27 septiembre, 2011

Vamos al Estadio... !sin miedo!

La violencia en los estadios cruza todos los estratos sociales. La reciente muerte del hincha de Alianza Lima en el Estadio Monumental de Universitario de Deportes ha ocurrido en la zona de palcos -una zona exclusiva para las clases pudientes-; no en las tribunas populares.

Es urgente parar esta situación. Leyes más drásticas, mejores sistemas de prevención, están dentro del campo legislativo.Pero se necesita algo más que soluciones legales.

Es necesario hacer algo que contribuya a la toma de conciencia de la población. Que nos de un shock de recuperación de la confianza. Y eso pasa por diseñar una campaña publicitaria de sensibilización por la paz y el disfrute de los espectáculos deportivos.

Como la veo, es una campaña educativa, de valores, contra la violencia, por la paz y el respeto mutuos, liderada por el jefe del Estado. Los ciudadanos de bien no podemos ser arrinconados por el miedo y el terror. Vaciar los estadios de público es admitir el fracaso del Estado.

RESPONSABLES DE LA CAMPAÑA:

1. Presidencia de la República.
2. Ministerio de Educación.
3. Instituto Peruano del Deporte
4. Clubes Deportivos Profesionales.
5. Medios de Comunicación.
6. Empresas Privadas.

ESQUEMA DE OPERATIVIZAR LA PROPUESTA:

A) El Ejecutivo, liderado por el Presidente de la República, convoca a las instituciones responsables y decide organizar el lanzamiento de una Campaña: VAMOS AL ESTADIO SIN MIEDO. VAMOS A DISFRUTAR LA VIDA.

B) En esa reunión se acuerda y se anuncia convocar a las mejores empresas de creatividad publicitaria para diseñar una campaña multimedia en el sentido descrito en el punto A.

C) La campaña incluye spot en televisión, radio y cine, prensa escrita, medios digitales y paneles en la vía pública.

D) El financiamiento -que podría ser criticado, cómo no- se reduciría drásticamente al comprometerse a la empresa privada y a los medios de comunicación en ser promotores de la misma.

E) La campaña tiene como objetivo contribuir a gener un clima de tranquilidad en los estadios, devolver la confianza en la gente y en los espectáculos deportivos y recuperar los lazos de unión que deben primar en la nación peruana.

F) Para devolver la confianza al público y dar una mejor imagen del país (en el exterior deben habernos visto como salvajes), se propone que figuras representativas de la cultura, la política, el deporte y el espectáculo asistan en una fecha determinada a un partido de fútbol con toda su familia. Padres e hijos juntos en una actividad deportiva.

Recordemos siempre que todos somos Perú.

23 septiembre, 2011

La televisión, los titulares y el humor presidencial

La televisión aumenta el volumen de las cosas. Es un fenómeno óptico derivado del formato desproporcionado 4:3 (horizontal/vertical) que tiene la pantalla. La gente se ve “gorda”, con unos “kilitos de más”. Pero ese es sólo el aspecto más frívolo. El efecto más urticante que tiene la pantalla es que distorsiona, amplifica, los estados emocionales de las personas.

En ese aspecto, la televisión tiene un tremendo poder en la comunicación gestual. Si estamos cansados, luciremos terriblemente agotados; si estamos ligeramente fastidiados nos veremos terriblemente molestos; si solo pestañeamos o desviamos un segundo la mirada, daremos la sensación de estar desorientados o completamente perdidos.

De manera que si una persona está cansada, molesta, no ha dormido bien, o no tiene claro qué quiere comunicar, mejor que no aparezca en pantalla. Y menos sentado frente a un entrevistador de una de las cadenas más importantes del mundo hispano en Estados Unidos.

Lo opuesto también es cierto. Una mueca amable potencia la receptividad ante cámaras; un tono seguro en la dicción, mejora la comprensión del mensaje; una mirada limpia, relajada, firme, potencia la confianza en el emisor. La pantalla, en este caso, es una ventaja. Y bienaventurados los que naturalmente tienen, además, esa magia llamada telegenia.

La fallida entrevista en Univisión del presidente Ollanta Humala es un buen ejemplo del poder de penetración que tiene la pantalla. Sin entrar al tema de fondo sobre la reelección que el propio presidente Humala aclaró más tarde en su Twitter -“Ni un día más. Mi juramento con el Perú ya la democracia lo es: no a la reelección”-, fue una pésima aparición en televisión.

Lució no sólo cansado, sino de muy mal humor, sin capacidad de aguante, ni reflejos para responder breve, claro y contundentemente, una pregunta por demás genuina y sin mala intención. "Probablemente, la reacción del presidente hacia ese periodista se deba al cansancio del viaje", dijo luego el Presidente del Consejo de Ministros, Salomón Lerner, a manera de explicación.

Puede ser. Pero no hay excusa. Era su primer viaje oficial fuera del país. Estaba ante una cadena televisiva importante del mundo. El Presidente no podía desaprovechar o mal utilizar un espacio tan importante de esa manera. “Puede ser por cansancio, ingenuidad, falta de experiencia o mal manejo de los medios”, escribió el periodista Jorge Ramos en su blog relatando su experiencia al entrevistar al presidente peruano.

Sin embargo, me atrevo a sostener que más que eso, fue la actitud a la defensiva con que el presidente Humala enfrentó la entrevista. La respuesta que le dio al entrevistador antes de la despedida puede ayudar a entender la mala experiencia: “Seguramente esa podría ser una respuesta que le daría titulares, y yo no estoy para dar titulares”, le dijo ante la insistencia del periodista por obtener una respuesta que confirme su no reelección.

Aquí sí, con todo respeto, se equivoca, señor Presidente. Si acepta una entrevista es para comunicar mensajes. Y estos se expresan mejor en titulares. De manera que una entrevista –bien trabajada y encarada– es precisamente para colocar titulares o “Sound Bytes”. Cuando no se logra, gana el periodista, quien coloca sus propios titulares… que, como vemos, no son los que más nos gustan.

POSTDATA: Había terminado de escrbir este post cuando el presidente Humala decidió dar una entrevista a CNN. Fue un hombre nuevo. Lució relajado, de buen talante, y hasta sonrió. Respondió todas las preguntas y no se molestó cuando le preguntaron por el incidente con Univisión. Esa es la forma de asumir una entrevista. ¿Vio presidente que no es difícil? Es sólo cuestión de entrenamiento, concetración y saber lo que se quiere decir. Si a eso le añade una sonrisita, la cosa sale suave, tranqui, sin sobresaltos.

18 septiembre, 2011

El gabinete en la sombra

El pasado 28 de agosto de 2011 envié una carta al presidente del partido, Alejandro Toledo y al presidente de la Comisión Revisora del Estatuto Partidario, en la que proponía algunos cambios al Anteproyecto de Estatuto, con miras a “fortalecer la organización política y convertirla en una institución moderna, a la altura de los retos actuales”.

Uno de los cambios sugeridos fue modificar el Art. 42 del Anteproyecto de Estatuto para incorporar dentro de la Secretaría de Plan de Gobierno, un número de comisiones técnicas, espejo del organigrama del Poder Ejecutivo, con la finalidad de realizar estudio y seguimiento permanente de las políticas públicas sectoriales del gobierno en ejercicio; lo que los medios han llamado “El gabinete en la sombra”. Ello con la finalidad no de ser oposición o cargarle las tintas al gobierno de turno, sino para darle al partido participación activa en el debate político y promover nuevos cuadros.

Una de las dificultades que enfrentan los partidos políticos –señalaba en mi carta–, es su pasividad o inactividad, traducida como crisis de representación, debido, entre otras cosas, a su pérdida de capacidad para participar en el debate político, habiendo sido reducidos a maquinarias electorales muy activas en campaña que devienen en organizaciones completamente inactivas en el largo periodo post electoral.

En concreto, proponía añadir a la estructura organizacional de Perú Posible, una línea de trabajo permanente que dependa de la Secretaría de Plan de Gobierno, formada por comisiones sectoriales que repliquen la estructura del Poder Ejecutivo; con la finalidad de servir de ente consultivo de la Alta Dirección del partido, y elaborar insumos para participar activamente en el análisis político sectorial del país, manteniendo vigente la presencia del partido.

El “Gabinete en la sombra” estará formado por cuadros designados por el Presidente del partido a propuesta del Secretario Nacional de Plan de Gobierno, y tendrá como misión realizar el seguimiento sectorial de las políticas públicas desarrolladas por el gobierno de turno. Ello permitirá que el partido pueda no sólo estudiar las acciones y decisiones tomadas por los gobiernos de turno, sino, promover la formación de cuadros necesarios para futuras responsabilidades de gobierno de nuestro partido.

Así, para estudiar, evaluar y hacer seguimiento de manera permanente a las políticas públicas sectoriales aplicadas por los gobiernos en ejercicio, se crea, dentro y bajo responsabilidad de la Secretaría Nacional de Plan de Gobierno, los siguientes Comités de Asuntos de Gobierno, bajo supervisión y aprobación del Presidente del Partido:

- Comité de Economía y Finanzas.
- Comité de Relaciones Exteriores.
- Comité de Defensa.
- Comité de Educación.
- Comité de Transportes y Comunicaciones.
- Comité de Energía y Minas.
- Comité de Agricultura.
- Comité de Comercio Exterior y Turismo.
- Comité del Interior.
- Comité de Justicia y Derechos Humanos.
- Comité de Vivienda, Construcción y Saneamiento.
- Comité de Producción.
- Comité de Salud.
- Comité de Trabajo y Promoción del Empleo.
- Comité de la Mujer.
- Comité del Ambiente.
- Comité de Cultura.
- Comité de Desarrollo e Inclusión Social.
- Comité de Ciencia y Tecnología.

Los Comités de Asuntos de Gobierno elaboran anualmente un informe escrito sobre el desarrollo de su sector, e informes periódicos a solicitud del Presidente del Partido y/o del Secretario Nacional de Plan de Gobierno.

El gabinete en la sombra es una manera de solucionar el inmovilismo partidario. Una forma de lograr que el partido cumpla la finalidad principal para el que fue creado, esto es, organizarse para acceder al poder. El poder se obtiene, se gana, se conquista, pero también se merece; y para ello es necesario, primero que nada, estudiar la realidad de manera permanente, sistemática, con sentido crítico y propositivo, con miras a señalar los cambios necesarios que conduzcan a resolver los principales problemas del país.

Los partidos occidentales son herencia de estructuras verticales y militaristas organizadas en el siglo XIX para conquistar el poder. Tenemos que cambiar esa concepción. Debemos pensar en organizaciones modernas, que convocan no sólo masa, sino cuadros; profesionales, especializados por sectores, que realizan política estudiando el entorno social, el contexto internacional, el avance de la tecnología y el desarrollo de las políticas públicas y privadas, con la finalidad de participar en el debate político nacional y realizar propuestas innovadoras.