27 enero, 2008

Ecos del Andahuaylazo

El “Andahuaylazo” del 2005 fue una operación político-militar destinada a provocar la vacancia del poder de Alejandro Toledo. Buscaba generar una respuesta violenta del gobierno a través de la intervención de las Fuerzas Armadas para motivar a su vez la intervención del Congreso y aprobar la remoción inmediata del presidente de la República por incapacidad moral.

El movimiento insurreccional de Antauro Humala estuvo -en varios momentos de esas difíciles horas vividas- a punto de lograr su cometido. Las Fuerzas Armadas estaban ya, armas en ristre, en posición de ataque, pero la decisión política fue negociar con los insubordinados, rescatar con vida a los rehenes y recuperar el Estado de Derecho, evitando un baño de sangre que hubiera dado a los enemigos políticos del régimen la excusa que buscaban para derrocar a Toledo.

La acción armada de Antauro, apoyada por su hermano Ollanta, presentó un plan político de tres puntos: renuncia del presidente de la República, instalación de una asamblea constituyente y adelanto de elecciones. Los políticos de entonces callaron en siete idiomas. En los primeros minutos de la incursión, algunos medios de comunicación sirivieron de cajas de resonancia de la asonada.

A las pocas horas de haber sido ocupada la Comisaría de Andahuaylas, Antauro Humala se comunicó con Radioprogramas del Perú. Por esta misma vía, Ollanta leyó un comunicado desde Seúl, Corea, en el que demandó la renuncia inmediata del presidente Toledo, su sucesión y su sometimiento a un juicio de residencia. En el comunicado Ollanta Humala hizo un llamado “a los reservistas a nivel nacional, en condiciones de actuar organizadamente en defensa de la población y por la recuperación de nuestras instituciones”.

Antauro al tomar conocimiento del comunicado de su hermano llamó a la insurrección general desde Andahuaylas. Sólo después de haberse enterado de la muerte de cuatro policías, Ollanta pidió a su hermano deponer las armas. Hubo medios que se negaron a leer los comunicados oficiales del Gobierno.

El Presidente convocó al Consejo del Estado para comunicar a todos los órganos su decisión de utilizar la fuerza para mantener el orden democrático. El presidente del Congreso Antero Flores Aráoz respaldó la propuesta.

La asonada humalista no obtuvo el respaldo ni de unidades militares ni de organizaciones civiles, políticas o institucionales. Antauro se quedó sólo con sus hombres y fue capturado al tercer día, en una hábil maniobra desplegada por el general Felix Murazzo, quien lo convenció para conversar y al final, por orden del Presidente de la República –vía telefónica, tras un tenso diálogo desde Salón Bolognesi en Palacio de Gobierno donde se congregó el comando general de operaciones-, lo detuvo con presencia del fiscal de turno respectivo.

Fue una operación limpia, que evitó más muerte de la que los humalistas provocaron. El comando militar se quedó con sus chalecos antibalas puestos y se logró que los rebeldes entregaran las armas en presencia de autoridades. La chispa que incendiara la pradera no prendió y el Presidente Toledo terminó su periodo de gobierno sin haber manchado sus manos de sangre, como se buscó con insistencia en la asonada de Andahuaylas, el primer día de enero de 2005.



23 enero, 2008

Perú – Chile: las cuerdas separadas

Cada vez que las relaciones se tensan con el vecino del sur, irremediablamente sale a relucir el argumento de las cuerdas separadas. Esto quiere decir que las acciones que discurren en el campo político-diplomático internacional no deben mezclarse con las relaciones comerciales o de negocios que mantienen ambos países.

El gobierno defiende esta tesis, lo mismo que organizaciones empresariales, políticos de diversos partidos y medios de comunicación importantes como El Comercio. Posición contraria sostienen políticos como Carlos Ferrero, líderes del Partido Nacionalista y académicos como Alan Fairlie.

En realidad la política de cuerdas separadas en las relaciones peruano-chilenas nace de la Cancillería y se basa principalmente en una postura pragmática, una visión económica liberal que bien puede resumirse en la frase “bussines are bussines”.

En el fondo es una manera de ganar tiempo.

Chile tiene actualmente alrededor de 6 mil millones de dólares de inversión en nuestro país. El Perú no pasa de 300 millones de dólares invertidos en Chile. Pero, además de la asimetría económica, quizás, lo que en verdad preocupe, es la evidente asimetría militar.

Los economistas liberales señalan que hacer negocios en países fronterizos ayuda a mejorar las percepciones entre los vecinos y disminuye el riesgo de posibles conflictos bélicos debido a que las fuerzas económicas son las primeras que se ven afectadas por las guerras. Fairlie ataca este planteamiento señalando que eso no ocurre cuando las asimetrías económicas entre los pasies vecinos son abismales. Por el contrario -señala- esta asimetría puede ser factor de conflicto.

En el caso de las diferencias en Defensa, sólo resta ganar tiempo y esperar que el Fondo de Defensa creado en nuestro país el 2004 -que ya permitió comprar cuatro fragatas Lupo- permita programar la recuperación de nuestras Fuerzas Armadas. Mientras, ya se viene aplicando el nuevo concepto de “Núcleo Básico Eficaz” y “Guerra Asimétrica”

Para ser sinceros, la política de cuerdas separadas es algo que también se escucha en círculos oficiales chilenos. Lo ha afirmado el propio canciller Foxley en reiteradas oportunidades, aunque ayer llegó un ruido en este aspecto. La noticia daba cuenta de que el gobierno chileno había quitado el carácter de urgente al trámite que el Senado debía iniciar sobre la firma de un TLC con Perú, una semana después de que nuestro país presentara la demanda limítrofe contra Chile en La Haya.

La información consignaba unas declaraciones del senador derechista opositor Hernán Larraín: “Está claro que las relaciones con Perú no pueden ser igual que antes, cuando reinaba otro espíritu... El gesto inamistoso del Perú debe ser respondido". Es decir, no más política de cuerdas separadas. Foxley se encargó de desmentir tal posición, pero queda siempre el rintintín de la duda.

El canciller peruano, por su parte, ha reiterado que la demanda peruana ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre la delimitación marítima con Chile, es un tema que circula por un carril separado debido a que se trata de un tópico eminentemente jurídico y jurisdiccional. "Y allí debe quedar y no debe trasladarse a los otros campos de la relación bilateral".

Hasta el momento el discurso de las cuerdas separadas ha servido para ambos gobiernos. Lo que nadie sabe es que pasará cuando uno de los dos países vea que en realidad la economía y la política son en efecto dos cuerdas, pero, no separadas, sino trensadas por la idiosincracia de los pueblos.



19 enero, 2008

Perú - Chile: escenarios no deseados

El Perú tiene la razón, pero Chile tiene la fuerza. Partiendo de esta realidad, los países desarrollarán sus estrategias privilegiando sus respectivas fortalezas. Pero eso no quiere decir que las cosas se mantengan inalterables en el tiempo. Todo lo contrario. Sin desesperación, pero invariablemente, nuestro país deberá avanzar en potenciar equipos y sistemas de defensa. Las negociaciones en Itamaraty enseñaron que una cosa es sentarse a conversar sin respaldo militar y otra muy distinta es hacerlo con ventaja operativa.

El tiempo que gane la diplomacia en este juego lo agradecerá la defensa. Teniendo esto claro podrán reorientarse los presupuestos y las prioridades para garantizar un respaldo militar adecuado que nadie quiere usar, pero que no se puede dejar de pensar.

Los chilenos están en lo mismo. El pensamiento profundo de la presidenta Bachelet no deja dudas. "Chile hará lo que corresponde en la Corte de La Haya, defenderá con mucha fuerza su postura, porque estamos convencidos de que no solo tenemos la razón, sino que tenemos todos los elementos para mostrar con claridad la postura chilena", ha dicho ayer la presidenta. ¿Cuáles son todos esos elementos que mostrarán con claridad la postura chilena?,¿son todos de carácter legal? ¿O hay también argumentos extra-jurídicos?

Chile hace alarde de su fuerza como elemento disuasorio en la confrontación abierta y jurídica que se acaba de abrir en La Haya porque, como bien dice uno de sus ex cancilleres hoy en El Mercurio, Hernán Felipe Errázuriz, “las partes se han comprometido a un juicio pacífico. Pero las conductas y confianzas cambian a partir de las demandas judiciales y tienden a complicarse”.

A diferencia de nosotros, a la hora de defender su posición, Chile no hace distingos entre sus colaboradores. Y convoca a sus profesionales sin preguntar si tienen credenciales democráticas o si han servido a la dictadura. Es el caso de Errázuriz, economista de ala dura, integrante de la dictadura pinochetista, primero como presidente del Banco Central de Reserva, ministro de Minería y secretario general del Gobierno, embajador de Chile en los Estados Unidos (periodo de Ronald Reagan) y canciller pinochetista en las postrimerías del régimen militar chileno.

Errázuriz es uno de los seis ex cancilleres convocados por la presidencia de Michelle Bachelet para defender la tesis chilena de que el límite marítimo con el Perú no sólo está establecido, sino que es inmodificable. El ex canciller pinochetista considera que planteada la litis ante la Corte está trabada y si bien los jueces resolverán “eso no basta”. Por lo tanto, “hay que armonizar y abordar factores extrajudiciales, coordinar medios y precaver con prudencia eventos no deseados por las partes”.

Las voces de prudencia van y vienen de uno y otro lado. Pero acudir a La Haya abre una puerta que puede trascender el ámbito jurídico. Para esos "otros escenarios" es que debemos prepararnos desde ahora. En relaciones internacionales, diplomacia y defensa son caras de una misma moneda.



Cronología del diferendo marítimo Perú - Chile

La Agencia Reuters publica esta reseña cronológica que resume paso a paso el diferendo marítimo entre nuestro país y Chile. A partir de ahora se abre un largo proceso cuyos resultados se verán con seguridad en el próximo gobierno.

19 julio 2004: Perú informa que entregó a Chile una propuesta formal para iniciar en un plazo de 60 días negociaciones y solucionar la "controversia jurídica" sobre la delimitación marítima.

12 septiembre 2004: La Cancillería peruana dice que se agotó la posibilidad de buscar una solución al diferendo a través de negociaciones directas y que el país andino puede recurrir a los medios de solución pacífica de controversias previstos en el derecho internacional.

31 octubre 2005: Chile lanza una ofensiva diplomática para convencer a sus socios sudamericanos de que es ilegal un proyecto del Congreso de Perú que fija una línea fronteriza marítima distinta a la reconocida por Santiago.

3 noviembre 2005: El entonces presidente peruano Alejandro Toledo promulga una ley aprobada horas antes por el Congreso que sienta las bases para negociar una frontera marítima con su vecino del sur. Chile dice que la norma no tiene efecto internacional y que hará respetar acuerdos vigentes.

4 octubre 2006: El Gobierno peruano dice que agotará la vía diplomática antes de recurrir a la corte de La Haya para solucionar la diferencia limítrofe con Chile.

10 abril 2007: Perú anuncia que ratificó ante Naciones Unidas su posición en torno a los límites marítimos con Chile y presentó las líneas de base que definen su frontera.

9 junio 2007: Perú presenta una nota de protesta a Chile por su pretensión de "confundir" la delimitación marítima, que Lima considera pendiente, con la frontera terrestre ya fijada por un tratado de 1929.

28 julio 2007: El presidente peruano, Alan García, dice que ya comunicó al Gobierno chileno la decisión de su país de acudir a la corte internacional de La Haya para resolver el diferendo sobre la frontera marítima.

12 agosto 2007: Perú publica un mapa oficial en el que define su límite marítimo en el sur, un documento que considera clave para sustentar su posición respecto del diferendo con Chile.

13 agosto 2007: Chile llama a su embajador en Perú luego de protestar por la publicación del mapa. A los pocos días, el Gobierno chileno anuncia su regreso a Perú para coordinar ayuda tras un terremoto en el sur de Lima.

23 agosto 2007: Chile asegura que la publicación del mapa peruano es un obstáculo para entregar una eventual solución a la histórica demanda de Bolivia de un acceso al Océano Pacífico.

9 noviembre 2007: García y la presidenta chilena, Michelle Bachelet, conversan en Santiago "muy de pasada" sobre la controversia que tienen ambos países por sus límites marítimos, aprovechando la participación de ambos en la XVII Cumbre Iberoamericana en la capital chilena.

28 diciembre 2007: Perú oficializa la designación de su ex ministro de Defensa y ex canciller Allan Wagner como agente diplomático del Estado peruano ante la corte internacional de La Haya.

9 enero 2008: El Gobierno peruano designa a los integrantes de su delegación ante el tribunal internacional.

10 enero 2008: La estrategia de Perú para zanjar el diferendo en La Haya recibe el respaldo unánime de diversos sectores políticos y sociales del país. Chile constituye un consejo de ex cancilleres para que lo asesore en su defensa.

14 enero 2008: Bachelet asegura que Chile está preparado para defenderse en la Corte Internacional de Justicia frente a una demanda peruana. El subsecretario chileno de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, asumirá como líder del grupo que defenderá la posición de Chile.

16 enero 2008: Perú anuncia que presentó ante La Haya una demanda para solucionar la controversia sobre su frontera marítima con Chile.

17 enero 2008: Chile llama a consulta a su embajador en Perú, Cristián Barros, para analizar la agenda bilateral tras la demanda peruana.

17 enero, 2008

Comunicado de Perú Posible sobre delimitación marítima con Chile

Pensando en el Perú

La defensa de la soberanía nacional es una política de Estado; formada en el tiempo al amparo de sucesivos gobiernos. Los hombres pasan, pero los altos intereses del país permanecen.

La delimitación de la frontera marítima con el vecino país de Chile es una controversia de naturaleza jurídica, pacífica y justa.

Respaldamos la iniciativa del actual gobierno de buscar la solución definitiva al diferendo en la Corte Internacional de La Haya.

Esto no se hubiera concretado si nuestro Gobierno de Perú Posible no hubiera realizado las siguientes acciones dentro de una política de Estado:

- Reconocimiento de la competencia de la Corte de La Haya.
- Identificación del Pacto de Bogotá como la base jurídica que habilite el juicio en la Corte.
- Retiro de las reservas que el Perú tenía al Pacto de Bogotá.
- Definición del límite marítimo externo del Perú a través de la Ley de Líneas de Base.

Pensando en el Perú, el 2002, durante su visita de Estado a Chile, el Presidente Alejandro Toledo planteó directamente el tema de la controversia marítima al Presidente Lagos, la cual, de mutuo acuerdo, se hizo pública en la conferencia de prensa al final de la visita de Estado.

Dos años después, el 19 de julio del 2004, se invitó formalmente al Gobierno de Chile a establecer el límite marítimo a través de negociaciones diplomáticas, agotando así las tratativas bilaterales y abriendo a su vez las puertas del escenario internacional en que ahora nos encontramos.

El 13 de febrero de 2007 Perú Posible publicó un pronunciamiento manifestando que las negociaciones diplomáticas con Chile estaban agotadas y que por tanto debía acudirse al Tribunal de La Haya.

Un sólo norte, una misma conducta, una convicción: el Perú.

La Comisión Política

Lima, 17 de enero de 2008

16 enero, 2008

La demanda peruana ante La Haya

Al Señor Secretario
Corte Internacional de Justicia:

El suscrito, debidamente autorizado por el Gobierno de la República
del Perú como su Agente, tiene el honor de someter a la Corte
Internacional de Justicia, de conformidad con los artículos 36 (1) y
40 (1) de su Estatuto y el Artículo 38 de su Reglamento, una demanda
dando inicio al proceso instituido por la República del Perú contra la
República de Chile por el siguiente caso:

I. Materia de la Controversia

1.- La controversia entre el Perú y Chile está referida a la
delimitación del límite entre las zonas marítimas de los dos Estados
en el Océano Pacífico, que comienza en un punto en la costa denominado
"Concordia" conforme al Tratado del 3 de junio de 1929. La
controversia entre el Perú y Chile también comprende el reconocimiento
a favor del Perú de una vasta zona marítima que se sitúa dentro de las
200 millas marinas adyacentes a la costa peruana, y que por tanto
pertenece al Perú, pero que Chile considera como parte del alta mar.

II. Los Hechos

2. Las zonas marítimas entre el Perú y Chile nunca han sido
delimitadas ni por acuerdo ni de alguna otra forma. El Perú,
consiguientemente, sostiene que la delimitación deberá ser determinada
por la Corte conforme al derecho internacional.

3. Sin embargo, Chile sostiene que ambos Estados han acordado una
delimitación marítima que comienza en la costa y continúa a lo largo
de un paralelo de latitud. Aún más, Chile ha rehusado reconocer los
derechos soberanos del Perú sobre un área marítima situada dentro del
límite de 200 millas marinas desde sus costas (y que se encuentra
fuera de la zona económica exclusiva y de la plataforma continental de
Chile).

4. Desde los años ochenta, el Perú ha intentado consistentemente
negociar las diversas cuestiones incluidas en esta controversia, pero
ha encontrado la constante negativa chilena a entrar en negociaciones
(ver por ejemplo el Anexo 1). Mediante Nota de su Ministro de
Relaciones Exteriores del 10 de septiembre del 2004 (Anexo 2) Chile
cerró firmemente la puerta a cualquier negociación.

III La Jurisdicción de la Corte

5. La jurisdicción de la Corte en este caso se basa en el Artículo
XXXI del Tratado Americano sobre Solución Pacífica de Controversias
(Pacto de Bogotá) del 30 de abril de 1948 (Anexo 3) Esta disposición
reza:

ARTICULO XXXI. De conformidad con el inciso 2º del artículo 36 del
Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, las Altas Partes
Contratantes declaran que reconocen respecto a cualquier otro Estado
Americano como obligatoria ipso facto, sin necesidad de ningún
convenio especial mientras esté vigente el presente Tratado, la
jurisdicción de la expresada Corte en todas las controversias de orden
jurídico que surjan entre ellas y que versen sobre:

a) La interpretación de un Tratado;

b) Cualquier cuestión de Derecho Internacional;

c) La existencia de todo hecho que, si fuere establecido, constituiría
la violación de una obligación internacional;

d) La naturaleza o extensión de la reparación que ha de hacerse por el
quebrantamiento de una obligación internacional.

6. Tanto el Perú como Chile son partes en el Pacto de Bogotá. Ninguna
de las dos partes mantiene a la fecha reserva alguna al referido
Pacto.

IV. El Fundamento Legal de la Reclamación Peruana

7. Los principios y normas del derecho internacional consuetudinario
sobre delimitación marítima, tal como se encuentran reflejados en las
disposiciones relevantes de la Convención de las Naciones Unidas sobre
el Derecho del Mar de 1982 ("CONVEMAR") y desarrollados por la
jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia y de otros
tribunales, constituyen las principales fuentes de derecho aplicables
a la presente controversia.

8. El principio rector principal sobre delimitación de la zona
económica exclusiva y de la plataforma continental entre Estados con
costas adyacentes, recogido en los Artículos 74 y 83 de la Convención,
es que la delimitación "se efectuará por acuerdo entre ellos sobre la
base del derecho internacional, a que hace referencia el Artículo 38
del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, a fin de llegar a
una solución equitativa." Según ha sido interpretado por la reciente
jurisprudencia de la Corte, este principio es básicamente similar al
que rige la delimitación de los mares territoriales de los Estados con
costas adyacentes conforme al Artículo 15 de la Convención,
consistente en aplicar la equidistancia, teniendo en cuenta
circunstancias especiales cuando las hubiere.

9. De conformidad con el derecho internacional, tanto el Perú como
Chile tienen derecho a un dominio marítimo adyacente como prolongación
de sus respectivos territorios terrestres hasta una distancia de 200
millas marinas desde sus líneas de base. A consecuencia de ello y
dada la configuración geográfica de la costa, sus derechos se
superponen. Como quiera que ningún acuerdo ha sido alcanzado por las
Partes respecto a la delimitación de sus respectivas zonas marítimas y
en ausencia de circunstancias especiales que cuestionen la aplicación
de la línea equidistante, es la línea equidistante la que permite
arribar a un resultado equitativo. El límite marítimo entre las Partes
deberá ser determinado en tal sentido.

10. En contraste, una línea divisoria a lo largo de un paralelo que
comience en la costa, conforme a la pretensión chilena, no cumple el
requisito fundamental de arribar a un resultado equitativo y tampoco
surge de acuerdo alguno entre las Partes.

11. La delimitación debe empezar en un punto en la costa denominado
Concordia, punto terminal de la frontera terrestre establecido
conforme al Tratado y Protocolo Complementario para resolver la
cuestión de Tacna y Arica -Tratado de Lima- del 3 de junio de 1929
(Anexo 4), cuyas coordenadas son 18º 21' 08" S y 70º 22' 39" O (ver
Anexo 5), y debe extenderse hasta una distancia de 200 millas marinas
desde las líneas de base establecidas por las Partes. Esto es en
conformidad con el Artículo 54, párrafo 2 de la Constitución del Perú
de 1993 (Anexo 6), la Ley No. 28621 sobre Líneas de Base del Dominio
Marítimo del Perú del 3 de noviembre de 2005 (Anexo 5), el Decreto
Supremo peruano No. 047-2007-RE del 11 de agosto de 2007 (Anexo 7) y
el artículo 596 del Código Civil chileno modificado por la Ley No.
18.565 del 23 de octubre de 1986 (Anexo 8), todas ellas normas
concurrentes en la fijación del límite exterior de sus respectivos
dominios marítimos hasta una distancia de 200 millas marinas medidas
desde las líneas de base.

12. Conforme a normas y principios bien establecidos de derecho
internacional, el Perú también tiene derecho a los espacios marítimos
que se encuentran dentro de las 200 millas marinas medidas desde sus
líneas de base y que, a la vez, se encuentran fuera de las 200 millas
marinas medidas desde las líneas de base chilenas. Los argumentos
contrarios esgrimidos por Chile carecen de mérito alguno.

V. Decisión Requerida

13. El Perú solicita a la Corte que determine el curso del límite
marítimo entre los dos Estados conforme al derecho internacional,
según lo indicado en la Sección IV supra, e igualmente solicita a la
Corte que reconozca y declare que el Perú posee derechos soberanos
exclusivos en el área marítima situada dentro del límite de 200 millas
marinas de su costa y fuera de la zona económica exclusiva y de la
plataforma continental de Chile.

14. El Gobierno del Perú se reserva el derecho de ampliar, enmendar o
modificar la presente demanda a lo largo del proceso.

15. Para los propósitos del Artículo 31 (3) del Estatuto y del
Artículo 35 (1) del Reglamento de la Corte Internacional de Justicia,
el Gobierno del Perú declara su intención de ejercer su derecho a
designar un Juez ad hoc.

Todas las comunicaciones relativas a este caso deberán ser enviadas a
la Embajada de la República del Perú en el Reino de los Países Bajos,
Nassauplein 4, 2585 EA, La Haya, Países Bajos.

Respetuosamente,
Allan Wagner

Agente del Gobierno de la República del Perú


ANEXOS

1. Nota del Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, 19 de Julio 2004.
2 Nota del Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, 10 de
septiembre 2004.
3. Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (Pacto de Bogotá), 30
de abril de 1948
4. Tratado y Protocolo Complementario para resolver la cuestión de
Tacna y Arica -Tratado de Lima- del 3 de junio 1929
5. Ley No. 28621, Ley de Líneas de Base del Dominio Marítimo del Perú, 3 de
noviembre 2005
6. Artículo 54, párrafo 2 de la Constitución Política del Perú de
7. Decreto Supremo peruano No. 047-2007-RE, 11 de agosto de 2007
8. Artículo 596 del Código Civil de Chile, según modificación de la
Ley 18.565 del 23 de octubre de 1986.




14 enero, 2008

Fuerza 2011: el reciclaje permanente

El reciente anuncio de los fujimoristas de fundar un nuevo partido, Fuerza 2011, de cara a las elecciones generales de ese año, puede explicarse apelando a la teoría de formación de las organizaciones políticas. Para entender su lógica debemos antes hacer un esfuerzo para abstraernos de prejuicios y condenas anticipadas.

Un problema que tienen todas las fuerzas políticas es el agotamiento como sistema. Los partidos son como luces intermitentes prolongadas: se prenden cada cinco años en las campañas electorales y se apagan apenas terminan éstas. Hay una escasa o nula actividad política partidaria en los largos intervalos en los que no hay procesos electorales.

Si a eso le agregamos un proceso público del líder fundador, un megajucio por crímenes y delitos diversos que podrían llevarlo a decenas de años de prisión, la moral partidaria es muy probable que esté por los suelos, adelantando el ciclo natural del fin de las organizaciones políticas.

En estos casos lo que se requiere son nuevas estructuras; no importa que en el fondo sea más de lo mismo: organizaciones manejadas por grupos familiares o dirigencias pequeñas que buscan perpetuar su cuota de poder. En este caso, el lanzamiento de una “nueva” organización política tiene la ventaja de volver a motivar a quienes participan del proyecto fundacional.

Durante más de un año, los fujimoristas saldrán a las calles a recoger firmas (habrá trabajo remunerado, seguramente), y sentirán que forman parte de un proyecto que buscará participar del reparto del poder el 2011. Es decir, tendrán un incentivo o una esperanza. Y eso es un plus si de mantener un grupo organizado se trata. Mucho más rentable en términos políticos que contar con un partido “organizado a nivel nacional”, pero, sin actividad ni reflejos, paralizado, e inscrito en el Registro de Organizaciones Políticas de la ONPE.

Es la diferencia entre tener partidos de larga trayectoria que generan en su seno una sociedad de intereses frente a partidos que recién se inician que forman más bien –al menos en el papel– una comunidad de iguales. El fujimorismo ha usado este mecanismo hasta el límite: “Cambio 90”, “Nueva Mayoría”, “Vamos Vecino”, “Perú al 2000”, “Sí Cumple” y ahora “Fuerza 2011”.

Sé que la primera reacción es decir que se trata de “más de lo mismo”, fachadas de partidos usados por Fujimori para defender sus propios intereses, cascarones electorales utilitarios. Estamos de acuerdo. Pero más allá de los adjetivos, no se debe desconocer el éxito relativo que desde el punto de vista electoral han tenido cada una de estas organizaciones políticas mutantes. La diferencia que tiene ésta última, sin embargo, es que participará en contienda electoral cuando su líder haya sido condenado y esté recluido en prisión. Para entonces, Fuerza 2011, podría ser apenas una fuerza disminuida.



10 enero, 2008

De Tirofijo a Tiro al aire

La liberación de Clara Rojas y Consuelo Gonzales no es una victoria del Presidente Chávez. Es apenas un acto desesperado de las FARC para disminuir el efecto negativo que significó su frustrada operación mediática internacional. No había otro camino para Marulanda, puesto en ridículo por el Presidente Uribe, al develar el paradero del pequeño Enmanuel.

El operativo abortado por Uribe puso fuera de juego a Chávez, el primer afectado por el incumplimiento de las FARC. La liberación de los rehenes ahora es parte del damage control de Chávez y las FARC. Cada uno en su propio tablero, se han vuelto a dar la mano en la desgracia.

Uribe ha reafirmado su imagen ante una guerrilla que se ha mostrado indolente, no confiable y reacia hacia un acuerdo de paz.

El presidente venezolano ha vuelto a sonreir y a llenarse de frases rimbombantes como “bienvenidas a la vida”. Pero su papel resulta pequeño si se limita a la liberación de las dos rehenes de hoy.

Hay más de 700 colombianos y colombianas que son víctimas de las FARC. Privados de su libertad desde hace años, viven atrapados por el fuego cruzado de la guerra. En muchos casos se trata de secuestros no políticos, sino económicos; raptos delincuenciales por dinero.

Poco a poco conoceremos las condiciones de vida de los prisioneros de guerra. Por lo pronto, Consuelo Gonzales ha empezado a dar algunas pinceladas:

"A los señores durante el día les tienen cadenas en el cuello permanentemente, se bañan con cadenas, en cualquier actividad están con las cadenas, y por la noche, tal vez por razones creo yo de más seguridad, los amarran a un árbol que está al pie de cada cama", narró González a una emisora colombiana, La W, desde Caracas.

Que quede claro: la liberación de Clara Rojas y Consuelo Gonzales no es un acto humanitario de las FARC. No es una señal de cambio en la estrategia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Menos, algún gesto de compasión de Manuel Marulanda.

En lugar de “tirofijo”, el anciano dirigente guerrillero debiera llamarse desde ahora “tiro al aire”. Y el presidente Chávez, tendrá que andarse con más cuidado si no quiere que por tanto figuretismo el tiro le salga por la culata. Recuerde que Ingrid Betancourt sigue cautiva.



06 enero, 2008

El ausente en las negociaciones Perú-Chile

El gobierno solicita unidad en el reclamo que el Perú planteará a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya y la verdad que no hay por qué negársela. Es un tema de Estado que compromete a todas las fuerzas políticas y sociales del país. No caben retaceos ni mezquindades, aunque el gobierno no se muestre amplio al momento de convocar a sus mejores hombres para enfrentar esta cuestión jurídico-internacional. Uno de los ausentes en el equipo peruano negociador, seguramente será el ex canciller de la República, Manuel Rodríguez Cuadros, autor de un libro brillante en la defensa de la controversia limítrofe binacional*.

Confinado actualmente en la congeladora política por cuestiones estrictamente políticas, Rodríguez Cuadros plantea en su libro los tres desacuerdos que deberán ser resueltos en la Corte Internacional de Justicia de La Haya: la cuestión sobre la delimitación marítima, las tesis opuestas respecto al punto de inicio de la citada frontera y finalmente la pretensión de Chile de desconocer la soberanía y jurisdicción peruana en un espacio marítimo de aproximadamente 28,471.86 km2.

Para la presentación de su libro en diciembre último reunió a Roberto Mc Lean, Eduardo Ferrero (otro de los ausentes notables), Jorge Santisteban de Noriega y Nelson Manrique quienes destacaron las tesis planteadas por Rodríguez Cuadros a partir de un enfoque del derecho internacional sustentada en un principio moderno utilizado por la Haya en la solución de controversias marítimas limítrofes: garantizar la equidad de los resultados.

Como señaló Mc Lean el concepto de equidad no sólo es jurídico y político, sino hasta matemático. La tesis chilena de imponer tierra por mar no resiste la regla de tres simple. Así resulta que el país que tiene una menor línea costera que su vecino posee mayor masa marítima. La tesis peruana, en cambio, de aplicar una línea equidistante en la zona de controversia, encaja a la perfección cuando se la somete al estricto y abstracto razonamiento matemático.

Este mismo principio –de la línea divisoria equidistante– ha sido seguido por el propio Chile en su controversia por la definición de la frontera marítima con Argentina en el Beagle. Por lo que tampoco resulta coherente aceptar este principio en el sur y negarlos en el norte.

El otro concepto que impone la lógica es el inicio de del límite marítimo. Es decir, cuál es el origen de la frontera marítima ¿el punto donde se une la tierra con el mar o la demarcación de ésta punto inicial? El hito es la demarcación de la frontera, es la referencia física, pero no la línea divisoria. En el caso que nos ocupa está claro que este punto es el Hito Concordia y no el Hito N° 1 como pretende Chile.

Por último, la sola lectura de los Acuerdos de 1952 y 1954 que Chile reconoce como Tratados de Límites, aclara que se trata en realidad del establecimiento de normas policiales para infracciones pesqueras como correlato a incidentes con pescadores artesanales de ambos países, dentro de un contexto de defensa de las 200 millas marítimas. Jamás se entablaron negociaciones para la definición de la frontera marítima. Y no podía ser así porque por entonces ambos países no habían establecido sus propias líneas de base fronteriza.

Pero estas son cosas que profesionales como Manuel Rodríguez conocen y que podrían servir al equipo peruano que preside Allan Wagner. Pero el gobierno ha decidido no invitar a quienes hayan tenido relación alguna con el gobierno anterior. Al menos, pueden consultar su libro.



* Manuel Rodríguez Cuadros: “Delimitación marítima con equidad: el caso de Perú y Chile”, Ediciones Peisa, Diciembre 2007. Lima, Perú.




03 enero, 2008

Inflación 2007: alerta temprana

Ha sido notorio el esfuerzo del gobierno por moderar el impacto del 3.93% con el que cerró la inflación el año 2007. Se ha explicado el contexto internacional complicado que hemos tenido con el aumento del precio del petróleo, el trigo y el maíz y se ha presentado la cifra como el tercer índice más bajo de la Región.

Pero en el mercado, las amas de casa dicen otra cosa. Ellas se quejan de las alzas de los alimentos de primera necesidad. Además de las carnes, los huevos y la leche, ha subido el arroz, el aceite, las frutas, las menestras y las verduras; todo.

No sólo los ejércitos caminan mejor con los estómagos llenos. También los pueblos se desplazan bien si consiguen saciar su hambre. Cuando eso no ocurre, los gobernantes se ven afectados.

Es un caso concreto de cómo la política se asienta sobre la economía. Si la economía se desarregla, la política también. Y viceversa.

El presidente García sabe muy bien esto. De ahí su esfuerzo por explicar el contexto internacional y la disparada del petróleo a 100 dólares el barril para evitar aminorar el costo que de todas maneras pagará por el aumento de precios en el mercado.

No es la primera vez que el presidente usa el contexto internacional para explicar el repunte inflacionario de casa. Lo hizo durante su primera gestión para explicar las cifras espantosas que por entonces provocó.

Por supuesto que de nada le valió su explicación. La gente sabía en la calle lo que la inflación hacía con los precios y con el dinero.

El siguiente cuadro puede refrescar un poco la memoria.


Como se puede apreciar, la inflación del 2007 es la más alta alcanzada en los últimos nueve años. Si a esto agregamos que el 2008 soportaremos un impacto de 2 puntos porcentuales menos en el PBI nacional por la recesión de la economía norteamericana, la cosa no pinta muy bien para el gobierno.

Se necesitará más que palabras para que la gente no vuelva a soñar con el monstruo que García teme más que cualquier otro: el desbocado caballo apocalíptico llamado hiperinflación.