30 julio, 2009

Núcleos Ejecutores ¿Descentralizados o Desnaturalizados?


Seamos claros. El planteamiento de entregar dinero a la comunidad organizada –rurales o urbanas– para realizar pequeñas obras que el Estado no puede ejecutar es buena; el problema es el riesgo que existe de su politización y clientelaje.

Los políticos desdeñan este tipo de obras por carecer de impacto político o mediático.

La reparación de aulas, la refacción de vías, un muro de contención, una pequeña posta, no figuran entre las prioridades de políticos acostumbrados a grandes inauguraciones. Les parecen poca cosa.

Es un error, por cierto. Porque estas pequeñas obras sin bien carecen de impacto político y/o mediático, tienen un profundo sentido social.

Es la presencia directa del Estado en los lugares más alejados del país donde no llega ni siquiera la municipalidad distrital.

Es también una manera directa de que la población sienta que llega el crecimiento. ¿Para qué existe, sino, el Estado, para servir a la gente? ¿Para qué sirve la economía, sino, para mejorar la calidad de vida de la población?

Esta metodología tiene su origen más que en la descentralización de recursos públicos en la participación comunal, esa forma de trabajo ancestral que dejaron nuestros antepasados.

Por eso funciona mejor en el campo que en la ciudad. En las zonas rurales, la gente está acostumbrada a trabajar de forma mancomunada, solidaria, para edificar sus propias moradas o casas comunales, hacer caminos o abrir trocha.

Fujimori clientizó este tipo de trabajo porque no creía en las instituciones municipales, regionales o nacionales. Muchos de los viajes a provincias que realizó El Chino tuvieron que ver con supervisar esas pequeñas obras comunales.

El sistema, por eso, no es malo, el problema es la direccionalidad política, el clientelaje, del gobernante de turno.

Para decirlo más claro, el movilizador del partido de gobierno -Carlos Arana- no puede manejar e instrumentar los núcleos comunales descentralizados. ¿Quién organiza los núcleos comunales?, ¿quién aprueba sus presupuestos? ¿No es ahora Foncodes un instrumento del partido de gobierno?

El sistema debiera ser manejado por las Mesas de Lucha contra la Pobreza o por los propios gobiernos locales. Pero, además, las obras deben contar con supervisión técnica para evitar el despilfarro de recursos.

Las universidades pueden ayudar en este último aspecto. Los jóvenes profesionales podrían hacerse cargo de supervisar técnicamente las obras, las comunidades aportarían la mano de obra y contrarían la mano de obra especializada; el Estado, vía el gobierno local, otorgaría el dinero y la fiscalización la realizarían miembros de la propia comunidad elegidos para tal fin.

En efecto, no hay que tenerle miedo al pueblo. El pueblo es sabio en muchas cosas; entre ellas, cuidar el uso del dinero público. El problema son los políticos que se aprovechan de la pobreza de la gente. Y usan los dineros del Estado como si fueran de su bolsillo.

28 julio, 2009

Mensaje, gasto y carnaval fiscal

El presidente García ha cumplido con presentar su penúltimo mensaje a la Nación. Lo primero que salta a la vista ha sido la ausencia de autocrítica. Sin ninguna auto-reflexión sobre los hechos de Bagua, más allá de las vidas perdidas, el presidente presentó un discurso más de inauguración de mandato que de rendición de cuentas.

No presentó tampoco formula alguna para crear más empleos que, según los entendidos, es lo que se requiere en una situación de vulnerabilidad económica como la que atravesamos.

Nada sobre el agro y la promoción de productos agroexportables a nuevos mercados. Ni qué decir sobre Ciencia y Tecnología. Cero.

En el plano político, en cambio, García colocó dos temas debatibles: renovar la mitad del parlamento y elegir gobiernos regionales en dos vueltas electorales. Para aprobar estas medidas propuso un referéndum.

La renovación parcial del Congreso mantendrá distraída a la opinión pública y es poco probable que logre consenso en el actual Parlamento. Pero si se convoca un referéndum de consulta con seguridad el mandato será aprobado.

Sobre la segunda vuelta electoral para elegir gobiernos regionales, estamos de acuerdo. El problema seguirá siendo la composición política fraccionada de la Asamblea Regional elegida en primera vuelta. La elección de presidentes regionales en segunda vuelta, en cambio, les otorgará a éstos mayor legitimidad.

El planteamiento de entregar dinero a la comunidad organizada, a los jóvenes, es mucho más polémica, por carecer de explicaciones y detalle de cómo se pondrá en práctica.

En primer lugar, se debe evitar que se produzca un gasto desordenado, antitécnico y populista del presupuesto público.

Si bien necesitamos aumentar el gasto público no podemos ingresar a un carnaval de gastos sin considerar la calidad del mismo.

El riesgo es fragmentar el presupuesto nacional.

Actualmente existen cuatro niveles de gasto del presupuesto: gasto nacional, regional, provincial y distrital.

Si el presidente García está proponiendo un quinto nivel de gasto, entregándolo directamente a las comunidades, corremos el riesgo de hacer un carnaval de gastos que nos podría costar muy caro.

Hay expedientes técnicos, supervisión de obras que es necesario aprobar y realizar el seguimiento para no caer en un desesperado e irresponsable uso de los recursos públicos.

Por otro lado, la fórmula keynesiana de impulsar el gasto público es recomendable cuando los estados se encuentran en recesión, cosa que no ocurre actualmente con el Perú. A fin de año creceremos entre 1 y 2 puntos, lo que quiere decir que, técnicamente hablando, no estamos debajo de la línea roja.

Sin embargo, si se quiere usar a las comunidades como unidades de gasto se debe tener en cuenta lo que se ha hecho en este campo en los últimos años.

La experiencia de Foncodes reformada en el gobierno de Alejandro Toledo puede servir de pauta para transferir recursos públicos a los Núcleos Ejecutores Comunales través de una supervisión técnica de los gobiernos locales.

Otra posibilidad es tomar como referencia a las Mesas de Concertación de Lucha contra la Pobreza que este gobierno ha desaparecido.

Los Núcleos Ejecutores Comunales tienen la ventaja de solicitar al gobierno local las obras que necesitan, pero, además, se encargan de vigilar el buen uso de estos mismos recursos.

Se sabe que el nivel de corrupción es casi nulo en el manejo de recursos a través de los Núcleos Ejecutores Comunales.

Si no tomamos estas precauciones podemos caer en un derroche interesado del siempre escaso dinero público.

20 julio, 2009

Fujimori sentenciado por pago ilegal a Montesinos

Lima, (AFP) - El ex presidente peruano Alberto Fujimori fue sentenciado este lunes a siete años y seis meses de cárcel por haber indemnizado ilegalmente con 15 millones de dólares a Vladimiro Montesinos, su brazo derecho durante su mandato, en la tercera condena que recibe en su país.

Fujimori, de 70 años y quien gobernó Perú entre 1990 y 2000, dijo tras escuchar el fallo, que apelaba la sentencia mediante un "recurso de nulidad". Fue lo único que dijo en toda la jornada. Antes de eso escuchó con paciencia la hora y media que duró la lectura de la sentencia, limitándose a tomar algunas notas.

El fiscal del proceso, Avelino Guillén, quien había solicitado se le condene a ocho años de cárcel, expresó su conformidad con el fallo.

La decisión del tribunal determinó que Fujimori es culpable de los delitos de peculado y falsedad ideológica y se le ordenó además pagar una reparación civil de tres millones de soles (un millón de dólares), que deberá abonar en conjunto con tres de sus ex ministros implicados en el caso.

La sentencia para este caso terminará de cumplirse el 11 de agosto de 2014.

Esta es una fecha simbólica porque las penas en Perú no se acumulan sino que prima la mayor. Por eso, la condena que Fujimori deberá cumplir será la de 25 años de prisión, dictada en abril pasado por violación a los derechos humanos.

Esta condena -actualmente en apelación- fue por su autoría intelectual de dos matanzas que dejaron 25 muertos en 1991 y 1992, a manos de un escuadrón clandestino del ejército durante la guerra antisubversiva, y por dos secuestros.

En diciembre de 2007, tras ser extraditado de Chile, Fujimori recibió una primera condena de seis años de cárcel, ya ratificada en última instancia, por haber ordenado el allanamiento ilegal de la vivienda de Trinidad Becerra, esposa de Montesinos.

La entrega del dinero a Montesinos -objeto de la sentencia este lunes- se hizo en septiembre de 2000, dos meses antes del colapso del régimen de Fujimori en medio de un escándalo de corrupción generado por el ex asesor, que obligó al ex mandatario a escapar a Japón, desde donde envió su renuncia vía fax.

La sentencia del lunes fue impuesta por un tribunal que presidió el juez César San Martín, quien antes de que el fallo fuera leído señaló que el veredicto "no es una sentencia política".

Leída la sentencia, César Nakazaki, defensor del acusado, insistió en que se trató de "un juicio estrictamente político" y que "la consigna es muy clara: que Fujimori no salga libre y que muera en la cárcel".

En contrario, el fiscal Guillén destacó la solidez de la sentencia y enfatizó que en la década fujimorista "hubo corrupción de gran significación".

Este tercer proceso, que empezó el lunes pasado y sólo tuvo cuatro sesiones, se acortó debido a que el ex gobernante admitió los hechos que concluyeron con la entrega del dinero a Montesinos, aunque rechazó haber tenido responsabilidad penal.

Guillén sostuvo días atrás que al aceptar parcialmente su responsabilidad, el ex gobernante evitó que en el proceso los testigos pudieran hacer "un relato detallado de los actos de corrupción" durante su régimen.

Fujimori había sostenido que firmó un decreto de urgencia que disponía el pago de 15 millones de dólares a su ex asesor "obligado por las circunstancias", para evitar que Montesinos le diera un golpe de Estado para derrocarlo, versión calificada como "una gran mentira" por el fiscal.

15 julio, 2009

El orden , el desorden y el cuarto gabinete

El premier Javier Velásquez Quesquén está envuelto en una paradoja sin solución: si tiene éxito, debe renunciar. Y si fracasa, también. Es decir, de todas maneras tiene que irse antes del 28 de julio del 2011.

La razón es sencilla: el chiclayano postulará al próximo Congreso y como tal debe renunciar al menos seis meses antes de las elecciones. Lo mismo puede decirse de Aurelio Pastor o Luis Alva Castro. Por esta razón no se podrá cumplir el deseo del presidente de que este tercer gabinete sea el último de su gestión.

Porque si ahora ha sido difícil para el gobierno convocar nuevas personalidades para su gabinete, la tarea será más complicada un año antes de que termine su periodo. No habrá quien quiera cargar con el muerto. Excepto, claro, los “Alvaro Gutiérrez” que nunca faltan.

Peor aún, si se mantiene el curso de colisión en que parece estar empeñado el presidente Alan García.

El Baguazo no lo ha hecho entrar en razón.

García insiste en su denuncia del complot internacional, de una nueva guerra fría latinoamericana, con titiriteros extranjeros moviendo sus hilos en cada protesta social.

Esta visión de un Perú en el que se define la línea imperial o independentista encaja en su monosilábica instrucción para los próximos meses de orden e inclusión social.

¿Orden para enfrentar el descontento social con mano dura, encarcelar a dirigentes políticos opositores, cerrar ONGs independientes y clausurar emisoras de radio en las provincias? ¿Orden para abrir carreteras tomadas con apoyo de las Fuerzas Armadas y toques de queda?

¿Inclusión social con aumento del hambre en el país y cifras manipuladas del INEI que dicen que la pobreza se ha reducido?, ¿con división de las organizaciones amazónicas?, ¿con Santiago Manuin en la cárcel y su colon fuera del cuerpo?, ¿con 500 alcaldes provincianos reclamando en las calles aumento de presupuesto y 27 alcaldes de Lima en Palacio recibiendo su tajada?

En una situación así, orden e inclusión social son incompatibles.

Inclusión social alude a la existencia de un régimen de oportunidades para todos. De participación de individuos y colectividades en todas los campos de la vida política, económica, social y cultural.

Orden es un estado de convivencia democrática con respeto al estado de derecho, pero también con un Estado presente y al servicio de todos, especialmente los más pobres.

Un régimen político que se apoya en la fuerza para el ejercicio arbitrario de su gobierno no es un régimen democrático. Es un gobierno sin controles ni contrapesos.

Si la fórmula es enfrentar el descontento con la fuerza el resultado es generar más violencia. El riesgo de este camino sin retorno es que el país puede terminar -al final del mandato aprista-, en una situación de verdadera convulsión social.

13 julio, 2009

El tercer gabinete, según El País

(JAIME CORDERO, Diario El País)Simon era un personaje ajeno al partido que gobierna, con declaradas ambiciones de ser candidato presidencial en los comicios del 2011, que llegaba con fama de ser un hombre dialogante y conciliador. Velásquez es hombre del partido aprista, disciplinado defensor del Gobierno y considerado un "incondicional" del presidente. Su llegada al cargo de jefe de Gabinete representa el retorno del partido de Gobierno a los mandos del ejecutivo. Así quedó claro desde el momento mismo de su juramento, cuando fue aplaudido por una nutrida masa aprista que colmó el Salón Dorado del palacio de Gobierno.

Los antecedentes de Velásquez y su antecesor también son disímiles. Mientras que Simon llegaba al cargo hace algo más de ocho meses luego de una bien considerada gestión como presidente regional de Lambayeque, el nuevo presidente del Consejo de Ministros viene de ser presidente del Congreso, una de las instituciones políticas menos populares en el país, con cifras de aprobación pública apenas superiores al 10%, según recientes sondeos, y constantes sospechas de corrupción. Incluso el mismo Velásquez fue acusado recientemente de copar con militantes del partido las oficinas del Parlamento durante su gestión como presidente.

"Espero que sea el último Gabinete presidencial al que le tomo juramento", dijo García el sábado. Si se atiende a las circunstancias que originaron la salida de los anteriores jefes de Gabinete, esta declaración se puede interpretar como la esperanza de que el resto de su mandato transcurra sin mayores crisis. El primer Gabinete de García, liderado por el aprista Jorge del Castillo, fue relevado luego de que el escándalo de los Petroaudios, una serie de grabaciones que evidenciaron presuntos sobornos para favorecer a una petrolera en la entrega de exploraciones, embarrara a conocidos personajes del partido de Gobierno.

El segundo Gabinete, el encabezado por Simon, no resistió la protesta de los nativos de la selva peruana ante un paquete de leyes del Ejecutivo que, según ellos, atentaban contra la propiedad de sus tierras. Tras dos meses en huelga, la protesta derivó en enfrentamientos que acabaron con 34 muertos, entre ellos 24 policías. Ahora, una de las principales misiones de Velásquez será velar por el cumplimiento de los compromisos asumidos por su antecesor para desactivar las protestas, no sólo en la selva peruana, también en varias localidades del sur del país.

Sin embargo, la oposición ha asumido la designación con escepticismo. "Será un Gabinete de choque y represión", considera Mario Huamán, secretario general de la Confederación General de Trabajadores de Perú (CGTP). Por su parte, Carlos Tapia, portavoz del partido nacionalista de Ollanta Humala, declaró que con Velásquez "se impone la línea dura en el Gobierno".

Tampoco los nativos se mostraron muy de acuerdo: "El Gabinete será de corte alanista y eso no nos da ninguna confianza", declaró Daysi Zapata, presidenta en funciones de Aidesep, la asociación que representa a la mayoría de poblaciones amazónicas.

"Es una muy mala noticia", comenta sobre la designación el periodista y ex ministro del Interior en el Gobierno de Alejandro Toledo Fernando Rospigliosi, en una columna publicada ayer en el diario La República. "En primer lugar, es un político de capacidades muy limitadas.

En segundo lugar, es todo lo opuesto a lo que ofreció Alan García en la campaña electoral. En tercer lugar, no aporta una cuota de popularidad al Gobierno, cosa que García necesita con urgencia después de su estrepitoso derrumbe en las encuestas". Rospigliosi opina que Velásquez "será un ministro-secretario, obsecuente a los dictados del presidente. Como no tiene peso propio y le debe todo a García, será incapaz de decir que no".

"El país espera orden e inclusión social", declaró García, quien ayer renovó a otros cinco nuevos ministros, entre ellos los de Defensa, Interior y Justicia. Para que se cumpla su deseo de que éste sea su último Gabinete, Velásquez tendrá que hilar fino y cerrarle la boca a sus críticos.

09 julio, 2009

Se busca Premier

Finalmente, el premier Simon le entregó al presidente García su carta de renuncia irrevocable. Es una redundancia, digamos. Un gesto a futuro. Y un compromiso de lealtad por lo que se lee. “Como usted sabe, querido presidente, he asumido, como debe ser, el costo político de esta desgracia (Bagua) que marca a toda la patria, y lo asumo con el respeto que le tengo al país y la lealtad a su gobierno”.

Casi de inmediato, los medios se enfrascaron a un nuevo capítulo de esta telenovela sin fin que es la política en el Perú: ¿Y quién será el nuevo premier?

Aunque la verdad, desde hace semanas hay en Palacio un cartelito que dice: “Se busca premier”. Lo que no aparece son las características del postulante al cargo. Si el presidente García entendiera que el gobierno es la administración de un equipo y no de un iluminado, he aquí algunos requisitos que debiera tener el nuevo jefe de gobierno:

- Espíritu concertador antes que confrontador. La lista de lavandería de compromisos asumidos dejada por el saliente premier, obliga a seguir negociando con las organizaciones en conflicto, llegar a acuerdos y colocar una nueva agenda. Un pechador no ayudaría a García en la tarea de apaciguar el clima de crispación que se vive principalmente en el interior del país.

- Un político con manejo técnico y no un técnico sin olfato político. Se necesita cintura para asumir el premierato. Ñeque como se decía antes. Y una gran capacidad de interlocución. La diferencia entre el político y el técnico es que el primero sabe lo que quiere, el segundo sólo eso. Las decisiones de Estado son decisiones políticas antes que recetas técnicas.

- Hombre altamente ejecutivo. Acostumbrado a empujar el carro, un organizador nato que monitoree el gasto público con profundo sentido social. Su tarea debe ser subir la valla del presupuesto ejecutado. Y mejorar el gasto social. Que no corra. Que cumpla. En pocas palabras, un hombre-orquesta. Con visión de largo plazo, pero, sin descuidar el corto plazo.

- Limpio de espíritu y obra. Es lo más difícil. Sin rabo de paja o anticuchos –o que los haya saldado si los hubiere tenido. Alguien capaz de asumir la tarea en serio de de luchar contra la corrupción. Que no se deje presionar ante lobies e intereses particulares en el entorno del poder. No es un ángel, ni un ser divino. Es un hombre correcto, simplemente.

Veamos ahora los candidatos: Pedro Pablo Kuczynski, Javier Velásquez Quesquén, Raúl Diez Canseco, Alex Kouri, José Antonio Chang, Rafael Rey, Fernando Barrios, Roque Benavides, José Chlimper… ¿se acercan al modelo arriba descrito?

07 julio, 2009

La Patadita: fue ayer y no me acuerdo

Que el congresista Jorge Del Castillo diga ahora que el paro del 2004 –el de Alan García y su patada– no buscaba apurar la salida del presidente Toledo puede ser un arrepentimiento tardío.

Pero también un reacomodo de los hechos.

Aquella vez el APRA apeló a su vieja táctica de agitar las masas y provocar el caos para arrinconar al gobierno y ver si ganaba a río revuelto.

Más o menos lo que intenta hacer ahora la izquierda radical con su gobierno.

Ese día, 14 de julio del 2004, García se puso al frente de la agitación y la violencia.

Militantes del Partido aprista se movilizaron desde tempranas horas para sembrar el caos.

En Alfonso Ugarte se acopiaban llantas que luego fueron incendiadas en el centro de Lima.

La policía detuvo a los regidores Otto Alvítez, de Comas y Antonio Sánchez Vázquez, de Los Olivos. Se les encontró “material pirotécnico y objetos punzantes para desinflar llantas, y combustible”, informó la prensa.

Ante estos hechos que demostraban el origen de la violencia, Mercedes Cabanillas sólo atinó a decir que el Gobierno "infla situaciones" para desviar la atención de la ciudadanía del "éxito del paro".

El propio Alan García, intentó rebajar el nivel de la denuncia: "Si se va a detener a las personas por llevar unas avellanas, que son unos cohetes voladores, hemos caído al nivel de las fiestas infantiles y las piñatas".

Enseguida agregó algo que parece dominar sus pensamientos más profundos: (además, dichos artefactos) "no matan a nadie".

Sobre la orden para que las Fuerzas Armadas resguarden los servicios públicos estratégicos como agua, energía, puertos y aeropuertos, espetó: "Es una respuesta descarada, abusiva y exagerada, propia de una dictadura".

Hoy el país enfrenta una nueva jornada de protesta.

Y los argumentos de ayer se vuelven contra quienes los enarbolaron el 2004.

El gobierno recibe de su propia medicina.

La diferencia es que la oposición democrática no prepara a sus militantes para sembrar el caos; no acopia llantas en su local partidario para quemarlas en las calles; no adiestra a sus seguidores para poner barricadas y levantar fogatas; no subvierte el orden, ni pretende adelantar las elecciones.

La oposición democrática considera el paro como una expresión de protesta, legítima y constitucional.

El paro, la huelga o la movilización son parte del derecho a la participación política de los ciudadanos.

Nadie debe asombrarse por ello. Se puede parar para decirle al gobierno basta ya de tanta desidia, basta ya de tanto copamiento, basta ya de tanta corrupción. Rómulo León está libre. Esa es la realidad.

04 julio, 2009

Simon, el adios y el faenón persistente

La sensación más evidente de fracaso del paso de Simon por el premierato es que se va como vino: sin presentar – ni menos aplicar- un plan anticorrupción que necesita el país para airear el aire nauseabundo que invade al gobierno en este tema.

Recuérdese que Simon fue llamado para superar la crisis política que produjo el faenón de los Petroaudios y que involucró al entonces premier Jorge del Castillo y terminó con Rómulo León tras las rejas. Ocho meses después, la computadora del “aceitador” sigue sin abrirse; Del Castillo es nuevamente voceado para regresar al premierato y León está a punto de irse a su casa.

Se dirá que esto corresponde al Pode Judicial, que no corresponde a las funciones de un premier. Y es verdad. Pero la sensación de que Simon fue llamado para detener el avance de la corrupción e insuflar decencia y rectitud al gabinete también lo es. Y ocho meses después, las aguas negras se vuelven en un reflujo gravitacional inevitable.

El decreto de urgencia aprobado en ausencia del ministro de Economía –aprovechando que éste se fue de viaje-, firmado por su reemplazante de turno, el ministro de Educación, compadre del Presidente de la República, mediante el cual se pretende desconocer la licitación de las obras de Taboada para convocar a nuevo concurso –seguramente arreglado-, deja a Simon en un papel indecoroso.

El buen hombre que en el fondo es Yehude Simon, sincero y buenote para la política, con ese candor e inocencia tan propios de los arrepentidos y conversos, no merecía un final tan deslucido. No puede ser que avale con su firma un arreglo de cloaca, literalmente.

Por otro lado, su enfado ante la excarcelación de Rómulo León y su enfrentamiento con el presidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein, es una reacción de coraje sincero, pero también señal de abatimiento ante la proximidad de subir a la inevitable horca política. Y una vez más, prueba de que tampoco en este caso su voz se dejó sentir.

Su proyecto de cruzada nacional contra la corrupción no pasó de un tímido spot publicitario –el único que grabó en toda su gestión- el mismo que terminó hecho polvo ante la sensación de manejo de cosas turbias que la población percibe en el gobierno, según todas las encuestas.

De nada le valió al saliente Premier que se salvara de la censura política. El gobierno, en lugar de aprovechar esta circunstancia y dar un giro político a la situación de indefinición y parálisis en la que nos encontramos, utiliza las cortinas caídas del cielo –difundiendo grabaciones del interrogatorio policial a Agencia Meza-, para continuar haciendo “faenones” como la anulación de la concesión de la planta de Taboada o la excarcelación de Rómulo León.

Que la policía haya despedido a Meche Cabanillas con la medalla “Corazón Policial” en el pecho y Yehude Simon haya recibido la suya de manos del Sindicato Único de Trabajadores del Poder Judicial, es sólo una situación paradójica, un chiste cruel de dos de los mayores fracasos de este régimen; coincidencia inequívoca de que en política, las cosas no siempre son lo que se ve, sino lo que parece.