“La historia de un país, de un partido, la vida misma, se construye en el tiempo. En ese proceso de cambio permanente hay victorias y derrotas. Pero sobre todo hay experiencias. Lecciones a fuego que debemos entender y superar. Este proceso electoral es una de ellas” (Carta a los leales defensores de la democracia - Alejandro Toledo).
Un ciclo se cierra para abrir otro. Nada termina, sino para comenzar algo nuevo. Es la ley de la vida. Todo fluye. Todo se transforma. Así tomo esta nueva experiencia política en la que en seis semanas de campaña logramos sembrar una idea, acariciar un sueño; el sueño de representar a nuestros hermanos menos favorecidos. Nada me animó más en esta experiencia que ver a los ojos a la gente, escucharlas y apretar sus manos. Nada nos separa. Todo nos une. Somos piel de la misma piel, sangre de la misma sangre.
Gracias a todos los que creyeron en nosotros. A todos aquellos que, arrebatándole horas al descanso, esperaron una palabra de aliento, una voz de esperanza, en medio de la desesperanza y la desolación. Enhiestos aunque pasaran las horas. Mi gratitud eterna a esos estoicos ciudadanos, simpatizantes y militantes del partido; y mi dolor más profundo por no haber alcanzado la meta. 5,026 gracias.
Como dice el presidente, esta ha sido una lección a fuego que debemos comprender y superar. Un recodo en el camino de una ruta que tiene que seguir. Debemos desterrar para siempre ese espíritu cainita que por momentos se apoderó entre los hermanos candidatos, obstaculizándose, socavándose, pervirtiéndose, unos a otros. Un espectáculo deplorable para las bases, para el pueblo, que no debe repetirse.
A las personas, bases, comités y asociaciones que me apoyaron les digo: aquí no acaba la cosa. Aquí empieza el compromiso para iniciar una vida institucional nueva, moderna, acorde con los cambios que nos impone la sociedad y los adelantos tecnológicos. Es hora de renovar las estructuras institucionales. Es momento de curar la tierra para sembrar de manera segura en el tiempo. Para ello debemos renovar nuestro compromiso de trabajar disciplinada y lealmente.
Una fe, un sentimiento, un solo compromiso: el Perú.
¡Por un Perú… Posible para todos!
Luis Alberto Chávez Risco
08 mayo, 2011
Carta de agradecimiento y compromiso
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