26 enero, 2014

Carta a mis hijos ad portas del fallo de La Haya



26 de enero de 2014.

Queridos hijos,

Ojalá mañana puedan seguir por televisión la lectura de sentencia de la Corte Internacional de La Haya sobre la delimitación marítima entre Chile y Perú.

Es un acontecimiento importante que tendrá gran impacto en sus vidas.

Es también un acto ejemplar, pues, dos países que tienen puntos de vista distintos sobre cómo trazar el límite marítimo, al no ponerse de acuerdo, recurren a un tercero que les dirá cómo hacerlo.

No es un acto inamistoso contra Chile. Es un acto civilizado, de ambos países. Lo bárbaro sería dirimir esas diferencias con una guerra.

Perú le reclamó a Chile desde 1986 que debíamos estudiar el tema de la delimitación marítima y ponernos de acuerdo. Ya en 1977 un marino peruano había escrito un libro donde demostraba que tal límite no existía.

El Perú, Chile y Ecuador fueron países pioneros en la defensa de las 200 millas marinas a mediados del Siglo XX. Es decir, mientras el resto de países del mundo señalaba que el mar de los países ribereños debía tener entre 3 y 12 millas de ancho, Perú, Ecuador y Chile sostenían que ese derecho debía ser de 200 millas.

¿Y por qué estos tres países pequeños sostenían una tesis tan audaz? La respuesta se debe a la riqueza de nuestros mares. El Oceáno Pacífico es uno de los mares más ricos del planeta. Eso lo saben las potencias industriales, por eso les convenía que estos tres países y otros tuvieran una franja pequeña de mar. De esta manera los grandes países desarrollados podían pescar frente a nuestras costas y llevarse los frutos del mar.

Perú, Chile y Ecuador se plantaron firmes ante el mundo defendiendo la tesis de las 200 millas. Dieron muchas razones, biológicas, marinas, históricas, geográficas. Pero la principal, creo, fue que estos países tenían derecho a salvarguardar los nutrientes que el mar ofrecía para sus poblaciones.

Les dije, el Pacífico es uno de los mares más ricos en especies marinas. Y por ese tiempo, entre los cuarenta y cincuenta se comercializaba fuertemente la ballena. Después vendría la anchoveta, de la que el Perú llegó a ser primer productor del mundo en los sesenta.

Entonces, para proteger esas riquezas marinas, Perú, Ecuador y Chile decidieron proclamar ante el mundo la defensa de las 200 millas marinas. ¿Por qué 200 y no 100 ó 300? Como les señalé líneas arriba hubo muchas razones. Entre las marinas y biológicas destaca el ancho que mide la Corriente de Humboldt –también llamada Corriente Peruana–, que es una masa de agua fría que discurre frente a las costas de estos tres países, creando las condiciones medioambientales que explican la riqueza marina.

Bueno, sea como fuere, esa tesis de la defensa de las 200 millas, poco a poco, fue ganando adeptos en el mundo. Otros países, por diversas razones, también la habían sostenido antes, pero, lo cierto es que el impulso que Perú, Ecuador y Chile le dio a esta idea en foros internacionales fue notable.

En ese ambiente de defensa conjunta del mar, los tres países decidieron firmar acuerdos entre las tres partes. Allí nacieron los acuerdos de 1952 y 1954 que mañana escucharán en los alegatos de la Corte de La Haya.

Lo curioso es que hoy en día tanto Ecuador como Chile tienen mares de 200 millas a lo largo de toda su zona costera. Pero el Perú no. ¿Por qué? Por la forma inclinada o en ángulo que tiene nuestro mapa. Por su posición geográfica. A tal punto no tenemos 200 millas en toda nuestra costa que Tacna casi no tiene mar. Es decir, hay un mar frente a ella, pero cuando los pescadores tacneños salen con sus barcos, llegan a  los pocos minutos al mar que corresponde a Chile.

Esto hace que tengamos la siguiente paradoja. Perú, Ecuador y Chile defienden la tesis de las 200 millas cuando muy pocos lo hacían y hoy que esa tesis ha triunfado, ¡Perú no tiene 200 millas en toda su costa! Recién tenemos 200 millas marinas un poco más al norte de Camaná en Arequipa.

Esta es la razón por la que el Perú buscó por diversas formas hacer entender a Chile que debíamos conversar y llegar a acuerdos sobre este tema.
 
Cuando nuestro país proyectó sus 200 millas a lo largo de toda su costa encontró que una parte de este mar se superponía a las 200 millas de mar de Chile. Es lógico que esto ocurra porque Chile tiene una costa recta de 90 grados respecto al paralelo geográfico y la costa peruana tiene un ángulo agudo respecto al paralelo.

Esa es la materia de la controversia que la corte deberá resolver mañana.

Ante dos porciones de mar que se superponen la Corte debe dirimir qué porción de mar es para cada uno.

La Corte resolverá el tema pendiente entre Perú y Chile: debe establecer un límite marítimo definitivo entre ambos países.

Dirá: el mar de Chile llega hasta aquí y el Mar del Perú llega hasta acá. Punto.

Para arribar a esa conclusión la Corte debe trazar una línea (la frontera marítima) que empieza en la costa y se prolongue 200 millas mar adentro.

Para trazar esa línea deberá resolver cuestiones jurídicas de fondo que son importantes anotar:

El primer aspecto que deberá resolver la Corte es si existe o no existe límite marítimo. Perú dice que no y Chile dice que sí. ¿Se acuerdan que les dije que Perú, Ecuador y Chile habían firmado acuerdos tripartitos en 1952 y 1954 para defender las riquezas marinas? Bueno, Chile dice que esos acuerdos también establecieron límites marítimos entre las partes. Perú sostiene que no, que fueron tratados pesqueros.

El segundo aspecto es ¿Dónde empieza el límite marítimo? ¿Desde dónde se traza la línea? ¿Desde el “Punto Concordia”, como plantea Perú, o desde el Hito Nº 1 como plantea Chile? Estas cuestiones son mejor explicarlas con un mapa. Pero lo cierto es que Chile y Perú tienen interpretaciones distintas de dónde comienza o termina la frontera terrestre entre ambos países. ¿Recuerdan el polo que me mande a estampar? Tiene unos numeritos: 18º 21’ 08” S. 70º 22’ 39” O. Son las coordenadas donde el Perú sostiene que empieza la frontera terrestre: el Punto Concordia. Eso está clarito en el Tratado de 1929 que puso fin a la Guerra del Pacífico.

Establecer este punto es importante porque la norma dice que la frontera marítima se traza desde el punto donde la frontera terrestres llega al mar. Bueno, pues, entonces es muy importante que ese criterio se esclarezca.

Imagínense la costa verde. ¿Dónde empezaría el límite? ¿En el punto donde las olas revientan con las piedras? ¿O en la pista por donde pasan los carros? ¿Qué creen ustedes? Puede parecer un pedacito de tierra sin importancia, pero, créanme, es vital. Tengan en cuenta que están definiendo el punto desde donde se proyectará una línea recta 200 millas mar adentro. Así que cualquier diferencia en tierra se ensancha considerablemente en el mar.

Si la corte dice que los tratados del 52 y 54 son pesqueros y también de límites. Se acabó la cosa. Todo queda como está. Perdimos, en mi opinión.

Pero si la corte dice que no existe tratado de límites entre Perú y Chile, entonces deberá seguir desarrollando su juicio para no solo trazar una línea fronteriza marítima entre ambos países, sino hacerlo con criterio de justicia y equidad.

Y aquí viene el tercer aspecto a definir. Como hemos visto, la proyección de las 200 millas de mar de Chile y las 200 millas de mar de Perú se cruzan, se suporponen en un área de 37.900 km2, entonces, ¿cómo repartimos esa área? ¿qué tanto le damos a un país y qué tanto le damos al otro? Perú propone que se trace una línea media, equidistante. Habrá que esperar qué define la corte. A esta zona se la conoce como “triángulo interno”.

El cuarto aspecto que deberá resolver la corte es un espacio de 28 mil km2 que está fuera de las 200 millas de mar chileno, pero que, nuevamente, por la forma inclinada de nuestra costa, estaría dentro de nuestras 200 millas de mar proyectadas. Chile dice que eso es altamar. Perú afirma que es parte de sus 200 millas. A esto se le conoce como el “triángulo externo”.

Eso es todo. Mañana será un día importante. Será un momento que les tocará vivir y que espero sea el inicio de un futuro de paz y armonía con nuestros vecinos.

Beso para todos.

Papá.




3 comentarios:

Amelia Beraún Z. dijo...

Didáctico LACH, espero que tus hijos lo entiendan y transmitan a sus amigos y mas adelante a sus hijos también. Realmente injusto que Tacna no posea las 200 millas que se le concedieron a todo el litoral de estos tres países. La justicia es algo que todos queremos, reclamamos y esperamos; me apena que el Chile no haya tenido la voluntad de reconocer y solucionar esto tan elemental. Sin ánimo de generar mayor discusión, el paìs del sur siempre quizo apropiarse no solo del mar peruano, sino de sus productos banderas en la gastronomía peruana. Solo citar algunos el pisco sour, la causa, el suspiro limeño... Teniendo el gran precedente de haber perdido importantes territorios al sur de Perú en la guerra de 1879-1883 Dile todo eso a tus hijos, dile también que el pais hermano de Boli

Amelia Beraún Z. dijo...

No terminé de escribir y se guardó automáticamente, al parecer existe una censura. :(

Politikha dijo...

Gracias, Amelia, pero en esta página no hay censura, siempre que se disienta con respeto. Mejor, si se aporta, como en tu caso. Saludos. LACH.