27 mayo, 2018

Cambios en las alturas


Occopata es una comunidad rural andina, en la que se respira el cambio. Hasta hace diez años tenía un camino afirmado que la distanciaba del Cusco. Hoy cuenta con una carretera asfaltada que permite llegar a la capital de la región en 20 minutos.

Hasta el 2007 no había teléfonos. Apenas un aparato público que funcionaba a energía solar y con una tarjeta que permitía recibir llamadas más que hacerlas. Hoy tienen electricidad, señal de televisión abierta y teléfonos celulares que llegan con buena señal incluso en los alejados y elevados campos de cultivo.

Casi la totalidad de hijos de estas familias campesinas salieron de la comunidad y estudiaron carreras técnicas agropecuarias en institutos. Algunos se fueron a estudiar a Cañete, Ica y otros a Lima.

Muchos de ellos están regresando a Occopata. Vienen a veces con sus nuevas familias y también con nuevas ideas. Abren agroveterinarias, crían cuyes o instalan fito-toldos o invernaderos para contrarrestar las heladas, una característica de las zonas altoandinas, y de Occopata ubicada a 3.950 m.s.n.m. En estos pequeños invernaderos cultivan fresas o rosas para venderlas en el mercado.

También hay pequeños invernaderos en los colegios, en este caso, apoyados por el Centro Internacional de Post Grado de la Universidad San Ignacio de Loyola en Cusco. Los niños aprenden aquí a cultivar el alimento y a luchar contra la helada. 

Jóvenes de la Universidad de Arizona que estudian en la USIL-Cusco han instalado sistemas de filtración y potabilización de agua en los colegios de Occopata para mejorar la salud de los niños. La universidad busca ahora extender esta experiencia a cada vivienda. Sería una revolución silenciosa. El agua contaminada que consumen nuestros campesinos les impide absorver eficazmente los nutrientes de los alimentos.

Las 500 familias que viven aquí se dedican principalmente a la agricultura y crianza de ovejas. Cultivan sobre todo papa de la que conservan cerca de 300 variedades. La Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco viene brindando asesoría mejorando la calidad de las semillas. USIL también asesora en la  elaboración de planes de negocio que permitan mejorar los ingresos de las familias.

Por ahora, los lugareños siembran la papa de manera mixta o mezclada, es decir, diversas variedades en un mismo terreno. Pero, en el siguiente periodo de siembra, pondrán las semillas de una variedad en un mismo surco, para mejorar el trabajo de post cosecha.

En términos generales, la economía de Occopata responde a la descripción que John Murray hizo en los años setenta, es decir, control vertical de la tierra en los diversos pisos altitudinales. Los comuneros poseen tierras en diversos nichos ecológicos para asegurar la diversidad de sus productos.

El impacto climático amenaza y profundiza este, de por sí, precario equilibrio medioambiental. La educación, la mejora en la infraestructura, las nuevas tecnologías y la asesoría técnica, se suman a la economía vertical, causando un impacto positivo en la comunidad de Occopata.


Sembrar rosas o fresas en plena helada, identificar la papa nativa que requiere el mercado, hacer planes de negocio, estar conectados con celulares, y regresar a la tierra para emprender un negocio o interesarse en la política y pensar en asumir cargos públicos por elección, son señales de estos nuevos vientos que soplan en las alturas y los cambios que vienen ocurriendo en nuestras comunidades campesinas. La imagen de este niño hablando por celular a casi 4 mil metros de altura, quizás simbolice el cambio que se siente aquí.

20 mayo, 2018

La memoria larga de la Nación


En el país se ha puesto en discusión el tema de la memoria. No la memoria de las personas, sino de la Nación, de la colectividad, de los hechos que ocurrieron entre 1980 y hoy y que algunos no quieren aceptar que ocurrieron, o no quieren entender o simplemente quieren tergiversarlos o negarlos.

La verdad, como la Historia, es una sola, aunque la mayoría de las veces, en la práctica, existan muchas “opiniones” y muchas “mentiras”. La historia la escriben los vencedores, dijo George Orwell. La historia, sí, pero el relato de los hechos, no necesariamente apuntan a la verdad.

En el Perú el proceso post violencia terrorista no termina. Ni de cerrarse, ni de comprenderse. Mucho menos de superarse. Es una herida abierta. Lo demuestra el hecho de que exista hoy un grupo de poder que pretenda alterar la memoria y re-escribir la historia.

En el Perú hubo terrorismo. Sí. Es una verdad tan grande como el atentado a Tarata. Pero también hubo asesinatos extrajudiciales a manos de las Fuerzas Armadas contra campesinos y contra terroristas y allí están Putis, Accomarca y otros para señalarlo.

Reconocer que se cometieron delitos en ambos lados no es ser pro terruco. El Lugar de la Memoria (LUM) está allí para recordarnos a todos lo que pasó. No lo que hubiéramos querido que pase.

Es doloroso reconocer los hechos de sangre que hubo en nuestro país en nombre de la democracia. Como es terrible reconocer que hubo grupos organizados que combatieron contra Estado y el gobierno con métodos terroristas.

Pero es necesario aceptar los hechos tal y como fueron si en verdad queremos no volver a cometerlos. Acomodar la historia a un plan para hacernos creer que la estrategia anti-subversiva estuvo exenta de crímenes es alterar hoy nuestra memoria corta para afectar la memoria larga.

Hannah Arendt nos enseña que borrar la línea divisoria entre la verdad de hecho y la opinión es una de las muchas formas que la mentira puede asumir.

La memoria larga del país es necesaria para saber quiénes somos, qué hicimos y a dónde vamos. Tergiversar los hechos, repetir mentiras de forma permanente o simplemente eliminar aquello que no reconocemos, puede, de tanto insistir, alterar la memoria larga de la Nación que es la única que como ocurre en nuestro cerebro, consiente almacenar información por periodos extensos. No permitamos que cierren el LUM.



13 mayo, 2018

¿Conspiración?


Hace bien el presidente Martín Vizcarra en deslindar que no fue parte de un complot o conspiración para defenestrar al presidente Pedro Pablo Kuczynski. Aunque la traición sea moneda corriente en política, no es nunca una buena compañera.

Era necesario hacerlo porque venía cargándose una nube negra en torno a la renuncia de PPK en el sentido de que había sido víctima de una conspiración para expectorarlo del poder. ¿Hubo realmente una conspiración? ¿Fue Mamani un lobo solitario o fue mas bien parte de un esquema mayor, una pieza seleccionada para cumplir una misión?

Algún día se sabrá. Lo cierto es que actuó con intención proterva, oscura, cainita. Buscó,  promovió y logró pescar en cocha sucia. Su deleznable acción no limpia a quienes cayeron en su trampa. Pero héroe de la democracia... ni por asomo.

Kuczynski renunció legalmente. Se adelantó, se asustó o se cubrió. Sea como sea, tiró la toalla y Vizcarra la recogió legalmente. Hoy sabemos que arrinconado por la amenaza de los audios o para librarse de una inminente censura parlamentaria, el plan de PPK fue renunciar con sus dos vicepresidentes y tirar todo por la borda.

Mercedes Aráoz se lo pidió a Vizcarra directamente, pero el entonces embajador del Perú en Canadá, ante la disyuntiva de patear el tablero o aferrarse a la sucesión constitucional, prefirió lo segundo. Y así se lo hizo saber al propio Pedro Pablo.

¿Fue la decisión de Vizcarra parte de un acuerdo? ¿Hubo en su determinación solo un análisis personal o de su entorno? ¿Y el premier Villanueva? ¿Su diligencia para promover la vacancia de PPK respondió también a un plan mayor? ¿O lo hizo pensando en el país? ¿Para salir del entrampamiento en el que estábamos? ¿Mamani es solo un taimado traidor o parte de un complot?

Ante los rumores de conspiración cada vez más altos, el presidente Vizcarra se vio obligado a salir esta semana a decir que NO. Que no hubo tal conspiración. Que él decidió asumir el derrotero legal que la historia le puso en el camino. El presidente Vizcarra reveló que durante su conversación con Kuczynski fue claro en señalar que si bien era leal a la presidencia, también lo era con el país.

En palabras de Vizcarra, le dijo a PPK: “lo que más quisiera es que termine su periodo de mandato, y estoy para respaldarlo. Pero si en caso por un factor que establece la Constitución no puedo renunciar, no es una falta de lealtad... pero tengo una responsabilidad con el país'". ¿No podía renunciar el primer vicepresidente? Nadie puede discutir ahora el resultado. La sucesión democrática funcionó y el país sigue su marcha.

¿Es esta la verdad? Eso es otra cosa. Algún día quizás la sepamos. Nos quedamos mientras tanto en la esfera política.


06 mayo, 2018

Ni política ni comunicación, es la economía.

A 45 días de asumir el mandato, el presidente Martín Vizcarra despliega su estrategia política-comunicacional. Viajes continuos a provincias, defensa del proceso de descentralización, entrevistas medio por medio, conversación con todas las fuerzas políticas, fuerte tutelaje de Fuerza Popular y diferenciación radical, cuando no abierta confrontación, con todo lo que le recuerde a su antecesor y a Peruanos por el Kambio, el partido que lo llevó al poder.

Pero, a donde debiéramos mirar es a su política económica, que es donde se vienen estudiando los cambios que sí definirán el rumbo de este gobierno.

Las declaraciones del presidente Vizcarra y del premier Villanueva indican que este podría ser el gobierno del sentido común, de las generalidades o de las buenas intenciones. Un gobierno que acuña frases con las que nadie puede estar en desacuerdo. “Las cosas que están mal se mejorarán y las que están bien se potenciarán”. ¿Quién podría estar en desacuerdo con algo así?

Estos  mensajes funcionan debido a que el gobierno se encuentra como en un periodo de gracia o luna de miel que terminará apenas el gobierno empiece a tomar medidas concretas como, por ejemplo, lo que se viene pensando hacer en materia tributaria.

Subir los impuestos al alcohol, cigarrillos y gaseosas es un cosa, pero modificar el Impuesto Selectivo al Consumo a los combustibles es otra. Estudiar modificar el Impuesto a la Renta tiene un sentido, pero gravar en concreto a los independientes que ganan 3 mil soles mensuales es otra muy diferente.

El gobierno puede igualmente proponer eliminar las exoneraciones tributarias que tienen las inversiones privadas en educación, pero deberá enfrentar el malestar que generará en la población el aumento de las pensiones universitarias o de institutos técnicos y colegios.

Es una disyuntiva complicada. Por un lado, el gobierno busca disminuir el déficit fiscal a menos de 3 puntos porcentuales y al mismo tiempo debe elevar la recaudación tributaria de 12% del PBI, a por lo menos 16% del PBI. Si no lo hace, podría comprometer en el mediano plazo el grado de inversión que tiene el país por un aumento del ratio del pago de la deuda externa respecto al nivel de ingresos que proyecta.

Todo ello dentro de un programa agresivo de inversión pública y de recuperación de la confianza para promover la inversión privada, que es la única que realmente genera empleo.

Para soportar todo este paquete de medidas económicas ¿alguien dijo paquetazo?— el gobierno tiene a su favor nuevos aliados políticos. Los defensores más entusiastas de Villanueva no estuvieron en la bancada de PPK, sino en el bloque de Fuerza Popular.

Muy pocos se atreven a señalar una alianza política. Pero coincidencia de objetivos o de pareceres no es. Veremos cómo reaccionan estos aliados ante las medidas anunciadas en materia tributaria y fiscal. Su aplicación es inminente. No debe pasar del periodo perfecto de distracción que nos regalará el mundial de fútbol Rusia 2018. Entonces, ni política ni comunicación; es la economía. El tiempo es breve. No digan que no se les avisó.