30 enero, 2011

Mujeres pioneras en Ciudad de Gocen

Bitácora de campaña 01.- Llegamos a Ciudad de Gocen, Villa María del Triunfo, un asentamiento humano donde la neblina, espesa, se asienta alrededor de las casas y calles. Por eso se le conoce también como “Ticlio Chico”. Es tanta la humedad que en los cerros, debajo de las piedras, se pueden encontrar caracoles. Las enfermedades bronquiales aquí son endémicas.

En medio de tanta pobreza, sin embargo, es posible encontrar un rayo de esperanza. El trabajo de la mujer de Ciudad de Gocen, como el de miles de mujeres pobres, es ejemplar. Además de lidiar con la carencia de recursos, las dificultades del terreno y la escasa ayuda del Estado, ellas tienen la fuerza necesaria para organizarse y realizar trabajos comunales, sin más ayuda que la de sus propios medios y la de sus contactos o recursos ante autoridades locales.

Sacando fuerzas de donde no tienen construyen pircas para evitar el desborde de piedras de los cerros, construyen guarderías infantiles o Wawa Wasis para cuidar a sus hijos, abren comedores populares o comités de vaso de leche para alimentar a los suyos.

Todo este trabajo lo realizan gratis. No reciben un sol de nadie por dedicar sus horas a solucionar y atender problemas urgentes de la comunidad como la alimentación, la salud o el cuidado de los niños. A estas mujeres las conocen como lideresas sociales. Yo prefiero llamarlas Mujeres Pioneras.

Tienen el espíritu de los pioneros que labran su tierra y la transforman con sus propias manos. Todo lo que tienen es fruto de su esfuerzo, de sus marchas de sacrificio, de sus protestas, de su capacidad de organización y también de sus habilidades para establecer contacto con las autoridades de turno. Difícilmente abrazan una ideología o siguen todo el tiempo a un mismo partido político. Son pragmáticas, en el mejor sentido del término, aunque tienen un elevado desarrollo de su nivel de conciencia y diferencian claramente entre autoritarismo y democracia, con sus excepciones, por supuesto.

Encontré a un grupo de mujeres cuando fuimos en una visita de campaña con el Presidente Alejandro Toledo. Y conversé con algunas de ellas acerca de sus principales problemas y las propuestas de solución que tenían. No son problemas ajenos para mí que he vivido los primeros años de mi vida también en un asentamiento humano. Sé lo que es esperar al camión cisterna para comprar agua en cilindro. O comprar velas para alumbrar la noche.

Una de esas mujeres me comentó que una propuesta sencilla -que podría ponerse en práctica de inmediato- era aumentar dos horas el horario de cierre de los Wawa Wasis que está previsto, todos los días, a las 4 de la tarde. “Si ampliaran el horario a las 6 p.m. podríamos recoger a nuestros niños sin la preocupación de que no vamos a llegar a la hora”. Otra me comentó que los políticos siempre vienen en época electoral, ofrecen muchas cosas, cargan a los niños, se toman fotos, pero al final no se acuerdan de nada. “No cumplen”.

Y tienen razón. Por eso se me ocurrió que de llegar al Congreso podríamos revisar estos casos y estudiar soluciones prácticas, creativas, que quizás no tienen que pasar necesariamente por alguna reforma o propuesta legislativa. Es sólo cuestión de ejercer una de las tres funciones que tienen los congresistas –quizás la primera y más importante– que es la función de representación.

El congresista legisla, fiscaliza y representa. Para casos como los de Ciudad de Gocen, yo prefiero ejercer ésta última y representar el sentir de miles de mujeres pioneras como las de este asentamiento humano.

En primer lugar el Estado debiera reconocer el trabajo que realizan estas mujeres. Y desde ya propongo a las autoridades locales no sólo empadronar anualmente a las juntas directivas de su jurisdicción, para utilizarlas luego como instrumentos de propaganda, sino, para reconocer a estas lideresas sociales o mujeres pioneras en acto público y solemne. Estas mujeres deben contar con seguridad social porque no es posible que entreguen su esfuerzo, sacrificio y salud en beneficio de otros, sin recibir beneficio alguno de la sociedad.

Estas mujeres y niños de Ciudad de Gocen están esperando mejores condiciones de vida, igualdad de oportunidades, puestos de trabajo, seguridad social y educación de calidad. Están esperando algo más que escaleras con el nombre del político en cada peldaño.

Aquí con niños del Wawa Wasi de Ciudad de Gocen.
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Estimados amigos: a partir de la fecha entregaré en este espacio y bajo el rótulo "Bitácora de Campaña", notas, reflexiones y propuestas para la presente proceso electoral. Ustedes me conocen: soy Luis Alberto Chávez y postulo al Congreso de la República por el Partido Político Perú Posible con el Número 15.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

RECONOCER EL TRABAJO DE LAS MUJERES EN LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS, ME PARECE FANTÁSTICO. EL ESTADO NO RECONOCE EL TRABAJO DE MUCHOS PERUANOS ANÓNIMOS QUE A DIARIO DEDICAN SU ESFUERZO A LOS DEMAS. !SUERTE EN EL CONGRESO!

Anónimo dijo...

existos PARA pERU POSIBLE y POR SU PUESTO para ti mi correo electronico es franyol_c@hotmail.com

Anónimo dijo...

Ojalá publiques esto: por qué has puesto que ganas 800 soles en el padrón de candidatos del JNE, cuando eres comentarista político en la radio, vamos a creerte que ganas eso??. Si así quieres comenzar...

Politikha dijo...

Estimado anonimo de las 2 y 10.
Tienes razón. La información del JNE es incorrecta. Se comieron un cero. Lo que ocurre es que los candidatos llenan formularios en papel que luego son "transcritos" a formatos electrónicos por personal del partido. En el traslado de datos se equivocaron en el monto que yo puse. Ningún ánimo escondido ni nada que se le parezca. Gracias de todas formas por la alerta.
Saludos,
LACH