada y universidad en un proyecto que nos permita alcanzar estos objetivos, conformando lo que llamaremos el triángulo del desarrollo.

Estudios recientes indican que cerca de un millón de jóvenes peruanos estudian nivel superior. Una mitad lo hace en 85 universidades del país y la otra en institutos técnicos. Pero ¿en qué medida estos jóvenes se insertan dentro del mercado laboral, ¿está la universidad formando los profesionales que el mercado demanda? Las cifras de desempleo y subempleo juvenil nos dicen que no.

Es necesario por ello establecer una alianza práctiva, ventajosa y rentable entre Estado, Universidad y Empresa Privada con la finalidad de lograr que la fábrica de profesionales que es la univerdad se oriente a las necesidades del mercado –en este caso la empresa- la cual a su vez incentiva la investigación universitaria aplicada a la industria aportando fondos directos, deducibles de impuestos.

La metodología es simple y no apela sólo a la sensibilidad social de los que más tienen, ni se queda en el concepto de responsabilidad social empresarial. Va más allá. Convierte a la empresa en socio de la universidad al financiar proyectos de investigación en áreas de interés de su propio negocio.

Por ejemplo, una empresa exportadora de fibra de vicuña o de tejidos o prendas hechos con ese material, ¿no estará interesada en financiar un proyecto de investigación de la universidad equis en aprovechamiento de pastizales o mejoramiento genético de la fibra de camélidos para la exportación?. ¿Podría convocarse a un concurso entre las universidades del país para promover entre sus estudiantes el interés en desarrollar estos proyectos financiados por la empresa privada?

Obviamente la empresa no lo haría por su espíritu de buen samaritano, sino porque está dentro de su área de interés, potenciaría su negocio y porque, además, sería deducible de su pago de impuestos, que es donde intervendría el Estado.

En este triángulo que une al Estado, la Empresa Privada y la Universidad, todos ganan. La universidad tendría recursos para investigación, las empresas aplicarían dichas investigaciones en sus productos y el Estado mejoraría la calidad del gasto en educación. ¿Se animará alguno de los tres sectores a dar el primer paso?

* Conferencia Anual de Ejecutivos



29 noviembre, 2007

El empresario furioso

Que un miembro del BCR, a título personal, pistola en mano, amenace ir esta tarde al Puerto del Callao a “arreglar” la huelga que los estibadores sostienen hace una semana es señal de que el gobierno no está haciendo su trabajo. Y la verdad, razón no le falta a José Chlimper, dueño de Drokasa, prominente empresario agroexportador y director del BCR, para asumir su propia defensa armada.

Desde hace una semana los estibadores del primer Puerto del Perú han paralizado sus labores, lo que ha ocasionado alrededor de 700 millones de dólares en pérdidas.

Las cifras de la mercadería que no puede salir ni entrar del país son de espanto: 2,500 toneladas de cebolla se han echado a perder; 2,400 toneladas de uva están a punto de correr la misma suerte; lo mismo pasa con 1,500 toneladas de fruta congelada. 30 mil toneladas de harina de pescado están arrumadas en los almacenes, al igual que la producción de metales y textiles.

Los empresarios han pedido declarar el puerto en emergencia y entregar las operaciones a la Marina de Guerra, pero el gobierno no reacciona. Es como si no existiera.

Lo insólito es que todos coinciden en que detrás de esta huelga está el congresista aprista Luis Negreiros Criado, pero nadie lo llama al orden. Un suelto de prensa indicaba escuetamente que “el presidente García estaba molesto con él”.

¿Molesto? ¿Hasta allí nomás llega la responsabilidad del jefe del Estado? ¿A fruncirle la nariz a un compañero que está saboteando al país?

Comex Perú calcula que las pérdidas diarias suman 75 millones de dólares, pero los daños a futuro son incalculables. El mayor peligro es afectar la confianza de los productores nacionales que podrían ser vistos como “no confiables” en la entrega de mercadería.

Las naves que venían con dirección al Perú ya se han desviado hacia puertos de países vecinos.

En lugar de solucionar este problema, crucial para nuestras aspiraciones de aprovechar las ventajas de tener pronto un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, el presidente García prefiere tomarse fotos con un grupo de artistas que buscan la reducción de impuestos a los espectáculos.

No es posible que exista tanta desidia. ¿Y después se queja de que existan perros del hortelano? Algunos canes están sueltos en su propia casa. Es momento de amarrarlos; de lo contrario corren peligro de encontrarse esta tarde con Pepe Chlimper que lleva una pistola… con licencia.



28 noviembre, 2007

Golpe avisa

El fallo de la Sala Penal Especial de la Corte Suprema sancionando a los autores del quiebre democrático del 5 de abril debiera publicarse y estudiarse desde el colegio. De otra manera, la población no saldrá de la confusión que la llevó a apoyar -en más de 80%- el cierre del Congreso y demás instituciones del Estado en 1992.

Para un pueblo que desconfía de sus instituciones y que no siente los beneficios de la democracia, echar a la calle a un grupo de “comechados” (como se les llamó por entonces a los congresistas antes imponerse el apelativo de “otorongos”), era hasta plausible.

Fujimori cultivó y se aprovechó de esa debilidad institucional para cambiar las reglas de juego de manera abrupta e imponer un modelo basado en la concentración del poder. Y ha hecho bien el Poder Judicial en reservarle la sanción hasta que el gobierno peruano envié el caso a la Corte Suprema de Chile y ésta lo sume a los casos por los que ha sido extraditado.

Las lecciones del 5 de abril se han señalado. Nunca más un golpe a la democracia quedará impune. Ni puede imponerse por las fuerza o por las armas. Ni disfrazado de civil, ni con botas militares. Golpe es golpe y sus autores deben ser sancionados.

En ese aspecto, el prólogo de la sentencia resume el espíritu de afirmación democrática que tiene el veredicto: "El golpe del 5 de abril fue, por así decirlo, la partida de nacimiento de un inconstitucional Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional que se creó bajo la Ley 25418, que desconoció la vigencia y las facultades del régimen constitucional del país".

Aunque la principal lección -creemos- debiera ser para la población. Las mayorías se equivocan. Y en base a esa equivocación no pueden construirse argumentos falaces que justifiquen el quiebre del sistema democrático.

Es lo que pasó entonces y es lo que repiten hoy los fujimoristas cuando proponen abrir un debate y preguntar a la población el significado del 5 de abril. Se escudan en la falta de arraigo que tiene la democracia en la población. Y en la falta de resultados tangibles de la que adolece.

Por eso, además de mejorar los niveles de representación, servicio y participación entre las instituciones del Estado y la población, se debe fomentar desde el colegio el estudio y la explicación de acontecimientos como los vividos el 5 de abril para que jamás vuelvan a repetirse.

No hacerlo es dejar que lo tangible se imponga al principio. El ladrillo a la ética; el comedor popular a la dignidad; la antipolítica a la política.



27 noviembre, 2007

Bolivia a la venezolana

La violencia desatada en Bolivia es consecuencia del modelo chavista-bolivariano que busca extenderse en la región. En un cuartel militar, sin presencia de la oposición, el Presidente Evo Morales aprobó un texto constitucional sin alcanzar convencer a por lo menos la mitad de su país. En lugar de buscar el consenso, aprobando uno a uno el articulado constitucional, la endeble mayoría de 50.7% del MAS (el partido oficilista) aprobó el texto de un solo papazo a mano alzada.

La nueva constitución boliviana plantea la relección indefinida del presidente Morales, algo que es consustancial a la propuesta venezolana, lo que ha encendido la mecha en seis departamentos del vecino país. Ya hay cuatro muertos debido a las protestas y la Policía Nacional se ha retirado de Sucre dejando la capital histórica sin seguridad.

Para contrarrestar la imagen de alzamiento popular que hay en Sucre, el propio Evo Morales ha salido a encabezar una marcha callejera en El Alto, junto a los cocaleros, lo que ha reforzado el fraccionamiento social que padece Bolivia.

El gran responsable –hay que decirlo– es Hugo Chávez.

El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, acaba de ponerlo en su sitio luego de acusarlo de pretender liderar un proyecto expansionista en el continente. “No puede hablar de imperialismos cuando usted con su prespuesto quiere montar un imperio”.

El modelo chavista pasa por refundar las repúblicas a través de asambleas constituyentes que cambian las reglas de juego respecto a la propiedad, el rol del Estado, la inversión extranjera y la elección del Ejecutivo.

En unas semanas más el propio Hugo Chávez tendrá un referendum en su país para cambiar la Constitución venezolana e introducir, entre otras cosas, cambios en el rol de las Fuerzas Armadas, la propiedad de la tierra y los bienes inmuebles, los medios de comunicación, y por supuesto, la reelección indefinida del gobernante de turno.

A diferencia de Venezuela, Bolivia no tiene el soporte de los petrodólares y su sistema estructural y gobernabilidad están hoy seriamente amenazados.

Una prueba más para la OEA que deberá actuar de inmediato antes que la frágil democracia boliviana se termine desmoronando y tengamos a Evo Morales en la larga lista de presidentes latinoamericanos destituidos por actos de fuerza, o en la de quienes logran atrincherarse en el poder vía el endurecimiento de su régimen.




25 noviembre, 2007

El azar político

Por lo general la primera explicación que se les da a los fenómenos políticos o sociales es de naturaleza conspirativa. Una mano negra que maneja los hilos del poder o un gran cerebro o grupo de asesores que hilvanan los acontecimientos y los presentan según un plan oscuro y siniestro.

Humberto Eco acaba de señalar que este tipo de explicaciones sacuden al hombre prácticamente desde los albores de la historia. Pero teniendo en cuenta el análisis de la naturaleza humana, Eco admite su incredulidad respecto a las teorías conspirativas que buscan explicar fenómenos políticos o sociales.

El ser humano es demasiado estúpido “como para concebir uno perfectamente”, afirma el filósofo por lo que cree que la mayor parte de hechos que cambiaron el mundo “son el resultado del azar o de la coincidencia de varias estupideces”.

El reciente proyecto del Ejecutivo que modifica el proceso judicial y permite continuar el juicio en ausencia del procesado –defendido por el Presidente de la República- es una de estas cosas que pueden medirse con la lógica econiana.

Presentando como un mecanismo de solución para terminar con triquiñuelas propias de quienes buscan dilatar los procesos y no presentarse a las audiencias, ha levantado la suspicacia de ser visto como un medio de ayuda a Fujimori para evitarle asumir confrontaciones y careos con sus fantasmas.

¿Por qué? Quizás porque es difícil no relacionar una cadena de hechos ocurrida en los últimos meses, que lleva a desconfiar de la neutralidad del Ejecutivo frente a Fujimori y sus implicancias. Y por el antecedente maquiavélico reconocido por el Jefe de Estado de que en política no hay que ser ingenuo:

- El coqueteo que el gobierno mostró con el fujimorismo mientras Fujimori no era extraditado.

- El reparto de cargos en congreso y las votaciones conjuntas entre oficialistas y fujimoristas.

- El trato privilegiado del Presidente García a los congresistas naranjas.

- La protección que se dio a Fujimori desde su llegada al país montando un operativo policial que le evitó su exposición a las cámaras de televisión.

- El recrudecimiento de acciones armadas en el interior del país que la mayoría de analistas coinciden en relacionar con el narcotráfico.

- El reclamo airado del fujimorismo por señalar al terrorismo como el autor de dichos ataques.

- La mano dura contra el terrorismo reclamada de manera histérica por el fujimorismo.

- La moción de censura planteada por el fujimorismo al Premier Del Castillo tras acusarlo de mano blanda ante el terrorismo.

- La defensa “jurídica” del Presidente García al procesado Moisés Wolfenson para computarle el arresto domiciliario como prisión efectiva.

- El pedido de indulto solicitado por Crousillat padre al Presidente García.

- La confirmación de la nacionalidad israelí de Baruch Ivcher que lo llevaría no sólo a devolver los 20 millones de soles que le pagó el Estado, sino incluso a perder nuevamente el canal 2.

- El proyecto de Ley de Simplificación del Juicio Oral planteado por el Ejecutivo que podría evitarle a Fujimori enfrentar el careo con el grupo Colina o a Vladimiro Montesinos.

¿Parte de un plan? o como dice Humberto Eco una suma de estupideces varias ocurridas al azar.



22 noviembre, 2007

UE-CAN: ¿juntos o separados?

Europa no ha variado su posición. Se mantiene firme en negociar en bloque con la Comunidad Andina en lugar de hacerlo por separado como lo hizo con Chile. Así lo acaba de confirmar el ex Presidente Alejandro Toledo en el periplo que acaba de realizar a Bruselas, Bélgica, donde se ha entrevistado con autoridades del Parlamento Europeo.

En mayo del 2006, durante la IV Cumbre de la Unión Europea – América Latina y El Caribe las cosas estuvieron complicadas. Por entonces, Evo Morales estrenaba internacionalmente su postura contraria a todo acuerdo comercial. Y hasta el último momento, la delegación peruana no estaba segura que el presidente boliviano llegara a la cita CAN-UE.

Por la CAN estaban Toledo, el presidente ecuatoriano, Alfredo Palacio, y el vicepresidente colombiano, Francisco Santos. Por la UE se presentaron el presidente de la Comisión de la UE, José Manuel Durao Barroso; la comisaria europea de Exteriores, Benita Ferrero-Waldner; el presidente de turno de la UE, Wolfgang Schüssel y la presidenta de Finlandia, Tarja Halonen.

Evo llegó y planteó su estrategia después de escuchar a todos. Habló de los pueblos oprimidos, de 500 años de dominación y de la marginación de los pueblos quechuas y aymaras. Al final, se preguntó para qué queríamos mercados abiertos.

Fue entonces que el Presidente Toledo propuso una fórmula que se mantiene hasta hoy y que era negociar a diferentes velocidades el Acuerdo de Asociación Estratégica, algo que el presidente de la Comisión de la UE captó en el acto y así lo comunicó a la prensa.

La idea era que las diferencias entre los países de la CAN –debido a razones ideológicas, políticas o de cualquier otra índole- no fueran impedimento para que otros países miembros avanzaran en las negociaciones para concretar cuanto antes un acuerdo con la UE.

«Si hay diferentes velocidades Perú no se va a quedar secuestrado por esa diferencia de velocidades y vamos a ir a negociar. Los que quieran avanzar más rápido lo van a hacer más rápido. Ellos entienden que hay dos velocidades», señaló Toledo en esa oportunidad.

Para evitar que Evo se quede si nada entre manos, Toledo propuso que antes de finalizar el mes, el presidente de Bolivia convocara una reunión de ministros de Relaciones Exteriores y luego de Presidentes para presentar a la UE un frente común que permita iniciar las negociaciones antes del 20 de julio, la fecha propuesta por la Cumbre de Viena. Y así se hizo.

Dieciocho meses después de ese encuentro, el ex presidente peruano ha vuelto a tocar el tema en Bruselas y ha propuesto que ante la negativa de Bolivia de negociar un acuerdo comercial entre los bloques de la CAN y la UE se impulse un acuerdo bilateral.

"El Perú no puede quedarse secuestrado si alguien trata de bloquear el acuerdo de ambas regiones. Podemos caminar la vía de un acuerdo bilateral directo", ha señalado. Sería el resultado natural del avance de las conversaciones a velocidades distintas. Y una forma de levantar un espejo en la región para que el resto de países miembros pueda mirarse sin complejos ni culpas.

La próxima cumbre entre ambos bloque a realizarse en nuestro país en mayo del próximo año será el escenario para medir hasta dónde hemos sido capaces de avanzar.



20 noviembre, 2007

Terrorismo: buscando culpables

La Defensora del Pueblo ha ordenado la ensalada de cifras que el gobierno ha soltado en el caso de los acusados por terrorismo liberados. El Presidente García habla de 1 mil 800 y amenaza con publicitar sus nombres; el Premier Del Castillo suma 3 mil y pide mayor presupuesto, Pablo Talavera de la Sala Penal Antiterrorista, menciona por su parte que los requisitoriados por este delito suman 9 mil.

Beatriz Merino ha aclarado las cosas: 502 terroristas fueron indultados durante el gobierno de Alberto Fujimori; 165 durante el gobierno de Valentín Paniagua y 92 durante el gobierno de Alejandro Toledo. Total: 759 indultados.

Si a ello agregamos los 850 procesados que el Poder Judicial absolvió y liberó entre agosto del 2003 y diciembre del 2005 tenemos una cantidad de liberados menor a la que maneja el presidente de la República.

¿Por qué entonces esta sensación de caos en el manejo de la información?. Porque ya estamos ante lo que es un estilo de gobierno: el manejo de la agenda pública al caballazo.

Pero detrás de esta aparente descoordinación entre los voceros oficiales se esconde en realidad la intención no sólo de sacar cuerpo y soplar la pluma a sus antecesores, sino de liquidar a los opositores.

Lo que busca el gobierno es cargar las culpas de sus errores al pasado para evitar asumir responsabilidades presentes. Ante su inoperancia en inteligencia e incapacidad para desarrollar planes operativos que enfrenten el narcoterrorismo no se les ocurre mejor estrategia que acusar al pasado.

Si se ha identificado a estos operadores subversivos reincidentes, en lugar de publicitar sus nombres, lo lógico es que se los capture.

Ahora resulta que la presencia de movimientos senderistas en universidades (denunciada hace semanas por algunos medios alertados por fuentes gubernamentales) y los ataques de grupos armados en las alturas de Huancavelica, son responsabilidad de gobiernos anteriores “que no hicieron nada frente al terrorismo, desaparecieron bases militares y redujeron el presupuesto a las Fuerzas Armadas”.

Con argumentaciones simplistas como esa la cama está tendida para acusar constitucionalmente al ex Presidente Alejandro Toledo en la Sub Comisión de Acusaciones Constitucionales por el allanamiento parcial del Estado por el caso de la matanza en el penal Castro Castro en 1992.

Nuevamente el Apra y el fujimorismo actuando juntos, con el antecedente de que en la misma semana el presidente de la República se pronuncia abiertamente a favor de un empresario periodístico que aún entre rejas conspiraba con Montesinos acatando titulares contra el gobierno anterior.

¿Qué razones que desconocemos pueden unir al hombre más poderoso del país con el mandamás de la prensa vendida al fujimontesinismo que -dicho sea de paso- se ha comprado el tema del regreso del cuco terrorista para oponerlo a lucha antisubversiva de Fujimori?

Sólo falta que el presidente de la República vuelva a proponer la pena de muerte.



18 noviembre, 2007

Perú Posible: cambios y recambios

Con sesenta y cinco delegados, una sola lista y sin la presencia de su líder, Perú Posible renovó su dirigencia para el período 2007-2009. El nuevo Comité Ejecutivo Nacional será encabezado por Gilberto Díaz, su flamante secretario general. Apenas unas horas antes, todo hacía suponer que el encargo recaería en otro dirigente partidario, joven y de alto perfil político-mediático: Juan Sheput. Pero el juego político -como el ajedrez-, tiene resultados inesperados. Se puede estar ganado la partida, pero a veces un sólo movimiento equivocado puede echar a perder el juego.

En el fondo es una de las tantas paradojas que encierra la democracia. Los partidos políticos son la base de la democracia, pero no siempre estas instituciones se comportan democráticamente o, peor aún, hacerlo implica un choque de correlación de fuerzas que se tensionan hasta que unas se imponen a otras, desgastando a los contendores.

No existe una democracia que contente a todos. Y siempre un grupo tiende a dirigir a un colectivo más amplio y a mantenerse en esa situación. Robert Mitchel llamaba a esto “la tendencia oligárquica de las organizaciones políticas”, es decir, la generación de un grupo minoritario que asume la dirección de un grupo mayor.

Estos círculos de poder generados al interior de los partidos políticos son embestidos, zarandeados, vapuleados -especialmente cuando se los quiere suceder-, por fuerzas internas de diverso calibre e intensidad que buscan ocupar su espacio.

En ese contexto es difícil que el altruismo no ceda ante el realismo. Por eso Duverger identifica a los partidos políticos no como una comunidad, sino como un conjunto de comunidades.

La tendencia indica que las dirigencias antes que renovarse, se recomponen respondiendo a la ley universal que indica que el proceso de cambio es permanente, continuo e indetenible. Gobernar un partido es entonces mantener el equilibrio entre las demandas de los diversas comunidades y círculos de poder que coexisten, cuidando que una no desborde a la otra.

Terminado el proceso electoral, el partido vuelve a su viejo orden jerárquico.

El CEN recientemente elegido tiene la responsabilidad de preparar al partido para hacer frente a los procesos electorales del 2010 y 2011.

No serán los dirigentes ahora elegidos los encargados de llevar adelante las respectivas campañas electorales, pero de lo que hagan o dejen de hacer dependerá la maquinaria que logren armar para asumir esa tarea.

El Congreso Estatutario aprobado para marzo del próximo año es el momento oportuno para introducir los cambios en la estructura partidaria que le permitan asumir el reto de llevar adelante una campaña moderna, mediática, gestual y digital que serán las características principales de los procesos electorales del siglo XXI.

Perú Posible tendrá que definir si quiere seguir siendo un partido del siglo XIX con secretarías inspiradas en el viejo modelo de aparato bolchevique o una estructura moderna, de cuadros altamente profesionales y técnicos en el manejo de la comunicación política, descentralizada y democrática… con sus paradojas de mayorías y minorías, de cambios y recambios.



14 noviembre, 2007

Forsur con fórceps

El nacimiento del Fondo de Reconstrucción del Sur (Forsur) fue traumático desde el principio. El sismo destruyó los pueblos del sur, pero el gobierno hizo trizas las instituciones encargadas de su reconstrucción. Dejó a un lado Defensa Civil, las Fuerzas Armadas, la Cruz Roja y la Presidencia del Consejo de Ministros. Apareció rodeado de una corte de ministros desorientados que en lugar de organizar la ayuda acapararon los noticieros repartiendo víveres en los alrededores de la Plaza de Armas.

En ese mar de desconcertadas gentes, al alimón, de una ventolera, como le gusta al Presidente, nació Forsur, un organismo con casi treinta miembros en su directorio, con sede en Lima, y encargado a un empresario que todos veían como reconstructor, pero que él sólo admitía ser coordinador.

Su primera tarea fue remover los escombros y trasladar el desmonte, pero en lugar de pagar por metros cúbicos eliminados, se pagó por alquiler de volquetes por horas. El resultado: vehículos que amarraban el macho y hacían el menor esfuerzo para ahorrar combustible y horas hombre trabajadas.

Tres meses después los informes de televisión no dejan duda. La reconstrucción de los pueblos afectados del sur es un fracaso más del gobierno en todos sus niveles. Una prueba lamentable de la desesperante inacción del Estado.

El presidente García es el único responsable.

A él le correspondió la dirección de la ayuda desde las primeras horas cruciales. En lugar de repasar el procedimiento de crisis, el jefe del Estado se inventó las prioridades.

Quienes visitan las zonas afectadas no pueden creer la parálisis y la absoluta falta de gerencia que padece este gobierno. Tres meses después, la gente sigue viviendo en carpas y chozas de estera y madera, en medio del polvo, la falta de agua y la inmundicia. Los niños siguen yendo a la escuela sin que ésta haya sido reparada.

Forsur tiene un problema de fondo. Es un ente coordinador, cuando lo que se necesita es un sistema ejecutor. La Presidencia del Consejo de Ministros, llamada a coordinar la ayuda en base a planes de acción de los propios ministerios, está en cualquier cosa, menos en la tarea de reconstrucción.

Si Garrido Lecca tiene éxito, las ondas expansivas de su traslado a Pisco se sentirán no sólo en las endebles oficinas prefabricadas de Forsur; removerán los cimientos de la propia PCM. En la práctica, el esmirriado ministro de Vivienda tendría que funcionar como un jefe de gabinete y no sólo como un maestro albañil que es el papel que ha desempeñado esta primera semana; llenando techos y bailando “El arbolito”.

Forsur no desaparece porque sería admitir que el Presidente se equivocó y no es capaz de enmendar su error.

Nadie parece querer tomar al toro por las astas. La empresa privada, por lo pronto ya lo hizo. Los países cooperantes sienten desconfianza de trabajar con el gobierno. La Telefónica ha decidido donar lo recaudado en el megaconcierto a la Cruz Roja antes que a algún organismo público.

La inacción Forsur, sin brújula y sin norte, no es un problema de Julio Favre. Es un desastre del planificador mayor, del timonel iluminado. Después de todo fue el propio García quien lo puso olvidando que un empresario antes que organizar y ejecutar, lo que primero aprende es a lucrar. En el buen sentido, por supuesto. Y ese incentivo no está en Pisco, Chincha e Ica, por ningún lado.





12 noviembre, 2007

Los últimos días de Hitler

En el gavetero encontré este texto, escrito hace un tiempo, después de leer de un tirón el apasionante informe del ex embajador del Reino Unido en Alemania, Hugh Trevor-Roper, publicado años después como libro con el título del presente artículo:

La muerte de Hitler no dejó rastro. Su cadáver no apareció jamás, así como tampoco el de su esposa Eva Braun. Pero quedó claro que ambos se suicidaron la noche misma en que las tropas rusas ingresaban al bunker, en los sótanos de la Cancillería alemana, en Berlín.

Los rusos llegaron a encontrar los restos del Führer, pero lo desaparecieron, o se lo llevaron, para evitar así cualquier santificación o recuerdo de sus despojos.

El Reino Unido encargó a su embajador en Alemania, Hugh Trevor-Roper, despejar las dudas sobre la forma en que Hitler desapareció -literalmente- de la faz de la tierra. El embajador cumplió su tarea a cabalidad; recogió testimonios, acumuló pruebas, trazó hipótesis, absolvió interrogantes y redactó un voluminoso informe con detalles escalofriantes de las útimas horas del Führer.

Antes de matarse, Hitler mandó a matar a su perro, Blondy, quien lo acompañó hasta el final. Luego, mandó a preparar sus testamentos, uno político en el que aclaraba la sucesión en el poder, y el otro personal en el que repartía su fortuna.

Los testigos escucharon un sólo disparo, pero cuando entraron a la habitación, encontraron los cuerpos sin vida de Eva Braun y Adolfo Hitler. Ella se había suicidado tomando una pastilla de cianuro. El optó por la solución del soldado: dispararse un tiro en la boca.

Tal como había sido su voluntad, los cuerpos fueron sacados de la habitación y conducidos a los jardines exteriores de la Cancillería. Allí fueron tendidos juntos, los saludaron al estilo nazi, les rociaron petróleo y les prendieron fuego.

Hitler no quería que su cuerpo o sus cenizas cayeran en manos enemigas. No quería darles el placer de hacer escarnio con sus restos.

Pero, al parecer, faltó tiempo. Un soldado que hacía la guardia en uno de los torreones de la Cancillería vio la humareda que despedían los cuerpos en llamas. Los rusos estaban ya a las puertas del bunker.

Tampoco Goebbels, el ministro de Propaganda, pudo desaparecer. Al igual que su jefe dispuso todo para que quemaran su cuerpo. Pero el petróleo no alcanzó y su cuerpo se chamuscó de manera incompleta.

Hugh Trevor-Roper comprobó que los rusos escarbaron todos los rincones de la Cancillería y probablemente encontraron los cuerpos enterrados en el lugar. A Hitler era posible reconocerlo por placas dentarias y de la cabeza que existían de él.

Pero los rusos jamás reconocieron haber encontrado algo. En todo momento se negaron a cooperar con las investigaciones del embajador del Reino Unido. Cuando Trevor- Roper presentó su informe final, dos años después, ante el Comité de Inteligencia de los Aliados, un oficial del Ejército Rojo sólo atinó a decir: "muy interesante".

Sesentitres años después nada ha cambiado. De Hitler no existe ni una brizna de carne o de huesos, ni polvo. Nada.



08 noviembre, 2007

Venezuela y Perú: gritos de libertad

La relación de Venezuela con el Perú se nutre de una profunda raíz histórica. No empieza con Bolívar, ciertamente. Ni con la llegada del su ejército libertador del norte; ni con la pérdida de Guayaquil por ese avance, ni con la separación e independencia del Alto Perú.

El ideal libertario de los americanos -que se grabaría a fuego en Bolívar- relaciona a Venezuela con nuestro país antes de estos acontecimientos, en plena efervescencia emancipadora, cuando un texto de Juan Pablo Vizcardo y Guzmán cae en manos de Francisco de Miranda, uno de los inspiradores del general de la Gran Colombia.

Juan Pablo Vizcardo y Guzmán nace en Arequipa, a los 17 años se ordena sacerdote jesuita y a los 21 es expulsado del país por orden de Carlos III junto a 5 mil miembros de la Compañía de Jesús en territorio americano. El joven Juan Pablo se refugió en Italia y transitó por Inglaterra y Francia.

Desde allí siguió con interés el desarrollo de las primeras fiebres emancipadoras en el Perú, en especial, se entusiasma con la insurrección de Túpac Amaru.

Lo grandioso del joven jesuita desterrado es que vislumbra la libertad y la independencia de los pueblos americanos aún antes de la Toma de la Bastilla en 1789.

Entusiasmado con los movimientos indígenas y con el levantamiento de masas indígenas, negros y cimarrones en el nuevo continente busca ayuda de los ingleses para ayudar a libertar América de los españoles.

Vizcardo y Guzmán conoce el pensamiento de Rousseau y Montesquieu, ha bebido de fuente directa la revolución americana de 1776 y lucha con todas sus fuerzas para que esta corriente de independencia llegue a la América española.

Escribe numerosos artículos, ensayos, y, por fin, su Carta a los Españoles Americanos que la redacta en francés y la termina en 1792. Jamás llega a verla publicada. Muere en 1798 después de ver frustrada sus gestiones solicitando ayuda a Inglaterra.

Deja sus papeles a un miembro de la Corte de Inglaterra quien a su vez se los entrega al venezolano Francisco de Miranda el insigne militar y pensador que influyó de forma decisiva en Bolívar. De Miranda quedó fascinado con los textos de Juan Pablo Vizcardo y Guzmán; los publica y sus ideas se esparcen por todos los rincones de América.

Así, el peruano que muere en el anonimato es reivindicado póstumamente por el venezolano. Sus ideas cambiaron el mundo, trescientos años después que este continente fuera conquistado. He ahí la raíz histórica que nos une al país del Llano.

Tenemos que recordar que Perú y Venezuela están unidos por la histórica defensa de ideales de libertad e independencia. Sobre todo ahora que los jóvenes universitarios de Caracas luchan a cuerpo desnudo por recuperar la libertad y la democracia. En memoria de Vizcardo y Guzmán. En memoria de Francisco de Miranda, el venezolano a quien el propio Bolívar mandó luego a apresar y lo entregó a los realistas, quienes lo encarcelaron... hasta sus últimos días.





05 noviembre, 2007

Bolivia cambia de estrategia

El ex cónsul boliviano en Santiago de Chile Roberto Finot y el ex representante boliviano en Naciones Unidas Fernando Salazar fueron convocados por el diario La Prensa de su país para un conversatorio amplio sobre las negociaciones que Bolivia mantiene con Chile en busca de una salida al mar. Hay un evidente cambio de estrategia en la intelligentzia boliviana. De la tesis del “mar soberano” han pasado al de “supremacía territorial”. Una postura más “realista y viable”. La vieja fórmula de “Chile es el enemigo y Perú el amigo”, también empieza a ser abandonada. La única convicción que parecen mantener es su aspiración de salir al mar por ex territorios del Perú: a través de un corredor en la línea de La Concordia en Arica. Por considerarla de interés para el Perú, reproducimos el texto publicado hoy por el diario boliviano La Prensa:

—Pasaron 15 meses desde la firma de la “agenda sin exclusiones”, en julio de 2006. ¿Cuánto avanzó el Gobierno de Evo Morales en la negociación con Chile?

(RF) —La incorporación de la demanda marítima en una agenda formal fue un hito histórico. Esto se logró por el sentido común del Gobierno, pero también del profesionalismo de la Cancillería que trabajó durante los ocho meses anteriores. El ex presidente de Chile Ricardo Lagos llega en enero para la asunción de Evo Morales gracias a la gestión de la Cancillería. El otro punto importante en estas gestiones fue el viaje del Presidente a Santiago de Chile para la asunción de Michelle Bachelet. El Gobierno chileno no quería que Morales pisara Santiago, pidieron que vaya a Valparaíso (sede del Parlamento) y a Viña del Mar solamente por unas horas. Ellos hicieron todas las gestiones diplomáticas para evitar que Evo vaya al Estadio Nacional de Chile donde 10 mil personas terminaron coreando “Mar para Bolivia”. Esto alimentó el sentido común para llegar a una solución que permita al país tener un acceso soberano al Pacífico. A esto se suman otros eventos fundamentales en los que tuvo mucho que ver la Cancillería. Cuando Morales llega al poder, cuestiona los acuerdos bilaterales con Chile en materia comercial. Si Chile quiere comercio, energía y diplomacia, tiene que haber mar para Bolivia. Ésa es la doctrina que dicta el presidente Morales, y la Cancillería actúa en consecuencia de esa doctrina.

—Sin embargo, no perciben avances sustanciales...

(RF) —Evidentemente, pasaron 15 meses y se quebró la continuidad de los avances en la negociación, en lugar de establecer una prioridad de los temas, si se quiere comercio, si se quiere energía o si se quiere tratar el tema marítimo. Chile lo puso en la agenda y ahora reclama la ratificación del acuerdo de apertura unilateral del mercado chileno. Eso no nos beneficia en absoluto. Yo estoy convencido de que la continuidad de esa línea de política que se inició en julio de 2006 podía definirse, en diciembre de 2006, en los encuentros bilaterales en Cochabamba. Ahí se debía definir cuál era el camino para alcanzar el objetivo del acceso soberano al mar. No fue suficiente firmar el documento de la agenda, sino definir la ruta. Y había disponibilidad para hacerlo en todas las esferas, incluso entre las Fuerzas Armadas. Chile está realmente urgido de resolver el conflicto por la falta de energía y la demanda del gas natural. Creo que ésa era la ocasión histórica para resolverlo, sin embargo perdimos la oportunidad de diciembre. Pero no creo que todo esté perdido. En agosto de 2007, cuando presenté mi renuncia, dije que en noviembre, durante la XVII Cumbre Iberoamericana de Santiago, será la oportunidad para tomar la decisión política sobre el tema marítimo. Tiene que ser ahora, pues los tiempos políticos de la presidenta Bachelet se están acabando. Además, 2008, con las elecciones municipales, y 2009, con las generales, serán años electorales en Chile. Entonces, Bachelet tiene tiempo hasta junio de 2008 para encarar el tema, después, será demasiado tarde. El escenario se agrava porque los bolivianos tampoco nos ponemos de acuerdo sobre qué y cómo queremos encarar el tema marítimo.

(FSP) —Mejor no hablemos de doctrina, porque antes de la doctrina está el proyecto político, y no hay política exterior sin un proyecto político. Para que el diplomático sea eficiente y eficaz debe coincidir con el proyecto político. Por eso, cuando uno comienza a actuar por su cuenta, se está desmarcando del proyecto político. Bolivia comenzó la negociación con Chile hace más de 100 años, al día siguiente de la firma del Tratado de 1904. Morales llegó al poder hace 21 meses, por lo tanto, para la negociación global con Chile no es mucho tiempo. El problema no es de tiempo, sino de sustancia. ¿Sabemos lo que queremos? ¿Sabe Evo Morales y su proyecto político qué es lo que quiere del tema marítimo? Creo que, con mucho sentido común e intuición, han avanzado. Han hecho todo lo que no hicieron los demás en poco tiempo. Pero no creo que tengan clara toda la película. Evidentemente, nos estamos apartando de una supuesta estrategia que se tenía hasta ahora. Se avanzó con sentido común, pero no ha sido parte de una estrategia marítima. Es que en Bolivia no hay una estrategia marítima, como no hay una política exterior. Y vuelvo al principio: no puede haber política exterior si no hay Estado. Y no hay Estado porque no está claro el proyecto político del país. Por eso es que la Constituyente no logra aprobar una nueva Constitución. Hay una nebulosa sobre nuestro futuro y a dónde queremos ir. Estamos en un momento de transición. Entonces, si la Cancillería no sabe a dónde va a ir, porque no tiene estrategia, estamos arando en el mar. Mucho menos se van a poder discutir fórmulas de largo plazo para resolver el problema.

—En este camino de negociación con Chile se discute una serie de fórmulas para resolver el conflicto marítimo: un corredor al norte de Arica con continuidad territorial. Uno o dos enclaves (entendidos como un puerto o territorio sin conexión con el territorio nacional), una combinación de ambos, con y sin soberanía… ¿Cuál creen ustedes que es la salida técnicamente más viable y realista?

(FSP) —Lo óptimo es tener una salida al mar con soberanía y continuidad territorial. Con esta fórmula, todos estaríamos contentos y no tendríamos que pedir permiso a nadie para llegar hasta el Pacífico. Si eso no se puede dar, el primer “subóptimo” es uno o varios enclaves con soberanía. La tercera fórmula que, por lo que sé, se maneja en las negociaciones es un enclave sin soberanía.

(RF) —Al respecto hay que decir que la gran equivocación es pretender descubrir la pólvora. Hay más de 100 años de evolución del proceso y hoy se saben todas las opciones y posibilidades de solución que están en la mesa… Un corredor con soberanía, que sería lo óptimo, cuya única opción es la Línea de la Concordia, en el norte de Arica. Sin embargo, hay que pensar en una salida que, además, sea realista. El corredor debería estar acompañado por varios enclaves concedidos para beneficio de ambas partes. El enclave puede ser de enorme beneficio económico para Chile y, obviamente, para Bolivia. El otro componente fundamental es el de la integración, es decir, hay que diseñar todas las políticas de desarrollo del occidente de Bolivia, el norte de Chile y el sur de Perú, que son las regiones más deprimidas de los tres países. Las tres naciones tienen que comprometerse en programas conjuntos de desarrollo. De todas estas opciones se ha hablado con Chile con precisión.

—¿A cuál de las alternativas está más dispuesto a ceder el Gobierno chileno?

(RF) —En esta negociación, Chile está dispuesto más o menos a tener en cuenta todas estas alternativas, pero sin soberanía. Ellos están de acuerdo, por ejemplo, con un corredor sin soberanía. El problema es que la discusión fundamental, el nudo del conflicto, es la soberanía. Por ello, Chile quiere en realidad el cumplimiento del Tratado de 1904. Esto es así porque, en virtud del régimen de libre tránsito, Bolivia debería profundizar su acceso libre al Pacífico. Si hablamos del mar, debe hacerse con soberanía, si no, hablamos del cumplimiento del Tratado de 1904. Pero lo que hay que ver es si cualquiera de estas opciones es políticamente viable. Hasta la salida del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada se pensó en un enclave en Patillos para viabilizar la exportación de gas natural a los mercados del Pacífico en México y California. La propuesta demostró ser políticamente inviable por las resistencias en Bolivia. La salida del enclave tenía que estar acompañada de un corredor con soberanía.

—Los dos grandes escollos de la demanda marítima boliviana son, entonces, la negativa de Chile de dar una porción de su territorio con soberanía, y de Perú que tampoco accede, pese a las últimas declaraciones del canciller José García Belaúnde, a permitir que Santiago ceda un corredor al norte de Arica por considerar que esos terrenos eran parte de su territorio aferrado al Tratado de 1929. ¿Cómo salir de esta encrucijada?

(RF) —El óbice del lío es que siempre se tiene que consultar a Perú antes de dar un paso sobre cesión de territorios en Chile. Yo rescato las declaraciones de García Belaúnde porque abren una puerta a ceder mar con soberanía para Bolivia. El Canciller peruano habla con claridad y se separa de la posición que ese país adoptó después del abrazo de Charaña en marzo de 1974, en el que Perú había impedido una solución a través del corredor en la Línea de la Concordia. Lo único que pide es que se cumpla el Protocolo de Lima para respetar los derechos de servidumbre (libre paso) en esa porción de territorio.

(FSP) —Con Perú no debemos entusiasmarnos mucho. Ver para creer, como decía Santo Tomás. Hace más de 15 años, durante su primera Presidencia, Alan García dijo lo mismo. Sin embargo, llegó otro Gobierno y echó por la borda todo eso. Perú siempre apoyó las resoluciones de Bolivia sobre el mar en la Organización de Estados Americanos. Pero siempre presentó sus “reservas”. Perú defiende sus intereses, lo cual es absolutamente legítimo. El tema marítimo hay que tratarlo con la cabeza, no con el corazón ni con el hígado.

—¿Cómo hacemos para resolver este escollo de la soberanía que históricamente plantea con claridad Chile en el contexto de las negociaciones con Bolivia?

(FSP) —Pese a todas las buenas intenciones expresadas por el Gobierno de Michelle Bachelet, Chile ha dicho claramente que no va a ceder soberanía. El verdadero problema, el nudo que hay que desatar, es el de la soberanía. El escritor chileno Jorge Edwards dijo que éste era el nudo gordiano de América Latina que hay que solucionar. Para desatar este nudo hay que debatir el concepto de soberanía. Chile tiene problemas para entregar territorio soberano a cualquier país, no sólo a Bolivia. Por su legislación, nadie en Chile tiene la facultad de disminuir el territorio chileno. Si entrega soberanía a Bolivia, estará disminuyendo su territorio. Esta limitante la tuvo incluso Augusto Pinochet en 1974, cuando tenía la suma del poder en su país. Cuando quiso entregar territorio a Bolivia le dijeron que no se podía. De allí que Chile plantea el canje territorial. Nos daban el acceso al mar con territorio pero a cambio de cualquier parte de igual tamaño de nuestro territorio. Sin embargo, Bolivia no estaba preparada para un canje territorial. Lo mismo pasa con Perú, que no puede ceder territorios de sus “soberanías”. Entonces, los tres países tienen problemas con el concepto de soberanía. Lo que yo planteo es un by-pass, un puente, que permita evitar este concepto cerrado. Sobre lo avanzado en Charaña, debemos seguir discutiendo las soluciones al tema marítimo. Pero no pidamos soberanía, pidamos una “supremacía” territorial. La diferencia es muy sencilla: cuando un país tiene soberanía sobre un espacio geográfico, puede hacer lo que quiera: colocar una bandera, un ejército, cobrar impuestos, establecer aduana e incluso regalarlo. Tienes la capacidad de disposición. En el caso de la “supremacía”, el país puede hacer lo que quiera, menos disponer definitivamente del territorio, ni regalarlo ni venderlo. ¿Queremos este corredor al norte de Arica para venderlo? No. Entonces, planteemos la “supremacía” territorial. No es lo óptimo, pero sí lo más realista. Con esta propuesta se eliminan las excusas de Chile, y Perú no podrá decir nada. Obviamente, se tendrán que respetar sus derechos adquiridos sobre ese territoriohttp://www.blogger.com/img/gl.bold.gif
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—¿Usted está de acuerdo con esta salida?

(RF) —Sí, bajo todo punto de vista. Mucho antes de que yo asuma como cónsul boliviano en Chile, he coincidido totalmente con esta postura. Es muy lógica esta fórmula para desatar los nudos. En las universidades y centros de estudio chilenos ha sido muy discutida. Coincidimos en que, hoy, podemos llamar a la fórmula para salir del problema como “supremacía territorial” o también se puede decir encontrar una salida señalando una cesión de territorio “sin soberanía inmediata”. Como la soberanía está sujeta a lo que diga Perú, entonces hacemos todo el acuerdo pero postergando lo más delicado. Mencionamos el tema, pero no como algo inmediato. Al final, el acuerdo estará sujeto a lo que diga Perú conforme al Tratado de 1929. Creo que debemos buscar fórmulas basadas en un realismo político que nos permita llegar realmente al Pacífico.

(FSP) —Aquí entran los diplomáticos. Yo soy un aficionado en esto. No soy ni pretendo ser de la carrera diplomática. Pero si, como dice Finot, se menciona la soberanía, aunque sea como algo “no inmediato”, nos vamos a poner un obstáculo insalvable con Chile y con Perú. En el imaginario popular, no interesa que sea o no con soberanía. Lo que interesa a los bolivianos es colocar nuestra bandera en un puerto y abrir una salida al Pacífico para ir los fines de semana. En cambio, si le ponemos al negociador chileno la palabra “soberanía”, no vamos a avanzar. Por eso, el presidente Morales ha tenido éxito. Dijo “mar para Bolivia”, no dijo si será con o sin soberanía. Punto. Entonces, el enfoque tiene que ser nuevo. Reconozco que hay una doctrina y una continuidad en la política exterior sobre esta materia. Pero lo que faltó es sentido común. Morales tuvo sentido común sobre el tema marítimo. Por casualidad, por intuición, no lo sé. Entonces, creo que no hay que retroceder al mencionar la palabra “soberanía”.

—¿Cómo se debe encarar la política marítima con Perú?

(FSP) —Primero, poniendo un buen embajador. Las relaciones con Perú son tremendamente importantes por razones históricas, geográficas, económicas y políticas. En el camino se aprende. Ahora, el Gobierno nombró, después de casi dos años, a un buen embajador en Brasil (Mauricio Dorfler), un diplomático de carrera, muy capaz.

(RF) —En esto también coincido con Fernando. Primero tenemos que saber qué se quiere con el Perú. Creo que las declaraciones de García Belaúnde muestran que se está abriendo una puerta y (esto) demuestra que la Cancillería está haciendo su trabajo.

(FSP) —Sin embargo, hay que reconocer que cada vez que hay un acercamiento entre Bolivia y Chile, Perú mete la cuchara. Cuando ambos países volvieron a acercarse en el marco de la agenda sin exclusiones y hay una oportunidad para llegar a un arreglo, Perú puso sobre la mesa el reclamo por los límites marítimos. ¿A quién van a afectar con los nuevos límites marítimos en el supuesto caso de que lleguemos a un acuerdo con Chile? A Bolivia. Sería un corredor sin mar. Belaúnde habla ahora, pero hay que ver qué dice cuando lleguemos a un acuerdo con Chile. Perú defiende sus intereses y es lógico que así sea.

Creo que no hay que creerles tanto a los peruanos. La relación con Perú es fundamental y por eso hay que cultivar esa vinculación. Y tenemos que salir de esa lógica de decir “Chile es nuestro enemigo, y Perú, nuestro amigo”. Y partimos de eso.

En política internacional no hay amigos ni enemigos permanentes, sólo existen intereses. Hoy, el Gobierno tiene un embajador que un día dice una cosa y otro dice otra, por tanto, no es confiable. Y veamos, hoy estamos mal con Brasil y con Perú. Allí faltó sentido común.



03 noviembre, 2007

El imperecedero Siglo XXI

Los territorios conquistados por Chile durante la guerra siguen aportando al desarrollo económico del vecino del sur. Al guano y el salitre, frutos de estas tierras que despuntaron en el Siglo XIX, le siguió el cobre, actualmente uno de los motores de la economía y la defensa de Chile.

La industria del cobre inició su ascenso en las primeras décadas del Siglo XX con el ingreso del capital norteamericano. Una de los primeros asientos mineros que se abrió fue Chuquicamata, portentoso complejo productor de cobre a tajo abierto ubicado en Antofagasta. Hace poco, en agosto de este año, después de 93 años, esta mina cerró sus operaciones.

Tras la tímida nacionalización del cobre dispuesto por el gobierno de Frei en los sesenta, el general Pincochet, en los setenta, decidió vender todo, menos el cobre cuya producción y comercialización lo mantuvo en manos del Estado.

Pinochet utilizó el mineral como flujo de caja para las Fuerzas Armadas. Gracias a la Ley 13.196, “Ley Reservada del Cobre”, las Fuerzas Armadas de Chile no sólo han renovado sino que han modernizaado su sistema militar de defensa.

¿De dónde de vienen estos aportes?

El siguiente cuadro ayudará a comprender mejor esta situación. Según la Memoria Anual de Codelco 2006, la producción 2005 – 2006 de cobre y molibdeno fue la siguiente:
El cuadro indica que el 53% del cobre y el 65% de molibdeno provienen de la unidad Codelco Norte ubicado en Antofagasta, el antiguo territorio boliviano.

En ese mismo periodo, los ingresos fiscales que generó la riqueza de los territorios conquistados fueron 4.442 millones de dólares el 2005 y 8.334 millones de dólares el 2006; casi la tercera parte de la deuda externa peruana... ¡sólo en los dos últimos años!

Ahora bien, si revisamos el aporte al PIB nacional de Arica-Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, veremos que, juntos, son la zona más rica de Chile, más productiva incluso que las regiones de Biobío y Valparaíso.

Tarapacá y Antofagasta suman 10,2% del PIB nacional, mientras que Biobío 9,5% y Valparaíso 8,0%. Mucho más abajo están Los Lagos con 4,5%, Maule con 3,6% y Coquimbo con 2,2%.

El desarrollo económico de Chile no se puede explicar sin el aporte que a lo largo de los últimos 128 años han hecho los territorios perdidos en la Guerra del Pacífico. Estudios recientes indican que frente a las costas de los ex departamentos de Perú y Bolivia existe gas, petróleo y minerales. Lo que evidencia que la riqueza de estas tierras parece no agotarse jamás. ¿Ya lo ve canciller Foxley? El recuerdo es imperecedero.

31 octubre, 2007

El siempre presente Siglo XIX

El canciller de Chile, Alejandro Foxley, ha renegado del Siglo XIX. Ha dicho que hay países a los que les cuesta mucho salir de ese tiempo-histórico. Y es que el Siglo XIX tiene varias reminiscencias. Fue el siglo de la Guerra; de la debacle económica; del recorte del territorio nacional y de la pérdida de las riquezas naturales de entonces: el guano, el salitre y el cobre.

A comienzos del Siglo XIX, apenas iniciada la vida independiente, el Perú vivió su primera bonanza cíclica gracias a la industria del guano. La naciente clase aristocrática nacional vivió a cuerpo de rey importando lo mejor del vestido, la comida y la bebida europea. Tanta era la fortuna salida de las cloacas guaneras que los gobiernos militares de la época crearon el Estanco del Guano para controlar el comercio.

A partir de 1845 se empezó a comercializar el producto a Europa. Ese año se exportaron 24,701 TM; en 1853 se vendieron 316,116 TM. En la práctica, esto significó pasar de 700 mil dólares de exportaciones a 6 millones de dólares.

La deuda externa empezó a pagarse. En 1860 el presupuesto del Perú fue de casi 20 millones de dólares; tres cuartas partes de él, financiado por las liviandades de las aves marinas.

Por ese mismo periodo otro producto, fruto de las tierras de Tarapacá y Antofagasta, empezó a destacarse: el salitre.

Entre 1830 – 1839 exportábamos poco más de 1 millón de quintales. En la década siguiente la producción aumentó a 3 millones 679 mil quintales y entre 1850 – 1859 superábamos los 8 millones 800 mil quintales. Diez años antes de la guerra, llegamos a exportar 19 millones 500 mil quintales. En treinta años las exportaciones de salitre se multiplicaron por veinte.

La guerra invirtió drásticamente este patrón de crecimiento.

El Perú que en 1878 dominaba el 57% de la producción de salitre -mientras Chile tenía el 14% del mercado-, desapareció después de la guerra.

Chile en cambio, para 1965, dominaba el 65% de la producción del mineral. Durante toda esta etapa, la economía chilena se recostó sobre el salitre. Más del 50% de su presupuesto se financió con este botín de guerra.

Y por si esto no bastara para recordarle al canciller Foxley lo terrible y doloroso que fue para los peruanos el Siglo XIX, queda aún el cobre.

Nadie discute hoy en día que la minería es la base del despegue económico de Chile. No en vano se le conoce al cobre como “el sueldo de Chile”. El año pasado el país del sur exportó más de 38 mil millones de dólares en cobre, lo que representó el 65% del total de sus exportaciones.

Gracias a una ley de la época de Pinochet, las Fuerzas Armadas se reservan el 10% de las exportaciones de cobre de Codelco. Entre el 2000 y el 2003 esto significó unos 250 millones de dólares anuales. Y entre el 2004 - 2005 la cuota aumentó a 598 millones 826 mil dólares anuales. El año pasado la transferencia fue del orden de los 1.200 millones de dólares.

Buena parte de esa riqueza se genera en los territorios conquistados en la guerra, especialmente en Tarapacá y Antofagasta, departamentos que hasta hoy siguen aportando al desarrollo de Chile… pero eso será materia de una siguiente nota ubicada ya en los Siglos XX y XXI, para no herir la susceptibilidad del canciller Foxley.