26 noviembre, 2014

Perú Bicentenario


Faltan siete años para el Bicentenario de la República. ¿Somos el país que imaginaron, soñaron, pelearon y conquistaron quiénes nos liberaron y quiénes tuvieron en sus manos el diseño de la estructura de gobierno?

¿Qué valores inspiraron el nacimiento de la República? ¿Heredamos democracia o autoritarismo? ¿Nos unimos en busca de la felicidad o por miedo? ¿Somos hoy acaso esa República imaginada?

Es necesario volver a los orígenes para encontrar en el debate de entonces, en medio de un contexto bélico con una potencia mundial, la fragua de valores, nociones, sueños, inspiraciones y aspiraciones que modelaron lo que hoy somos como Nación. ¿Construimos República, pero no ciudadanía?

Después de todo, el pensamiento que primó sobre la arquitectura del nuevo gobierno fue el Protectorado. El poder a un hombre fuerte que sacrifique la libertad (de la ciudadanía) en aras de la unidad (de la República). Bernardo de Monteagudo fue tal vez el intelectual más influyente que modeló esta nueva forma de gobierno, llegando a la conclusión, junto a San Martín,  de la viabilidad de la Monarquía Constitucional.

El país bullía por entonces en facciones armadas y verbales. José Faustino Sánchez Carrión y otros defenderán con ardor tesis contrarias basadas en conceptos como libertad, justicia, igualdad, que finalmente prevalecerán y que son la amalgama de los principios políticos que se mantienen hasta hoy y que conocemos como democracia.

El Perú nació de la guerra, pero también del debate político por diseñar su estructura jurídica. Es necesario recuperar ese debate. Y el bicentenario es un buen motivo o pretexto para hacerlo.

Los 200 años están a la vuelta de la esquina. ¿Qué estamos haciendo? ¿Qué estamos planeando? Muy poco o nada. Ni el Poder Ejecutivo, ni el gobierno de la ciudad tienen un Plan para Bicentenario. Sabemos que el 2019 tendremos los Juegos Panamericanos, pero no tenemos nada para el 2021. En el Congreso existe una Comisión de trabajo del Bicentenario y nada más. No sabemos algo de ella.

El primer centenario, en cambio, fue un acontecimiento. Al menos desde el punto de vista de la obra pública y privada. Gobernaba Leguía y La Patria Nueva. Se construyeron las avenidas Progreso (hoy Venezuela), Unión (hoy Colonial), y Leguía (hoy Arequipa). Nacieron nuevos barrios como San Miguel, Magdalena. Se levantaron la Plaza San Martin, el Parque Universitario, el Palacio de Justicia, el Hospital Loayza, el Hotel Bolívar. Los gobiernos extranjeros enviaron regalos ornamentales para la ciudad.

Y no es que busquemos un "Shock  de obras", como acaba de proponer el ex presidente Alan García para recuperar la fe y la confianza ciudadana en la política. Todo lo contrario, necesitamos un "Shock político institucional" que surja desde la política, del debate de las ideas y no del cemento.

Urge despercudirnos del marasmo. Pensar el país. Rediseñar políticas públicas. Convocar a los peruanos y peruanas más destacados y formar equipos de trabajo que asuman el reto de explorar lo avanzado en estos primeros 200 años de vida republicana. La universidad o los partidos deben asumir este reto. Un ciclo de debate que convoque a la intelligentzia actual en diversas disciplinas para mirar el país y proyectarlo al futuro.

Monteagudo creó un espacio de discusión para mostrar las bondades del Protectorado. Debemos ahora retomar esa idea, pero para mostrar las bondades de la República. Perú Bicentenario debe ser ese espacio.

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 * Columna publicada en Diario 16 de Lima, Perú, el 26 de Noviembre del 2014.

ACTUALIZACION.- Después de haber publicado este artículo encuentro algunos esfuerzos interesantes ligados al Bicentenario, nacidos desde los medios de comunicación. El primero de ellos es una serie de programas producidos por el canal del Estado, IRTP - Canal 7, que se inicia este lunes 15 de diciembre con el capítulo sobre la Revolución de Túpac Amaru. Los conductores-narradores de este nuevo programa de TV son el historiador Antonio Zapata y el actor Giovanni Ciccia. Resalta igualmente la serie de artículos que desde hace buen tiempo viene publicando la Revista Caretas sobre tópicos diversos alrededor del tema de los 200 años de la Independencia del Perú. Al cintillo tradicional que acompaña el logotipo de la revista "Ilustración Peruana", se le ha agregado  ahora la frase: "Rumbo al Bicentenario". Destaca igualmente el trabajo de la Revista Hildebrandt en sus trece que cada viernes nos ofrece textos, cartas y/o relatos históricos de personajes relacionados con la historia y la cultura del Perú. 

02 noviembre, 2014

La Salud enferma


El confuso incidente ocurrido hace unos días en el Policlínico Fiori, en el que una persona llegó en un taxi –muerta o no, no se sabe; eso está en investigación­– y cuyos familiares, al no encontrar atención adecuada, arremetieron a golpes contra el hombre de seguridad del policlínico, dejándolo con severo trauma encéfalo craneano, es más que un episodio noticioso.
Revela una de las aristas de la debilidad del sistema de salud, expresado en un área sensible, básica, pero que pareciera pasar desapercibida frente a otros problemas más urgentes, perentorios y de fondo del sistema de salud en el país. Me refiero al primer eslabón para medir la calidad del servicio: la atención al público.
Si bien el sistema de cobertura de salud ha aumentado en los últimos años (65.5% de la población tiene algún tipo de seguro de salud), es mucho lo que se tiene qué hacer para mejorar el servicio de atención. 60,2% de los pacientes señala que el tiempo de espera para ser atendidos es muy prolongado. Más de una hora, antes de entrar a consulta. 17 días en promedio para obtener una cita*.
La Defensoría del Pueblo tiene alertas y monitoreos en torno a la cobertura de salud con recomendaciones específicas sobre la situación del Seguro Integral de Salud (SIS), la cobertura de las enfermedades de alto costo, los cobros derivados de los servicios de salud, el acceso a los medicamentos, entre otros. Pero, tan importante como ampliar la infraestructura, acortar el tiempo para las citas médicas o surtir las farmacias con medicamentos, es atender al público con respeto. Los ciudadanos reclaman ahora de su Estado no solo atención, sino calidad de atención.
La encuesta del INEI señala que los principales problemas que presentan los establecimientos de salud son la demora en la atención (49,3%), el maltrato (34,4%) y la falta de medicamentos en las farmacias de los establecimientos de salud (18,1%). Tres cuartas partes de los pacientes refieren como principales problemas aspectos de trato humano y atención, antes que logísticos.
En casi todos los centros de salud (públicos y privados) se ha descuidado este primer eslabón de la atención al público, asignando esta responsabilidad a agentes de seguridad. No es nada personal contra los guachimanes. Pero no se puede dejar un tema tan delicado como este en manos de personal no médico o con nula o escasa vocación de servicio. Cuando un familiar se enferma, la angustia es para toda la familia. La ansiedad aumenta cuando no hay información médica clara y oportuna sobre la evolución clínica del paciente. Los serumistas médicos, las asistentas sociales y aún el personal de seguridad debidamente capacitado y entrenado pueden atender este requerimiento. No hay mejor bálsamo para un enfermo que un trato cordial y compadecido.
Experiencias de trato oportuno, cordial y sensible hay muchos. En el Hospital Arzobispo Loayza he sido testigo del excelente trabajo que realizan las "defensoras del SIS"; asistentas sociales preocupadas por la atención oportuna del asegurado más pobre, vigilantes de sus derechos, supervisan permanentemente el cuidado de los pacientes, el cumplimiento de los horarios de las visitas médicas y la provisión de alimentos y medicinas. Es un modelo a replicar.
Señora ministra de Salud, señora presidenta de Essalud: formen ustedes un ejército de hombres y mujeres de blanco, con auténtica vocación de servicio, dinámicos, sensibles, proactivos, motivadores, que sea la primera línea de atención entre el enfermo y el médico. La salud es "el derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental de todo ser humano". Empecemos por mejorar el primer contacto entre el paciente y el centro de salud. Si la Salud enferma, recuperémosla.
Fuente: INEI. Encuesta Nacional de Satisfacción de Usuarios del Aseguramiento Universal en Salud,  realizada entre los meses de marzo y mayo del 2014.
Artículo publicado en Diario 16 el 01 de Noviembre de 2014.