07 junio, 2013

Las lecciones de Lula da Silva



Jose Inacio Lula da Silva estuvo hace unos días en Perú, refrescando con su presencia y sus discursos, con su pensamiento y acción, la importancia de las decisiones de Estado, más allá de coyunturas por las que atraviesan los gobernantes.

El ex presidente de la sexta economía del mundo, llegó a nuestro país para conmemorar en décimo aniversario del Acuerdo Estratégico entre Perú y Brasil. Dicho acuerdo –hay que recordarlo, porque no se ha dicho con claridad– se firmó durante el gobierno del Presidente Alejandro Toledo, en agosto de 2003.

Lula destacó tres decisiones y una consecuencia asumidas durante el gobierno del presidente Toledo: 1) Firmar la Alianza Estratégica Perú-Brasil, 2) Construir La Carretera Interoceánica, 3) Construir el primer Puente internacional en 500 años. Como consecuencia de estas decisiones de Estado –continuadas por los gobiernos siguientes–, el comercio bilateral aumentó notablemente.

En una década el comercio bilateral se incrementó de 656 millones de dólares a 3.700 millones de dólares anuales. Brasil apostó por intensificar el comercio con  los países de América del Sur. No se equivocó. Antes de que Lula llegara a la presidencia, el comercio intrasur era de US$ 15 mil millones de dólares. Hoy asciende a US$ 70 mil millones.

"Estos números son necesarios para darse cuenta de que con un poco de voluntad se pueden concretar las cosas y en mi opinión la relación entre el Perú y Brasil no ha alcanzado ni el 10% de todo su potencial de los próximos años”.

Pero no siempre estas decisiones de mediano y largo plazo son entendidas. Críticos coyunturales existirán siempre. "Me dijeron por qué no la hacemos con Alemania o con Francia, pero el tiempo se encargó  de probar lo que sucedió (...) algunos me decían  pero qué alianza estratégica podían hacer dos países miserables, dos paisitos pobres”.

Algo parecido ocurrió con la Carrtera Interoceánica. En el Congreso peruano se opusieron quienes –paradójicamente– gobernarían inmediatamente después. La Interoceánica csotó sangre, sudor y lágrimas al gobierno de Toledo. Por primera vez en la historia de su etapa republicana, el Perú unió a 10 departamentos de la zona sur del país. Al final fueron tres vías –las Interoceánicas del Norte, Centro y Sur– hoy convertidos en corredores IIRSA los proyectos más relevantes que planificaríamos con Brasil.

Que nuestros países vivieron de espaldas lo demuestra el hecho de que el primer Puente internacional también se construyó a inicios del Siglo XXI. Lula lo ha recordado: “Brasil tiene frontera con Perú, y del lado peruano se producen muchas cosas pero el Estado de Acre se lleva cosas desde Sao Paulo. El primer puente construido entre el Perú y Brasil demoró 500 años”.

Quienes se oponían a proyectos de esta envergadura señalaban que no se justificaba la obra por el número reducido de vehículos que pasaban en ese momento. La respuesta de Alejandro Toledo fue sencilla: pongan la carretera y verán cómo aumentan las unidades vehiculares.

El tiempo le dio la razón. El 2002, el Perú exportaba a Brasil 217 millones de dólares. Hoy exporta seis veces más, por encima de los 1.200 millones de dólares. Las exportaciones de Brasil a Perú crecieron a su vez cuatro veces.

En palabras de Lula: “Pienso que hubo un avance considerable que no nos imaginamos. Nuestro flujo comercial (entre Perú y Brasil) era menos de 700 millones de dólares y lo aumentamos a casi 4 mil millones”.

Es lo que pasa cuando se gobierna pensando no en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones.

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